Neuropatía periférica
La neuropatía periférica (frecuentemente llamada simplemente neuropatía) es el daño a uno o más nervios del sistema nervioso periférico que causa dolor, adormecimiento, hormigueo o debilidad muscular en la zona afectada.
Tu sistema nervioso periférico está compuesto por los numerosos nervios que llevan señales hacia y desde el cerebro y la médula espinal a otras partes del cuerpo, o partes periféricas, como las manos, los pies, los brazos y las piernas.
Los daños en estos nervios pueden provocar síntomas molestos, como dolor ardiente, pérdida de sensibilidad y sensación de “hormigueo” en manos, brazos, pies o piernas.
También pueden verse afectados los nervios del intestino, la vejiga u otros órganos internos.
Los síntomas pueden variar de leves a graves y pueden interferir con las actividades diarias.
Las personas con diagnóstico de cáncer de mama pueden desarrollar neuropatía como efecto secundario de determinados medicamentos de quimioterapia y otros tratamientos. El cáncer de mama metastásico también puede dañar los nervios.
Algunas personas pueden experimentar neuropatía durante solo unas semanas durante el tratamiento, mientras que otras pueden presentar síntomas durante meses, años o indefinidamente.
Si experimentas síntomas de neuropatía durante o después del tratamiento del cáncer de mama, informa a tu equipo sanitario lo antes posible. Las estrategias para tratar la neuropatía y evitar que empeore suelen ser más eficaces cuando se inician antes.
Síntomas de la neuropatía
Las personas pueden tener síntomas de neuropatía periférica en uno o ambos lados del cuerpo. Los síntomas más comunes son:
dolor, hormigueo, ardor, adormecimiento o debilidad en manos, brazos, pies y piernas
sensaciones de dolor repentinas, agudas, punzantes o muy intensas
pérdida del sentido del tacto
torpeza
dificultad para usar las manos, levantar objetos o abrocharse las prendas
problemas de equilibrio, dificultad para caminar y caídas
cambios en la sensibilidad a la temperatura
problemas para orinar
mareos por presión arterial baja
Causas de la neuropatía
La neuropatía puede ser un efecto secundario de varios tratamientos del cáncer de mama, así como un síntoma del cáncer de mama metastásico. También puede deberse a causas no relacionadas con el cáncer de mama y sus tratamientos, como la diabetes, el consumo excesivo de alcohol e infecciones que afectan a los nervios. Algunas personas experimentan neuropatía por múltiples causas.
Entre las personas con diagnóstico de cáncer de mama, la quimioterapia es la causa más común de la neuropatía. Los medicamentos de quimioterapia recorren el cuerpo, donde pueden causar daños en los nervios.
Los médicos llaman a este tipo de neuropatía como “neuropatía periférica inducida por la quimioterapia” (CIPN, sigla en inglés).
Ciertos medicamentos de quimioterapia utilizados para tratar el cáncer de mama tienen más probabilidades de causar neuropatía que otros. Por ejemplo:
Abraxane (nombre genérico: paclitaxel unido a albúmina o nab-paclitaxel)
vincristina (nombres comerciales: Oncovin, Vincasar PFS, Vincrex)
La neuropatía puede comenzar durante o inmediatamente después del tratamiento y, por lo general, se estabiliza o puede mejorar en las semanas posteriores a la finalización del tratamiento. Sin embargo, con ciertos medicamentos de quimioterapia (carboplatino, Navelbine y vincristina), puede comenzar durante el tratamiento y progresar durante varios meses después.
Otros tratamientos del cáncer de mama, además de la quimioterapia, pueden causar neuropatía periférica, como el fármaco de inmunoterapia llamado Tecentriq (nombre genérico: atezolizumab) .
Muchos medicamentos de terapia dirigida también pueden causar neuropatía. Por ejemplo:
Kadcyla (nombre genérico: T-DM1 o ado-trastuzumab emtansina)
Ogivri (nombre genérico: trastuzumab-dkst) , biosimilar a Herceptin
A su vez, la cirugía y la terapia de radiación también pueden provocar daño en los nervios de la zona del pecho y debajo del brazo, lo que a su vez puede causar síntomas neuropáticos como dolor, adormecimiento, hormigueo y/o mayor sensibilidad en estas zonas.
Si un tumor metastásico crece sobre o a lo largo de los nervios, como los nervios que rodean los ganglios linfáticos de la axila o los nervios conectados al cerebro o la médula espinal, puede interrumpir las señales hacia el sistema nervioso periférico, lo que causa neuropatía. Los síntomas dependen de los nervios afectados.
Las personas con diagnóstico de cáncer de mama metastásico pueden presentar un mayor riesgo de desarrollar neuropatía que las personas con diagnóstico de cáncer de mama en estadio inicial porque suelen recibir tratamiento durante períodos más largos y también pueden recibir dosis más altas de ciertos medicamentos que pueden causar neuropatía.
Factores de riesgo de la neuropatía inducida por la quimioterapia
Entre los factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar neuropatía o de experimentar una neuropatía más grave o duradera como efecto secundario de la quimioterapia, se incluyen:
tener 65 años o más
haber experimentado neuropatía antes de iniciar el tratamiento del cáncer de mama
haber recibido quimioterapia en el pasado (especialmente con Taxol)
sobrepeso u obesidad
haberse sometido a una mastectomía
haber tenido un mayor número de ganglios linfáticos con células cancerosas
haber desarrollado cáncer de mama metastásico
presentar ciertas deficiencias vitamínicas
ser de raza negra/tener ascendencia africana (especialmente con quimioterapias con taxanos como el Taxol)
presentar ciertas mutaciones genéticas que predisponen a la neuropatía inducida por la quimioterapia (por ejemplo, variantes en los genes EPHA5, CYP3A4 y ABCB1)
tener diabetes
Prevención de la neuropatía inducida por la quimioterapia
Antes de empezar la quimioterapia, es posible que desees hacerle algunas de estas preguntas a tu oncólogo:
¿Qué probabilidad hay de que los medicamentos de quimioterapia u otros tratamientos que me administran me causen neuropatía?
¿Presento algún factor que me exponga a un mayor riesgo de desarrollar neuropatía? ¿Qué puedo hacer para reducir el riesgo?
¿Cuáles son los síntomas que pueden indicar que estoy empezando a desarrollar una neuropatía?
Estas son varias estrategias que pueden ayudar a prevenir la neuropatía o evitar que empeore:
aplicar hielo en las manos y los pies durante cada infusión de quimioterapia mediante calcetines y guantes fríos
usar guantes y calcetines ajustados, lo que se conoce como terapia de compresión
realizar determinados ejercicios y mantenerse físicamente activo durante y después del tratamiento de quimioterapia
cambiar el tratamiento de quimioterapia si empiezas a presentar síntomas de neuropatía: por ejemplo, reducir la dosis , cambiar de quimioterapia, cambiar el programa de quimioterapia o interrumpir la quimioterapia
Es importante que le informes al oncólogo lo antes posible si experimentas síntomas de neuropatía y que colabores con él en cualquier cambio en el plan de tratamiento.
Tratamiento y control de la neuropatía
Aunque actualmente no existe ningún tratamiento para reparar directamente el daño nervioso de la neuropatía, algunas terapias complementarias pueden aliviar los síntomas. A muchas personas con síntomas de neuropatía les resulta útil probar alguna de estas combinaciones:
medicamentos como anticonvulsivos (en particular gabapentina y pregabalina), analgésicos, corticosteroides y antidepresivos como la duloxetina
cremas, geles, lociones y parches tópicos para el alivio del dolor
fisioterapia
terapia ocupacional
estimulación eléctrica de nervios y músculos con un dispositivo de estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS, sigla en inglés)
diversas formas de ejercicio, como el entrenamiento neuromuscular, la rehabilitación del equilibrio (vestibular), el yoga y el tai chi
cirugía para aliviar la presión sobre los nervios
Pídele a tu equipo médico que te derive con especialistas que tengan experiencia en el tratamiento de la neuropatía originada por el cáncer. Diversos especialistas pueden ayudar a tratar los síntomas de la neuropatía, entre ellos:
neurólogos
especialistas en dolor
especialistas en rehabilitación oncológica (fisiatras)
fisioterapeutas
terapeutas ocupacionales
masajistas
acupuntores
También puedes plantearte obtener derivaciones a especialistas de un programa o una clínica de supervivencia al cáncer, un programa de terapia de rehabilitación del cáncer, o un programa o equipo de cuidados paliativos. Además, algunos fisioterapeutas y entrenadores personales ofrecen programas de ejercicios que pueden ayudar a prevenir o tratar la neuropatía.
Si experimentas una neuropatía grave que te está provocando limitaciones en tus funciones físicas y en su capacidad para trabajar, puedes tener derecho a las prestaciones del Seguro por incapacidad del seguro social (SSDI, sigla en inglés) o del Ingreso suplementario del seguro social (SSI, sigla en inglés).
Si experimentas neuropatía, estas estrategias pueden ayudarte a adaptarte y cuidarte:
Manipula los objetos cortantes con cuidado para evitar herirte accidentalmente.
Utiliza guantes para protegerte las manos del frío o cuando realices tareas domésticas o de jardinería.
Controla la temperatura del agua con un termómetro o usa guantes para evitar quemaduras al tomar un baño o al lavarte.
Ten cuidado al moverte. Camina lentamente y usa pasamanos donde estén disponibles.
Coloca una alfombra antideslizante en la bañera o ducha para evitar caídas.
Retira los objetos del suelo, como alfombras, cables, juguetes y demás obstáculos, para reducir el riesgo de tropezar y caer.
Piensa en usar un bastón para mantener el equilibrio.
Protégete los pies de lesiones usando calzado o pantuflas todo el tiempo que puedas.
Pregúntale al profesional que te atiende si conducir es seguro para ti. Si experimentas neuropatía en los pies, es posible que no puedas sentir los pedales del acelerador o del freno.
Neuropatía: causas y tratamientos
16 ago 2018— Se actualizó por última vez el 1 de julio de 2025, 17:50