Fatiga causada por el cáncer
Después de un diagnóstico de cáncer, es posible que sientas cansancio, debilidad, apatía, agotamiento, como si no tuvieras energía. Dormir y descansar no ayuda. Puedes sentir pesados y lentos los brazos y las piernas. Puedes no tener ganas de hacer nada y que te resulte demasiado agotador comer o, incluso, caminar hasta la puerta, por no hablar de ir a trabajar o a estudiar. Es la fatiga relacionada con el cáncer.
La fatiga causada por el cáncer, también llamada fatiga relacionada con el cáncer en el entorno médico, es el efecto secundario más frecuente del tratamiento para esta enfermedad. Según un estudio realizado en 2023, más del 70 % de las personas diagnosticadas con cáncer declaran padecer fatiga.
La fatiga causada por el cáncer puede afectar profundamente tu calidad de vida, dejándote sin energía para disfrutar de tus actividades cotidianas. En muchos casos, la fatiga física puede provocar fatiga mental y cambios en el estado de ánimo. Pero la buena noticia es que hay formas de aliviar la fatiga, como el ejercicio y los cambios en la dieta.
¿Sabía que el ejercicio puede ayudar con muchos efectos secundarios del tratamiento del cáncer de mama? Nuestra serie de videos, Ejercicios para aliviar los efectos secundarios, está diseñada especialmente para personas que viven con cáncer de mama, sin importar su estado físico o nivel de energía.
Mire el video de Ejercicios para ayudar con la fatiga.
¿Cuál es el origen de la fatiga causada por el cáncer?
Muchas cosas pueden provocar la fatiga causada por el cáncer.
Que te diagnostiquen cáncer de mama: el cáncer de mama provoca cambios en el organismo que pueden causar fatiga. Muchos tipos de cáncer de mama liberan proteínas llamadas citocinas, las cuales han sido relacionadas con la fatiga. El cáncer de mama también puede afectar los niveles hormonales del cuerpo y causar inflamación, todo lo cual puede contribuir a la fatiga.
Tratamiento del cáncer de mama: las cirugías, la radioterapia, la quimioterapia, la terapia hormonal, la terapia dirigida y la inmunoterapia pueden causar fatiga. Muchos de los medicamentos que se usan para tratar el cáncer de mama afectan tanto a las células sanas como a las células cancerosas. Es posible que sientas fatiga mientras tu cuerpo trabaja para reparar o reemplazar las células saludables dañadas.
Efectos secundarios del tratamiento: también hay una serie de efectos secundarios relacionados con la fatiga, como dolor, náuseas, recuento bajo de glóbulos rojos (anemia), recuento bajo de glóbulos blancos, diarrea, deshidratación, problemas para dormir y vómitos. Estos efectos secundarios pueden causar fatiga o agravarla.
Tu salud emocional: las personas diagnosticadas con cáncer de mama suelen declarar sentirse estresadas, ansiosas o deprimidas. Estas emociones pueden causar fatiga.
Mala alimentación: si te han diagnosticado cáncer de mama, es posible que necesites más nutrientes o nutrientes diferentes de los habituales. Pero puede ser difícil seguir una dieta sana y comer lo suficiente si el tratamiento provoca náuseas o vómitos.
Analgésicos: se sabe que algunos analgésicos, como la codeína, la oxicodona y la morfina, causan fatiga.
Falta de ejercicio: puede sonar contradictorio, pero hacer ejercicio, incluso una caminata tranquila, puede darte más energía. No hacer ejercicio puede provocar debilidad y cansancio.
Síntomas de la fatiga causada por el cáncer
Las personas la describen de diversas maneras. Estos son algunos síntomas comunes:
sentir falta de energía
dormir menos
dormir más, pero seguir sintiendo cansancio
perder el interés en las actividades habituales
tener problemas para pensar o concentrarse
sentir tristeza o mal humor
prestar menos atención al aspecto personal
sentir tanto cansancio que no se pueden realizar tareas sencillas como usar el control remoto de la televisión o realizar una llamada
sentir mucha debilidad
¿Cuánto dura la fatiga causada por el cáncer?
Desgraciadamente, si tienes fatiga causada por el cáncer, no hay manera de saber la duración ni la gravedad de esta. La fatiga relacionada con el cáncer de mama y su tratamiento puede comenzar antes, durante o después del tratamiento y durar semanas, meses o incluso años después de finalizarlo.
Es importante saber que los efectos de la fatiga causada por el cáncer pueden cambiar de un día a otro. Si estás recibiendo quimioterapia, terapia dirigida o inmunoterapia en ciclos, la fatiga suele ser peor al principio del ciclo y luego suele aliviarse hasta que comienza el ciclo siguiente. Si estás recibiendo radioterapia, la fatiga suele empeorar a medida que avanza el tratamiento y, luego, disminuye unas semanas o meses después de terminarlo.
Sobrellevar la fatiga causada por el cáncer
Si crees que tienes fatiga causada por el cáncer, lo primero que debes hacer es hablar con tu médico. Muchas personas creen que la fatiga simplemente forma parte del tratamiento del cáncer, así que no la mencionan. Aunque sea frecuente, la fatiga puede tratarse y controlarse.
Por lo general no hay una única causa de la fatiga causada por el cáncer. Por eso, el médico puede añadir otros profesionales clínicos al equipo que te brinda atención para ayudarte a manejar la fatiga, como especialistas en cuidados paliativos, personal de enfermería y trabajo social, fisioterapeutas, farmacéuticos, entrenadores físicos con conocimiento sobre cáncer y dietistas matriculados.
Para ayudar al equipo a desarrollar estrategias para aliviar la fatiga, puedes mantener un diario o registro que incluya lo siguiente:
todos tus síntomas relacionados con el cáncer de mama y efectos secundarios del tratamiento
cuándo comenzó cada síntoma y efecto secundario
la gravedad de los síntomas y los efectos secundarios durante el día
tu estado físico y emocional de cada día
El tratamiento de ciertos efectos secundarios específicos, como el dolor o la anemia, puede aliviar la fatiga relacionada con el cáncer, pero es probable que el médico te recomiende otras medidas y terapias que puedan ayudar a manejarla.
A través de investigaciones se ha sugerido que una alimentación sana repleta de cereales integrales, frutas y verduras (sobre todo brócoli, bayas, espinaca y zanahorias), pescado, frutos secos y semillas, y aceites vegetales (como el de linaza) puede ayudar a aliviar la fatiga.
También es importante beber suficiente agua. La deshidratación puede contribuir a la fatiga. El médico también puede recomendarte que evites la cafeína, porque puede deshidratarte y alterarte el sueño.
Si no sabes con seguridad cómo llevar una dieta sana y equilibrada, pídele al médico que te derive a un dietista matriculado con experiencia en el trabajo con personas diagnosticadas con cáncer. También puedes visitar la Academia de Nutrición y Dietética para buscar una persona experta en nutrición.
Se ha demostrado que varias terapias alivian el estrés y la ansiedad, lo que puede ayudar a combatir la fatiga. La consciencia plena, el asesoramiento, la acupuntura, escribir en un diario, el yoga, la masoterapia y la terapia cognitivo‑conductual pueden reducir el estrés o ayudar a aliviar la fatiga.
Si te preocupa cumplir todas tus obligaciones diarias, por ejemplo, limpieza, cuidado infantil, compras o trabajos de jardinería, pregunta a familiares y amigos si pueden ayudarte. Muchos seres queridos desean ayudar a las personas que lidian con un tratamiento para el cáncer, pero no saben cómo hacerlo. Decirles lo que necesitas puede ser bueno tanto para ti como para tu familia.
Muchos expertos recomiendan dormir entre siete y ocho horas cada noche, y acostarse y levantarse a la misma hora todos los días para combatir la fatiga.
La Fundación del Sueño recomienda desarrollar una serie de actividades para realizar cada noche, media hora o una hora antes de acostarte. Esto crea hábitos que le indican al cerebro que es hora de prepararse para dormir. Tu rutina puede incluir desconectar todos los aparatos electrónicos, leer un libro, meditar, tomar una tacita de un té de hierbas o escuchar música relajante.
Si te cansas durante el día, duerme siestas cortas: de no más de treinta minutos. Si duermes más tiempo, es posible que tengas problemas para dormir por la noche.
Fatiga relacionada con el cáncer y ejercicio
El ejercicio es tan importante para manejar la fatiga que en las pautas de 2024 de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica (ASCO, sigla en inglés) para controlarla se incluye el ejercicio como primera recomendación. Desde de la ASCO afirmaron que la recomendación se basa en un gran número de estudios que demuestran en forma sistemática que el ejercicio puede ayudar a aliviar la fatiga relacionada con el cáncer.
Lo que declararon es que la combinación de actividad aeróbica y de fuerza, así como los ejercicios de fuerza por sí solos, ayudaban en forma sistemática a aliviar la fatiga.
En el siguiente video, Sami Mansfield, entrenadora certificada en oncología y fundadora de Cancer Wellness for Life, ofrece instrucciones fáciles de seguir para realizar ejercicios que pueden ayudar a reducir la fatiga. El entrenamiento breve que abarca todo el cuerpo incluye ejercicios de resistencia que puedes modificar fácilmente según tus necesidades.
— Se actualizó por última vez el 1 de marzo de 2025, 16:56