¿Seguir una dieta baja en grasas puede reducir el riesgo de muerte por cáncer de mama?
Según los resultados del estudio Women's Health Initiative, las mujeres posmenopáusicas que redujeron el contenido graso de la dieta también redujeron el riesgo de morir por cáncer de mama en un 21 %.
Los resultados se presentaron en la rueda de prensa de la reunión anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO, sigla en inglés), el 15 de mayo de 2019. Lee el resumen disponible en inglés: “Low-fat dietary pattern and long-term breast cancer incidence and mortality: The Women’s Health Initiative randomized clinical trial.” (Patrón de dieta baja en grasas y la mortalidad e incidencia del cáncer de mama a largo plazo: un estudio clínico aleatorizado).
La dieta y el cáncer de mama
Se considera que la dieta es parcialmente responsable de entre el 30 % y el 40 % de todos los tipos de cáncer. Sin embargo, es poco probable que la dieta por sí sola sea la “causa” o la “cura” del cáncer. En la década de los setenta, se volvió popular la teoría de que una dieta alta en grasas aumentaba el riesgo de cáncer de mama, y algunas personas aún lo creen. Sin embargo, los estudios realizados hasta el momento ofrecen resultados mixtos.
Por ejemplo, los resultados previamente informados del estudio Women's Healthy Eating and Living (WHEL, siglas en inglés), un estudio diseñado para determinar si una dieta estricta baja en grasas y alta en vegetales, frutas y fibra marcaba una diferencia entre la supervivencia y la recurrencia (reaparición) del cáncer de mama en las mujeres que habían sido diagnosticadas. Los resultados fueron publicados en 2007 y con ellos se demostró que las dietas no tienen impacto en la supervivencia o recurrencia, lo que sorprendió a varias personas.
El estudio clínico de Women’s Health Initiative
Esta investigación forma parte del importante estudio clínico de Women’s Health Initiative y el estudio de observación de Women’s Health Initiative. Ambos estudios son llamados comúnmente “la WHI”. Juntos, los dos estudios incluyen información de más de 161.608 mujeres posmenopáusicas, que tenían entre 50 y 79 años cuando se unieron entre 1993 y 1998. La WHI quiere encontrar las relaciones entre los factores de salud, la dieta y el estilo de vida y los problemas de salud, como el cáncer.
El equipo de investigación comenzó con la información de 48.835 mujeres posmenopáusicas que se unieron al estudio WHI entre 1993 y 1998. En el momento en que se unieron, a ninguna de las mujeres se les había diagnosticado cáncer de mama, y todas afirmaron llevar una dieta con contenido graso mayor de 32 %. Se asignó aleatoriamente a las mujeres a uno de dos grupos de dietas:
A 19.541 mujeres (40%) se les indicó llevar una dieta baja en grasas, donde la grasa fuera únicamente el 20 % de la dieta. Además, participaron en sesiones grupales con un nutricionista para aprender a reducir el consumo graso.
A 29.294 mujeres (60 %) se les indicó que siguieran su dieta habitual y recibieron material educativo sobre una alimentación sana.
Las mujeres llevaron a cabo estas dietas durante 8,5 años aproximadamente, y ambos grupos hicieron la misma cantidad de ejercicio.
La mayoría de las mujeres en el grupo de la dieta baja en grasas redujeron el consumo graso a un 25 % de la dieta. Lo que significa que la mayoría no alcanzó el objetivo de reducir el consumo graso a un 20 % de la dieta.
Según los resultados del estudio clínico de Women’s Health Initiative en 2017, las mujeres posmenopáusicas que, tras recibir un diagnóstico de cáncer de mama, llevaran una dieta baja en grasas tenían menos probabilidades de morir por cualquier causa en comparación con quienes llevaran una dieta de mayor consumo graso. En 2018, según un análisis secundario de datos, las mujeres posmenopáusicas que llevaran una dieta baja en grasas tras un diagnóstico de cáncer de mama tenían una mayor probabilidad de seguir vivas 10 años después del diagnóstico en comparación con aquellas que llevaran una dieta de mayor consumo graso.
Para los resultados de 2019, se ha hecho un seguimiento de las mujeres durante casi 20 años.
En total, se diagnosticaron 3.374 casos de cáncer de mama en estas mujeres entre 1993 y 2013.
De las mujeres diagnosticadas con cáncer de mama, aquellas que llevaron una dieta baja en grasas, en comparación con las que llevaron a cabo su dieta habitual, presentaron lo siguiente:
un riesgo 21 % menor de morir por cáncer de mama
un riesgo 15 % menor de morir por cualquier causa
“Un cambio en la dieta puede influir de manera favorable en el riesgo de morir por cáncer de mama de una mujer”, aseguró durante la conferencia el Dr. Rowan Chlebowski, PhD., Centro Médico Harbor-Universidad de California, LA. “Consideramos que muchas personas pueden lograr este cambio en la dieta porque representa una moderación en la alimentación y las 19.000 participantes lo llevaron a cabo”.
Chlebowski es el investigador principal de WHI.
Qué significa esto para ti
Si bien los resultados son alentadores, es importante tener en cuenta los siguientes aspectos:
El estudio dependía de que las mujeres informaran con exactitud lo que comían y calcularan el contenido graso de la comida. A veces, las personas no recuerdan todo lo que comieron o cuánto comieron, lo que afectaría los resultados del estudio.
En el estudio, no se evaluó si las mujeres cumplían íntegramente con los planes de tratamiento del cáncer de mama. Suspender un tratamiento, como la terapia hormonal, antes de tiempo afectaría los resultados del estudio.
En el estudio solo se observaron a mujeres posmenopáusicas con diagnósticos de cáncer de mama. Los resultados no se aplican para las mujeres premenopáusicas a quienes se les ha diagnosticado cáncer de mama.
Aunque las mujeres del estudio no tenían antecedentes de cáncer de mama, no se sabe con certeza si el equipo de investigación tuvo en consideración las diferencias en los antecedentes familiares de cáncer de mama, lo que podría afectar los resultados del estudio.
Si eres una mujer posmenopáusica a la que le han diagnosticado cáncer de mama, es recomendable seguir una dieta y un estilo de vida saludables a fin de mantener el riesgo de recurrencia lo más bajo posible y gozar de buena salud. Para ello, puedes hacer lo siguiente:
seguir una dieta balanceada con bajo contenido de azúcar y alimentos procesados
tener una alimentación rica en alimentos no procesados y ricos en nutrientes (alimentos que ofrecen la mayor cantidad de vitaminas, minerales y compuestos saludables)
hacer ejercicio con regularidad y con el mayor nivel de intensidad con el que te sientas a gusto
evitar las bebidas alcohólicas
no fumar
También tiene sentido cumplir con el plan de tratamiento. Los tratamientos como la quimioterapia y la radioterapia pueden requerir traslados al hospital o al consultorio médico durante varios meses. Además, es posible que necesites recibir medicamentos de terapia hormonal durante 5 o 10 años después de la cirugía. Se logran los mejores resultados cuando se sigue estrictamente el plan de tratamiento y se completa el programa.
Para obtener sugerencias sobre cómo resolver problemas comunes al seguir un plan de tratamiento, visita las páginas sobre cómo cumplir con el tratamiento en Breastcancer.org. Escucha un podcast con el investigador principal, Dr. Rowan Chlebowski, acerca de los resultados del análisis.
— Se actualizó por última vez el 29 de noviembre de 2022, 17:47