Las mujeres negras enfrentan numerosos obstáculos para recibir atención que reduzca el riesgo de cáncer
Según un estudio de la Universidad Estatal de Ohio, las mujeres negras que presentan un riesgo mayor que el promedio de padecer cáncer de mama enfrentan varios obstáculos a la hora de tomar decisiones sobre la atención preventiva que podría ayudar a reducir ese riesgo.
La investigación se publicó en el número del 1.º de marzo de 2023 de la revista científica PLoS ONE. Lee el artículo disponible en inglés: “Racial differences in prevention decision making among U.S. women at high risk of breast cancer: A qualitative study” (Diferencias raciales en la toma de decisiones de prevención en mujeres estadounidenses con riesgo alto de padecer cáncer de mama: estudio cualitativo).
Factores que aumentan el riesgo de cáncer de mama
La mujer promedio tiene un riesgo aproximado del 13 % de padecer cáncer de mama en algún momento de su vida. Aunque los médicos no saben qué causa el cáncer de mama, sí tienen en claro que existen factores por los que el riesgo de una mujer puede ser mayor que el promedio, por ejemplo:
tener antecedentes familiares marcados de cáncer de mama
presentar una mutación genética relacionada con un mayor riesgo de padecer la enfermedad, como BRCA1 o BRCA2
haber recibido un diagnóstico de alguna afección mamaria benigna
La presencia de estos factores puede significar que una mujer tenga un riesgo de entre el 20 % y el 80 % de padecer cáncer de mama en algún momento de su vida.
Medidas para reducir un riesgo mayor que el promedio de padecer cáncer de mama
Si sabes que tienes un riesgo mayor que el promedio de padecer cáncer de mama debido a una mutación genética o a otra causa, hay ciertas medidas que puedes tomar para bajar ese riesgo, lo que incluye factores relacionados con el estilo de vida, por ejemplo:
mantener un peso saludable
hacer ejercicio con regularidad
limitar el consumo de alcohol
no fumar nunca (o dejar de hacerlo)
Otras maneras más radicales de reducir el riesgo alto de padecer cáncer son las siguientes:
tomar medicamentos, como el tamoxifeno, para reducir el riesgo de tener cáncer de mama positivo para receptores de hormonas
comenzar las pruebas de detección del cáncer de mama antes y hacerse análisis de detección con mayor frecuencia
optar por la cirugía preventiva (profiláctica) para extirparse las mamas, los ovarios y las trompas de Falopio antes de que aparezca el cáncer
Acerca del estudio
Se ha investigado poco acerca de cómo las mujeres que presentan riesgo alto de padecer cáncer de mama toman decisiones relacionadas con la reducción de ese riesgo, además de cómo ese proceso de toma de decisiones podría ser distinto para mujeres de diferentes razas, orígenes étnicos y bagajes culturales. En este estudio, los investigadores querían descubrir diferencias en cómo las mujeres negras y blancas con riesgo alto toman decisiones relacionadas con las medidas para reducir ese riesgo.
Participaron 50 mujeres en el estudio:
30 mujeres blancas no hispanas
20 mujeres negras
En general:
Seis mujeres presentaban una mutación de un gen BRCA y de quienes se consideraba que tenían un riesgo importante de padecer cáncer de mama.
Se consideraba que 22 mujeres blancas y 19 mujeres negras tenían un riesgo alto de cáncer de mama.
Se consideraba que dos mujeres blancas y una mujer negra tenían un riesgo moderado de cáncer de mama.
De todas las mujeres:
El 30 % de las mujeres blancas y el 8 % de las mujeres negras tenían ingresos familiares de $90.000 o más.
El 8 % de las mujeres negras y el 2 % de las mujeres blancas tenían ingresos familiares inferiores a $20.000.
El 28 % de las mujeres blancas y el 16 % de las mujeres negras tenían entre 46 y 70 años.
Los investigadores entrevistaron a todas las mujeres y les preguntaron lo siguiente:
Cuándo y cómo se enteraron de su riesgo de tener cáncer de mama.
Qué pensaban de su riesgo de padecer cáncer de mama en el contexto de su vida.
Cómo fue su proceso de toma de decisiones, o sea, qué medidas habían tomado para reducir ese riesgo.
Cómo se sentían con respecto al riesgo que tenían y a las medidas que habían tomado.
A partir de las entrevistas, se considera que las mujeres blancas y negras con riesgo alto de padecer cáncer de mama pensaban en ese riesgo de manera diferente:
Era más probable que las mujeres negras tuvieran algún familiar o amigo que había recibido un diagnóstico de cáncer que no fuera de mama ni de ovario.
Era más probable que las mujeres negras pensaran que todos los tipos de cáncer eran más o menos iguales y creyeran que tenían un riesgo igualmente alto de padecer todos los tipos de cáncer. Las mujeres que tenían esta percepción más general del riesgo de cáncer no creían que podía hacerse mucho para reducir ese riesgo. Además, pensaban que hacerse pruebas de detección y seguir recomendaciones para un estilo de vida saludable eran las únicas medidas que podían tomar.
Era más probable que las mujeres blancas se percibieran a sí mismas con un riesgo específico de padecer cáncer de mama o de ovario. Además, presentaban mayores probabilidades de tomar medidas más radicales para reducir el riesgo, como medicamentos o cirugía preventiva.
Era más probable que las mujeres blancas describieran un grado moderado o alto de preocupación con respecto a su riesgo de padecer cáncer.
Era más probable que las mujeres negras mencionaran la palabra “fe” a la hora de hablar sobre el riesgo de cáncer y dijeran que la fe en Dios las protegería del cáncer. Esta conexión espiritual más potente parecía ofrecerles beneficios en cuanto a la salud mental, pero también estaba ligada a una menor probabilidad de tomar otras medidas para reducir el riesgo de padecer cáncer de mama.
Era más probable que las mujeres negras enfrentaran un problema de salud importante en ese momento, como el VIH, lo que competía con la adopción de medidas para prevenir el cáncer.
Las mujeres negras tenían menor acceso a la atención sanitaria con un especialista, como un consejero genético, cuando se enteraban de su riesgo de padecer cáncer de mama. Además, era más probable que dijeran que el médico de cabecera era su principal fuente de información acerca del riesgo de cáncer de mama.
Las mujeres negras tenían menores probabilidades de conocer opciones como la cirugía y los medicamentos para reducir el riesgo de padecer cáncer de mama.
Aunque la mayoría de las mujeres que participaron en el estudio habían oído hablar de los análisis genéticos, era menos probable que las mujeres negras se hubieran hecho esos análisis.
Las mujeres negras tenían mayores probabilidades de afirmar que las preocupaciones financieras afectaban sus decisiones a la hora de tomar medidas para reducir el riesgo de padecer cáncer de mama. También era más probable que las mujeres negras indicaran que no habían tenido seguro médico durante un período prolongado.
“Los contextos en los que las mujeres negras y blancas toman decisiones en materia de prevención presentan diferencias importantes”, escribieron los investigadores. “Se trata de contextos complejos, que implican experiencias anteriores, dificultades actuales relacionadas con la salud, estados emocionales, acceso a consultas e interacciones con profesionales de atención sanitaria, así como disponibilidad y limitaciones de recursos. Sin embargo, a trazos gruesos, lo que se observa en este estudio insinúa que las mujeres negras pueden estar menos equipadas para centrarse en el riesgo de padecer cáncer de mama como cuestión que debe abordarse de manera proactiva, con menor frecuencia cuentan con la información que les facilitaría la toma de decisiones para gestionar ese riesgo, y pueden ver más limitada su capacidad de tomar y llevar a cabo esas decisiones proactivas en materia de salud. Es probable que esto se deba a diversas causas, que pueden incluir diferencias en el acceso a los recursos financieros y de otro tipo (p. ej., seguro médico integral, ingresos y patrimonio familiares, suficiente tiempo libre de las responsabilidades laborales y familiares para buscar atención sanitaria), diferencias culturales a la hora de buscar profesionales y opciones de atención sanitaria, diferencias en la exposición personal al cáncer y al tratamiento de la enfermedad en seres queridos, diferencias en el acceso a especialistas o [médicos de cabecera] que estén al tanto del riesgo, y distintas experiencias en relación con el respeto o la discriminación en los ámbitos de atención sanitaria”.
Qué significa esto para ti
Si bien los resultados de este estudio son muy preocupantes, ponen de relieve algunos aspectos para tener en cuenta si eres una mujer negra con un riesgo mayor que el promedio de padecer cáncer de mama, o si no conoces tu riesgo de tener la enfermedad:
Tal vez sea buena idea que converses con tu médico acerca de tu riesgo de padecer cáncer de mama, en especial si tienes antecedentes familiares marcados de la enfermedad.
Si el médico no habla contigo sobre las opciones que tienes a disposición para reducir el riesgo —incluidos los análisis genéticos y los medicamentos y la cirugía con fines preventivos— pide una derivación a un médico que se especialice en el riesgo de cáncer de mama o a un consejero genético.
Si te preocupa el costo de los análisis genéticos o de la consulta con un especialista, pide hablar con un orientador de pacientes en el centro médico. Es importante que sepas que, por lo general, el seguro médico cubre el asesoramiento y los análisis genéticos para mujeres con antecedentes familiares marcados de cáncer de mama o de ovario. El orientador puede ayudarte a entender tu cobertura de seguro y ofrecerte opciones de ayuda financiera, en caso de que la necesites.
Todas las personas —sin importar su raza, origen étnico, identidad de género, orientación sexual, edad, situación económica u otras afecciones— merecen recibir la mejor atención sanitaria posible, y eso incluye las medidas para reducir el riesgo de padecer cáncer de mama. Se deben eliminar las diferencias que inciden en los resultados, incluido el acceso a la atención por parte de especialistas.
— Se actualizó por última vez el 25 de mayo de 2023, 14:02