El consumo de alcohol y el riesgo de cáncer de mama
En este episodio, la Dra. Avonne Connor explica lo siguiente:
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cuánto influye el alcohol en el riesgo de cáncer de mama
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por qué el consumo de alcohol como factor de riesgo de cáncer de mama es tan emocional
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por qué el consumo excesivo de alcohol es tan nocivo
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por qué el consumo de alcohol durante el tratamiento no es una buena idea
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medidas que pueden tomar las personas que desean abandonar o reducir el consumo de alcohol
La Dra. Avonne Connor es profesora adjunta de Epidemiología en la Universidad Johns Hopkins. Gran parte de su trabajo se centra en las disparidades de salud entre las mujeres; en especial, en términos de factores de riesgo de cáncer que algunas personas pueden, de alguna manera, controlar, como el consumo de alcohol y tabaco, el peso y el ejercicio.
— Se actualizó por última vez el 17 de enero de 2023, 16:13
Jamie DePolo: Hola, como siempre, gracias por escucharnos. Nuestra invitada de hoy es la Dra. Avonne Connor, profesora adjunta de Epidemiología en la Universidad Johns Hopkins. Gran parte de su trabajo se centra en las disparidades de salud entre las mujeres; en especial, en términos de factores de riesgo de cáncer que algunas personas pueden, de alguna manera, controlar, como el consumo de alcohol y tabaco, el peso y el ejercicio. Hoy nos acompaña para hablar sobre un tema que siempre parece generar polémica: el consumo de alcohol y el riesgo de cáncer de mama. Dra. Connor, bienvenida al podcast.
Dra. Avonne Connor: Gracias, Jamie, por darme la oportunidad de hablar sobre este tema tan importante.
Jamie DePolo: He leído estudios que demuestran que incluso un consumo bajo de alcohol (que creo se define como menos de un trago por día) aumenta el riesgo de cáncer de mama. Pero realmente no se me ocurre otro factor de riesgo de cáncer de mama que sea tan controvertido y, al parecer, emocional. Y al mismo tiempo parece que muchas personas no saben que el consumo de alcohol está asociado a un aumento del riesgo de cáncer de mama. Para comenzar, ¿podría darnos su opinión sobre por qué el consumo de alcohol es un factor tan tenso y emocional, y por qué cree que las personas no saben que está asociado a un aumento del riesgo de cáncer de mama? ¿Cree que evitan el tema porque en verdad desean tomarse una copa de vino al final del día?
Dra. Avonne Connor: Bueno, hiciste unas observaciones muy acertadas, Jamie. Como mencionaste, algunas personas desconocen los efectos del alcohol sobre el riesgo de cáncer de mama y otras directamente evitan el tema o la asociación.
Consumir incluso cantidades pequeñas de alcohol está asociado a un aumento del riesgo de cáncer de mama en mujeres, y esta asociación muy probablemente se debe a los cambios que causa el consumo de alcohol en los niveles de estrógeno del organismo. Evitar o reducir su consumo, para muchas mujeres, puede ser una buena manera de disminuir su riesgo de cáncer de mama.
Creo que es un tema controvertido porque hemos recibido distintas noticias de investigación acerca de los efectos del alcohol con otros resultados sobre la salud, en concreto, la enfermedad cardíaca. El consumo moderado de alcohol, que se define como un trago al día para las mujeres, parece proteger a algunas personas de la enfermedad cardíaca.
Creo que también es importante entender la perspectiva de las mujeres que consumen alcohol con regularidad. Las mujeres beben alcohol por muchas razones, algunas de las cuales son las mismas por las que los hombres beben: para relajarse, adquirir confianza en situaciones sociales, celebrar, dormir mejor de noche o liberarse del estrés. Por eso creo que es importante que abordemos algunas de las causas de fondo por las cuales las mujeres beben en primer lugar para saber que hay riesgos asociados al consumo de alcohol y para concientizar sobre el potencial riesgo del cáncer de mama asociado al consumo de alcohol.
Jamie DePolo: Muy bien, gracias. Leí algunos resultados contradictorios de estudios y sé que es una pregunta difícil porque hay otros factores en juego, pero ¿sabemos en verdad cuánto influye el alcohol en el riesgo de cáncer de mama? Porque las personas me hacen las siguientes preguntas: “Si solo tomo un trago a la semana, en lugar de tres, ¿cuánto disminuye mi riesgo?”. ¿Se ha estudiado eso? ¿Se sabe la respuesta?
Dra. Avonne Connor: Es una pregunta excelente. Es muy frecuente entre los epidemiólogos también, porque esta es nuestra área de estudio.
Jamie DePolo: Claro.
Dra. Avonne Connor: Se han realizado muchos estudios epidemiológicos para investigar esta asociación. En uno de los estudios que se publicó hace poco en la revista Journal of the American Medical Association, conocida como JAMA, se plantea que los investigadores descubrieron que un consumo de alcohol tan bajo como de tres a seis bebidas alcohólicas por semana podría asociarse a un aumento del 15 % del riesgo de cáncer de mama. Esas son las últimas novedades que tenemos en la bibliografía epidemiológica.
Jamie DePolo: Bien. Y, asumiendo que esta investigación aún no se ha realizado, entonces, partiendo de la base de tres a seis tragos por semana, si alguien disminuyera el consumo a un solo trago, no sabríamos si eso implica un aumento del riesgo del 15 % con tres a seis tragos. Si solo se bebe uno, ¿eso significa que el riesgo es solo del 5 %? ¿Es viable calcularlo?
Dra. Avonne Connor: Me parece una pregunta interesante, porque habría que indagar en los métodos respecto de cómo los investigadores hicieron las preguntas relacionadas al consumo de alcohol. Lo más probable es que se refiriera a tragos por día. Así que esta cuantificación que dedujeron, de tres a seis tragos, probablemente fue el umbral significativo de la cifra que tenía relevancia estadística. Entonces, determinar qué impacto tiene un solo trago sobre tu riesgo diario podría requerir de un método más elaborado que los investigadores no exploraron. O tal vez, en realidad, quisieron enfocarse más en esta categoría de tres a seis tragos por el tamaño de la muestra que tenían o por otros motivos relacionados con el método.
Jamie DePolo: Bien. Ya veo. O sea que tal vez, en este estudio en particular, las mujeres bebían de tres a seis tragos por semana, y por eso se enfocaron en esa cifra. No lo sabemos.
Dra. Avonne Connor: Claro. Claro. Es un buen punto.
Jamie DePolo: Claro. Entiendo. En su primera respuesta mencionó brevemente este tema: durante mucho tiempo nos dijeron que beber vino tinto era bueno para el corazón y que, en realidad, hacía bien. Y muchos de mis amigos dicen cosas como: “¡Estoy bebiendo a mi salud!” y demás. Pero creo que leí estudios que no aprueban esta práctica, es decir, en realidad no creen que sea algo muy bueno para la salud del corazón. ¿Podría hablar un poco al respecto? ¿Estoy en lo correcto o hay otras investigaciones que demuestren que realmente es beneficioso? ¿Qué sabemos en este momento?
Dra. Avonne Connor: Seguro. Como bien dices, los efectos del vino tinto sobre la salud se han debatido durante bastante tiempo. Los estudios demostraron una y otra vez que el consumo moderado de vino tinto parece disminuir el riesgo de varias enfermedades, entre ellas, la enfermedad cardíaca. Sin embargo, la línea entre el consumo moderado y el consumo excesivo es muy fina. Por ende, en comparación con dos o tres vasos por día, tomar ese vaso no tendrá un beneficio significativo sobre la salud, lo cual se considera un consumo moderado.
Se ha demostrado que consumir cantidades moderadas de vino tinto tiene beneficios para la salud. Las uvas que se utilizan para fabricar el vino tinto son ricas en antioxidantes, los cuales tienen muchos beneficios para la salud, incluido un efecto antiinflamatorio y otro asociado a la coagulación sanguínea, ambos factores importantes en la enfermedad cardíaca. Y por otro lado están los polifenoles, que representan una pequeña fracción del contenido total del vino, pero resultan de especial interés para los cardiólogos por sus potenciales propiedades biológicas y cardioprotectoras.
En algunos estudios se demostró que consumir uno o dos vasos de vino tinto por día podría disminuir el riesgo de enfermedad cardíaca y de accidente cerebrovascular, pero el consumo excesivo aumenta el riesgo de estas enfermedades. Creo que ahí es donde el mensaje se torna confuso, y muchas investigaciones epidemiológicas respaldan estos hallazgos sobre el vino tinto. En otros estudios también se encontraron resultados importantes con la cerveza y bebidas de alcohol destilado, lo que podría indicar que no solo el vino tinto, sino cualquier tipo de alcohol tiene la capacidad de disminuir el riesgo de enfermedad cardíaca, por supuesto, cuando se consume de manera moderada. En un estudio reciente, realizado en Harvard, se descubrió que el consumo moderado de alcohol está asociado a un menor riesgo de muerte por enfermedad cardíaca, y los investigadores creen que podría deberse a la capacidad tiene el alcohol de aliviar el estrés en el cerebro.
Así que, en líneas generales, hay resultados contrapuestos, aunque es obvio que nadie recomienda consumir alcohol con la intención de reducir el riesgo de enfermedad cardíaca. Creo que ese es el mensaje principal. Además, el alcohol tiene otras propiedades nocivas en relación con otras enfermedades, como el cáncer de mama y otros tipos de cáncer. Por ende, consumir alcohol para disminuir tu riesgo de enfermedad cardíaca no debería ser una prioridad en términos de proteger tu corazón y otros órganos.
Jamie DePolo: Claro. Según los estudios que mencionó, pareciera que un mayor consumo de alcohol, sin dudas, no es mejor.
Dra. Avonne Connor: Exacto.
Jamie DePolo: Los beneficios no aumentan con un segundo vaso.
Dra. Avonne Connor: Sí. Eso es lo que llamamos una respuesta basada en la dosis. Tendemos a pensar que, cuanto más, mejor. Si un poco de esto es bueno, seguro que mucha cantidad será mejor. Pero no funciona así con el alcohol.
Jamie DePolo: Bien. No funciona de ese modo con muchas cosas.
Dra. Avonne Connor: Sí.
Jamie DePolo: No sé de dónde surgió ese dicho, pero tiene razón, al parecer, es muy popular.
Además del sabor, del cual habla bastante la gente, por ejemplo, combinar un buen vino con una rica comida, mucha gente consume alcohol porque, como bien dijo usted, es una manera de celebrar. ¿Qué es lo primero que piensa alguien cuando recibe un ascenso o cuando le sucede algo muy bueno? “¡Vamos por unos tragos! Tomemos una copa de champaña y brindemos por el logro”.
Y supongo que alguien que fue diagnosticado con cáncer de mama, o con cualquier tipo de cáncer, en realidad, tal vez se siente juzgado o culpado si sale a tomar tragos con amigos. O puede ser que sienta culpa por los tragos que tomó antes de recibir el diagnóstico, cuando el cáncer de mama ni siquiera era una posibilidad. ¿Tiene algún consejo para las personas en esa situación desde su punto de vista como epidemióloga? Una parte de mí cree que solo podemos controlar una pequeña parte y no es relevante si tomaste un vaso de vino con un amigo hace cinco años, sabe, ¿podríamos hablar de una relación de causa y efecto en este caso?
Dra. Avonne Connor: Exacto. Es un excelente punto. Lo que yo diría es que todos somos humanos y no debemos sentirnos juzgados ni culpados. Y hay muchos factores del estilo de vida que se pueden cambiar y que están asociados al cáncer de mama o, en este sentido, a cualquier tipo de cáncer. Hablamos de cosas que pueden modificarse, como la obesidad, la actividad física o la ausencia de esta y otras elecciones del estilo de vida relacionadas con la dieta. Nadie puede determinar qué factor específico contribuye más al riesgo que tenía una persona de padecer la enfermedad. Así que mi sugerencia es que hagan lo que crean que es mejor para ustedes y disfruten de las situaciones sociales, por supuesto, con moderación.
Jamie DePolo: Bien. La moderación es la clave, ¿verdad?
Dra. Avonne Connor: Sí.
Jamie DePolo: Me dio curiosidad lo que mencionó acerca de algunos riesgos modificables, y sé que puede ser una pregunta difícil de responder, por lo que le pido disculpas por adelantado. Sabemos que consumir alcohol, tener sobrepeso y no realizar actividad física aumentan el riesgo de cáncer de mama. ¿Hay algún estudio en el que se hayan clasificado esos riesgos? Por ejemplo, si una persona mantiene un peso muy bueno según su contextura física y estatura, y hace ejercicio con regularidad, ¿sería posible decir que tomar un trago a la semana le afectaría menos en comparación con otra persona que tiene sobrepeso y no practica ejercicio? ¿Una cosa compensa la otra? En realidad no lo sé.
Dra. Avonne Connor: De hecho, sí. Es un enfoque basado en los beneficios y los daños para equiparar, o cancelar, los daños con los beneficios. Así que sí, estoy totalmente de acuerdo. Pensemos en las maneras de compensar los daños, algo que probablemente todos intentamos hacer durante la pandemia, es decir, tratando de perder el peso que ganamos durante la pandemia. Por ejemplo, cuando intentas reducir la ingesta de calorías en tu dieta. Digamos que tuviste un mal día y decides que quieres comerte esa hamburguesa. Si haces ejercicio ese día, en realidad, logras disminuir un poco esas calorías, sabes, logras compensar los efectos de comer lo que sea que querías y era muy calórico. Lo mismo sucede con el riesgo de contraer cáncer, en mi opinión. Y existen datos que muestran el porcentaje de riesgo que aporta cada uno de estos factores modificables a lo que sabemos acerca del cáncer.
Por lo que podría ser cierto lo que dijimos acerca de que las mujeres, por lo general, posmenopáusicas, tienen mayor riesgo si son obesas. Entonces, si estás perdiendo peso, estás activa físicamente y mantienes una buena dieta, podría ser que, aunque tengas obesidad, tus niveles de inflamación no sean tan altos gracias al ejercicio, y esto reduce tu riesgo. Tus niveles de insulina no son tan altos, por lo que disminuye ese patrón de riesgo de padecer cáncer de mama. Existe una compensación de alternativas más saludables para complementar las cosas que sientes que no son tan sanas. Si consumes vino, mantente activa físicamente. Sal a caminar. Tal vez debas modificar tu dieta y comer menos carnes rojas o menos alimentos de muchas calorías.
Creo que todo contribuye al resultado final, si es eso a lo que te referías, cuando pensamos en cómo reducir el riesgo y cómo modificar determinadas elecciones del estilo de vida. Se trata de adaptarse a situaciones como ser indulgentes una semana y tomar una copa de vino cuando salgamos con amigos a celebrar un ascenso. Desde luego. Y tal vez comer ensalada en lugar de un filete. Estas cosas se acumulan con el tiempo sin lugar a dudas.
Jamie DePolo: Bien. Sí. Tiene sentido. Quisiera profundizar en el tema del consumo social de alcohol.
Dra. Avonne Connor: Sí.
Jamie DePolo: En especial, este último año de pandemia ha sido muy difícil para mucha gente. Leí estudios que demuestran que el consumo de alcohol aumentó durante el año porque las personas están en su casa sin hacer nada sintiéndose asustadas, ansiosas, deprimidas, etc. Y tengo dos preguntas para hacerle. La primera: el consumo de alcohol, en general, aumentó, pero el consumo excesivo de alcohol, en particular, también aumentó. En especial, en las mujeres durante la pandemia. Me gustaría que nos ayudara a entender por qué el consumo excesivo de alcohol es peor. Tengo algunas ideas, pero preferiría escuchar a la experta. Y por otro lado, si alguien dijera que consume alcohol en exceso durante el fin de semana porque no está trabajando, pero luego no consume nada de alcohol durante dos o tres semanas, ¿en este caso, también entra en juego el efecto de compensación o el consumo excesivo es malo en cualquier caso?
Dra. Avonne Connor: Me parece que el tema del consumo de alcohol durante la pandemia es muy relevante, porque, técnicamente, aún estamos atravesando la pandemia. Y algunas personas siguen sin trabajar o siguen buscando un empleo y lidiando con el estrés de la pandemia. Pero incluso antes del COVID-19 habíamos observado un mayor consumo de alcohol entre las mujeres en comparación con años anteriores, y la situación sanitaria, en cierta forma, se combinó con ese hecho. Ahora hay sitios en redes sociales con memes de madres que consumen alcohol para aliviar el estrés, y el alcohol hoy en día es más fácil de obtener a través de sitios y aplicaciones de entrega a domicilio. Entonces resulta lógico que observemos este efecto desproporcionado que produce la pandemia en el consumo femenino de alcohol.
Como bien lo dijiste tú, aparece un consumo excesivo de alcohol. Durante la pandemia, hay un aumento de las tasas de consumo excesivo de alcohol, que se define como beber cuatro o más tragos en una sola ocasión, y otros trastornos relacionados con la bebida en las mujeres. En el caso de las mujeres, el consumo excesivo, es decir, si una mujer bebe cuatro o más tragos en un plazo de dos horas, en realidad, se considera un consumo muy excesivo. Y este tipo de consumo es peor, porque puede causar un ritmo cardíaco irregular y arritmias. Tiene un efecto cardíaco que no se produciría si tomaras un par de vasos de vino durante la semana hasta acumular, por ejemplo, un total de cuatro vasos de vino en cuatro días, en comparación con beber cuatro vasos de vino en un período de dos horas. Por lo que, incluso si no bebes nada de alcohol durante la semana, no deberías beberlo todo junto durante el fin de semana y excederte tanto en el consumo.
Jamie DePolo: Entiendo. Es muy bueno saberlo. Y esta es la segunda pregunta acerca del consumo de alcohol en la pandemia. Todo ha comenzado a abrir, por ejemplo, los restaurantes; y ahora se puede salir a comer afuera, ir al cine y a conciertos. La gente está muy contenta de poder comenzar a hacer con sus amigos las cosas que no se pudieron hacer durante más de un año, y una de esas cosas, por supuesto, es ir a bares e ir a cenar afuera. ¿Cree que este entusiasmo mantendrá los niveles de consumo de alcohol altos porque las personas están tan emocionadas de poder salir y volver a hacer estas cosas? Me preguntaba si, a medida que la pandemia cede un poco, tal vez el consumo de alcohol disminuirá, porque la gente siente que las cosas están volviendo a la normalidad. ¿Cuál es su opinión desde el punto de vista epidemiológico?
Dra. Avonne Connor: Estoy de acuerdo contigo. Durante la pandemia, muchas personas modificaron sus hábitos de consumo de alcohol a causa de estrés, ansiedad, aislamiento, etc. Una vez que sus vidas vuelvan a la normalidad, es decir, puedan salir más de su casa, ver a sus amigos, volver a la oficina y tener esa sensación de volver a la rutina, sin aburrirse ni estar solos en casa, creo que muchos de estos comportamientos de consumo peligrosos terminarán disminuyendo. Las personas volverán a sus antiguas rutinas sociales, se sentirán más seguras y con menores niveles de estrés, básicamente, recuperarán un sentido de normalidad.
Jamie DePolo: Bien. Ya veo. Esta otra pregunta la vi muchas veces en nuestros foros de discusión de Breastcancer.org: “¿Está bien beber alcohol durante el tratamiento?”. Creo que se referían específicamente a la quimioterapia. Algunas personas que fueron diagnosticadas con cáncer de mama positivo para receptores de hormonas tal vez reciban terapia antiestrogénica durante 5 a 10 años después de completar el tratamiento principal. Así que no me refiero tanto a eso, sino más a la quimioterapia o la inmunoterapia. ¿Hay investigaciones al respecto? Yo supongo que no es una buena idea, pero no lo sé.
Dra. Avonne Connor: Es importante mencionar que hay medicamentos que se sabe no funcionan bien con el alcohol. Si nos referimos a la terapia hormonal y otros medicamentos por vía oral que pueden estar asociados a la quimioterapia, sería necesario hablar con el médico al respecto. En general, el alcohol puede tener efectos depresores sobre el sistema inmunitario, los cuales no duran mucho, pero pueden hacer que el cuerpo sea más susceptible a infecciones. Si bebes alcohol con regularidad, es posible que notes que te resfrías más seguido que la gente que no bebe alcohol. O tal vez sientas que te contagias virus con más facilidad cuando bebes con bastante frecuencia en comparación con otros amigos que no beben tanto como tú.
Así que mi sugerencia es que hables con tu médico si deseas beber mientras estás en tratamiento. Si no sabes con certeza si tu consumo es adecuado, y quizás beber es un buen remedio para relajarte o deseas tomar una copa de vino al final del día, hablaría con el médico acerca de eso si estás en tratamiento activo. También cabe destacar que hay estudios en los que se demostró que el alcohol aumenta el riesgo de recurrencia. Por lo que también deberías tenerlo en cuenta si estás considerando beber con moderación incluso después de completar el tratamiento: con qué frecuencia deseas beber alcohol una vez que termines el tratamiento. Y también cuál sería tu calidad de vida si sigues consumiendo alcohol y quieres reducir tu riesgo de recurrencia.
Jamie DePolo: Muy bien, gracias. Me resultó muy interesante lo que mencionó acerca del efecto supresor del alcohol sobre el sistema inmunitario, porque sé que muchos de los medicamentos de quimioterapia tienen ese mismo efecto.
Dra. Avonne Connor: Exacto.
Jamie DePolo: Así que eso podría tener un doble impacto.
Dra. Avonne Connor: Claro.
Jamie DePolo: Es bueno saberlo. Gracias. Por último, si una persona desea abandonar o reducir su consumo de alcohol, ¿tiene algún consejo en ese caso? ¿Hay medidas que se puedan tomar? Y también me gustaría saber su punto de vista con respecto a lo siguiente: ¿hay señales para tener en cuenta si alguien cree que tal vez necesita ayuda profesional, ya que su consumo de alcohol se le fue de las manos durante la pandemia? Tenemos una pregunta doble. ¿Qué recomienda si alguien desea reducir su consumo? ¿Y cómo hace alguien para saber si realmente necesita ayuda profesional para lograrlo?
Dra. Avonne Connor: Como dije antes, todos consumimos alcohol por diferentes motivos. Si buscas relajarte o aliviar el estrés, te recomendaría encontrar otras maneras de hacerlo, como el yoga o la meditación. Recomiendo mucho hacer caminatas diarias. Caminar ayuda a relajarse y aumenta el nivel de endorfinas en el cuerpo, lo que a su vez puede disminuir el estrés y la ansiedad. Y además caminar aporta otros beneficios para la salud, por ejemplo, para la salud del corazón al disminuir los factores de riesgo de enfermedad cardíaca, como la presión arterial alta y el colesterol alto. La Sociedad Americana contra el Cáncer determinó que caminar 7 horas por semana puede reducir tus probabilidades de desarrollar cáncer de mama después de la menopausia hasta en un 14 %, y además tal vez pierdas peso.
Y con respecto a la otra pregunta sobre cómo identificar si tienes un problema. Si estás excediendo los niveles de consumo moderado de alcohol, que para las mujeres, se define como un trago por día, deberías hablar del tema con tu médico, quien te recomendará los pasos a seguir para abordar el tema. Y lo más importante: si los efectos del alcohol te están causando problemas a ti y a otras personas, entonces, es posible que tengas un problema con la bebida. El riesgo de desarrollar problemas de consumo de alcohol, en realidad, es más alto para las personas que tienen antecedentes familiares de alcoholismo. Eso es algo para tener en cuenta. Y hay muchas señales de advertencia sobre un problema de consumo de alcohol, como faltar al trabajo o a la escuela por beber, conducir bajo los efectos del alcohol, tener una fuerte necesidad de beber, necesitar beber más alcohol que antes para obtener el mismo placer, darse cuenta de que las personas que se preocupan por ti están atentas a tu consumo y, por último, el hecho de beber más de siete tragos por semana.
Si crees que tienes un problema con la bebida, hay maneras de obtener ayuda y recursos, tales como Alcohólicos Anónimos. También puedes hablar con el médico si te preocupa tu hábito de consumo de alcohol.
Jamie DePolo: Bien. Dra. Connor, muchas gracias. Esta charla ha sido muy útil y esclarecedora. Y creo que el tema seguirá generando controversia, pero hoy ha compartido información muy útil con nosotros y sé que las personas estarán mejor informadas. Así que, muchas gracias.
Dra. Avonne Connor: Gracias por invitarme.
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