Las citas y el cáncer de mama
En este episodio, cuatro personas explican su diagnóstico y cuentan cómo abordaron el tema de las citas después del cáncer de mama.
Shawn es enfermera, vive en Kentucky y pasó por dos diagnósticos de cáncer de mama.
Suzette Brown es comediante en vivo y fundadora de NYLaughs, una organización sin fines de lucro que produce espectáculos de comedia gratuitos en espacios públicos para inspirar a los asistentes, enriquecer la vida de los neoyorquinos y conectar a las personas con el humor. También es la creadora de #StrongBlackBoobs, que tiene por objeto concientizar sobre la salud mamaria y aumentar la autoestima de pacientes de color que sufren cáncer de mama.
Jenne vive en Filadelfia y le diagnosticaron cáncer de mama cuando tenía 27 años.
A Bret Miller le diagnosticaron cáncer de mama en hombres cuando tenía 24 años. Es el fundador de la Bret Miller 1T Foundation y cofundador de la Male Breast Cancer Coalition.
— Se actualizó por última vez el 4 de diciembre de 2023, 16:31
Jamie DePolo: Hola, gracias por escucharnos.
Si eres soltera y estás recibiendo tratamiento para el cáncer de mama, es probable que ni pienses en las citas, en especial si te estás adaptando a cambios en el cuerpo después de la cirugía, o si tienes efectos secundarios desagradables como náuseas o diarrea.
De todos modos, una vez que termines los tratamientos principales, salir con alguien tal vez parezca una posibilidad más cercana, aunque todavía podría hacerte sentir nerviosa, entusiasmada, curiosa o hasta aterrada.
Quizá te preguntes si esa persona te encontrará atractiva. O tal vez te preocupe la posibilidad de que se te salga la peluca si alguien intenta acariciarte el cabello. Probablemente te preguntes si es el momento indicado para contarle a alguien que recién conoces sobre tu diagnóstico y cómo te puede haber cambiado el cuerpo.
Como queremos ofrecerte algunas experiencias del mundo real, en el podcast de Breastcancer.org les preguntamos a cuatro personas provenientes de distintas partes de los Estados Unidos —tres mujeres y un hombre— acerca de su diagnóstico y cómo abordaron el tema de las citas después del cáncer de mama. Los relatos, aunque distan mucho de ser historias de citas típicas, parecen indicar que hay esperanza... y muchas personas maravillosas y empáticas allá afuera.
Primero, presentamos a Shawn, una enfermera que vive en Kentucky y que pasó por dos diagnósticos de cáncer de mama. Tras su primer diagnóstico, el hombre con quien salía la dejó.
Shawn: Me llamo Shawn. Tengo 54 años. Tenía 43 cuando recibí el primer diagnóstico, justo después de haber cumplido años. Era cáncer de mama triple negativo. Opté por hacerme una lumpectomía y luego quimioterapia y radiación. Se me cayó todo el cabello. Y después me diagnosticaron una recurrencia local en 2013. Me practicaron una mastectomía bilateral con colgajo DIEP, volví a recibir quimioterapia y me quedé calva de nuevo. Así que aquí estoy, 11 años después y me va muy bien.
Cuando me diagnosticaron por primera vez, llevaba dos años divorciada y hacía más o menos un año que salía con un tipo. La pasábamos bien, pero unos tres días después del diagnóstico, me dejó. Recuerdo que pensé: “Qué grosero”. No fue tanto el hecho de que me dejara lo que me disgustó, porque no creo que estaba enamorada de él, pero me pareció de más grosero y desconsiderado. Y en retrospectiva, es probable que me haya hecho el favor más grande de mi vida, porque si se hubiera quedado conmigo durante el tratamiento, me habría sentido obligada a seguir con él y el hecho de que me dejara fue algo muy positivo.
Cuando recibí el segundo diagnóstico, estaba casada con otro hombre. Permaneció firme a mi lado y soportó mucho, aunque no estaba cómodo con todo lo que me estaba pasando, en el cuerpo y en la cabeza. Era un hombre maravilloso. Lo conocí mientras recibía quimioterapia por primera vez. Y es una historia tan extraña... Tengo que decirlo: sí creo que Dios me ayudó a atravesar eso y me hizo vivir esas experiencias. Porque cuando me diagnosticaron por primera vez y mi novio de entonces me dejó, quedé destruida, como la mayoría de las personas. Estaba asustada, y en lo único que podía pensar era el cáncer.
Me llevó cerca de dos meses poder controlar la cabeza y simplemente rezar y entregarme a Dios. Y recibí este mensaje potente de que diría que sí a todo. Sí a toda la diversión, sí a todo el disfrute que podía tener. Soy muy sociable, y el cáncer de mama al principio me quitó algo de eso porque me sentía mal a causa de la quimioterapia. Tuve mucha suerte de estar rodeada de amigos, amigas y familiares, y personas que me aman y que me ayudaron a pasar los momentos difíciles. Habría sido un pésimo momento para buscar una relación, pero fue una época maravillosa para salir a divertirme y distraerme del tratamiento del cáncer.
Jamie DePolo: Suzette Brown es comediante en vivo y vive en la ciudad de Nueva York. Durante la quimioterapia, Suzette usaba un disfraz de la Mujer Maravilla y transmitía sus números de comedia en línea desde el sillón de quimioterapia, a pesar de que el personal de enfermería la miraba con el ceño fruncido cuando ella ajustaba la luz y activaba la alarma de infusión porque movía los brazos. Suzette no estaba saliendo con nadie cuando recibió el diagnóstico, pero sí estaba en una búsqueda activa. No se sentía cómoda con la idea de decir su edad, pero quería que supiéramos que buscaba un hombre de 45 a 55 años.
Suzette Brown: Soy Suzette Brown. Vivo en la ciudad de Nueva York. Tengo cáncer positivo para HER2 y receptores de estrógeno en estadio IB/II.
Cuando me diagnosticaron, un médico me dijo que, de hecho, tenía el tipo de cáncer de una anciana blanca, y yo pensé: "¿Qué significa eso?". O sea, ¿significa que no es agresivo, que es curable y que voy a lucir fabulosa en turquesa? ¿Qué significa?
Decidí hacerme una mastectomía bilateral porque mi mamá, de hecho, tuvo cáncer de mama y murió hace 30 años, y aunque no hay una conexión genética entre su cáncer y el mío supuestamente... es decir, todavía es muy temprano para saberlo con certeza. Aún no se han hecho suficientes análisis de todos los genes, así que nunca se sabe, pero el cáncer me apareció a la misma edad que ella, entonces, teniendo en cuenta su caso de cáncer de mama, simplemente opté por la mastectomía bilateral. Solo tenía cáncer en la mama derecha, y me extirparon los ganglios linfáticos. De 10 ganglios linfáticos, descubrieron que tenía cáncer en dos, así que sí... Entonces me hice una mastectomía bilateral.
Pasé por seis rondas de quimioterapia. Tuve suerte. Querían darme cuatro y me dijeron: "Te está yendo tan bien que te vamos a dar dos más". Y mi reacción fue: "¡Hurra, hurra!".
Y ahora estoy recibiendo radiación, que es algo totalmente distinto. De hecho, le tengo más miedo a la radiación que a la quimioterapia debido a los efectos secundarios que tiene en la piel y cosas por el estilo. Incluso me inscribí en un ensayo, donde comparan la radioterapia protónica con la fotónica, porque hay tan pocas personas de raza negra que participan en los ensayos clínicos, algo así como el 6,9 %, según los Institutos Nacionales de la Salud (NIH), así que decidí inscribirme. Resulta que no me tocó la radioterápica protónica, sino la fotónica, y ahora estoy haciendo eso. Es como un trabajo. Son cinco días a la semana, pero las sesiones son muy rápidas. Unos cinco minutos más o menos. Mi canción preferida para las sesiones es 24 Karat Gold, de Bruno Mars. El tratamiento con radiación dura entre dos y tres repeticiones de la canción y listo. Creo que para cuando haya terminado, las personas que trabajan en ese piso van a estar hartas de escucharla. Y lo siento mucho, Bruno Mars, pero... ahora es mi canción, porque dice: “Que empiece el espectáculo. Que empiece el espectáculo”. Y pienso: "Así es. Que empiece el espectáculo. Vine a recibir mi tratamiento con radiación". Que empiece el espectáculo, vamos. Así que esa es mi historia.
Me mantuve inflexible en mi deseo de encontrar médicos que trataran a pacientes de color, o con quienes me sintiera cómoda, así que fui a ver a tres, cuatro, cinco... Creo que cinco cirujanos plásticos, o algo por el estilo, fui a cinco hospitales distintos. Digamos que la mitad de Nueva York me vio los senos. Sí, la mitad de Nueva York me vio los senos. Me hace muy... es erótico en cierta forma.
Pasé por todo el proceso. Me conseguí estas mamas hermosas y les puse Venus y Serena porque son campeonas.
Antes de enfermarme de cáncer, era negra y soltera. No estaba saliendo con nadie. Es difícil para una persona de raza negra de todos modos... O sea, hay estudios que demostraron que nos eligen en último lugar. Además, venía de trabajar en televisión, así que muchas de las personas que conocía eran gay, muchos de los hombres, así que no había muchas posibilidades de conseguir una cita. Y ahora que tengo cáncer de mama, no creo que vaya a conocer a muchos hombres en las sesiones de quimioterapia. Lo intenté, pero la quimioterapia para cáncer de garganta no se da junto a la de cáncer de mama. Y la quimioterapia para cáncer de pulmón se da en una sala totalmente separada, así que es imposible conocer hombres.
Es una verdadera lucha. Realmente estaba tratando de encontrar a alguien. ¿Quién dice que tienes que dejar de buscar a causa del cáncer? Ahora que tengo cáncer, me siento todavía más entusiasmada porque tengo unos senos fabulosos.
Jamie DePolo: Jenne nació en Filadelfia y le diagnosticaron cáncer de mama cuando tenía 20 y tantos años. A causa del diagnóstico, pensar en tener citas la ponía nerviosa, pero con el tiempo se entusiasmó con la idea de conocer a alguien.
Jenne: Me llamo Jenne. Soy de Filadelfia y tengo 32 años. Soy una sobreviviente joven del cáncer de mama. Me diagnosticaron en 2015, y ya pasaron cuatro años y medio de mi diagnóstico inicial.
En ese momento, era soltera. Me estaba entusiasmando con la idea de tener citas justo antes de recibir el diagnóstico, y creo que eso me desalentó un poco porque, inmediatamente después del diagnóstico, pensé: "Esto va a complicar mucho las cosas". Así que no, no estaba saliendo con nadie, y pensar en tener citas me ponía un poco nerviosa justo después de recibir el diagnóstico.
Comencé a entusiasmarme con la idea de las citas cuando me di cuenta de que el diagnóstico de cáncer me había cambiado la vida. No significaba que todo se iba a terminar, sino que la vida seguiría a pesar del diagnóstico. Así que encontré inspiración y aliento en charlas con amigos y familiares, y me di cuenta: "¿Sabes qué? A pesar de todo, puedo salir al mundo. Tal vez esta persona nueva que llegue a mi vida comprenda mi situación y mi panorama". Sí, al principio me ponía nerviosa, pero creo que, con aliento, y si te animas a salir, es posible.
Al principio, justo después del tratamiento, estaba totalmente obsesionada con la idea de volver a la normalidad. Así que tenía que conseguir un trabajo. Había tenido que dejar de trabajar para poder continuar el tratamiento. Entonces, quería conseguir un empleo, volver a trabajar y ahorrar dinero para mudarme.
En ese momento, tenía 27 años. Tenía algo de dinero ahorrado, pero tuve que usarlo para poder mantenerme mientras duró el tratamiento. Así que necesitaba volver a ahorrar. Y por ser una joven milenial, quería simplemente hacer contactos y conocer gente. Creo que eso fue inmediato. Fue como tachar algo de la lista, si se quiere.
El regreso fue rápido. No me metí en ninguna aplicación. La mayoría de los mileniales de mi edad usan Tinder o Bumble, creo. Probé con una, pero tuve una experiencia muy mala, así que la dejé y simplemente empecé a salir a lugares públicos. Por supuesto, esto fue antes de la COVID-19.
Jamie DePolo: Bret Miller es de Kansas City y recibió el diagnóstico oficial a los 24 años. No sabía que los hombres podían tener cáncer de mama cuando se descubrió un bulto en la mama a los 17 años. Cuando se trata de hablar sobre el diagnóstico, Bret se describe como un libro abierto. Su actitud abierta y franca funciona como un filtro y lo ayudó a descartar posibles parejas románticas que sentirían rechazo por su experiencia con el cáncer de mama.
Bret Miller: Soy Bret Miller, cofundador de Male Breast Cancer Coalition para el cáncer de mama en hombres y fundador de Bret Miller 1T Foundation. Ambos grupos tienen como objetivo y misión lograr que los hombres de todas partes del mundo tomen conciencia de que el cáncer de mama también nos puede afectar. Funcionamos como un sistema de apoyo para todos. Si alguien necesita ayuda y orientación, o si tiene preguntas acerca de lo que se está preparando para enfrentar, allí estamos, listos para brindar asistencia. Participan hombres de todo el mundo. Son todas historias y experiencias diferentes, pero siempre encontramos la manera de conectarnos entre nosotros.
Tenía 24 años cuando me diagnosticaron oficialmente.
Tenía 17 cuando me descubrí el bulto. Pasé siete años sin ningún diagnóstico o, mejor dicho, sin ningún diagnóstico correcto. Cuando me descubrí el bulto a los 17 años, estaba en el último año de la secundaria y consulté a dos médicos, uno al principio de la temporada de fútbol americano, o sea, al comienzo del último año, y otro al final de ese año, solo para hacerme un reconocimiento médico que me permitiera jugar y recibir las vacunas antes de la universidad. Mencioné el bulto que me había encontrado de casualidad, mientras miraba TV un día, simplemente me recliné y me estiré. Entonces, me sentí este bulto. Y ambos médicos no dijeron exactamente lo mismo, pero casi. Según ellos, era una acumulación de calcio que se desaparecería con el tiempo. No había por qué preocuparse.
El motivo por el cual tardé tanto en tener un diagnóstico es que no tuve seguro de salud mientras estuve en la universidad, desde el final de la secundaria y durante todos mis estudios universitarios. Y pocos años después de terminar la universidad, estaba trabajando en un club de campo y sí tenía seguro, pero no tenía ningún problema de salud, salvo algún resfriado, o tal vez alguna lesión por levantar pesas, o algo en el trabajo, cosas por el estilo. No había nada urgente que necesitara consultar con un médico. Finalmente, mis padres me insistieron... Me preguntaron si aún tenía ese bulto, del cual sabían porque estaban en el consultorio del médico y se enteraron. Y yo respondí que sí. Entonces, me dijeron: "Bueno, ya hace un tiempo que tienes seguro de salud. Deberías hacerte una revisión. ¿Cuándo fue la última vez?". A lo que yo respondí: "En la secundaria". Había pasado bastante tiempo.
Así que, a instancias de mis padres, fui al médico para hacerme una revisión completa. Y el médico ya estaba saliendo por la puerta, por lo que tuve que frenarlo cuando se estaba despidiendo: "Bueno, si tienes alguna otra consulta, avísame". Entonces le comenté: "Hace tiempo que tengo este bulto debajo del pezón." Aclaro que los médicos no le van a hacer un examen de mamas a un hombre a menos que sepan que tiene antecedentes familiares. No lo hacen debido a que los porcentajes son muy bajos. Incluso después del diagnóstico, le pregunté al médico que me ayudó a llegar al diagnóstico si consideraría agregar el examen al resto de los chequeos. Básicamente, me respondió que, teniendo en cuenta las estadísticas, no vale la pena tomarse esos 30 segundos adicionales para examinarle las mamas a un hombre, lo que me resulta algo frustrante. Estamos avanzando, pero nos va a llevar tiempo.
Sí. Así que, a los 24 años, me enviaron a hacerme una ecografía y una mamografía. Y yo no sabía que ese día me haría una mamografía, todo en la clínica de la mujer. Entré y me saludaron por mi nombre. Nunca había estado allí y, al parecer, era el único hombre en la lista del día, pero tenía que hacerme una mamografía. La médica que estaba allí me dijo que me ahorraría tiempo y así no tendría que volver, ausentarme del trabajo más tiempo para hacer esto y lo otro. Creo que ella sabía, pero nunca, ni una vez, se mencionó el cáncer de mama hasta que recibí la llamada del cirujano que extirpó el bulto. Ningún médico dijo que se trataba de cáncer de mama, ni una vez, así que simplemente supuse que era esta acumulación de calcio. Incluso cuando fui a la consulta con el cirujano... Él me explicó: "Sí, teniendo en cuenta el tiempo que hace que lo tienes y lo que se ve en estas imágenes, parece ser una acumulación de calcio, pero como lo tienes hace mucho y no desapareció, la verdad es que prefiero quitarlo". Y eso fue todo.
El día después de la operación, me llamó el cirujano, pero no dijo nada como: "Oye, tenemos que hablar del informe patológico". Tampoco recuerdo que se enviara nada a patología. Supongo que fue después de la decisión, después de la cirugía, cuando lo sacaron. Creo que yo todavía estaba bajo los efectos de la anestesia, o recién saliendo, así que podrían habérmelo dicho y no lo recuerdo. Recuerdo que mis padres sí sabían. Y el cirujano me dice sin más: "Tenemos los resultados preliminares del informe patológico y es cáncer de mama. Todavía no leí el informe completo, pero lo voy a leer y te voy a volver a llamar en unos tres o cinco días". Y eso fue todo. O sea, nada como: "¿Tienes alguna pregunta?". Fue así de directo. Colgó y listo.
Al principio, pensé que era una broma. En ese momento, estaba en el auto. No estaba conduciendo. Me quedé sentado un rato y lo único que podía pensar era: "Bueno, el bulto ya no está más. No hay mucho más que pueda hacer". Estaba tratando de hacerme a la idea, de entender, en lugar de caer en un agujero negro y terminar consultando WebMD para encontrar respuestas incorrectas. Simplemente intentaba mantener una actitud lo más positiva posible. Llamé a mi papá y le conté. "Estoy camino a mi segundo empleo, voy a estar muy ocupado. No voy a tener tiempo de hablar". Pero le di la noticia y le pedí: "Por favor, no le cuentes a mamá porque me va a llamar y me va a hacer miles de preguntas, y no tengo ninguna respuesta en este momento. Todavía estoy un poco impresionado, pero podemos hablar esta noche cuando llegue a casa y ahí retomamos." Creo que pasaron cinco minutos y me llamó mi mamá.
Me empezó a hacer un montón de preguntas y yo solo pude decir: "No sé. El médico solo me dijo eso, apenas miró el informe y solo quería contarme qué era y me aseguró que me volvería a llamar en tres a cinco días". De más está decir que probablemente fue mejor que se enterara a tiempo porque al día siguiente estábamos en el consultorio con ese médico para saber su opinión sobre todo. Fue muy claro y directo: tenía que hacerme una mastectomía doble, no había más remedio. Vamos a hacer esto. Vamos a hacer lo otro... Y yo atiné a preguntar: "Está bien, ¿cuántas operaciones hizo?". Me respondió: "En tu caso, sería la primera vez que opere a un hombre". Entonces, le dije: "Gracias. Gracias por su tiempo, pero creo que voy a pedir una segunda opinión".
Programamos una cita con otro médico. Opinaba lo mismo. Me indicó una mastectomía doble, pero dijo que podíamos hacer la mastectomía del lado derecho y después volver a operar y hacer la del lado izquierdo, porque en ese momento, ese era el procedimiento para los hombres. Por suerte, la mañana en que me iba a operar para hacerme la mastectomía, recibió una llamada de sus amigos de Johns Hopkins y MD Anderson. Le dijeron que no tratara a los hombres igual que a las mujeres, que solo hiciera una mastectomía simple y luego una revisión después del tratamiento. Así que me hice una mastectomía simple.
Según el análisis Oncotype DX, la quimioterapia me beneficiaría, y cuatro rondas de quimioterapia podrían reducir mis probabilidades en un 10 %. Tenía un 22 % de posibilidades de que regresara el cáncer en un período de 10 años, así que pensé: "Si puedo bajar el riesgo tanto como sea posible, eso es lo que voy a hacer". Entonces, opté por las cuatro rondas de quimioterapia. Tuve muy pocos efectos secundarios. Se me cayó el cabello y me dolía más el cuerpo. Nunca tuve náuseas, y los dolores corporales fueron solo porque me olvidé de tomar los comprimidos de corticoides en el segundo o en el tercer ciclo de tratamiento, creo. Me olvidé por completo. Es el quimiocerebro. Los tomé poco después y comenzaron a ayudarme en cierta forma, pero como le digo a todo el mundo, tuve una suerte increíble a lo largo de todo el proceso. Sé que no es así para otras personas. Recibí un diagnóstico de apenas estadio I y solo tuve que hacerme un par de rondas de quimioterapia, sin muchos efectos secundarios.
Los médicos me explicaron: "Puede ser la edad, o puede ser el cuerpo. Cada persona reacciona de manera diferente". Sí hice un tratamiento de cinco años con Arimidex. Había empezado con tamoxifeno, pero durante el primer mes, tuve tantos efectos secundarios, que sentí que era necesario terminar con eso. Me lo sacaron y comenzaron a darme Arimidex. La verdad es que he tenido muy pocos efectos secundarios, así que el cambio fue algo bueno.
Todos siempre quieren saber y me preguntan: "No sé si es algo muy personal...". Y cosas por el estilo. No tengo problema en hablar del tema si alguien me pregunta. Es mejor que mi mamá se ponga a hablar al respecto y mencione cuestiones como la fertilidad y el hecho de haber tenido quimioterapia tan joven, porque no se sabe qué va a ocurrir. Sí, guarde algo de esperma en un banco. Por suerte, nunca tuve que usarlo. Tengo una bebé. Ahora tiene 20 meses.
Jamie DePolo: Suzette, la comediante de Nueva York, no está saliendo con nadie ahora, pero usa aplicaciones para citas y, según ella, está tratando. También cree que debería haber practicado cómo contarles a posibles parejas sobre su diagnóstico.
Suzette Brown: ¿Estoy saliendo con alguien en este momento? Bueno, a ver... está la COVID-19, y eso es muy difícil, pero el cáncer de mama es realmente difícil. No, no estoy saliendo con nadie. Estoy tratando. ¿Estoy saliendo con alguien en este momento? Estoy tratando de tener citas. Supongo que, en parte, lo que me animó a emprender esta cruzada de las citas es que recién acaba de cortar conmigo un tipo que tuvo cáncer, y... Que te dejen así, que desaparezcan de un momento a otro y corten todo contacto es muy diferente cuando tienes cáncer, ¿no? Es como si... Vaya, alguien entiende lo que pasa, pero no. Tengo perfil en las aplicaciones y me entusiasmé mucho cuando este tipo de me dijo que tenía cáncer de columna. Creo que me entusiasmé tanto que no le dije que yo tenía... No pude identificarme de esa manera. No pude ser lo suficientemente sincera. Fue algo inesperado. Yo le hacía un montón de preguntas sobre qué hacía para cuidar su salud, si había cambiado la alimentación, cosas por el estilo, y resulta que su mamá también tenía cáncer de mama... Entonces, pensé: "¡Qué puntería!".
Encontré a alguien que conoce y entiende el cáncer, pero me sentí muy... No lo sé. Supongo que fue todo muy extraño, y él simplemente se desconectó después de uno o dos mensajes de texto y una conversación. Estoy tratando de tener citas. Estoy haciendo mi mejor esfuerzo.
Me impresionó mucho cuando ese tipo me dijo que tenía cáncer. Quedé tan impresionada que... No estaba lista para eso, pero el hecho es que debería... Creo que cuando se trata de tener citas y cosas por el estilo, es necesario practicar para encontrar la manera de hacerlo. Y debería haber practicado, porque de hecho terminé... Y la COVID-19 ha sido de gran ayuda en cierta forma. O sea, yo nunca tenía citas. Es decir, nunca iba más allá de un par de mensajes de texto, pero durante la COVID-19, un tipo me invitó a salir. Supongo que es porque las personas estaban tan desesperadas por salir, por el motivo que fuera, así que debe de haber decidido dejar de enviar mensajes de texto e invitarme a salir. Pero cuando me encontré con él, resultó que era más viejo de lo que se veía en las fotos y la energía era diferente. Y lo supe... Es decir, ambos supimos que no iba a funcionar, pero igual tuvimos la cita. Y la cuestión es que... Antes de la cita, estaba muy preocupada porque era después de mi segunda quimioterapia, y ya sabes lo que dicen: 16 días después de la quimioterapia, se te cae el cabello.
Era el día 11, 12 o 13, creo, y estaba tan asustada de salir con esta persona y que se me cayera el cabello y fuera a parar a su trago, pero la idea era contarlo, creo... Debería haberlo usado para practicar. Esa es la idea. Si sabía que no iba a funcionar, debería haberlo dicho y ya: "Sí, tengo cáncer. Tengo polio. Tengo sarampión. Tengo raquitismo. Tengo el ébola". Debí hacerlo así, sin más, tú me entiendes. Porque si practicas qué decir y cómo decirlo, te preparas para la reacción de las personas. Lo que quiero decir es que no debí ser tan descuidada. Debí haber usado esa cita como práctica, porque creo que me podría haber ido mejor con este tipo que conocí. Podría haber sido genial, porque él tenía cáncer de columna, su mamá, cáncer de mama... Estoy segura de que podría haberme entendido, pero la cuestión es: ¿alguien que tiene cáncer realmente quiere salir una persona que también tiene cáncer? Porque la experiencia del cáncer es diferente para cada persona.
Jamie DePolo: Jenne nos cuenta un poco más de su mala experiencia con una aplicación de citas. También explica por qué no incluyó nada sobre el cáncer de mama en su perfil, y cómo el hecho de recibir un diagnóstico cambió lo que buscaba en una posible cita.
Jenne: Fue en Tinder, y el caballero que conocí mediante Tinder... Vaya, sí que tenía un perfil interesante. Este tipo de aplicaciones te permite seleccionar cómo quieres presentarte, qué es lo que quieres mostrar. Así que todo lo relacionado con esta persona era fabuloso. Era un historiador de música, tenía un podcast, había leído mucho y tenía mucha cultura. Yo pensaba: "¡Guau! Vamos a tener conversaciones fuera de serie. Todos estos temas me interesan".
Decidí encontrarme con él en un bar de la zona, en Center City, durante el día. Había gente alrededor. La idea era tener un encuentro rápido, tal vez unos 30 o 45 minutos, y ver qué pasaba y si valía la pena seguir. Y cuando lo conocí, resultó que tenía bastante dificultad para interactuar socialmente. Me pareció muy interesante. Pero era muy diferente a lo que me había imaginado. Muy diferente.
Así que terminé la cita enseguida. Calculo que habían pasado unos 15 minutos cuando decidí no continuar. Al principio, estaba muy decepcionada. Creo que había oído demasiadas historias de gente que había tenido lindos encuentros mediante las aplicaciones de citas, y pensé: "Es mi primer intento, todo me va a salir bien", ¿sabes? Pero puede ser algo desalentador. Después de eso, comencé a replegarme un poco.
En cuanto a contarles a las personas si tienes... O ponerlo en las aplicaciones... Indicar en tu perfil que recibiste un diagnóstico o no... Opté por no ponerlo en mi perfil durante el breve período que usé la aplicación. Decidí no hacerlo y... Creo que realmente depende de la conexión que establezcas con la persona a quien conoces. Por ejemplo, algunas personas, si oyen la palabra “cáncer”, se asustan y se paralizan, y piensan lo peor. Creo que encontrar a alguien que primero te vea como un ser humano es muy difícil, pero muy posible al mismo tiempo.
En realidad, no hay un momento indicado o equivocado. Me parece que tienes que usar tu intuición. La mayoría de las mujeres, mejor dicho, de los pacientes, saben cuándo contarlo, cuándo dar la noticia, y si es la persona indicada, te hará sentir lo suficientemente cómoda para decir: "Quiero hablarte de algo, solo para que lo sepas, soy paciente oncológica, tengo, o tuve, cáncer". De hecho, terminé contándoselo a dos personas con quienes salí, y uno de esos caballeros reaccionó con mucha dulzura. Incluso se le cayó una lágrima, y eso hizo que yo también llorara. Una persona muy dulce.
Ya no salimos, pero seguimos en contacto y somos amigos. Eso es lo que lo busco. Eso me dice que son personas genuinas, sensibles y dispuestas a aprender más o simplemente al hecho de saber. Sí, creo que la palabra clave es “sensible”. Algunas personas comentan algo como: "No luces enferma". ¿En serio? Estás atravesando la quimioterapia o, bueno... sí. Algunas personas son... No lo saben. Por lo general, yo... Antes era como... Antes, lo que hacía era mostrarles, por ejemplo, la cicatriz que me había dejado el catéter.
Y el caballero que derramó una lágrima hizo un chiste muy gracioso. Dijo: "Vaya, ahora puedes demostrarle a la gente que tienes “calle”. Ya sabes, con esa cicatriz queda claro que eres de temer. O sea, peleaste." Me pareció muy cómico. Mi personalidad no es para nada así, pero él pudo quitarle importancia a algo sobre lo cual es bastante difícil hablar, y realmente valoro eso. Lo valoro muchísimo. Me facilitó hablar del tema con la gente, además.
Diría que el tipo de persona que antes imaginaba como posible pareja cambió. Ahora, al igual que justo después de recibir el diagnóstico, busco a alguien que sea un poco más maduro. Actualmente, tengo 32 años, pero me parece que personas un poco mayores, quizá dos, tres o cuatro años más que yo, entienden mejor mi situación. Tal vez porque han vivido más experiencias. Puede ser el cáncer, que uno de sus padres se haya enfermado de cáncer, o perder a un ser querido, o el simple hecho de tener más responsabilidades.
Y por cierto, los otros caballeros con quienes salí eran mayores que yo y la verdad es que eran más comprensivos. Así que la madurez y la comprensión definitivamente son lo que busco ahora. Creo que cuando era más joven, antes de me diagnosticaran a los 27 años, era un poco más despreocupada y menos exigente que ahora, pero así es la vida: una se vuelve más exigente y se pone muy selectiva con respecto a quién deja entrar en su vida, y el cáncer en cierta forma contribuyó a eso.
Jamie DePolo: Digamos que en cierta forma maduraste y dejaste de ser la chica fiestera, ¿no?
Jenne: Sí, sin duda. ¿Sabes? Es raro, nunca me consideré una chica fiestera. Cuando estaba en la universidad, mis amigos siempre tenían que sacarme a rastras para que los acompañara a las fiestas. Estaba muy ocupada escribiendo mi tesis o leyendo o mirando un documental... Pero sí, creo que... Creo que la COVID-19 me hizo tener ganas de volver a salir e ir a fiestas. Y probablemente el diagnóstico de cáncer también me despertó las ganas de salir y pasarla bien. Es algo que viene en oleadas.
Jamie DePolo: De las cuatro personas con las que charlamos, Shawn ha tenido la mejor experiencia con las aplicaciones de citas.
Shawn: Después de la primera quimioterapia, una de mis amigas me dijo: "Pareces aburrida, se ve que no puedes salir tanto como antes. Creo que necesitamos meterte en un sitio de citas." Me reí y le contesté: "Ah, claro, porque hay mucha demanda de mujeres calvas con náuseas en esos sitios." Una relación no estaba en mis planes. Sí creí que sería entretenido distraerme con algo que no tuviera que ver con el cáncer, porque el cáncer estaba presente todo el tiempo y realmente estaba harta. Así que pusimos manos a la obra y creamos un perfil totalmente extravagante para mí en el sitio, con locuras como que me gustaba el canto gregoriano y toda clase de cosas bizarras. La idea era que si alguien respondía, tendría mucho sentido del humor o simplemente alguien que pensara que yo estaba loca.
Fue sorprendente la enorme cantidad de respuestas. Nos sentábamos en el sofá con mis amigas y las leíamos y nos reíamos... Eran tan divertidas. Entonces recibí la respuesta de un caballero muy guapo que parecía saber expresarse muy bien. Y acepté encontrarnos para tomar algo. Solo tomé un trago en una semana en que no tenía sesión de quimioterapia, lo cual no es saludable y probablemente no sea bueno para nadie, pero lo hice. Nos citamos en un bar, tomamos algo y me gustó. Él me invitó a salir. Tuvimos nuestra primera cita, y me seguía gustando. Llegó la segunda cita, y me dio el beso de las buenas noches. Y ahí fue cuando me di cuenta: "¡Cielos! Le voy a tener que contar. Porque si trata de acariciarme el cabello...".
Entonces, estaba sentada en el sótano con mi mejor amiga, y estábamos tratando de resolver cómo le daría la noticia. El hombre que se encarga de la pecera estaba allí limpiándola, y debe haber oído nuestra conversación, porque se asomó y así como si nada, dijo: "Tercera cita. Díselo en la tercera cita". Estuve de acuerdo: "Bueno, se lo voy a contar en la tercera cita". Llegó el día de la tercera cita, y le dije a Pat que me encontraría con él en el lugar elegido. Iría en mi propio auto porque no sabía si todo iba a resultar bien después de contarle y quería tener mi auto para irme a casa tranquila. Estábamos cenando y pasándola genial. Era la semana antes del Derby y en Louisville, Kentucky, el Derby es más importante que Navidad. Bueno, estábamos cenando y comenté: "Ah, el viernes que viene es el día de la carrera Oaks y organizan este desfile de sobrevivientes para mujeres que tuvieron cáncer de mama. Voy a participar en ese desfile porque tuve cáncer de mama, estoy terminando la quimioterapia y estoy calva".
Le conté todo de una vez porque estaba muy nerviosa y no sabía de qué otra forma decírselo. Fue como un gran anuncio. Lo primero que él hizo fue mirarme el nacimiento del pelo. Luego terminó su bocado y dijo: "Está bien". No le dio importancia al asunto y seguimos saliendo. Llegó junio y terminó su proyecto. Él estaba en Louisville trabajando en un proyecto, y en junio ese proyecto llegó a su fin. Era tiempo de que él se fuera de regreso a su casa, en Alabama. Y yo dije: "Bueno, fue genial pasar tiempo contigo" Y nunca pensé que lo volvería a ver. Por suerte, estaba rodeada de mujeres y de mi familia, que me brindaron amor y apoyo. Y me dieron tanto amor que no se me vino el mundo abajo por el hecho de que él ya no estaba en mi vida.
Además, después del cáncer, me había comprometido a ser genuina y no repetir los errores del pasado. Creo que muchas mujeres... Hacemos esto como mujeres, nos adaptamos a la persona con quien estamos saliendo o hacemos pequeños cambios para hacerlas sentir más cómodas. Y yo ya no estaba dispuesta a seguir así, porque la vida es muy corta. Así que dije adiós y comencé a salir con un amigo que había conocido antes de tener cáncer. Él me invitó y empezamos a salir. Y una noche de julio, me propuso matrimonio. Lo rechacé. Era un hombre realmente maravilloso, pero no era el indicado para mí, así que le dije que no.
A la semana siguiente, me llaman por teléfono: era Pat de Alabama. Me dijo: "Oye, ¿por qué no vienes a mirar un partido de fútbol conmigo y con mis amigos?" Y yo le respondí: "En este momento, el cabello me creció un poco y hace calor. No me voy a poner esa peluca de nuevo". Él dijo que le parecía bien. Le dije: "Mira". Y me saqué una foto, estaba en mi auto y me saqué una foto. "Honestidad total. Es necesario que sepas en qué te estás metiendo". Y le envié la foto. Y me contesta: "Me parece perfecto. Quiero que vengas" Así que fui y conocí a un montón de sus amigos y la pasamos genial. Fue un fin de semana fabuloso. Unos dos meses después, decidió mudarse a Kentucky. Su empleo se lo permitía y él viajaba mucho por trabajo. Siempre que hubiera un aeropuerto en la ciudad, podía hacerlo.
Se mudó a Kentucky y empezamos esta loca historia de amor. Era maravilloso. Esperamos un año para casarnos porque queríamos estar seguros de no estar haciendo una locura. No queríamos que fuera algo impulsivo. Nos casamos un año después de ese octubre de 2011, creo, y luego en 2013 tuve la recurrencia. Sí, me casé con mi mejor amigo y nunca lo habría conocido de no ser por el cáncer de mama, porque nunca habría tenido el valor de ser yo misma realmente y entonces conocer a alguien que de verdad fuera el indicado para mí, en lugar de yo tratar de adaptarme.
Jamie DePolo: Bret estaba saliendo con alguien cuando recibió el diagnóstico, pero no resultó, aunque siguen siendo amigos. Como es tan raro que los hombres tengan cáncer de mama, la historia de Bret salió en todos los medios de su zona, así que, en realidad, no necesitaba contarle a nadie sobre su situación. La historia salió en todas partes.
Bret Miller: Estaba saliendo con alguien en el momento del diagnóstico. No quería guardarme nada, así que le conté todo lo que me estaba pasando y cómo iba a seguir. Ella estaba a mi lado la mañana de la cirugía. Finalmente, un par de meses después y por diversas cuestiones, nos separamos de mutuo acuerdo. Seguimos siendo amigos hasta hoy, pero ella tenía que resolver muchas cuestiones. Yo tenía que resolver muchas cuestiones también, y no era un buen momento para ninguno de los dos. No terminamos mal, pero fue algo como... Ya sabes, no creíamos que fuera a resultar, así que simplemente se fue cada uno por su lado. Pero como dije, hoy somos amigos.
Llegado el momento de salir con alguien y luego decidir contarle que tengo cáncer de mama o no, entiendo que es algo personal para muchas mujeres. Ya sabes. Recibir un diagnóstico de cáncer de mama casi siempre significa que vas a perder una, o ambas, y para las mujeres y la sociedad en general, esa es la forma en que se las define: las mamas. Y es triste que sea así. Entiendo que es algo muy personal y un tema muy delicado para muchas mujeres. De verdad lo entiendo, y todos tienen un enfoque diferente, una manera distinta de encarar el asunto. Yo vendría a ser como un libro abierto. Se lo dije directamente a todo el mundo.
En ese momento, en realidad no tenía planes de salir con nadie, en parte porque estaba recibiendo tratamiento y no quería exponerme a ninguna enfermedad o a nada mientras tuviera cifras bajas de células sanguíneas y demás, debido a la quimioterapia. Pero trabajaba en el sector de servicios, me encargaba de servir bebidas en la barra del club de campo donde estoy ahora, así que estaba ocupado la mayor parte del tiempo y si estaba libre, normalmente era a la noche de un día de semana, que no es el principal momento para conocer a nadie. Pero al trabajar en el sector de servicios, en un bar... Somos una familia muy unida, tanto que, en general, si vas a conocer a alguien, es porque trabajan juntos.
Además, me hacían entrevistas todo el tiempo: para podcasts, noticieros, periódicos, revistas, de lo que fuera en la zona. Sentía que muchas personas conocían mi historia. Cuando conocía a alguien, siempre el mismo comentario: "Ah, espera, tú eres el hombre de 24 años que recibió el diagnóstico". Ya sabes, cosas por el estilo. Y como todos conocían mi historia, para mí no tenía ningún sentido ocultarla. Se trataba de aceptar lo que me pasaba, ¿sabes? Y si una persona se sentía incómoda o lo que fuera, bueno, claramente no era la indicada.
Entonces, acerca de conocer a mi actual esposa... Nos conocimos en el bar donde trabajábamos. Yo me ocupaba de la barra y ella comenzó como camarera. Si recuerdo bien, ella les preguntó por mí a un par de compañeros de trabajo cuando empezó. Estoy bastante seguro de que le contaron de mi diagnóstico porque nos conocimos más o menos un año, un año y medio o casi dos después de mi diagnóstico. Así que estoy bastante seguro de que ella sabía. En cierta forma, fue divertido porque la primera vez que interactuamos realmente, ella vino corriendo a la barra con su número de teléfono escrito en un papel y, literalmente, me lo arrojó y salió corriendo. Cuando recuerdo eso... Sí, ella tenía que saber, pero no le importó. Resultó que ella quería conocerme igual.
Jamie DePolo: Suzette, Bret, Jenne y Shawn también ofrecen algunos consejos sobre las citas después del cáncer de mama. Suzette dice que hay que olvidar el pasado y centrarse en ser proactivos.
Suzette Brown: Mi consejo acerca de las citas sería que simplemente adopten una actitud proactiva al respecto. Sean proactivos y busquen personas que vean al cáncer como una experiencia de vida. Y con respecto al cáncer en general, se trata de vivir un día a la vez. No puedes pensar en el pasado. Tienes que dar por terminada cualquier tipo de enemistad con las personas. Porque nada de eso importa. No importa el pasado. Se trata de vivir en el presente y saber que el futuro no está garantizado, y que solo tienes que vivir un día y luego otro, y otro... Y encontrar la felicidad en cada día que pasa, y ocuparte de ser feliz, eso es.
Adoptar una actitud proactiva es la clave. De nuevo, es como que me aferré a ese tipo de 55 años con cáncer de columna y una madre con cáncer de mama. Creí que era perfecto, ideal para mi situación. Tengo que ir a buscar... ¿Dónde más puedo buscar a un hombre de 55 años con cáncer de columna? Entonces tengo que averiguar a qué edificio de MSK va la gente con cáncer de columna. Y tengo que esperar afuera de uno de esos edificios. Hay tantos... Tengo que esperar enfrente de otro edificio de MSK, donde van todos los hombres que tienen cáncer. O sea, ¿adónde van? Y no es tan simple como esperar afuera del baño, ¿no?
Es una lucha, y tienes que seguir intentando. Pensaba que, con el cáncer, esta sería como la última oportunidad para el amor, pero ahora tengo unos senos fabulosos, así que no puedo darme por vencida. Tengo que seguir, y además, siento deseo, estoy estimulada. O sea, el cáncer me hizo sentir más deseo, ¿sabes? Así que no puedo permitir que esta sea la última oportunidad para el amor... ¡Y tengo un cuerpo increíble! Senos nuevos. ¡En serio! Diles a tus oyentes. A todas mis hermanas que tienen cáncer de mama, oigan, tienen padres o hermanos. ¡Aquí estoy! A los hombres les encantan los senos y eso pesa más que el cáncer y una cabeza calva. Ese es otro consejo. A los hombres les encantan los senos y eso pesa más que el cáncer y una cabeza calva. A los hombres les encantan los senos y eso pesa más que el cáncer y una cabeza calva.
Jamie DePolo: El consejo de Bret está dirigido a hombres que recibieron un diagnóstico, pero su opinión con respecto a tener una actitud más abierta también puede aplicarse a las mujeres.
Bret Miller: Bueno, de los muchos hombres que conocimos a través de la coalición, solo hubo unos cinco o seis que recibieron un diagnóstico con una diferencia de edad de unos 10 años desde que me diagnosticaron oficialmente hasta este momento. Y sí, algunos de ellos preguntaron. Charlamos... Solo les dije que, para mí, personalmente, era como... Y es distinto para cada persona. Pero yo entendí que es mejor ser franco y abierto en lugar de tratar de ocultar algo. Ya sabes, decirlo directamente. Y así es como, creo, uno puede crecer y seguir adelante con alguien desde el primer momento, en lugar de esperar una semana, un mes o lo que sea y cuando finalmente sale a la luz, entonces puede que la persona se sorprenda por completo y luego quiera irse... Y es como si uno hubiera invertido tiempo para nada. Me parece que si vas a invertir tiempo y quieres hacerlo, quieres conocer a esa persona, entonces tienes que ser directo. Así que sí, para los pocos que se acercaron y que tienen más o menos la misma edad, sí. Eso es lo que les dije: solo sean francos y abiertos.
Jamie DePolo: El aspecto principal del consejo de Shawn es rodearte de amor.
Shawn: El consejo que daría con respecto a las citas y el cáncer de mama es que seas tú misma y que no te conformes con cualquier persona que no te hace reír. Y que las citas no tengan como objetivo tener una relación. Pero el mejor consejo que podría darles es que simplemente se rodeen de personas que les brindan amor y apoyo. Yo tenía una relación con todas estas mujeres y con mi familia que formaban parte de mi vida y me apoyaban, y eso me dio las herramientas que más necesitaba, de modo que las citas eran una distracción. Siento que tener citas con la intención real de encontrar esa relación especial podría haber sido perjudicial para mí, pero tener citas como una distracción y una manera de interactuar con personas probablemente fue mi mejor estrategia.
Recibir el diagnóstico de cáncer de mama afectó mucho mi forma de ver a posibles parejas. Recuerdo que, al principio, pensaba: "Bueno, ahora nadie va a quererme". Y pensaba que bueno, está bien, si nadie va a quererme, bien podría ser yo misma y ser genuina con respecto a todo. Porque era liberador en cierta forma, porque ya no importaba el aspecto de la relación a largo plazo como meta de las citas. Simplemente quería interactuar con las personas, tener una vida social. Y sería yo misma, porque el cáncer de mama me enseñó muy bien que la vida es corta, que tienes que disfrutarla y que debes ser una persona genuina.
Jamie DePolo: El consejo de Jenne también se centra en el amor, principalmente en el amor propio.
Jenne: El primer consejo que le daría a una persona que tiene cáncer de mama y que está pensando en tener citas, sería que no se apresure. El segundo, que sepa que ahora es diferente, ya no es la persona de antes, y que lo acepte. Está bien. Puedes convertir eso en una parte de tu nueva personalidad. Es una oportunidad para apreciar un panorama totalmente nuevo. Y puede parecer aterrador porque no sabes cuál será el resultado, pero ni siquiera pienses en el resultado.
Vive en el presente. Sé consciente y quiérete en primer lugar. Embellécete. Acepta quién eres en este momento. Eso significa que si tienes una sola ceja o una sola pestaña, o nada de cabello en este momento, y quieres salir y disfrutar, hazlo. Ve y hazlo. Ponte tus mejores zapatos, tu mejor vestido, lo que sea, tu mejor atuendo y simplemente sal al mundo. No lo hagas por nadie, hazlo solo por ti. No es para nadie más que tú.
Cuando decidas hablar al respecto, mi recomendación sería usar la capacidad de discernimiento. Piensa en la comodidad que sientes con esa persona a quien piensas contarle... No te sientas mal si la persona tiene una reacción negativa, porque es posible que así sea. Y si [no es así], entonces genial. Encontraste a alguien con verdadero potencial, ya sea como pareja, o quizás una gran amistad... Alguien que puede entender muy bien tu situación actual.
Jamie DePolo: Quienes hacemos el podcast de Breastcancer.org queremos agradecer a Suzette, Shawn, Bret y Jenne por compartir sus historias. Esperamos que las hayan disfrutado.
Tu donación se destina directamente al contenido que lees, escuchas y ves en Breastcancer.org.