SABCS 2020: Enfrentar la depresión en sobrevivientes jóvenes del cáncer de mama
La Dra. Patricia Ganz es oncóloga médica y una reconocida catedrática de medicina, además de catedrática de Política y Gestión de Salud en UCLA. También se desempeña como directora del Centro para la Prevención y la Investigación del Control del Cáncer en el Centro Integral del Cáncer Jonsson. La Dra. Ganz también forma parte del Comité Profesional de Asesoría (PAB) de Breastcancer.org.
En el Simposio sobre Cáncer de Mama de San Antonio del año 2020, presentó los resultados de un estudio que evaluó el uso de meditación con conciencia plena y las clases sobre supervivencia para enfrentar la depresión en mujeres jóvenes que recibían tratamiento contra el cáncer de mama.
En el podcast puedes escuchar a la Dra. Ganz explicar lo siguiente:
- Mensaje del patrocinador
cómo la experiencia del cáncer de mama es diferente para mujeres más jóvenes y mujeres mayores
- Mensaje del patrocinador
por qué los investigadores deciden estudiar la meditación con conciencia plena y las clases de supervivencia para enfrentar la depresión
- Mensaje del patrocinador
cómo todos los interesados pueden participar en las clases de meditación con conciencia plena del Centro de Conciencia Plena de la UCLA
Afiliaciones: Centro oncológico integral Jonsson Comprehensive Cancer Center, Facultad de Medicina David Geffen de UCLA, Facultad de Salud Pública Fielding de UCLA, Los Ángeles, CA
Áreas de especialización: oncología, genética del cáncer de mama, prevención del cáncer, calidad de vida durante el tratamiento del cáncer
La Dra. Ganz es oncóloga médica e integra el cuerpo docente de la Facultad de Medicina de UCLA desde 1978 y de la Facultad de Salud Pública de UCLA desde 1992. Se desempeña como directora de Investigaciones sobre Control y Prevención del Cáncer en el centro oncológico integral Jonsson Comprehensive Cancer Center desde 1993.
— Se actualizó por última vez el 16 de agosto de 2024, 19:14
Jamie DePolo: Hola, gracias por escucharnos. La Dra. Patricia Ganz es oncóloga médica y una reconocida catedrática de medicina, además de catedrática de Política y Gestión de Salud en UCLA. También se desempeña como directora del Centro para la Prevención y la Investigación del Control del Cáncer en el Centro Integral del Cáncer Jonsson. La Dra. Ganz también forma parte del Comité Profesional de Asesoría (PAB) de Breastcancer.org.
En el Simposio sobre Cáncer de Mama de San Antonio del año 2020, presentó los resultados de un estudio que evaluó el uso de meditación con conciencia plena y las clases sobre supervivencia para enfrentar la depresión en mujeres jóvenes que recibían tratamiento contra el cáncer de mama. Hoy nos acompaña para hablar sobre el estudio. Dra. Ganz, bienvenida al podcast.
Dra. Patricia Ganz: Gracias, Jamie.
Jamie DePolo: Entonces, para empezar, ¿nos puede decir cómo se definió “mujeres jóvenes” para este estudio? ¿Cuál fue el intervalo de edades?
Dra. Patricia Ganz: Desde luego. Para poder participar en este estudio, las mujeres tenían que tener 50 años de edad o menos en el momento de su diagnóstico. Sin embargo, cuando las inscribimos en el estudio, tenían que haber terminado su tratamiento por lo menos 6 meses antes, o haber recibido el diagnóstico 5 años antes como máximo. Así que los datos relativos al tiempo pasado desde el diagnóstico fue de 2,6 años en promedio. Entonces, algunas mujeres recién estaban empezando, pero otras ya habían recorrido más su camino de supervivencia.
Jamie DePolo: Bien. Ahora, en el estudio se menciona que la experiencia de cáncer de mama es diferente para mujeres jóvenes en comparación con mujeres mayores, así que, ¿podría hablarnos un poco sobre estas diferencias?
Dra. Patricia Ganz: Por supuesto. Nuevamente, quienes hemos estado siguiendo el impacto del cáncer de mama y sus tratamientos en las vidas de las mujeres, hemos notado en muchos estudios que las mujeres mayores —y, nuevamente, el promedio de edad para un diagnóstico de cáncer de mama es 61 años, así que estamos hablando de mujeres que tienen 60, 70, 80 años— por lo general pueden enfrentar y lidiar mejor con esta enfermedad emocionalmente que las mujeres más jóvenes. Y, si esto es correcto, si observas la ansiedad y la depresión de la población en general, las mujeres más jóvenes tienen más ansiedad y depresión que las mayores, así que no hay tanta diferencia. Pero si piensas en lo que una mujer más joven tiene que enfrentar, de hecho, que es diferente de lo que ve una mujer mayor, es que muchas mujeres jóvenes tienen hijos pequeños, trabajan. Algunas mujeres no tienen una pareja, algunas estudian, algunas no tienen una trayectoria profesional definida aún, cuando reciben el diagnóstico de cáncer.
Entonces, tenemos muchos eventos en el transcurso de la vida, por llamarlos de alguna manera, que ocurren cuando una tiene menos de 50 años de edad y que ya han terminado para mujeres que tienen 60, 70 u 80 años. Así, deben lidiar con muchas más exigencias. Y, además, como tus oyentes saben, muchos de los tratamientos que administramos para el cáncer de mama hacen que una mujer pase por la menopausia más temprano. Entonces, de hecho, podrían también estar pasando por una menopausia prematura como parte de su experiencia al enfrentar el cáncer. Así que muchas de estas cosas causan muchos más trastornos para las mujeres más jóvenes.
Jamie DePolo: Muy bien, gracias. Entonces parece —si lo puedo decir con mis propias palabras— parece que las mujeres más jóvenes tienen quizás mayores niveles de depresión, estrés y fatiga en comparación con mujeres mayores con un diagnóstico de cáncer de mama.
Dra. Patricia Ganz: Sí. Me refiero a que, nuevamente, no digo que sea para todas, pero en la investigación que realicé durante muchos años sobre fatiga y cambios cognitivos, por ejemplo, a una paciente que tenga 65 años y reciba quimioterapia adyuvante le preguntaría: "¿Cómo te va? ¿Tienes alguna dificultad?". Y me imagino alguien que era trabajadora social y ya está jubilada, y que no tiene que levantarse cada día para ir al trabajo, que no tiene problemas grandes. Pero si le preguntas a alguien de 40 años o un poco más, que tiene que mandar a sus hijos a la escuela y trabajar como abogada, y que ha tenido problemas para concentrarse después de tomar su tratamiento, y que además tiene bochornos... Es mucho más complicado para ella.
Jamie DePolo: Bien. Bien, entonces, voy a agregar que hablamos de un promedio, no es universal.
Dra. Patricia Ganz: Sí, un promedio, sí.
Jamie DePolo: Bien. Pasemos al estudio. ¿Nos podría dar un resumen del estudio y sus resultados?
Dra. Patricia Ganz: Desde luego. Sabíamos que los síntomas depresivos eran mucho más frecuentes en mujeres más jóvenes y que estos síntomas conducen a mucha morbilidad, en lo que se refiere a hacer todas cosas que son importantes para las personas en cuanto a trabajo, cuidar de sus familiares y vida cotidiana, por lo cual nos enfocamos en este como el resultado principal en un ensayo aleatorizado en el que participaron mujeres de la UCLA en Los Ángeles, Dana-Farber en Boston y Johns Hopkins en Baltimore. Mis colegas allí fueron Ann Partridge y Antonio Wolff. Y nos concentramos en hacer participar a mujeres que tuvieran por lo menos un nivel mínimo de síntomas depresivos. Porque si abarcamos a toda la población, la mayoría de personas están bastante bien, pero algunas sí tienen más dificultades. Y para ver una señal real de beneficio, tuvimos que identificar a mujeres que tuvieran por lo menos algún nivel de síntomas depresivos.
Entonces, tuvieron que cumplir los criterios de elegibilidad de tener 50 años o menos al momento del diagnóstico, haber recibido su diagnóstico no hace más de 5 años y haber terminado su tratamiento, y no tener otras enfermedades crónicas graves, además del umbral mínimo de algunos síntomas depresivos. Y una vez que cumplían esos criterios, tenían que estar dispuestas a ser asignadas aleatoriamente a nuestro programa de educación sobre supervivencia, a nuestro programa de meditación con conciencia plena o a nuestro grupo de control en lista de espera. Y en el grupo de control en lista de espera, monitoreamos a estas mujeres en los mismos intervalos que las mujeres que participaron en una intervención, pero también este grupo participó en la intervención de su elección al final del período de seguimiento de 6 meses. Los grupos se reunieron durante 6 semanas, 2 horas a la semana, y fueron dirigidos por profesionales capacitados en la instrucción de su intervención específica.
Entonces, nuevamente, imaginemos estas mujeres jóvenes ocupadas, que tienen hijos pequeños que van a las clases de fútbol o piano, o que tienen que trabajar en las noches o los fines de semana. Ellas tuvieron que comprometerse a estar disponibles durante 6 semanas —por lo menos durante la primera clase— para poder participar en el estudio. Se presentaron muchas barreras al momento del estudio, pero al final captamos 247 mujeres que se asignaron aleatoriamente a las tres condiciones. Y las intervenciones que realizamos durante el período de 6 semanas.
Las mujeres en el grupo de conciencia plena se reunieron con un instructor de conciencia plena en una sesión educativa, donde las capacitaron en técnicas que les permitan manejar los problemas que ocurren cuando la mente se pierde y no está presente. No quiero ahondar mucho en los detalles de la intervención.
En el programa de educación de supervivencia, tuvimos personal de enfermería que recibió un plan educativo —una presentación con diapositivas—. Este cubría temas diversos, como fundamentos sobre cáncer de mama, calidad de vida después del cáncer de mama, sexualidad e intimidad, genética, etcétera, y, nuevamente, tuvo lugar en un período de 6 semanas en forma de seminario, lo que facilitó la conversación entre las mujeres sobre los problemas que pueden ocurrir. Entonces, fue una intervención un poco más psicoeducativa, en la cual [el grupo de] conciencia plena se capacitó más en prácticas de conciencia plena en este período.
Tuvimos algunas sesiones de refuerzo que se ofrecieron [al grupo de] conciencia plena y algunos boletines que le enviamos a las mujeres en el programa educativo de supervivencia.
Y nosotros medimos cómo les estaba yendo antes de que las asignáramos de forma aleatoria, inmediatamente después del programa de 6 semanas y, luego, 3 meses después y 6 meses después, para conocer cómo la intervención impactó sobre diversos resultados, el principal de ellos la depresión.
Jamie DePolo: Bien. Y, antes de que le pregunte sobre los resultados —no quiero interrumpir—, tengo curiosidad: ¿Por qué eligieron estas dos intervenciones en particular?
Dra. Patricia Ganz: Ah, esa es una excelente pregunta. Cuando hacemos este tipo de investigación, a menudo empezamos con un estudio inicial de expertos, que es de hecho cómo lo hicimos en UCLA. Tenemos un centro de conciencia plena maravilloso en UCLA. Y la instructora principal —que es muy famosa y es citada en el New York Times muy a menudo, y todo eso—, ella enseñó nuestras clases en un estudio piloto que realizamos, a decir verdad, con 70 mujeres que asignamos aleatoriamente entre quienes participaban en la intervención y quienes no, y luego las seguíamos. Y tuvimos un señal muy alentadora de que la conciencia plena sí ayudaba al grupo de mujeres más jóvenes.
Además, otros investigadores habían observado la aplicación de intervenciones psicoeducativas en mujeres más jóvenes con diagnóstico de cáncer de mama y las habían hallado muy prometedoras. Entonces, desarrollamos esta serie de clases para enseñarlas. Y consideramos que ambas intervenciones eran formas creíbles, significativas y potenciales de ayudar a las mujeres a lidiar con el estrés asociado con la supervivencia del cáncer de mama y sus efectos secundarios y complicaciones. Cuando puedes hacer que los expertos mismos enseñen, es algo muy diferente a intentar solo divulgar información, por llamarlo así. Entonces, lo que hicimos inicialmente... podemos pensar en esto como un estudio de eficacia, donde tuviéramos los mejores maestros posibles. Y tuvimos una señal.
Y, para este ensayo específico, con tres ubicaciones, capacitamos a instructores locales de conciencia plena. Había dos en Boston, dos en Baltimore y dos en Los Ángeles, todos capacitados por este maestro experto. Y tuvimos un manual que les decía lo que debían hacer en cada situación. Podríamos decir que esta fue una situación donde instruimos a los instructores. Así, obviamente, tuvimos instructores de conciencia plena muy bien capacitados, pero que no habían enseñado este programa de seis sesiones en específico.
Lo mismo para el personal de enfermería que enseñó las clases de supervivencia. Hicimos una demostración de las clases primero. Se incluyeron notas de las clases, que podían escuchar antes de cada sesión, y un conjunto de diapositivas anotadas. Nuevamente, en lugar de hacer que los expertos enseñaran estas clases, fue personal de enfermería el que estuvo a cargo de las clases de supervivencia.
Jamie DePolo: Muy bien, gracias. Y entonces, creo —voy a pedirle que explique los resultados—, pero me parece que los resultados mostraron que las clases de meditación con conciencia plena y las clases de supervivencia redujeron la depresión. ¿Es correcto?
Dra. Patricia Ganz: Sí, así es. Ambas tuvieron un efecto muy considerable inmediatamente después del tratamiento, que se mantuvo durante 3 meses para ambos grupos con intervención. Y después, a los 6 meses, se observó que el beneficio de la educación de supervivencia se atenuaba, pero el grupo de conciencia plena seguía mejorando en lo que se refiere a síntomas depresivos.
Jamie DePolo: Es maravilloso. Y, si veo los resultados del estudio correctamente, creo que la meditación con conciencia plena también ayudó con la fatiga y los problemas del sueño, así como con los bochornos. Sin embargo, no creo que las clases de supervivencia ayudaron con estos problemas. ¿Es correcto?
Dra. Patricia Ganz: Es correcto. Además, tampoco se sabe cómo van a darse los resultados, pero parece que la conciencia plena produce efectos biológicos bastante profundos —lo que, nuevamente, sabíamos por otros estudios— que la diferencian bastante de los efectos de la educación de supervivencia en estos otros síntomas.
Jamie DePolo: Bien. Sí, es algo que me fascina. Y me da curiosidad, también —quiero estar segura de que entiendo bien— solo fueron tres grupos: el de meditación con conciencia plena, el de clases de supervivencia y, por último, el grupo que estaba en la lista de espera, que prácticamente era el grupo de control. ¿Su equipo consideró tener un grupo que hiciera ambas prácticas? Y, yo sé que dijo que estas son mujeres jóvenes con muchas exigencias en sus horarios, así que también me pregunto si el compromiso de tiempo para ambas clases hubiera sido muy alto.
Dra. Patricia Ganz: Creo que lo que aprendimos de esto —y lo que creo que se refleja en las charlas que tuvimos con las mujeres cuando terminaron las clases— es que la educación de supervivencia hubiera sido de mucha ayuda para algunas de estas mujeres mucho más temprano en su proceso de supervivencia. Me refiero a que ya habían empezado hace dos años y medio, y muchas pacientes decían: "Esto es muy útil, pero me hubiera gustado saberlo hace un par de años". Entonces, en lugar de juntar a los grupos, posiblemente hay momentos o puntos de contacto que serían más adecuados.
Creo que la conciencia plena puede usarse en cualquier momento, porque creo que las habilidades que son... Esta es una intervención basada en habilidades, donde las mujeres aprenden a lidiar con las cosas que ocurren en sus vidas cotidianas. Aunque esta educación, sobre qué esperar y cómo aliviar los bochornos o cambios de estado de ánimo, o cosas por el estilo, que conforma la intervención educativa, podría ser muy útil para las mujeres poco después del tratamiento. Al preguntarnos a dónde nos conducirá esto, a decir verdad, es posible que consideremos estos problemas.
Jamie DePolo: Bien. Y creo —si he leído bien la información— sé que por lo menos las clases de meditación con conciencia plena están disponibles en línea. ¿Las clases de supervivencia también lo están?
Dra. Patricia Ganz: No. Las clases de conciencia plena están disponibles porque ya se encontraban desde hace mucho tiempo en UCLA, en [el sitio web del Centro de Investigación de la Conciencia Plena (MARC, sigla en inglés)]. Entonces, los oyentes del podcast, si están interesados, pueden registrarse para estas clases y hacerlas en línea. De hecho, dado que la COVID-19 se presentó al final de nuestro estudio— nos faltaba darle algunas clases al grupo de control en lista de espera. Así que terminamos haciendo dos grupos de clases para mujeres de Los Ángeles, Boston y Baltimore, usando las clases de uno de los instructores de UCLA mediante Zoom. Y esta es una de esas clases que puedes, de hecho, ofrecer con un instructor y replicarla. Pero también tenemos clases pregrabadas, que las personas pueden estudiar, tomar ellas mismas y practicar. También incluyen algunas interacciones con el instructor.
Jamie DePolo: Bien. Sí, de hecho esa iba a ser mi última pregunta. Si alguien está interesado en tomar esta clase, solo tiene que ir al sitio web de UCLA y empezar allí. ¿Dijo que era el centro MARC y había que registrarse en las clases allí?
Dra. Patricia Ganz: Sí. Y tienen meditación en sesiones abiertas, tienen clases gratuitas y cosas de ese tipo. Te voy a mandar el enlace del correo electrónico exacto, para que puedas compartirlo. Ellos cobran por el curso, pero es importante saber que usamos su clase estándar. No la enfocamos al cáncer de mama en particular.
Y lo único, creo, que hicimos diferente... Porque, cuando hicimos el estudio piloto hacer varios años, yo entraba y le hablaba un poco a la segunda clase para preguntarles "¿Cómo puede ser útil la conciencia plena?". No lo hicimos ahora en este estudio, pero me pareció increíble estar en un salón con 10 mujeres jóvenes. Y creo que eso es lo verdaderamente especial de estos grupos, ya sea el de educación o el de conciencia plena: ellas están con sus pares, que han tenido una experiencia similar. Y si bien no hubo mucha charla en las clases de conciencia plena, te encontrabas en un salón con mujeres que se parecían a ti. Entonces, pensamos que esa era una de las fortalezas importantes, por llamarla así, de hacer algo especial para mujeres más jóvenes.
Jamie DePolo: Sin dudas. Claro que sí. Muchas gracias. Esto ha sido muy útil. Y, nuevamente, creo que esto se suma a los datos que demuestran que la meditación con conciencia plena puede ser muy beneficiosa para las sobrevivientes del cáncer de mama. Sé que la mayoría de estudios han sido pequeños, pero los beneficios saltan a la vista.
Dra. Patricia Ganz: Sí. Y también recolectamos muestras biológicas durante el estudio. En nuestros estudios anteriores, encontramos reducciones en la inflamación, que a menudo se asocia con algunos síntomas como el insomnio y la fatiga. Así, esperamos poder demostrar, también en este estudio, esa parte del mecanismo que produce estos resultados. Así que hay que estar atentas. Esperamos tener esos resultados el próximo año.
Jamie DePolo: Oh, eso sería estupendo. Y esperamos poder conversar nuevamente con usted. Dra. Ganz, muchas gracias por hablarnos sobre estos resultados. Ha sido muy útil e informativo.
Dra. Patricia Ganz: Un placer.
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