Gestión de los efectos secundarios de la cirugía de cáncer de mama
El Dr. Alexander Miller ha recibido premios por la excelencia en investigación, educación y atención al paciente. Ha sido líder o investigador colaborativo en diversos estudios sobre tratamientos del cáncer de mama, prevención, pruebas genéticas y las experiencias psicosociales de personas que se realizan tratamiento del cáncer.
En el podcast, podrás escuchar al Dr. Miller explicar lo siguiente:
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los efectos secundarios más comunes de la mastectomía y lumpectomía, y cómo manejarlos
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por qué el riesgo de linfedema, si bien sigue siendo una inquietud, se ha reducido en los últimos 10 años
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las medidas que pueden tomarse antes de la cirugía para reducir el riesgo de efectos secundarios
El Dr. Alexander Miller es un oncólogo quirúrgico que se especializa en el tratamiento del cáncer de mama y de personas con riesgo alto de tener la enfermedad. Actualmente, forma parte del Centro START de Tratamiento del Cáncer en San Antonio, Texas, y se capacitó en MD Anderson y Mayo Clinic.
— Se actualizó por última vez el 17 de enero de 2023, 15:56
Jamie DePolo: Hola a todos. Les damos la bienvenida a esta edición del podcast de Breastcancer.org. Soy Jamie DePolo, editora sénior de Breastcancer.org. Nuestro invitado de hoy es el Dr. Alexander Miller. Es un oncólogo quirúrgico que se especializa en el tratamiento del cáncer de mama y de personas con alto riesgo de tener la enfermedad. Actualmente, trabaja en el START Center for Cancer Care en San Antonio, Texas, y se capacitó en MD Anderson y Mayo Clinic. Ha recibido premios por la excelencia en investigación, educación y atención al paciente.
Ha sido líder o investigador colaborativo en diversos estudios sobre tratamientos del cáncer de mama, prevención, pruebas genéticas y las experiencias psicosociales de personas que se realizan tratamiento del cáncer.
Hoy nos hablará sobre el manejo de los efectos secundarios que pueden ocurrir después de la cirugía de cáncer de mama. Dr. Miller, bienvenido al podcast.
Dr. Alexander Miller: Muchas gracias.
Jamie DePolo: Entonces, para comenzar, ¿hay efectos secundarios comunes? ¿Puede contarnos un poco sobre los efectos secundarios más comunes después de la cirugía de cáncer de mama, y si son comunes tanto para la mastectomía como para la lumpectomía? ¿O hay determinados efectos secundarios que veas con más frecuencia en cada tipo particular de cirugía?
Dr. Alexander Miller: Bien. Es correcto distinguir entre mastectomía y lumpectomía. La lumpectomía es la extirpación de cáncer de mama con un margen normal de tejido que no está afectado por el cáncer y, luego, con frecuencia, extirpamos los ganglios linfáticos a través de una incisión separada. Este suele ser un procedimiento de menor importancia. Casi siempre, es un procedimiento quirúrgico ambulatorio, pero ciertamente hay algunos efectos secundarios asociados.
Suelo decirles a los pacientes que pueden sentir algo de dolor y tener cierta inflamación de la mama. Es importante tener en cuenta que en la mama o cualquier tejido debajo de la piel, cuando se extirpa tejido, el cuerpo producirá líquido. Por lo que es muy normal tener algo de líquido en la cavidad que se crea al extirpar tejido mamario. En el transcurso de una lumpectomía normal, esto es algo normal que se puede esperar, y no suele causar ningún problema; de hecho, ayuda en el contorno y el aspecto del área de la cirugía en la mama durante un extenso período. Pero vale la pena informarles a los pacientes para que puedan anticiparlo. A veces, si se levantan abruptamente o cambian de posición, de hecho sentirán el chapoteo de líquido. Ese líquido es muy normal. No queremos que sea demasiado, pero si es un poco, se absorberá en el cuerpo con el tiempo.
Debajo del brazo, donde extirpamos los ganglios linfáticos, puede aparecer algo de líquido. La mayor parte del tiempo, no es necesario extraerlo ni drenarlo, pero es importante informarles a los pacientes que puede haber un riesgo ocasional de infección de la piel, que se manifestará con enrojecimiento o sensación de calor de la piel, o una cantidad aumentada de líquido, hasta el punto en el que casi se siente como un pequeño trozo de fruta debajo del brazo. Y eso denotará una cantidad de líquido que quizás tengamos que drenar. Esto no se realiza necesariamente con cirugía; la mayoría de los médicos pueden hacerlo en el consultorio o solicitarle a un radiólogo con el que trabajen que lo realice mediante una ecografía.
Entonces, las principales complicaciones de la lumpectomía serían la posibilidad de inflamación o acumulación de líquido, y la posibilidad de infección (si bien la probabilidad de que eso ocurra, en la mayoría de los centros médicos, es probablemente del 5 % o menos). También existe un pequeño riesgo de sangrado, pero de nuevo, la mayor parte de las veces que realizamos una lumpectomía y extirpamos un ganglio linfático o dos, la cantidad de tejido extirpado es tan pequeño, y las incisiones son tan pequeñas, que no hay mucho espacio para que se acumule sangre. Por lo que es muy fortuito.
Habrá veces, especialmente con la extirpación de ganglios linfáticos, en las que la parte del brazo que está justo más allá del hombro hacia el codo podría sentirse tensa o algo tirante; incluso podría sentirse cierto entumecimiento temporal en la parte posterior del brazo. Eso también puede ocurrir. La mayoría de los pacientes, como dije, podrían tratarse como pacientes ambulatorios. Podrían tomar, durante un par de días, analgésicos recetados. Luego, por lo común, pueden pasar a algo como Advil, Motrin o Tylenol.
Esa es la diferencia con una mastectomía. Repito, la práctica es diferente para cada paciente, y cada paciente es un mundo, pero una mastectomía puede realizarse en el momento de una reconstrucción plástica quirúrgica o en otra instancia. Y las complicaciones y cosas que buscamos son bastante diferentes, según lo que se realice adicionalmente en el momento de la mastectomía.
Entonces, en un paciente que se está realizando una mastectomía sin reconstrucción, se extirpa mucho más tejido, porque estamos quitando todo el tejido mamario, en vez de solo el área alrededor del tumor. Entonces, hay un área más grande en la que operamos y, en consecuencia, un área más grande que podría ser susceptible a acumular líquido o sangre, o a la posibilidad de infección. En este caso, la mayoría de los cirujanos dejará un drenaje plástico que drenará líquido hacia fuera después de la cirugía, durante al menos una o dos semanas. Antes de la cirugía, se informa a los pacientes sobre la colocación de este drenaje y, luego, después de la cirugía, hablamos con el personal de enfermería sobre los cuidados necesarios, cómo registrar la cantidad que sale y cómo vaciarlo, al menos, dos veces al día. En la mayoría de las comunidades, existe la opción de tener una enfermero visitador o trabajador de la salud a domicilio que pueda ayudar con esto. Es posible bañarse con el drenaje colocado, pero hay que prestar atención, porque es un elemento al que no se está acostumbrado.
La mayoría de las veces, en las mastectomías, no realizamos una incisión individual para extirpar los ganglios linfáticos. Si se extirpan los ganglios linfáticos, esto se realizará usando la misma incisión, pero es posible que los pacientes sientan tirantez o tensión debajo del brazo o, a veces, adormecimiento en la parte posterior del brazo. El motivo del adormecimiento en la parte posterior del brazo es que hay nervios que van de la pared torácica al brazo, que son casi como los cables de las líneas telefónicas, y esos cables se encuentran entre los ganglios linfáticos y alrededor de ellos. A veces, esos nervios se irritan o se dañan. En la mayoría de los casos, con el tipo de cirugía que hacemos (en la que ya no extirpamos muchos ganglios linfáticos), si están dañados, puede ocurrir cierto adormecimiento en la parte posterior del brazo justo debajo del hombro durante alrededor de 2 a 4 semanas, que suele resolverse completamente.
En ocasiones, si hay ganglios linfáticos involucrados que tengan cáncer y deban extirparse quirúrgicamente, estos nervios se sacrifican, lo que podría causar un adormecimiento permanente de la parte posterior del brazo. Esto era algo muy común hace 15 o 20 años, cuando en casi todas las mujeres se realizaba la extirpación completa de los ganglios linfáticos, pero ahora que realizamos la extirpación selectiva de ganglios linfáticos, o lo que se llama mapeo de ganglios linfáticos centinela, esto es mucho menos común, por suerte.
Entonces, además de las otras cosas que mencioné, existe siempre el riesgo de desarrollar una infección. En algunos centros médicos, se ofrecen antibióticos después de la cirugía; otros antibióticos solo se administran si hay riesgo de infección que, repito, podría advertir el paciente si nota enrojecimiento o sensación de calor en la piel.
El riesgo de sangrado es un poco mayor en una mastectomía o después de una mastectomía sin reconstrucción porque, como mencioné, existe un área mucho mayor que se opera, y hay mucho más espacio para que se acumule sangre. Los drenajes que se colocan pueden ayudar a extraer esta sangre, pero si advertimos, especialmente en el primer o segundo día después de la cirugía, que un paciente está acumulando sangre debajo de la piel donde hemos operado, entonces a veces es necesario extraer esa sangre con una segunda cirugía. Repito, esto no debería ocurrir, en la mayoría de los centros médicos, más de, aproximadamente, un 10 % de las veces, pero cada vez más pacientes vienen a la consulta con anticoagulantes, ya sea porque anteriormente tuvieron coágulos de sangre, ritmo cardíaco irregular o alguna otra afección para la cual requieren anticoagulantes. Debido a esto, creo que existe un riesgo un poco superior de sangrado después de una mastectomía que antes.
También está la situación en la que se realiza una mastectomía, pero, al mismo tiempo, se realiza la reconstrucción inmediata. En la mayoría de los centros médicos, y ciertamente en el mío, esto se realiza en colaboración con un cirujano plástico; yo retiro el tejido mamario y los ganglios linfáticos, y el cirujano plástico realizará una reconstrucción durante la misma cirugía. Hay muchos tipos de reconstrucción posibles, pero esencialmente, la mayor diferencia está en colocar un expansor de tejido y, luego, cambiarlo por un implante o usar los propios tejidos del paciente, como el colgajo abdominal, o quizás tejido o músculo de la espalda.
Cuando se realizan estas reconstrucciones en el momento de la mastectomía, puede haber otras complicaciones. Es posible que haya un poco más de dolor. Cuando nuestros cirujanos plásticos usan el tejido abdominal, de hecho hay mucho más dolor, pero por otra parte, pueden tomarse muchas medidas en el quirófano para reducirlo, y administramos analgésicos inyectables de mayor duración para el dolor y también analgésicos durante el período de recuperación.
Y ciertamente, cuando se realiza más cirugía en más ubicaciones, también existe el riesgo de sangrado, infección o inflamación en estos otros sitios de operación. Pero, en la mayoría de los centros médicos, los cirujanos plásticos revisan específicamente los posibles efectos secundarios y complicaciones de su parte del procedimiento y, en la mayoría de los centros médicos, repito, en los casos en los que participan cirujanos muy experimentados, estos suelen mantenerse al mínimo.
Creo que esto describe, en general, las principales complicaciones y cuestiones que reconocemos en los primeros días o semanas después de la cirugía.
Jamie DePolo: Bien. Gracias. Tengo un par de preguntas sobre esto. Mencionó el sangrado como posible efecto secundario. Y cuando lo describía, sonaba como si esto fuese algo que el cuerpo está haciendo, produciendo líquido o sangre debido al tejido que se extrajo, y que esto debe resolverse con el drenaje. ¿Pero qué tan común y grave es que la persona esté sangrando de un vaso abierto que quizás se haya pasado por alto durante la cirugía?
Dr. Alexander Miller: Esto sería bastante infrecuente. Es una buena pregunta. Debería ser bastante infrecuente. Probablemente, la posibilidad de que eso ocurra, en la mayoría de los centros médicos, no supera el 10 %, quizás el 15 %. Pero, como dije, creo que lo que ha cambiado... Y repito, el tipo de cirugía y las técnicas que usamos también han cambiado con el tiempo... Pero el mayor cambio que observé en los últimos años es la cantidad de pacientes que vienen y ya están usando anticoagulantes. Por lo que siempre estamos intentando gestionar el riesgo de administrar o no esos anticoagulantes y, por lo tanto, el riesgo de que se forme un coágulo que pueda pasar a las piernas, los pulmones o incluso causar un accidente cerebrovascular, frente al riesgo de sangrado.
Estamos intentando agregar y quitar esos anticoagulantes cerca del momento de la cirugía, lo más rápidamente posible; sin embargo, reconocemos que quizás, como hemos intentado volver a administrarles anticoagulantes para evitar otra complicación relacionada con un ataque cardíaco, un accidente cerebrovascular, o un coágulo, en algún caso podría ocurrir sangrado.
Y lo que ocurre con los vasos sanguíneos es que normalmente se tratan calentándolos (o con cauterización) o cerrándolos con pequeños clips de metal que usamos en el momento de la cirugía. Pero, ocasionalmente, puede ocurrir un espasmo en un vaso sanguíneo muy pequeño o puede quedar muy estrecho en el momento de la cirugía, y no lo veremos sangrar. Luego, en las siguientes 12 a 36 horas podría expandirse de nuevo, o dilatarse, y podría ocurrir sangrado. Entonces, lo más importante para los pacientes con mastectomía es que se los observará muy de cerca, especialmente en el primer y segundo día. En la mayoría de los centros médicos, las mujeres que se realizan una mastectomía sin reconstrucción se quedan en el hospital durante al menos una noche, si es que no son dos. El personal de enfermería debe estar capacitado para saber qué buscar en cuanto a sangrado.
Seguramente una indicación sería la presencia de abundante cantidad de sangre en el drenaje, pero es interesante que los pacientes y el personal de enfermería a veces no reconocen que, después de realizar una mastectomía, la pared torácica se ve muy delgada, y la piel se encontrará casi contra la pared torácica, obviamente porque se ha extraído el tejido mamario. Pero, a veces, cuando hay sangrado, parecerá que no se ha extirpado mucho tejido, pero no se verá anormal necesariamente, y las personas no reconocerán durante varias horas que quizás haya sangrado. Se debe informar a todos sobre esto, para que puedan reconocerlo antes. A veces, si identificamos un pequeño sangrado después de la cirugía, puede controlarse sin volver al quirófano. Pero, si se permite que persista durante varias horas, con frecuencia tendremos que volver al quirófano y resolverlo.
Jamie DePolo: Bien. Ha sido muy útil. Gracias. También pienso en las mujeres que se realizan una mastectomía, pero no quieren realizarse ningún tipo de reconstrucción, por lo que no habría ningún expansor de tejido, ni microcirugía. ¿Hay algún efecto secundario diferente o especial en estos casos particulares? ¿O es lo mismo que una mastectomía?
Dr. Alexander Miller: Además de lo que ya se ha dicho, lo principal que reconozco (y creo que es más un problema a largo plazo, después de la recuperación) es que las mujeres, especialmente las mujeres más jóvenes que eligen no realizarse la reconstrucción, con frecuencia, aunque hayan visto quizás fotografías u otras imágenes en línea o en otro lado, realmente no están preparadas para el aspecto que tendrán sus cuerpos al no haberse realizado la reconstrucción.
Y lo primero que verán son sus incisiones y también, si hay piel extra de la mama, cómo queda en su cuerpo. Muchas mujeres, especialmente las mujeres más grandes, notarán que hay piel en exceso, especialmente debajo del brazo. Solíamos realizar incisiones más grandes y extraer mucha piel para que esa piel quedara ajustada. En mi centro médico, casi nunca hacemos eso ahora, ya sea porque los pacientes podrían requerir radiación (incluso después de la mastectomía) para lo que llamamos cáncer de mama localmente avanzado, o porque al analizarlo con el paciente antes de la cirugía, nos explican que, si bien no quieren una reconstrucción inmediatamente, quizás quieran realizarla en otro momento. Y nuestros cirujanos plásticos prefieren tener piel adicional, si es posible, para mejorar y optimizar su reconstrucción.
Por eso, considero que el mayor cambio que observarán las mujeres es el aspecto de sus incisiones, ya sea que queden simétricas o no, si se realizan una cirugía bilateral o en ambos lados, y también donde reside la piel adicional y cómo se siente eso para ellas. Y hay realmente dos grupos de mujeres que terminan sin realizarse la reconstrucción, al menos, en mi centro médico. Un grupo son las mujeres más jóvenes y muy astutas, con amigos o una exposición exhaustiva a otros materiales (entre ellos, contenido en línea) y han decidido que, por el motivo que sea, esa reconstrucción no es importante. Algunas se realizarán un tatuaje donde estaba el tejido mamario o en su pared torácica, y realmente tienen ideas muy específicas sobre cómo quieren verse después.
Existe otro grupo de mujeres que, por el motivo que sea, no son buenas candidatas quirúrgicas para la reconstrucción. Quizás tengan otras afecciones médicas o quizás sean mayores, menos activas. Por lo que ese es otro grupo de pacientes. Ese grupo de pacientes tiende a tener más problema con esa piel adicional, y quizás haya algunos métodos para extirparla de la parte inferior del brazo. Esto pueden analizarlo con sus cirujanos antes de la cirugía e incluso después.
En el primer grupo de mujeres que específicamente no quieren la reconstrucción y tienen sus ideas sobre cómo verse, a veces, si bien no realizamos la reconstrucción, trabajamos con nuestros cirujanos plásticos después de la mastectomía, una vez que se han recuperado, para perfeccionar o modificar las incisiones de alguna manera si no están felices con ellas. Y esto de hecho ha ocurrido un par de veces.
Jamie DePolo: Lo mejor que se puede hacer, definitivamente, es hablar con el cirujano con anticipación y explorar todas las opciones para reconstrucción o no reconstrucción, y hacer preguntas en relación con eso. Por ejemplo, si una mujer está muy segura de que no querrá nunca una reconstrucción, ella puede tener el resultado que desea, considerando que si quizás quiere la reconstrucción más adelante, entonces probablemente se realizarán incisiones diferentes o se dejará más piel. A fin de cuentas, definitivamente se debe hablar con el cirujano y explorar todas las opciones.
Dr. Alexander Miller: Es realmente importante, y es realmente importante que las mujeres elijan por sí mismas. Muchas veces veo mujeres que intentan complacer a sus cónyuges o parejas, y todos nuestros estudios y experiencia demuestran que las mujeres realmente deben elegir aquello que las haga sentir más cómodas a ellas mismas. No deben sentirse presionadas, tampoco, para tomar estas decisiones.
El cáncer de mama no es algo que se desarrolla de un día para otro, por lo que deben sentirse muy cómodas tomándose una semana o más para tomar una decisión. Y si después de salir del consultorio del cirujano deciden algo como: “Lo he pensado, y quisiera ir a una consulta con un cirujano plástico”, a pesar de que el cirujano haya recomendado una lumpectomía, ningún cirujano debería sentirse incómodo con esa decisión o solicitud y debe aceptarlo.
Si tienen otras preguntas después de salir del consultorio, deberían, repito, volver a comunicarse con el cirujano para hacer más preguntas y también deberían sentirse bien acerca de pedir una segunda opinión. Muchas veces las recomendaciones de los cirujanos se basan en la realidad de la comunidad local. Entonces, por ejemplo, si un cirujano está en una comunidad en la que los cirujanos plásticos no pueden ofrecer una reconstrucción microquirúrgica usando el propio tejido del paciente, no la ofrecerán necesariamente. E incluso así, creo que es importante, si los pacientes tienen preguntas sobre esto, preguntar: Bien, ¿cuál es el cirujano o centro médico más cercano que podría ofrecer esta opción? En un mundo ideal, ¿eso sería adecuado para mí?.
Y de forma similar, solo con la opción de lumpectomía frente a mastectomía, sabemos, basándonos en literatura médica, que cuando se eligen los pacientes adecuadamente, el resultado o el riesgo de tener cáncer de nuevo es muy bajo con cualquiera de las opciones: ya sea una lumpectomía, en cuyo caso se requiere algún tipo de radiación posteriormente, o una mastectomía, en cuyo caso mayormente no se requiere radiación. Pero, si estas operaciones se realizan adecuadamente, la probabilidad de que el cáncer regrese en esa área, en esa mama, es de alrededor del 7 %, más o menos algunos puntos de porcentaje. Entonces, los resultados son equivalentes e, incluso así, existe mucha presión en determinados centros médicos para intentar realizar lumpectomías. Existe cierta presión en otros centros médicos para recomendar mastectomías, e incluso hay otros en los que se recomienda cirugía mamaria bilateral.
Y todas estas decisiones son muy individuales. Hay varios criterios en los que debería basarse cada decisión. Repito, una paciente realmente debe sentirse segura de haber recibido todas las opciones. Si no es candidata para uno de estos procedimientos, debe preguntarle al cirujano por qué y recibir una respuesta razonable y adecuada. Si después sigue teniendo preguntas, como dije, debe sentirse libre de volver a comunicarse con el cirujano o buscar otras fuentes de información.
Jamie DePolo: Excelente consejo. Todavía no hemos mencionado un tema: el linfedema. Y sé que muchas personas tienen esa afección, gracias a los visitantes de nuestro sitio, y muchos temen desarrollarla cuando van a realizarse una cirugía. En su experiencia, ¿qué tan común es eso? ¿Hay algo que se pueda hacer con anticipación? Por ejemplo, medirse los brazos para ver si se desarrolla inflamación, hacer un seguimiento estricto, algo que reduzca los riesgos lo más posible, etc. ¿Alguna recomendación?
Dr. Alexander Miller: Es una pregunta excelente. En esta nueva era, estamos extirpando menos ganglios linfáticos. Tenemos una técnica llamada mapeo de ganglios linfáticos centinela, en la que usamos materiales radioactivos muy seguros o una tintura azul que destaca los ganglios linfáticos con más probabilidad de desarrollar cáncer. Y en el transcurso de la extirpación de menos ganglios linfáticos, los casos de linfedema han disminuido tremendamente. Si bien en el pasado podría haber alcanzado de un 20 a un 25 %, ahora, en las mujeres a quienes solo se les extirpa un par de ganglios linfáticos, la probabilidad de tener linfedema considerable o perceptible debe ser del 5 % o menos.
Sin embargo, siempre hay mujeres que tendrán cierto grado de inflamación en el brazo. Y repito, esperamos que la mayor parte sea muy mínima y pueda tratarse con terapia de masaje y quizás fisioterapia. Pero algunas mujeres, ya sea debido a su enfermedad o determinadas características anatómicas, todavía tendrán el clásico tipo de inflamación de brazo que es bastante reconocible. Ahora, existe un nuevo procedimiento en el que puede moverse tejido del ganglio linfático y otros tipos de tejido debajo del brazo y reconstruirse allí. Comúnmente, esto lo realizan microcirujanos o cirujanos especializados en reconstrucción, y eso es algo que se debe analizar con el cirujano.
Pero, para responder su pregunta en cuanto a la prevención, el primer paso, sin duda, es quitar la menor cantidad posible de tejido para ofrecer el tratamiento adecuado. Y luego, una vez realizada la cirugía, tener cuidado de no realizar extracciones de sangre en ese brazo, en lo posible. Pero creo que la idea de que no se puede medir la presión arterial en ese brazo es probablemente anticuada. No existe ninguna razón por la que un paciente no se pueda medir la presión arterial de algunas semanas a quizás un mes o dos después de la cirugía, una vez que haya sanado, porque solo comprimir el brazo no debería causar linfedema.
Lo que puede desencadenar linfedema es algo como un arañazo o una mordedura de insecto o de una mascota, o algún tipo de herida en la mano o en el brazo. Si un paciente a quien se le han extirpado ganglios linfáticos experimenta cualquiera de estos eventos traumáticos, debe comunicarse con el médico. En ocasiones, se recomendará la administración de antibióticos o alguna limpieza especial del brazo, porque cuantos más ganglios linfáticos se extraen, más probabilidad hay de inflamación e infección del brazo. Y si esa infección o inflamación no se corrigen oportunamente, pueden derivar en linfedema. Por lo que eso es muy importante.
Nuevamente, como con todas estas cosas que estamos tratando, es muy importante analizar con el cirujano ese riesgo o la posibilidad de que ocurra esto y averiguar la experiencia del cirujano con este tema particular y cómo lo maneja. En nuestro centro médico, tenemos un grupo de fisioterapia especializado que se encarga de los pacientes con linfedema. Es bastante poco frecuente que haya que realizar mucho más que una terapia de masaje y algún otro tipo de ejercicio, pero ocasionalmente, a una mujer con un linfedema considerable se le recomendará usar un dispositivo de soporte elástico que se adapte al brazo. Estos no son particularmente cómodos, especialmente en verano cuando hace calor, pero por otra parte, realmente puede reducir el grado de inflamación que experimentan las mujeres.
Jamie DePolo: Gracias. Muy buenos consejos todos. Y finalmente, quisiera saber si le ofrece a sus pacientes una lista de cosas para hacer, antes de la cirugía en el hospital, que pueda ayudar a reducir cualquier efecto secundario de la cirugía, o cosas para hacer en casa después de la operación. Me pregunto si tiene algún consejo para las personas que se están preparando para una cirugía.
Dr. Alexander Miller: Desde luego. Lo primero sería intentar identificar si la persona es fumadora. Si es fumadora, le pedimos que reduzca la cantidad que está fumando o que comience algún tipo de programa para dejar de fumar. Hay evidencia clara de que fumar interfiere con la cicatrización de heridas, probablemente al interferir con la anatomía normal de los vasos sanguíneos y la circulación. Por lo tanto, si existe alguna oportunidad de intervenir a los fumadores antes de la cirugía, realmente intentamos hacerlo. De hecho, algunos de nuestros colegas cirujanos plásticos analizan la presencia de nicotina en el cuerpo y, si el nivel de nicotina es demasiado elevado, no proceden con la reconstrucción en ese momento. Por lo que eso es muy importante.
Otros puntos que analizamos son la alimentación saludable, el ejercicio y el descanso. Esto siempre es un desafío, incluso durante una vida normal, y cuando la vida se nos trastorna debido a un diagnóstico de cáncer, se hace aún más difícil. Se precisaron muchos años para obtener información válida sobre la correlación entre la recuperación y el tratamiento del cáncer, y cosas como una dieta saludable, el ejercicio y el sueño. Por eso realmente intentamos alentar a los pacientes a comer de manera sana (si son menores de 65 años, reducir la cantidad de proteína animal que consumen, especialmente la carne roja), que intenten hacer ejercicio al menos 30 minutos de 3 a 4 veces por semana y que duerman, al menos, 8 horas durante la noche. No siempre es posible, pero estos son los objetivos por los que luchamos. Y eso se recomienda incluso después de la cirugía, más allá de que el ejercicio debe restringirse y modificarse según el tipo de operación que se hayan realizado.
Entonces, estos son puntos muy importantes. Queremos saber si nuestros pacientes tienen alguna dificultad. Por ejemplo, cuando hubo una epidemia de gripe durante el otoño e invierno, tuvimos que posponer muchas cirugías, porque los pacientes tenían síntomas similares a la gripe, y no queríamos operar durante ese período o con cualquier otro tipo de alteración en la salud. A veces, recibimos o identificamos determinadas anormalidades en radiografías y análisis que hacemos antes de la cirugía. Si detectamos anormalidades en los análisis de sangre, las radiografías de tórax o los electrocardiogramas, verificamos todas esas cosas antes de ir a cirugía, para asegurarnos de que el paciente esté lo más saludable posible antes de realizar estos procedimientos.
Además, cerca del momento de la cirugía, muchos médicos recomiendan que los pacientes se laven el cuerpo con jabón antibacterial de buena calidad para reducir la probabilidad de una infección en la piel. Así, diferentes cirujanos tendrán determinados tratamientos que analizarán con los pacientes, para usar determinados tipos de jabones antibacteriales, si no son alérgicos a ellos, que ayudarán a reducir el riesgo de infección.
La mayoría de los cirujanos no quieren que los pacientes se afeiten, especialmente debajo de los brazos, entre 2 a 3 días antes de la cirugía, como mínimo. Es posible que afeitemos los sitios quirúrgicos el mismo día de la cirugía, pero la literatura médica demuestra que, si el afeitado se realiza entre los 2 días anteriores a la cirugía, aumenta el riesgo de infección. Entonces, el momento en que se realiza cualquier tipo de afeitado o alteración de la piel es muy importante. Y creo que esas son probablemente las consideraciones preoperatorias más importantes.
Jamie DePolo: Muchísimas gracias, Dr. Miller. Esto ha sido muy útil, y esta información será muy valiosa para los visitantes de nuestro sitio.
Dr. Alexander Miller: Un placer. Muchas gracias.
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