La historia de whippetmom: Tras años de considerar la cirugía preventiva, llegó el diagnóstico
whippetmom forma parte de la comunidad de Breastcancer.org.
Siempre supe que, algún día, sonaría el teléfono y oiría la voz de un médico que me diría que tenía cáncer de mama. Con tres —posiblemente cuatro— generaciones de mujeres que tuvieron cáncer de mama en mi familia, estaba bastante segura de que tenía un número ganador para la enfermedad. Tenía 58 años cuando recibí el diagnóstico en 2008, la misma edad que tenía mi madre cuando la diagnosticaron hace 30 años.
Siempre supe que me haría una reconstrucción mamaria. Consulté a muchos cirujanos plásticos con el paso de los años porque consideraba la posibilidad, pero nunca di el paso hacia una mastectomía bilateral preventiva. Recuerdo haber visto mamas reconstruidas en la década de los ochenta, y lucían bastante bien para mí, incluso en esa época. Mi madre no quiso hacerse la reconstrucción mamaria. En ese momento, simplemente no le importaba, pero la verdad es que, más adelante, se arrepintió de no haberse hecho la reconstrucción. Le habían practicado una mastectomía radical modificada sin preservación de la piel, así que en realidad nunca tuvo la opción años después, cuando lamentaba su decisión. Ahora, una generación más tarde, es muy posible reconstruir una mama, incluso después de una mastectomía sin preservación de la piel.
A algunas mujeres no les importa hacerse la reconstrucción después de una cirugía de mama. Algunas se sienten “liberadas” por no tener que usar más sostén y deciden no hacerse la reconstrucción. Las aplaudo por eso. Pero simplemente no era la dirección que yo quería tomar en este viaje. Así que sabía que iba a querer quitarme ambas mamas y que me colocaran expansores de tejido e implantes de silicona lisos y redondos. Investigué mucho sobre implantes mamarios de silicona durante los últimos veinte años de mi vida. En la década de los noventa, formé parte del equipo de investigación de negligencia médica centrado en la controversia con los implantes mamarios de silicona. Sabía que la silicona era segura.
Tenía absoluta confianza en mi cirujano plástico de Kaiser, elegido cuidadosamente por una amiga cercana que era oncóloga médica. El cirujano plástico me dijo: “Si hago bien mi trabajo, deberías tener muy poca molestia con los expansores de tejido”.Y en efecto, así fue. Había revisado los tamaños de implantes mamarios que me gustaban junto con el cirujano plástico, así que no hubo sorpresas cuando me desperté tras la cirugía. Lo haría todo de nuevo, pero me alegro mucho de que ya haya quedado atrás. Ahora ayudo a otras mujeres que tienen problemas con la reconstrucción mamaria con implantes y que acuden a este sitio web.
El mes que viene, voy a celebrar mi 6.º año sin cáncer y mi 6.º año como miembro de esta organización maravillosa, mi segundo hogar, Breastcancer.org.