La historia de have2laugh: Mis hermanas y yo tuvimos cáncer de mama cuando teníamos poco más de 40 años

have2laugh recibió el diagnóstico a la edad de 43 años, y a dos de sus hermanas también las diagnosticaron cuando tenían poco más de 40 años.
 
havetolaugh

have2laugh forma parte de la comunidad de Breastcancer.org.

Me llamo Megan y me diagnosticaron carcinoma ductal in situ (CDIS) cuando tenía 43 años, en enero de 2014. En diciembre de 2013, me había hecho la primera resonancia magnética (RM) por consejo del radiólogo, debido a que tengo mamas densas y marcados antecedentes familiares. No tuve una consulta de seguimiento con mi ginecóloga, pero me sentí tranquila porque pasó un mes y no tuve noticias relacionadas con estos resultados. Supuse que los resultados eran negativos. Me produjo una conmoción recibir una llamada del centro de radiología acerca de programar una biopsia. Mi respuesta: “¿Por qué me tengo que hacer una biopsia?”. Mis resultados indicaban BI-RADS 4 y, aunque ese día habían llamado a mi ginecóloga, ella supuso que el radiólogo había hablado conmigo. Como enfermera titulada, debí haber hecho una consulta de seguimiento antes y me hago cargo de eso. Ahora sé cómo es la política del consultorio y recojo el informe dictado 7 días después de hacerme cualquier análisis.

Mis antecedentes familiares incluyen a dos hermanas con diagnóstico de carcinoma ductal invasivo (CDI), una a los 44 años y la otra a los 45. Somos cinco hermanas en la familia, tres de las cuales tuvimos cáncer de mama. Todas dimos negativo en el análisis de BRCA y estoy a la espera de la aprobación para hacerme análisis genéticos más avanzados en mayo. Hace poco, dejé un empleo que me encantaba para volver con mi empleador anterior: un sistema hospitalario más grande que incluye el centro oncológico regional en mi zona. Es una pena tener que cambiar de trabajo por motivos relacionados con el seguro, pero es la realidad de muchísimas personas en este país. Creo que está muy mal que a las personas con antecedentes marcados se nos niegue cobertura para hacernos análisis genéticos más exhaustivos, más allá de los genes BRCA.

Entre mis hermanas, nos apoyamos mucho. Estamos desperdigadas por Vermont, Nueva Jersey y Florida, así que varias de mis hermanas acompañaron más a la primera que recibió el diagnóstico, y que ciertamente tuvo más dificultades con la quimioterapia y con una mastectomía unilateral con colgajo TRAM. A mi segunda hermana la diagnosticaron antes y tuvo una recuperación rápida tras una sola operación y radiación. Literalmente solo tuvo la piel rosada la última semana que recibió radiación y, aparte de eso, tuvo efectos secundarios muy leves. Al principio, me incliné por la mastectomía bilateral con reconstrucción porque creí que había esquivado por poco la bala del cáncer invasivo, pero me persuadieron para que optara por conservar las mamas. Además, tengo antecedentes de miocardiopatía, así que me asustaba la posibilidad de recibir radiación del lado izquierdo, pero me dieron la autorización para este tratamiento y tengo una consulta de seguimiento con el cardiólogo en unas semanas.

Empecé esto con una actitud algo ingenua, pensando que solo tenía CDIS, así que debería ser fácil. No resultó como estaba previsto porque el CDIS consistía en una gran zona con varios focos. Tras la segunda cirugía, que fue una cuadrantectomía, todavía me quedaban dos márgenes opuestos a menos de 1 mm de distancia del borde. Como cumplía con los criterios de márgenes limpios, dado que no tocaban el borde, seguí con 33 sesiones de radiación. Tuve dificultades con las quemaduras por radiación. Lamentablemente, también tengo linfedema troncal en esta mama, con lo cual estoy aprendiendo a lidiar y que espero que me sirva de lección el año que viene. Así que un diagnóstico menor no siempre significa un camino más fácil. Mis hermanas me apoyaron mucho, pero a menudo me sorprende la cantidad de personas que hacen comentarios como: “En realidad, no tienes cáncer”, o que cuestionan tu opción de tratamiento. No recuerdo que ninguna de mis dos hermanas haya tenido que justificar sus planes de tratamiento. Sigo controlándome con mamografías y RM cada seis meses, ya que algo en la otra mama y en la que me operé aún presenta cambios que están observando. Me hago controles con mayor frecuencia que mis hermanas.

Tengo dos hijas, al igual que cada una de mis hermanas afectadas. Nuestra esperanza para esta próxima generación es que no tengan que hacerse ningún tratamiento. Ojalá los análisis genéticos permitan descubrir más maneras de modificar el riesgo de nuestros hijos mediante cambios en el estilo de vida o incluso terapia génica. A muchas de mis amigas les sorprendió que yo actuara con total naturalidad en el momento del diagnóstico. Sabía que corría mayor riesgo y no me sorprendí. Para algunas familias, el cáncer de mama y otras enfermedades son simplemente un hecho de la vida. En el caso de mi hija menor, ella no solo hereda mis antecedentes familiares, sino también los de mi esposo. A su madre le diagnosticaron cáncer de mama en estadio IV a los 39 años y murió a los 43, la misma edad que tenía yo cuando recibí el diagnóstico. Nuestra experiencia trajo a la luz algunos problemas no resueltos para él, pero en última instancia, fortaleció nuestro vínculo. Siento que lo mío es poco al lado de lo que han soportado otras mujeres y espero de todo corazón que mis hijas formen parte de la generación que logre evitar esta enfermedad del todo. Ojalá podamos aprender algo compartiendo nuestras historias.

-- have2laugh, que comparte un diagnóstico con dos hermanas