El ejercicio reduce el riesgo de problemas cardíacos funcionales relacionados con la quimioterapia
Las mujeres que recibían quimioterapia con antraciclinas para el cáncer de mama en estadio temprano y que hicieron ejercicio tres o cuatro días a la semana durante un año presentaron un riesgo menor de problemas funcionales y una mejor salud cardiovascular en comparación con las mujeres que no hicieron ejercicio, según un estudio australiano.
La investigación se publicó en línea el 7 de noviembre de 2022, en la revista Circulation. Lee el resumen disponible en inglés de “Exercise for the Prevention of Anthracycline-induced Functional Disability and Cardiac Dysfunction: The BREeast Cancer Randomized EXercise InTervention (BREXIT) Study” (Ejercicio para prevenir la disfunción cardíaca y la discapacidad funcional provocadas por las antraciclinas: BREeast Cancer Randomized EXercise InTervention [BREXIT], un estudio aleatorizado sobre el ejercicio y el cáncer de mama).
Acerca de las antraciclinas utilizadas en quimioterapia
Existen cinco tipos de medicamentos de quimioterapia con antraciclinas que se utilizan para tratar el cáncer de mama:
Adriamycin (nombre genérico: doxorrubicina)
Ellence (nombre genérico: epirrubicina)
Doxil (nombre genérico: doxorrubicina liposomal)
daunorrubicina (marcas comerciales: Cerubidine, DaunoXome)
mitoxantrona (marca comercial: Novantrone)
Las antraciclinas actúan dañando los genes de las células cancerosas e interfieren en su reproducción.
Al igual que todos los medicamentos de quimioterapia, las antraciclinas pueden causar efectos secundarios, como daño al corazón, que pueden provocar insuficiencia cardíaca. Las antraciclinas también pueden causar fatiga y pérdida de masa muscular, dos efectos capaces de reducir la capacidad de una persona para llevar a cabo actividades esenciales, como bañarse, vestirse y asistir a consultas.
La importancia del ejercicio durante el tratamiento del cáncer de mama
En un estudio llevado a cabo en octubre de 2022, se descubrió que las personas que comenzaron un programa de ejercicio mientras recibían quimioterapia tuvieron efectos secundarios menos graves y recuperaron su funcionamiento físico habitual con mayor rapidez, en comparación con las personas que empezaron a hacer ejercicio después de terminar la quimioterapia.
En mayo de 2022, la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO, sigla en inglés) publicó pautas sobre el ejercicio, la alimentación y el control del peso durante el tratamiento para el cáncer de mama, en las que básicamente considera el ejercicio parte del tratamiento para el cáncer de mama.
Un estudio de más de 1500 supervivientes de cáncer de los Estados Unidos también permitió demostrar la importancia de hacer ejercicio después de terminar el tratamiento del cáncer de mama. Los sobrevivientes que no hacían ejercicio y permanecían sentados la mayor parte del día tenían mayores probabilidades de morir de cáncer o de otras causas en comparación con las personas que permanecían menos tiempo sentadas y eran más activas.
Acerca del estudio
En este estudio, llamado BREXIT, participaron 102 mujeres australianas con diagnóstico de cáncer de mama en estadio I, II y III. Todas las mujeres recibían la combinación de quimioterapia conocida como AC: Adriamycin y Cytoxan (nombre genérico: ciclofosfamida).
Las mujeres que participaron en el estudio tenían una edad promedio de 51 años y las siguientes características:
Alrededor del 90 % eran blancas y el 9 %, asiáticas.
El 51 % seguían los 150 minutos recomendados o más de una semana de ejercicio moderado a enérgico antes de recibir el diagnóstico de cáncer de mama.
El 60 % recibieron un diagnóstico de cáncer de mama positivo para receptores de hormonas.
El 64 % recibieron quimioterapia antes de la cirugía (lo que los médicos llaman quimioterapia neoadyuvante).
Los investigadores dividieron a las mujeres en forma aleatoria en dos grupos:
52 mujeres en el grupo de ejercicio
50 mujeres en el grupo de cuidado habitual
Las mujeres en el grupo de ejercicio hicieron tres o cuatro sesiones por semana de ejercicio aeróbico y de resistencia según un plan estructurado durante 12 meses. Los entrenadores supervisaron las sesiones de ejercicio durante los primeros tres meses, y la intensidad del ejercicio fue aproximadamente un 5 % menor en la semana en que las mujeres recibían quimioterapia. A continuación, las mujeres hicieron ejercicio parcialmente supervisado durante 14 semanas y luego siguieron un programa de mantenimiento de 26 semanas en casa, en un gimnasio o en un centro de salud comunitario.
Las mujeres que formaban parte del grupo de cuidado habitual recibieron información acerca de cómo mantenerse físicamente activas durante el tratamiento.
Los investigadores evaluaron el estado físico y el funcionamiento de las mujeres tres veces durante el estudio:
al comienzo del estudio
cuatro meses después de terminar la quimioterapia
12 meses después de iniciado el estudio
A fin de evaluar el estado físico y el funcionamiento, los investigadores midieron el consumo máximo de oxígeno (valor máx. de VO2) mientras las mujeres caminaban en una cinta caminadora inclinada.
Si una persona presentaba un valor máx. de VO2 de 18 o menos. se consideraba que tenía problemas de funcionamiento porque se estima que un valor máx. de VO2 de 18 es el requisito mínimo para llevar a cabo las actividades de la vida diaria.
El valor máx. de VO2 también se considera un buen factor pronóstico de la insuficiencia cardíaca.
Desde el comienzo del estudio hasta cuatro meses después de que las mujeres terminaran la quimioterapia:
El valor máx. de VO2 disminuyó en un 6 % en las mujeres del grupo de ejercicio.
El valor máx. de VO2 disminuyó en un 13 % en las mujeres del grupo de cuidado habitual.
Doce meses después de iniciado el estudio:
El valor máx. de VO2 fue un 7 % menor que al principio del estudio en las mujeres del grupo de cuidado habitual.
El valor máx. de VO2 fue un 9 % mayor que al principio del estudio en las mujeres del grupo de ejercicio.
“Demostramos que un programa de [ejercicio] personalizado y estructurado de 12 meses proporciona beneficios marcados en cuanto al valor máx. de VO2 y al funcionamiento cardíaco. En las personas que cumplen con el programa, tales beneficios se traducen en un menor riesgo de discapacidad funcional”, concluyen los investigadores. “Consideradas en conjunto, la magnitud y la uniformidad de los beneficios del [ejercicio] que se observan en todas las mediciones funcionales y bioquímicas, así como en las pruebas por imágenes, proporcionan los datos más contundentes hasta la fecha para recomendarles el ejercicio a todas las personas con diagnóstico de [cáncer de mama] que reciban quimioterapia cardiotóxica”.
Qué significa esto para ti
Los resultados de este estudio ofrecen más pruebas de la importancia del ejercicio para las personas que recibieron un diagnóstico de cáncer de mama.
El ejercicio puede ayudarte a lograr lo siguiente:
mantener el estado físico
conservar la masa muscular
aliviar la fatiga
disminuir el riesgo de problemas funcionales
mejorar la calidad de vida
reducir el riesgo de enfermedad cardíaca
mantener un peso saludable
Y si eso no es suficiente, en un estudio de noviembre de 2022 se descubrió que incluso el ejercicio moderado, como una caminata rápida o andar en bicicleta a un ritmo tranquilo, puede reducir el riesgo de morir a causa del cáncer de mama.
Aun así, si todavía estás recibiendo tratamiento, puede ser difícil encontrar la motivación y el tiempo necesarios para hacer ejercicio casi todos los días, especialmente si tienes que lograr un equilibrio con todas las demás actividades y tareas.
Comenzar de a poco y luego ir aumentando gradualmente la intensidad y la duración del ejercicio puede resultarte de ayuda, en especial si nunca hiciste ejercicio. Puedes comenzar por caminar de 15 a 20 minutos por día. Andar en bicicleta despacio o practicar el estiramiento suave también son buenas opciones para principiantes.
Caminar o hacer otro tipo de ejercicio con una amiga puede darte la motivación que necesitas para sacar el tiempo necesario y ejercitarte todos los días. Asimismo, puedes tomarlo como una oportunidad para socializar.
Nunca es demasiado tarde para ponerse en movimiento. Y una vez que comiences... ¡no dejes de hacerlo!
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— Se actualizó por última vez el 22 de febrero de 2023, 16:31