Expertos de la ESMO publican recomendaciones sobre el tratamiento para el cáncer durante la pandemia de COVID-19
Según las recomendaciones de un panel de expertos de la Sociedad Europea de Medicina Oncológica (ESMO), los médicos no deben detener ni retrasar ningún tipo de tratamiento del cáncer que podría afectar la supervivencia general de una persona.
También señalan que no todas las personas con diagnóstico de cáncer automáticamente corren un riesgo alto de infección por coronavirus o complicaciones graves si tienen COVID-19.
Las recomendaciones se publicaron en Internet el 31 de julio de 2020, en la revista Annals of Oncology. Lee el artículo disponible en inglés “Managing cancer patients during the COVID-19 pandemic: An ESMO Interdisciplinary Expert Consensus” (Tratamiento de pacientes oncológicos durante la pandemia de COVID-19: opinión general interdisciplinaria de expertos de la ESMO).
¿Qué es la COVID-19?
Los coronavirus forman un grupo grande de virus que pueden provocar enfermedades respiratorias en seres humanos y animales. El coronavirus que afecta al mundo en este momento se llama SARS-CoV-2, y la enfermedad que provoca se llama enfermedad por coronavirus de 2019, nombre que se abrevia como COVID-19.
Muchas personas que se contagian la COVID-19 presentan síntomas leves y algunas no tienen ninguno. Aun así, cualquier persona que se contagie la COVID-19 puede portar y propagar la infección, sin importar qué tan intensos o leves sean sus síntomas.
La COVID-19 es muy contagiosa, unas 3 veces más contagiosa que la gripe, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, sigla en inglés). Mayormente, se propaga por contacto estrecho con personas infectadas mediante gotículas de líquido respiratorio que se producen cuando una persona tose o estornuda. Estas gotículas respiratorias pueden desplazarse por el aire y pueden inhalarse o introducirse en la nariz, en la boca o en los ojos de personas que se encuentren cerca. Por eso, se recomienda mantener una distancia de 6 pies (2 metros) de otras personas, usar mascarilla y lavarse las manos con frecuencia para disminuir la velocidad con que se propaga el virus.
Riesgos de la COVID-19 para personas que tienen cáncer
Cuando la COVID-19 comenzó a propagarse en todo el mundo a principios de 2020, se consideró que las personas con diagnóstico de cáncer estaban particularmente en riesgo de sufrir complicaciones graves, aunque no se sabía mucho acerca del virus. Sin embargo, a medida que se ha investigado más al respecto, parece que no todas las personas con diagnóstico de cáncer corren un riesgo alto si se contagian la COVID-19. Para asegurar de que las personas que tienen cáncer reciban la mejor atención durante la pandemia de COVID-19, los expertos de la ESMO elaboraron sus recomendaciones.
Recomendaciones sobre el tratamiento para el cáncer durante la pandemia de COVID-19
“El consejo global es que si un tratamiento contra el cáncer puede afectar la supervivencia general del paciente, no debe suspenderse ni retrasarse”, señaló en un comunicado el autor principal, el Dr. Giuseppe Curigliano, Ph.D., del Instituto Europeo de Oncología.
La recomendación se redactó porque no hay datos que relacionen los inhibidores de puntos de control inmunitario, la terapia hormonal o las terapias dirigidas con un mayor riesgo de sufrir complicaciones de la COVID-19.
“Desde ya, sigue siendo fundamental el análisis caso por caso a cargo de equipos multidisciplinarios para sopesar el riesgo de contagiarse y el control tumoral”, agregó Curigliano.
Según Curigliano, en las recomendaciones también advierten que no se debe considerar a todos los pacientes con diagnóstico de cáncer vulnerables a la COVID-19, sin importar la edad, el sexo, el tipo de tumor o el estadio.
En los primeros días de la pandemia de COVID-19, se informó que las personas con diagnóstico de cáncer corrían un riesgo mayor de contraer la enfermedad y sufrir un cuadro más grave. Sin embargo, los datos recopilados hasta fines de julio de 2020 parecen indicar que muchas personas con tumores sólidos no son más vulnerables a resultados graves de la COVID-19 que una persona de la población general a quien no le han diagnosticado cáncer.
“Teniendo en cuenta los datos actuales, solo los pacientes de edad avanzada, con varias enfermedades concomitantes o que estén recibiendo quimioterapia son vulnerables a la infección”, afirmó Curigliano. “En esta población, antes de iniciar cualquier tratamiento, recomendamos hacerles análisis de la COVID-19 a los pacientes con una prueba de RT-PCR inmediata (reacción en cadena de la polimerasa con retrotranscripción previa), el método de referencia actual para el diagnóstico, a fin de descartar que el paciente se haya contagiado la enfermedad por coronavirus”.
Las recomendaciones completas consisten en varias indicaciones, entre ellas:
Con respecto a las consultas en forma virtual, las consultas presenciales en las que se proporciona información importante relacionada con el cáncer, incluidos el diagnóstico y los planes de tratamiento, pueden ser más eficaces que las consultas por teléfono o por video. Es necesario tener en cuenta los riesgos de viajar para el paciente y la exposición a la COVID-19. Si resulta práctico, en una clínica se deben tomar medidas de seguridad para que los pacientes puedan ir acompañados de una persona que les brinde apoyo durante la consulta presencial.
La priorización del tratamiento para el cáncer deben adaptarse al estado de la pandemia. Si los recursos de atención sanitaria no están agotados, la regla general es que las operaciones previstas para pacientes con diagnóstico de cáncer que no pueden posponerse por 3 meses se programen lo antes posible, tomando las precauciones necesarias. En situaciones en que los recursos están agotados, solo pueden prestarse servicios de emergencia y tienen que administrarse tratamientos alternativos para el cáncer que aún estén disponibles, con un plan implementado conjuntamente con las autoridades sanitarias.
Si las personas con diagnóstico de cáncer necesitan ingresar en el hospital, se les debe hacer el análisis de la COVID-19, más allá de que presenten o no síntomas y qué tipo de síntomas tengan.
A las personas con diagnóstico de cáncer que asistan a una clínica para pacientes ambulatorios se las debe examinar para ver si tienen COVID-19, lo que incluye preguntas sobre síntomas y viajes, y el control de la temperatura.
A todos los trabajadores de atención sanitaria se les debe proporcionar equipo de protección personal, que deben usar meticulosamente.
A fin de reducir el riesgo de que las personas que reciben tratamiento para el cáncer tengan cifras bajas de glóbulos blancos, los médicos deben considerar ampliar el uso de ciertos medicamentos conocidos como factores estimulantes de colonias de granulocitos. Neulasta (nombre genérico: pegfilgrastim) es un ejemplo de factor estimulante de colonias de granulocitos.
Las personas con diagnóstico de cáncer que se contagien la COVID-19 deben recibir tratamiento con anticoagulantes para reducir el riesgo de tener coágulos de sangre.
La prueba de reacción en cadena de la polimerasa inmediata con retrotranscripción previa (RT-PCR) es el método de referencia actual para diagnosticar la COVID-19.
Los análisis de anticuerpos no pueden reemplazar la prueba de RT-PCR inmediata para la COVID-19.
La capacidad de una persona de contagiarles la COVID-19 a otras está determinada por la presencia del virus en distintos líquidos, secreciones y desechos corporales.
Si a una persona con diagnóstico de cáncer le recetan un tratamiento con un inhibidor de puntos de control inmunitario y no tiene COVID-19, dicho tratamiento no debe demorarse ni suspenderse. Si una persona con diagnóstico de cáncer da positivo en el análisis de la COVID-19, el tratamiento debe posponerse hasta que se recupere de la COVID-19.
Los corticoides en dosis altas pueden aumentar el riesgo de efectos secundarios graves relacionados con la COVID-19 en una persona con diagnóstico de cáncer. Si una persona está tomando corticoides en dosis elevadas para el tratamiento del cáncer y se contagia la COVID-19, debe utilizarse un medicamento inmunodepresor diferente, de ser posible.
Los inhibidores de la tirosina cinasa, como Tukysa (nombre genérico: tucatinib) pueden afectar la forma en que responde el sistema inmunitario si una persona se contagia la COVID-19. Es necesario que los médicos y los pacientes sopesen los riesgos y los beneficios de continuar con un medicamento como Tukysa en caso de contraer la COVID-19.
Con respecto a las personas a quienes se les diagnosticó cáncer de mama en estadio temprano y que reciben quimioterapia, los médicos y los pacientes deben analizar los riesgos y los beneficios de continuar la quimioterapia. Se deben evitar las demoras prolongadas en la quimioterapia, y los pacientes deben recibir tratamiento con medicamentos complementarios para reducir el riesgo de infección.
Ser mayor, tener cáncer que crece, fumar o vapear, no estar en buena forma y tener otras afecciones, como presión arterial elevada o diabetes, son todos factores de riesgo de complicaciones más graves de la COVID-19.
Durante la pandemia de COVID-19, es posible considerar cambios en un protocolo de ensayo clínico, siempre que todo se documente en los registros de los participantes y se notifique al patrocinador. No debe haber cambios en los informes de seguridad.
Qué significa esto para ti
Si bien todavía hay muchos aspectos desconocidos sobre la COVID-19, las recomendaciones de estos expertos son muy alentadoras. Es útil saber que las personas con diagnóstico de cáncer que presentan el riesgo más alto de complicaciones graves de la COVID-19 son:
personas mayores
personas con otras afecciones, como diabetes, presión arterial elevada y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)
personas que reciben quimioterapia
Si te encuentras en este grupo, puedes tomar medidas muy estrictas para reducir tu riesgo de contagiarte la COVID-19, por ejemplo:
quedarte en casa
evitar los espacios públicos y las reuniones sociales
usar mascarilla
trabajar desde casa
lavarte las manos
evitar tocarte la cara
usar desinfectante de manos con alcohol
limpiar y desinfectar las superficies que tocas con frecuencia, incluidos objetos que tal vez no se te ocurran, como perillas y picaportes, interruptores de la luz, grifos y teléfonos
También tiene sentido elaborar un plan con el médico para hacer un seguimiento de los síntomas de la COVID-19, además de pensar qué medidas tomar si te contagias.
Para obtener más información sobre la COVID-19 y el cáncer de mama, lee el Informe especial de Breastcancer.org: el impacto de la COVID-19 en el tratamiento para el cáncer de mama.
— Se actualizó por última vez el 20 de diciembre de 2022, 1:14