Los programas de ejercicios en casa para bajar de peso no ayudan a tratar el linfedema relacionado con el cáncer de mama
Ni los programas de ejercicios en casa ni aquellos para bajar de peso (o una combinación de ambos) mejoraron el linfedema más que el estándar de atención en mujeres con sobrepeso que habían recibido tratamiento contra el cáncer de mama, según un estudio.
La investigación fue publicada en línea el 15 de agosto de 2019 por JAMA Oncology. Lee el resumen disponible en inglés de “Effect of Home-Based Exercise and Weight Loss Programs on Breast Cancer-Related Lymphedema Outcomes Among Overweight Breast Cancer Survivors: The WISER Survivor Randomized Clinical Trial” (Efecto de los programas de ejercicios en casa y aquellos para bajar de peso sobre los resultados de linfedema relacionado con cáncer de mama en sobrevivientes de cáncer de mama con sobrepeso: el ensayo clínico aleatorizado realizado en sobrevivientes WISER)”.
¿Qué es el linfedema?
El linfedema es un posible efecto secundario de la cirugía, la terapia de radiación y, a veces, la quimioterapia para tratar el cáncer de mama que puede aparecer en algunas personas durante los meses e incluso años posteriores al tratamiento.
La linfa es un líquido transparente que circula en el cuerpo para eliminar residuos, bacterias y otras sustancias de los tejidos. Un edema es la acumulación de líquido en exceso. De modo que el linfedema se produce cuando se acumula demasiada linfa en una zona del cuerpo. Si se produce un linfedema en personas que recibieron tratamiento del cáncer de mama, en general aparece en el brazo y la mano, pero a veces puede afectar la mama, la axila, el tórax, el torso o la espalda.
La cirugía para extirpar el cáncer de mama, en especial, cuando se extirpan varios ganglios linfáticos, y la radiación pueden cortar o dañar algunos de los ganglios y vasos por los que circula la linfa. Con el tiempo, el volumen de linfa excede la capacidad de drenaje de las vías que quedan y se produce una acumulación de líquido en los tejidos del organismo.
Aunque el linfedema puede afectar las áreas de la mama, el tórax y la axila, es más frecuente en el brazo o la mano del mismo lado de la cirugía por cáncer de mama. Debido a que puede ser difícil notar la inflamación incipiente en el brazo, las pautas de tratamiento recomiendan tomar medidas de referencia antes de la cirugía y a intervalos regulares de allí en adelante.
En investigaciones anteriores se ha demostrado que el linfedema reduce de manera significativa la calidad de vida y, a menudo, es uno de los grandes temores de las mujeres que han recibido tratamiento para el cáncer de mama.
El estudio WISER
El estudio realizado en mujeres sobrevivientes Women in Steady Exercise Research (WISER; Estudio de investigación en mujeres que hacen ejercicio con regularidad) se diseñó para determinar si sumar programas de ejercicios en casa y programas para bajar de peso al estándar de atención del linfedema podía mejorar los resultados de esta afección.
El estudio incluyó a 351 mujeres con sobrepeso en el área de Filadelfia que habían recibido tratamiento para el cáncer de mama y desarrollaron linfedema. Las mujeres no presentaban evidencia de cáncer de mama y habían completado el tratamiento al menos en los seis meses previos. Todas las mujeres tenían un IMC (índice de masa corporal) de 25 a 50, con lo cual se clasificaban como con sobrepeso u obesas. Ninguna de ellas presentaba una afección médica que le impidiera hacer ejercicio.
Aproximadamente el 62 % de las mujeres eran blancas, el 35 % eran negras y el 3 % eran de otras razas o etnias.
Kathryn Schmitz, Ph.D., profesora de Ciencias de la Salud Pública del Instituto Oncológico de la Universidad Estatal de Pensilvania e integrante del Comité Profesional de Asesoría (PAB) de Breastcancer.org, fue la autora principal del estudio WISER.
Todas las mujeres recibieron dos prendas de compresión hechas a medida y atención para el linfedema por parte de un terapeuta para el linfedema certificado en un centro oncológico u otro instituto durante el año que duró el estudio.
A las participantes se las asignó aleatoriamente a uno de cuatro grupos:
90 mujeres recibieron solo el tratamiento de linfedema en un instituto oncológico u otro establecimiento, y no siguieron un programa de ejercicios en casa o uno para bajar de peso. Este grupo se llamó “grupo de control”.
87 mujeres siguieron también un programa de ejercicios de resistencia en casa dos veces por semana. Las mujeres recibieron capacitación para realizar los ejercicios y mancuernas. A este grupo también se le pidió que caminara 90 minutos por semana durante las primeras tres semanas, 120 minutos por semana durante la semana cuatro, 150 minutos por semana durante las semanas cinco y seis y 180 minutos por semana durante el resto del estudio. Las mujeres recibieron llamadas telefónicas de apoyo semanal y tomaron una clase de ejercicios de resistencia con otras mujeres una vez al mes. Este fue el grupo de ejercicio.
87 mujeres asistieron también a 24 sesiones semanales para bajar de peso a cargo de un nutricionista registrado. Durante las primeras 20 semanas del estudio, las mujeres siguieron un programa de reemplazo de comidas que incluía siete porciones diarias de frutas y vegetales. Durante las semanas 21 a 24, las mujeres aprendieron a comprar alimentos y a preparar comidas saludables. De la semana 25 a la 52, las mujeres se reunieron una vez al mes para pesarse y aprender más acerca de cómo mantener la reducción del peso. El objetivo era que las mujeres redujeran su peso en un 10 % al comienzo del estudio. Este fue el grupo de reducción de peso.
87 mujeres siguieron también el programa de ejercicios y de reducción de peso. Este fue el grupo combinado.
El volumen de los brazos de las mujeres se registró antes de que comenzara el estudio y una vez más un año después al final del estudio. Las mujeres también informaron cómo sentían los brazos al comienzo y al final del estudio.
Los investigadores hallaron que no hubo una diferencia estadísticamente significativa en cuanto al volumen de los brazos entre el grupo de control y las mujeres en los otros tres grupos. Tampoco hubo diferencia en cuanto al informe de las mujeres entre el grupo de control y los otros tres grupos.
Los resultados contradicen los estudios anteriores que indican que la reducción del peso puede ayudar a aliviar el linfedema. Sin embargo, estos estudios previos fueron estudios de observación, es decir, los investigadores solo observaron a las mujeres y les midieron el volumen de los brazos. No se administraron tratamientos ni intervenciones.
Los investigadores escribiero que, "en contraposición a las recomendaciones clínicas que suelen brindar las principales organizaciones del país para pacientes con linfedema relacionado con el cáncer de mama, una intervención de 12 meses orientada a la reducción de peso, sola o combinada con una intervención basada en ejercicios para realizar en casa, no produjo una disminución de la inflamación del brazo ni una mejora de los atributos clínicos o los síntomas del linfedema". "Si bien se determinó que un programa de ejercicios en casa era seguro, las investigaciones previas indican que un programa de ejercicios de resistencia supervisado en un centro podría ofrecer mayores beneficios específicos para el linfedema."
Qué significa esto para ti
Si recibiste tratamiento para el cáncer de mama y desarrollaste linfedema, este estudio pone de manifiesto la importancia de recibir tratamiento de acuerdo con el estándar de atención: consultar a un terapeuta certificado para linfedema en un centro oncológico u otro instituto, y recibir una o más prendas de compresión hechas a medida.
Más allá de eso, no resulta claro si los programas de ejercicios en casa o los de reducción de peso pueden ayudar a aliviar el linfedema.
Aun así, es importante saber que hacer ejercicio y mantener un peso saludable contribuyen a lograr la versión más saludable de uno mismo. Hacer ejercicio con regularidad y mantener un peso saludable pueden disminuir el riesgo de que el cáncer de mama vuelva a aparecer, si te han diagnosticado con esta enfermedad; además, puede reducir el riesgo de padecer cáncer de mama si nunca se recibió dicho diagnóstico. El ejercicio también puede mejorar la movilidad, aumentar tus niveles de energía y mantener tus huesos sanos.
Para obtener más información sobre linfedema, incluidos síntomas y tratamientos, visita las páginas Linfedema del sitio Breastcancer.org.
— Se actualizó por última vez el 6 de diciembre de 2022, 15:41