Sugerencias de expertos para comer bien durante la quimioterapia
Dado que la quimioterapia debilita el sistema inmunitario, ¿hay algún alimento que le indicarías a la gente que evitara durante la quimioterapia? A la gente se le dice que evite el pomelo y el jugo de pomelo cuando está tomando ciertos medicamentos y a algunas personas se les ha dicho que eviten el té verde.
Esta pregunta plantea dos cuestiones muy importantes sobre qué alimentos son seguros durante la quimioterapia y cuáles deben evitarse.
La primera cuestión que deben tener en cuenta las personas que reciben quimioterapia es el funcionamiento del sistema inmunitario y la seguridad de los alimentos. Esto resulta fundamental para las personas con un sistema inmunitario comprometido. Es posible que tengas que evitar ciertos alimentos para minimizar el riesgo de enfermedades transmitidas por estos.
Cuando las personas reciben quimioterapia, los médicos controlan un tipo de glóbulo blanco llamado neutrófilo. Los neutrófilos forman parte del sistema inmunitario. Cuando los niveles de neutrófilos son anormalmente bajos, se denomina neutropenia.
Si sufres neutropenia, tienes un mayor riesgo de infección, por lo que es muy importante seguir prácticas seguras de manipulación de alimentos y de cocina para minimizar el riesgo de infección.
Lávate las manos durante 20 segundos con jabón común y agua corriente inmediatamente después de manipular carne cruda, aves de corral, mariscos, huevos y productos no lavados. Lava las superficies, las tablas de cortar y los utensilios después de cada uso.
No utilices nunca la misma tabla de cortar ni los mismos cuchillos para la carne, las aves de corral, los mariscos y los productos sin cocinar. Muchas personas poseen una tabla de cortar para la carne, las aves de corral y los mariscos crudos y otra para los productos agrícolas. Separa estos alimentos en el refrigerador en bolsas limpias y con cierre. Almacena los alimentos listos para el consumo en estantes situados por encima de la carne, las aves de corral y los mariscos crudos para que nada gotee sobre otros alimentos.
Cocina todos los alimentos a la temperatura adecuada para eliminar las bacterias. La carne de vaca, de cerdo, de cordero y de ternera debe cocinarse a una temperatura interna mínima de 145 °F. La carne picada, como las hamburguesas y las salchichas, debe cocinarse a un mínimo de 160 °F hasta alcanzar la totalidad de la carne. Las aves de corral deben cocinarse a una temperatura interna mínima de 165 °F.
Refrigera los alimentos perecederos antes de que transcurra una hora. Descongela siempre los alimentos congelados en un plato o una cacerola en el refrigerador y nunca en la encimera.
Si tienes neutropenia, evita los siguientes alimentos:
carne, aves de corral, mariscos y huevos crudos o poco cocinados
leche sin pasteurizar o cruda
productos frescos sin lavar
quesos blandos y de leche cruda/sin pasteurizar
salchichas frías o poco cocinadas
carnes frías
brotes crudos (alfalfa y frijoles)
Algunos tipos de productos, como la lechuga, las verduras de hoja verde crudas, las fresas y las frambuesas, son difíciles de limpiar bien. Es posible que debas evitar estos alimentos si padeces neutropenia.
Consulta a tu médico, equipo de enfermería o nutricionista si no estás segura de si un alimento concreto es seguro para ti.
La segunda cuestión que deben tener en cuenta las personas en tratamiento con quimioterapia consiste en cómo pueden interactuar ciertos alimentos con los medicamentos de la quimioterapia.
El pomelo es inusual, ya que tiene el potencial de interactuar con muchos medicamentos frecuentes, desde la quimioterapia hasta los medicamentos utilizados para tratar las enfermedades del corazón. Por lo tanto, es más adecuado evitar el pomelo y el jugo de pomelo hasta que se finalice la quimioterapia.
En general, el té verde se considera seguro cuando se consume en las cantidades habituales: una o dos tazas al día, a menos que una persona reciba tratamiento con Velcade (nombre genérico: bortezomib), que se utiliza para tratar ciertos tipos de cáncer de sangre. Los estudios sugieren que incluso pequeñas cantidades de té verde pueden reducir la eficacia de Velcade. Resulta importante saber que tomar suplementos de té verde se considera poco seguro.
Evita todo suplemento que contenga formas altamente concentradas de un alimento o bebida durante la quimioterapia contra el cáncer de mama. Estas mayores cantidades de componentes alimentarios tienen el potencial de interactuar con la quimioterapia.
¿Y qué sucede con los suplementos? ¿Existe algo que deba evitarse durante la quimioterapia?
En general, debes limitar el uso de la mayoría de los suplementos alimenticios durante la quimioterapia para minimizar el riesgo de que los nutrientes interactúen con los medicamentos de esta. Si estás interesada en tomar suplementos durante el tratamiento de quimioterapia, habla con tu oncólogo ANTES de tomar nada.
Durante la quimioterapia contra el cáncer de mama, también debes evitar todo suplemento que contenga formas altamente concentradas de un alimento o bebida.
Las náuseas constituyen un efecto secundario muy frecuente de la quimioterapia. ¿Existen alimentos o formas de comer que se pueden utilizar si se sienten náuseas? ¿Pueden ayudar los probióticos?
Las siguientes sugerencias pueden ayudarte a sobrellevar las náuseas vinculadas con la quimioterapia:
Toma los medicamentos contra las náuseas exactamente como te los han recetado. Muchas personas cometen el error de esperar a tener náuseas para tomar dichos medicamentos. Las náuseas son mucho más sencillas de prevenir que de detener una vez que comienzan. La alimentación y la nutrición pueden ayudar con las náuseas, pero los medicamentos constituyen tu primera línea de defensa.
Evita los olores de la comida: los olores fuertes pueden agravar las náuseas. Pide ayuda para preparar la comida y mantente alejada de la cocina mientras se prepara. Da un paseo rápido antes de cada comida para tomar aire fresco.
Limítate a preparar comidas pequeñas y frecuentes. Evita comer o beber demasiado a la vez. Sentirse demasiado llena hará que las náuseas sean más intensas.
Prueba con alimentos poco condimentados, secos y con poco aroma, como galletas saladas, tostadas, avena y yogur natural.
Toma líquidos transparentes y fríos, como refresco de jengibre, té helado, agua con gas o jugo de frutas. Algunas personas consideran que el agua con gas con un chorrito de jugo alivia el estómago.
Bebe té de jengibre.
Evita los alimentos con grasa, picantes y azucarados.
Chupa caramelos de jengibre u otros caramelos duros como mentas o caramelos de limón. Evita los sabores cítricos si tienes llagas en la boca.
Chupa fruta congelada, como uvas, sandía o cerezas congeladas.
Evita acostarte inmediatamente después de las comidas.
Evita beber grandes cantidades de líquido con la comida. En su lugar, bebe líquidos con lentitud y frecuencia a lo largo del día para mantenerte hidratada.
En general, los probióticos no ayudan con las náuseas, aunque algunas personas los toman para la diarrea. Si quieres tomar probióticos durante la quimioterapia, pregunta primero a tu médico o nutricionista dado que cabe la posibilidad de que no sean seguros para las personas con neutropenia.
El estreñimiento y la diarrea son otros dos efectos secundarios frecuentes. ¿Puedes hablar sobre qué alimentos consumir en caso de sufrir ambas afecciones?
La fibra es clave para controlar tanto el estreñimiento como la diarrea. Existen dos tipos de fibra: soluble e insoluble. La fibra soluble se vuelve “pegajosa” cuando se moja. La avena, rica en fibra soluble, es un ejemplo de ello. Cuando se incorpora líquido a la avena, esta se vuelve espesa y pegajosa.
La fibra insoluble no absorbe mucha agua, por lo que no cambia cuando se le incorpora líquido. Piensa cuando se coloca un trozo de apio en un vaso de agua. No absorbe líquido ni cambia mucho. Eso es fibra insoluble.
Para el estreñimiento, incluye en tu dieta una combinación de fibra soluble e insoluble. Bebe mucho líquido para ayudar a que los alimentos pasen por el tracto digestivo de forma más rápida y sencilla. Esto puede aliviar el estreñimiento.
Para la diarrea, es recomendable consumir SOLO fibra soluble. Piensa en alimentos que absorban agua y adquieran una cualidad pegajosa después de la preparación o la cocción. Algunos ejemplos son la avena, la cebada y el arroz blanco.
Para obtener más fibra soluble, prueba lo siguiente:
avena y copos de avena
compota de manzana sin azúcar añadido
lentejas
peras muy maduras
semillas de lino finamente molidas (no enteras) y semillas de chía
cebada
arroz blanco (se debe cocinar con más agua para que sea más pegajoso)
Para obtener más fibra insoluble, prueba lo siguiente:
trigo integral y salvado de trigo
pan y galletas saladas de centeno
frutos secos y semillas
verduras crudas o ligeramente cocidas al vapor
bayas y manzanas con piel
Los frijoles y los guisantes contienen cantidades significativas de fibra soluble e insoluble.
Un suplemento diario de fibra, que es principalmente fibra soluble, puede resolver la diarrea y el estreñimiento. Si actualmente no estás tomando un suplemento de fibra, pregunta a tu médico antes de comenzar a hacerlo.
Las llagas bucales son un problema para muchas personas. ¿Hay alimentos que no sean contraproducentes para una boca dolorida?
Las siguientes sugerencias pueden ayudarte a hacer frente a las llagas bucales asociadas con la quimioterapia:
Si te han recetado un enjuague bucal para tratar el dolor, programa su uso para que puedas comer cuando la boca esté menos sensible.
Consume los alimentos a temperatura ambiente o más fría.
Evita los alimentos muy calientes y muy fríos.
Evita los sabores cítricos, picantes y de menta fuerte.
Evita los alimentos secos y cortantes como las tostadas, las galletas saladas y las papas fritas.
Chupa trozos de hielo, paletas o fruta congelada. Algunos medicamentos de quimioterapia provocan intolerancia al frío, así que evítalos si te indicaron que no consumieras alimentos muy fríos.
Evita las frutas y verduras con semillas pequeñas.
No consumas alcohol ni tabaco.
Evita las bebidas y los alimentos ácidos, como los limones, las limas, la salsa de tomate, las naranjas y el jugo de naranja.
Prueba con alimentos poco condimentados y húmedos como la avena, el pudín y las natillas.
Evita las bebidas gaseosas y carbonatadas.
No utilices enjuagues bucales comerciales que contengan alcohol.
Consulta al personal de enfermería si existen pastas de dientes y otros productos recomendados para las personas con llagas bucales.
Si no puedes comer debido a las llagas bucales, informa a tu médico de inmediato.
Muchas personas manifiestan que ciertos alimentos tienen mal sabor durante la quimioterapia. ¿Cómo se puede evitar que la comida pierda su sabor? ¿Puedes recomendar algunas alternativas?
La alteración del sentido del gusto constituye una queja frecuente entre las personas que reciben quimioterapia. Si la comida sabe realmente mal y notas manchas blancas en la boca, infórmalo a tu médico. Esto puede ser un signo de infección en la boca y requiere un tratamiento inmediato.
Para la mayoría de las personas, algunas modificaciones en los tipos y los sabores de los alimentos pueden ayudar cuando la comida no sabe bien.
Las siguientes sugerencias pueden ayudarte a sobrellevar los cambios en el gusto asociados a la quimioterapia:
Si la comida tiene un sabor metálico, prueba utilizar utensilios de plástico o de madera. Evita las frutas, las salsas y las verduras enlatadas. Opta por alimentos frescos en lugar de congelados.
Implementa una buena higiene bucal. Cepilla ligeramente la lengua y las encías para eliminar los malos sabores.
Pregunta a tu equipo médico si te recomiendan enjuagues bucales o pastas dentales específicas para combatir los sabores extraños.
Bebe los líquidos en un vaso “para llevar” con tapa a fin de minimizar los olores.
Prueba chupar caramelos de menta o de frutas.
Experimenta con especias y sabores diferentes o nuevos. Prueba la salsa de frutas con las carnes o bien rocía jugo de limón y mantequilla sobre las verduras o los frijoles.
Si las cosas tienen un sabor demasiado dulce, agrega sabores agrios, como arándanos, vinagre balsámico o lima.
Espolvorea estragón fresco, albahaca, romero o tomillo sobre los huevos, el pollo, el pescado o la carne.
Añade arándanos congelados a los batidos de frutas y café o espresso frío a las bebidas con sabor a vainilla para variar.
Consume alimentos ricos en nutrientes y con menos sabor, como los frutos secos sin sal y las mantequillas de frutos secos.
Sirve los alimentos a temperatura ambiente o más fría (pero asegúrate de que estén bien cocidos atendiendo a la seguridad alimentaria en primera instancia) para disminuir los sabores fuertes.
Prueba cocinar a fuego lento las papas y la carne en caldo o leche de coco.
¿Cuáles son los mejores alimentos para alguien cuyo apetito se ve perjudicado a causa de la quimioterapia?
La falta de apetito y la sensación de saciedad después de unos pocos bocados son desafíos frecuentes para las personas que reciben quimioterapia. Si estás luchando contra este problema, concéntrate en comer buenas fuentes de proteínas y alimentos con alto contenido de nutrientes.
Las siguientes sugerencias pueden ayudarte a hacer frente a la falta de apetito asociada a la quimioterapia:
Consume cinco o seis comidas y refrigerios pequeños en lugar de dos o tres comidas más grandes.
Lleva comida cuando salgas de casa. Si sientes hambre repentinamente, puedes aprovechar esto de inmediato. Lleva barritas de cereales, frutos secos, una manzana o una banana en tu bolso o mochila.
Aliméntate según el reloj. No esperes a sentir hambre. En lugar de eso, haz que sea una prioridad comer unos cuantos bocados cada una hora aproximadamente.
Evita el agua, el té, el café, los refrescos dietéticos u otras bebidas no calóricas con las comidas. Pueden llenarte y sustituir los alimentos que tu cuerpo realmente necesita.
Incluye alimentos proteicos, como huevos, frutos secos o mantequilla de frutos secos, atún o pollo en cada comida y refrigerio.
Incorpora queso a las sopas, los guisos y las cazuelas.
En el postre, disfruta de las natillas y el pudín hechos con leche entera.
Rocía las verduras con aceite de oliva.
Añade aguacate, frutos secos y mantequillas de frutos secos a las ensaladas.
Trata a la comida como una medicina. Aunque no es divertido comer cuando no tienes apetito, tu cuerpo necesita combustible en forma de calorías y proteínas. Comer bien puede ayudarte a recuperarte del tratamiento y a reconstruir tu sistema inmunitario.
La deshidratación constituye otro problema durante la quimioterapia. Además de beber mucha agua, ¿existe algún alimento en particular que pueda ayudar?
Mantenerse bien hidratado es una parte importante de la quimioterapia. Tus riñones necesitan mucho líquido para procesar y excretar los medicamentos de quimioterapia. Si no orinas con regularidad o tu orina tiene un color oscuro, comunícate con tu médico de inmediato.
Además de beber mucho líquido, consume verduras y frutas ricas en agua, como zanahorias, pepinos, apio, bayas, manzanas, ciruelas, peras, duraznos, nectarinas y naranjas.
Toma sopas y caldos, y disfruta de batidos hechos con leche u opciones no lácteas.
Además de estos alimentos, minimiza el riesgo de deshidratación con las siguientes sugerencias:
Lleva contigo una botella de agua en todo momento. Bebe a sorbos con frecuencia.
Prueba el agua con sabor o con gas si la simple no te gusta.
Prueba colocar un chorrito de limón o lima en el agua para hacerla más apetecible.
Prueba las infusiones sin cafeína y de hierbas, como la manzanilla, el hibisco u otros sabores para variar los líquidos que consumes.
Si el agua tiene un sabor extraño, mezcla la mitad de agua y la mitad de jugo de frutas para obtener un sabor diferente.
Añade rodajas de pepino al agua para obtener un sabor fresco.
Existe información contradictoria sobre los beneficios de los jugos, especialmente para las personas inmunodeprimidas. Debido a que parece haber mucho azúcar en los productos que provienen de los jugos, ¿es adecuado para alguien que recibe quimioterapia? ¿Serían mejores los batidos, ya que incluyen más fibra?
Los jugos pueden ser una forma excelente de incorporar a tu alimentación más vitaminas, minerales y nutrientes de origen vegetal. Los jugos deben utilizarse para sumar porciones de fruta y verdura a una alimentación ya saludable.
Antes de probar los jugos, concéntrate en comer cinco porciones de verduras y frutas enteras al día. Una vez alcanzado este objetivo, se pueden añadir los jugos.
Si estás en tratamiento activo y has perdido mucho peso, los jugos pueden constituir una buena opción para aportar nutrientes valiosos a tu cuerpo sin desplazar los alimentos ricos en proteínas y calorías.
También puedes plantearte la posibilidad de licuar los verduras y frutas para preparar batidos saludables. A diferencia de los jugos, al mezclar los alimentos en un batido se obtiene fibra.
Si quieres probar los jugos, las siguientes sugerencias te ayudarán a aprovechar al máximo estas bebidas sin exagerar con el azúcar.
Concéntrate en las verduras. Para obtener los jugos más saludables, incluye más verduras que frutas. Una fruta puede endulzar la mezcla, pero haz que los demás ingredientes sean verduras. Por ejemplo, exprime una zanahoria, un pepino, una remolacha pequeña, un trozo de jengibre y una manzana pequeña.
Bebe solamente lo que comerías. Los jugos contienen muchos nutrientes (y calorías) en un volumen menor que los alimentos enteros. Por ejemplo, se necesitan de cuatro a seis zanahorias grandes para obtener ocho onzas de jugo. No te comerías tantas zanahorias de golpe, por lo que tampoco deberías beberlas.
Bebe jugo con proteínas y un poco de grasa. Las proteínas y las grasas equilibran los hidratos de carbono del jugo. Acompaña el jugo casero con yogur griego. Espolvorea frutos secos y semillas en el yogur. O bien toma tu jugo con huevos revueltos o duros, o con tostadas y mantequilla de maní.
Evita excederte con los mismos alimentos y nutrientes. Al mezclarlos, se obtiene la mayor variedad de nutrientes posible. Incluso puedes exprimir partes que podrías desechar, como un pequeño tallo de brócoli.
Varía la forma de consumir las mismas verduras y frutas. Absorbemos diferentes nutrientes de un mismo alimento, según su preparación. Lo que se absorbe de una zanahoria cocida es diferente de lo que se absorbe de una zanahoria cruda. No confíes en los jugos para todas las porciones de un alimento en particular o perderás nutrientes esenciales.
La Sociedad Americana contra el Cáncer recomienda comer más proteínas después de la quimioterapia para ayudar a curar los tejidos y combatir las infecciones. ¿Existe una cantidad recomendada? ¿Qué sucede con las personas que son vegetarianas/veganas? ¿Los batidos de proteínas vegetales pueden funcionar para ellas?
Durante el tratamiento del cáncer, procura consumir al menos 0,5 gramos de proteínas por cada kilo de peso corporal al día. Por ejemplo, si pesas 180 libras, intenta consumir al menos 90 gramos de proteínas al día.
Si tienes otros problemas médicos, como una enfermedad renal o hepática, es posible que necesites menos proteínas. Solicita a tu médico o nutricionista que te oriente respecto de cómo satisfacer las necesidades de proteínas si tienes afecciones crónicas que pudieran afectar dichas necesidades.
Los vegetarianos y los veganos pueden satisfacer sus necesidades de proteínas con alimentos vegetales. Los batidos de proteínas vegetales constituyen una buena opción. Estos productos pueden suplir las carencias de proteínas de las personas que no consumen carne, pollo, pescado, productos lácteos o huevos. El yogur griego y los huevos son buenas fuentes de proteínas para los vegetarianos. Los veganos deben concentrarse en los frijoles, las lentejas, los garbanzos, los frutos secos y las semillas.
¿Existe alguna cantidad de alcohol que pueda beberse de forma segura durante la quimioterapia?
La quimioterapia puede ser una carga para el hígado. El alcohol es procesado por el hígado. Por esta razón, algunos oncólogos recomiendan evitar por completo el alcohol durante el tratamiento.
Si tienes una ocasión especial, una fiesta o un evento y deseas disfrutar de una copa de vino, una cerveza o un cóctel, consulta a tu oncólogo para asegurarte de que sea adecuado.
— Se actualizó por última vez el 12 de octubre de 2023, 15:54