El cannabis ayuda a aliviar el dolor relacionado con el cáncer, mejorar el sueño y podría reducir el quimiocerebro

El cannabis parece reducir varios de los efectos secundarios del cáncer, como dolor, insomnio y quimiocerebro.
10 may 2023
 

Las personas con diagnóstico de cáncer que usaron cannabis para tratar sus síntomas y efectos secundarios del tratamiento tuvieron menos dolor, usaron menos opioides, durmieron mejor y parecían pensar con más claridad después de algunas semanas de uso, según se desprende de dos estudios.

 

Cannabis y cáncer de mama

Las personas usan los productos de cannabis para manejar los síntomas de cáncer, los efectos secundarios del tratamiento y otros desafíos que acarrea la enfermedad. Los motivos más frecuentes por los que las personas diagnosticadas con cáncer de mama recurren al cannabis es para el manejo de lo siguiente:

  • el dolor (incluidas las molestias, la rigidez y las dolencias articulares y musculares)

  • la ansiedad y el estrés

  • el insomnio

  • las náuseas, los vómitos y la pérdida de apetito causados por la quimioterapia

En algunos estudios se respalda el uso de cannabis para estas afecciones. Sin embargo, como la marihuana es ilegal a nivel federal en los Estados Unidos, las investigaciones centradas en el cannabis están limitadas. Esto incluye estudios cuyo objetivo es analizar cómo el cannabis puede aliviar los efectos secundarios y cómo puede interactuar con otros medicamentos.

Sin embargo, a medida que más estados de los EE. UU. y más países del mundo legalizan el cannabis para uso recreativo o médico, han aumentado las investigaciones.

Hasta la fecha, las investigaciones realizadas sobre el cannabis sugieren que la mayor parte de sus beneficios médicos se debe a los efectos de dos cannabinoides principales:

  • THC (delta-9-tetrahidrocannabinol), que produce el efecto asociado al consumo de marihuana

  • CBD (cannabidiol), que no produce este efecto

 

Acerca de los estudios

Cannabis use in cancer patients: acute and sustained associations with pain, cognition, and quality of life (Uso de cannabis en pacientes con diagnóstico de cáncer: asociaciones claras y sostenidas con dolor, habilidades cognitivas y calidad de vida)

En este estudio muy reducido, un grupo de científicos de la Universidad de Colorado Boulder querían ver si el uso de productos de cannabis comestibles durante dos semanas mejoraba el dolor, las habilidades cognitivas y la calidad de vida de las personas con diagnóstico de cáncer.

El estudio incluyó a 25 personas con una edad promedio de 54,3 años a las que les habían diagnosticado cáncer:

  • tres tenían cáncer de mama

  • 13 eran mujeres

  • 12 recibían quimioterapia

  • cuatro recibían inmunoterapia

Al comienzo del estudio, se examinaba a todos los participantes, que debían responder cuestionarios con preguntas sobre los siguientes temas:

  • síntomas de ansiedad

  • síntomas de depresión

  • calidad del sueño

  • intensidad del dolor

  • calidad de vida en cuanto a la salud

  • funcionamiento cognitivo

Los investigadores también usaron herramientas estándar para evaluar de forma objetiva el funcionamiento cognitivo.

Después de la evaluación inicial, cada participante compraba los productos de cannabis comestibles de su elección. Los participantes eligieron distintas opciones, como gomitas dulces, chocolates, extractos, píldoras y productos horneados.

Los investigadores les pidieron a los participantes que consumieran los productos de cannabis comestibles durante dos semanas y no usaran ningún otro producto de cannabis durante ese plazo. Los investigadores no les dieron a los participantes instrucciones específicas sobre dosis o frecuencia de uso del cannabis, simplemente les dijeron que usaran los productos con la frecuencia que quisieran. 

Los participantes debían fotografiar los productos de cannabis que consumieran y las etiquetas estatales obligatorias donde se indica el contenido de cannabinoide del producto. Los participantes usaron un calendario en línea para registrar cuándo consumían los productos de cannabis comestible y qué cantidad usaban.

Después de dos semanas, los investigadores hicieron un examen de seguimiento para evaluar los mismos factores que en la sesión inicial.

Los participantes usaron un producto de cannabis comestible durante ocho días, en promedio, en el plazo de dos semanas, y consumieron aproximadamente 8,3 mg de THC y 11,6 mg de CBD por día.

Después de usar cannabis durante dos semanas, los participantes afirmaban sentir menos dolor, dormir mejor y tener una mejora en sus habilidades cognitivas. También mejoraron algunos valores objetivos del funcionamiento cognitivo.

Los investigadores también querían evaluar los efectos del uso de cannabis inmediatamente después del consumo. Para hacerlo, usaron un laboratorio móvil instalado en una furgoneta (“cannavan”) que llevaron hasta el hogar de cada participante durante un día. Los investigadores les solicitaron a los participantes que no consumieran cannabis por su cuenta el día previo a la consulta en el laboratorio móvil. En la furgoneta, los investigadores hicieron evaluaciones físicas y cognitivas de cada participante. Luego, cada participante debía volver a su hogar y consumir un producto de cannabis comestible. Los investigadores hicieron más evaluaciones físicas y cognitivas una hora y dos horas después del consumo del producto de cannabis.

En la hora siguiente al consumo del producto de cannabis, el dolor disminuía significativamente. Los participantes también se sentían drogados y sus habilidades cognitivas se reducían.

“Cuando se siente mucho dolor, es difícil pensar”, declaró Angela Bryan, PhD, autora sénior del estudio. Bryan es profesora de psicología y neurociencia en la Universidad de Colorado Boulder y sobreviviente del cáncer de mama. “Observamos que, cuando el dolor de los pacientes disminuía después de usar cannabis por un tiempo, el funcionamiento cognitivo mejoraba”.

Bryan mencionó, además, que tanto el cannabis como la quimioterapia han sido asociados previamente con dificultades cognitivas y agregó: “Pensábamos que veríamos algunos problemas cognitivos, pero los participantes dijeron que sentían que pensaban con más claridad”.

Mientras más se aliviaba el dolor, mejor parecía ser el funcionamiento cognitivo.

Las personas que consumieron más CBD, que tiene propiedades antiinflamatorias comprobadas, informaron una mayor mejoría del dolor y la calidad del sueño.

Si bien se necesitan estudios más amplios, los investigadores afirmaron que los resultados dan lugar a una situación interesante: si bien algunas formas y dosis de cannabis para el alivio del dolor pueden afectar la capacidad intelectual a corto plazo, algunos tratamientos pueden mejorar el funcionamiento cognitivo a largo plazo gracias a la reducción del dolor.

Medical cannabis is effective for cancer-related pain: Quebec Cannabis Registry results (El canabis medicinal es efectivo para el dolor relacionado con el cáncer: resultados del registro de cannabis de Quebec)

En este estudio reducido, los investigadores querían ver si el cannabis aliviaba el dolor y reducía la cantidad de otros medicamentos que usaban las personas con diagnóstico de cáncer.

En el estudio participaron 358 personas diagnosticadas con cáncer e inscritas en el registro de usuarios de cannabis de Quebec. El registro se creó para recopilar información sobre el uso de cannabis seco para fines medicinales.

La información de los usuarios se había enviado al registro entre mayo de 2015 y octubre de 2018.

De las personas que participaron del estudio:

  • más de la mitad (52,2 %) eran mujeres.

  • el 16,5 % habían recibido un diagnóstico de cáncer de mama, un 16,8 % habían recibido un diagnóstico de cáncer genitourinario, y un 12 % habían recibido un diagnóstico de cáncer colorrectal, de pulmón o de la sangre.

  • el 72,4 % tenían dolor como síntoma principal.

  • el 24,5 % usaron cannabis con predominancia de THC.

  • el 37,9 % usaron cannabis con equilibrio entre THC y CBD.

  • el 16,4 % usaron cannabis con predominancia de CBD.

  • el 57,3 % ingirieron cannabis por vía oral.

  • el 13,3 % inhalaron cannabis.

  • el 24,9 % ingirieron e inhalaron cannabis.

Antes de que los participantes comenzaran a usar cannabis, y después cada tres meses durante un año, los investigadores evaluaron lo siguiente:

  • nivel e intensidad del dolor, con una puntuación de 0 (sin dolor) a 10 (el peor dolor posible)

  • síntomas

  • cantidad total de medicamentos que usaban

  • cantidad de morfina que usaban a diario (la morfina es un opioide)

Las puntuaciones asignadas por los participantes para el peor dolor, el dolor promedio y el dolor general disminuyeron después de comenzar a usar cannabis:

  • el valor inicial del peor dolor era de 5,5, y de 3,6 después de nueve meses de uso de cannabis.

  • el valor inicial del dolor promedio era de 4,1, y de 2,7 después de nueve meses de uso de cannabis.

  • el valor inicial del dolor general era de 3,7, y de 2,4 después de nueve meses de uso de cannabis.

Todas las diferencias fueron significativas a nivel estadístico, lo que implica que probablemente estaban relacionadas con uso de cannabis y no fueron solo una casualidad.

Las personas que usaron cannabis con equilibrio de THC y CBD tuvieron un mayor alivio del dolor que quienes usaron los otros dos tipos de cannabis.

Aproximadamente un año después de comenzar a usar cannabis comestible, aproximadamente un 32 % de los participantes usaban menos medicamentos que antes de comenzar el estudio, y un 14 % usaban menos morfina por día.

Los investigadores afirmaron que el cannabis parecía no tener riesgos y presentaba una buena tolerancia. Solo 11 personas informaron 15 efectos secundarios, y 13 de esos efectos secundarios se consideraron poco relevantes. Los dos efectos secundarios más frecuentes fueron somnolencia (informada por tres personas) y fatiga (informada por dos personas).

“Determinamos que el [cannabis medicinal] es una opción de tratamiento segura y efectiva para ayudar a aliviar el dolor relacionado con el cáncer”, concluyeron los investigadores. “Los productos con equilibrio de TCH y CBD parecen funcionar mejor que los productos con predominancia de THC o de CBD. Además, observamos una disminución generalizada de la carga de medicación y del uso de opioides en nuestra población de pacientes. Por lo tanto, nuestros datos permiten sugerir que el [cannabis medicinal] puede ser una opción de tratamiento segura y complementaria para los pacientes con diagnóstico de cáncer que no logran un alivio adecuado del dolor con analgésicos convencionales, como opioides”.

 

Qué significa esto para ti

Aunque son reducidos, estos dos estudios aportan más evidencia de que el cannabis puede ayudar a aliviar el dolor y mejorar el sueño en personas con diagnóstico de cáncer. El estudio más chico también indica que el cannabis podría ayudar a los participantes a pensar con más claridad, ya que sienten menos dolor.

Es importante recordar que el cannabis es ilegal a nivel federal en Estados Unidos y en varios países más. Por este motivo, las investigaciones sobre los efectos secundarios del cannabis y su interacción con otros medicamentos son limitadas.

Si te interesa probar el uso del cannabis para aliviar el dolor o dormir mejor, hay varias cosas que puedes hacer o evaluar, por ejemplo:

  • buscar un médico que participe en el programa de cannabis medicinal de tu estado o país y tenga conocimiento sobre las diferentes variantes de cannabis y para qué afecciones sirven

  • informarte sobre diferentes productos de cannabis y sobre qué proporción de TCH y CBD funciona mejor para tu caso

  • buscar un dispensario de cannabis medicinal de tu agrado y donde puedan responder a tus preguntas

  • hablar con otras personas que hayan usado cannabis para los efectos secundarios del cáncer de mama

  • recordar que el cannabis no está cubierto por los seguros de salud y puede ser caro

Obtén más información sobre el cannabis medicinal.

— Se actualizó por última vez el 20 de junio de 2023, 15:11

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