La terapia de luz podría reducir la fatiga y mejorar el sueño para los sobrevivientes del cáncer de mama
Según un estudio reducido, en los casos en que las mujeres que completaron el tratamiento del cáncer de mama en etapa temprana usaron una visera de terapia de luz, un tipo de terapia que utiliza luz, su calidad del sueño mejoró, experimentaron menos dificultades para dormir y presentaron un nivel de fatiga menor.
La investigación se publicó en la edición de marzo de 2022 de la revista Chronobiology International. Lee el resumen disponible en inglés: “Evaluating chronotypically tailored light therapy for breast cancer survivors: Preliminary findings on fatigue and disrupted sleep” (Evaluación de la terapia de luz personalizada por cronotipos para los sobrevivientes del cáncer de mama: Descubrimientos preliminares sobre la fatiga y las perturbaciones del sueño).
Sobre la terapia de luz
La terapia de luz se utiliza para tratar algunas afecciones, como el trastorno afectivo estacional (TAE), mediante la exposición de una persona a una luz brillante y artificial. Las cajas o viseras de luz emiten una luz artificial que imita la luz natural del sol. También conocida como “terapia de luz brillante” o “fototerapia”, se cree que la terapia de luz tiene un efecto sobre los químicos del cerebro que ayudan a controlar el humor y el sueño.
Es importante saber que la terapia de luz para las afecciones de la piel, como la psoriasis, utiliza luz ultravioleta, un tipo de luz diferente a la que se utiliza con el fin de tratar trastornos del sueño y el humor. Generalmente, se evita la luz ultravioleta en las cajas y viseras de terapia de luz porque puede dañar los ojos y la piel.
Los investigadores analizaron estudios anteriores en donde se demostraba que la terapia de luz puede reducir la fatiga y los problemas de sueño relacionados con el jet lag y las jornadas laborales. También analizaron otros estudios, en donde se indica que la terapia de luz reduce la fatiga y mantiene la calidad de vida de las mujeres que reciben quimioterapia para el cáncer de mama.
En este estudio, los investigadores querían determinar si la personalización del momento en que se recibe terapia de luz podría reducir la fatiga y mejorar el sueño en mujeres que habían recibido tratamiento del cáncer de mama.
Sobre el estudio
El estudio incluyó a 21 mujeres diagnosticadas con cáncer de mama en etapa temprana que habían completado la quimioterapia, la radioterapia o ambas en los últimos uno a tres años.
Todas las mujeres tenían dos o más de los siguientes síntomas:
fatiga
depresión
problemas para concentrarse y recordar
problemas para dormir
Las mujeres en el estudio tenían una edad promedio de 52,8 años y su último tratamiento del cáncer de mama había sido casi dos años antes de inscribirse en el estudio. Más del 90 % de las mujeres en el estudio eran blancas.
Los investigadores clasificaron a las mujeres en cronotipos diurnos o nocturnos. El cronotipo es la inclinación natural del cuerpo a dormir en cierto momento. Es lo que las personas conocen como “madrugador” o “trasnochador”. El cronotipo es la razón por la que te sientes más alerta o más somnoliento durante ciertos momentos del día.
El cronotipo está relacionado con el ritmo circadiano que controla el ciclo diario en el que te duermes y te despiertas, y hace que el cuerpo libere melatonina como respuesta a la luz y la temperatura. Puedes cambiar el ritmo circadiano si adoptas un horario estricto para dormir y despertarte, pero el cronotipo es más permanente.
De las mujeres que participaron en el estudio, 5 tenían un cronotipo nocturno y 16 tenían un cronotipo diurno.
Los investigadores utilizaron dos herramientas comunes para medir la fatiga y dos herramientas estándar para medir la calidad del sueño y las perturbaciones del sueño. Las mujeres que participaron en el estudio también llevaron un registro de sueño diario.
Los investigadores dividieron a las mujeres en dos grupos de la siguiente forma aleatoria:
Doce mujeres fueron expuestas a una luz brillante y azul-verde mediante una visera de luz (el grupo experimental).
Nueve mujeres fueron expuestas a una luz tenue y roja mediante una visera de luz (el grupo de referencia).
Las mujeres utilizaron las viseras por 30 minutos al día por 14 días.
El momento de realización de la terapia de luz se basó en el cronotipo de cada mujer. Los cronotipos nocturnos utilizaron la visera dentro de los 30 minutos posteriores a despertarse en la mañana. Los cronotipos diurnos utilizaron la visera entre las 7 p. m. y las 8 p. m.
Luego de que los investigadores ajustaran los niveles iniciales de fatiga de las mujeres, en los resultados se mostró que la severidad de la fatiga de las mujeres en el grupo experimental que habían sido expuestas a luz brillante y azul-verde disminuyó luego de 14 días de terapia de luz.
La diferencia fue estadísticamente considerable, lo que significa que quizá se haya debido a la diferencia en la exposición a la luz y no fue solo por casualidad.
Las mujeres en el grupo de referencia que fueron expuestas a una luz tenue y roja también experimentaron una fatiga menos severa luego de 14 días de terapia de luz, pero la diferencia no fue estadísticamente significativa.
Los resultados demostraron que luego de 14 días de terapia de luz, ambos grupos experimentaron menos dificultades para dormir, mejor calidad del sueño y se durmieron más rápido y por más tiempo.
“Sabemos que el cáncer afecta los ritmos circadianos de los pacientes”, afirma Horng-Shiuann Wu, PhD, profesora adjunta de enfermería en la Universidad Estatal de Michigan y autora principal del estudio. “Mi presentimiento era que se podía reiniciar el ritmo circadiano del paciente con la terapia de luz”.
“Si te expusieras a la luz en el momento equivocado, empeorará la disrupción del ritmo circadiano”, agregó. “Personalicé el horario según cada paciente a fin de producir el efecto en la dirección correcta (para ir a dormir más o menos temprano)”.
Qué significa esto para ti
Los resultados de este estudio son prometedores si has recibido tratamiento para un cáncer de mama en etapa temprana y continúas con fatiga y problemas para dormir.
La terapia de luz tiene muy pocos riesgos. Sin embargo, la exposición a la terapia de luz en el momento equivocado para tu cronotipo puede empeorar los problemas para dormir y la fatiga, por lo que es mejor pedirle ayuda a un profesional.
Habla con tu médico sobre la terapia de luz o solicita una derivación a fin de consultar con un especialista del sueño para que te dé más información.
Juntos, pueden decidir si la terapia de luz es adecuada para tu situación particular.
Redacción: Jamie DePolo, editora sénior
— Se actualizó por última vez el 26 de diciembre de 2022, 22:54