Ensayos clínicos sobre el cáncer de mama: los cinco mitos más comunes.
Los ensayos clínicos son fundamentales para avanzar en el tratamiento para el cáncer de mama. Tu participación podría mejorar tratamientos y salvar vidas. Sin embargo, hay muchos mitos en torno a los ensayos clínicos. Queremos aclarar los cinco más comunes.
“No creo que sea elegible para un ensayo clínico”.
Puedes pensar que los ensayos clínicos solo son para personas que no se benefician de los tratamientos estándar.
Pero casi todas las personas con cáncer de mama pueden participar.
Al unirte a un ensayo, puedes obtener un tratamiento más eficaz u otras cosas no relacionadas con tratamientos oncológicos. Los ensayos clínicos exploran distintas maneras de mejorar la vida de las personas con cáncer, y todo tipo de personas son bienvenidos.
“Me tratarán como un conejillo de Indias”.
Puede preocuparte que el tratamiento que se esté ensayando no sea eficaz o que te hagan sentir insignificante. Pero los ensayos clínicos están muy regulados. Los médicos se toman muy en serio la salud y la
seguridad de los participantes. Antes de probar un tratamiento nuevo en humanos, se estudia en laboratorios y animales. Luego, el ensayo pasa por tres fases antes de que se apruebe el tratamiento.
En la primera, se prueba el tratamiento en un grupo pequeño de personas, para confirmar que sea seguro y encontrar la mejor dosis y forma de administración.
En la segunda, se prueba el tratamiento en un grupo más grande, para investigar sus beneficios y efectos secundarios.
En la tercera, se prueba el tratamiento en miles de personas, para ver si funciona mejor que el estándar de atención. Los participantes pasan por controles exhaustivos y reciben informes de su progreso.
Si sufres efectos secundarios graves, puedes abandonar el ensayo en cualquier momento.
“Me puede tocar el placebo y no el tratamiento”.
Un placebo es un comprimido o una infusión inactivos que se ven iguales al tratamiento. Los placebos son útiles para comparar los beneficios y efectos secundarios del tratamiento con y sin una terapia experimental. Casi siempre, los placebos se dan junto con el tratamiento oncológico estándar. No recibirás solo el placebo. Siempre se te informará si es posible de que estés en el grupo de placebo.
“No tengo dinero para pagar un ensayo clínico”.
Los ensayos clínicos cubren todo lo que sea parte del estudio, como el tratamiento que recibirás. El tratamiento oncológico de rutina se le facturará a tu seguro médico. Averigua exactamente quién cubrirá qué. Es probable que debas pagar por el transporte o viaje, alojamiento o cuidado de niños, pero hay recursos de asistencia disponibles. Pídele al equipo de investigación que te recomiende uno.
“Mi participación no cambiará nada”.
El progreso en el tratamiento para el cáncer a sido posible por personas como tú que se unieron a ensayos clínicos. No se puede garantizar que te irá bien, pero puede ser gratificante saber que contribuiste a la ciencia y mejoraste la vida de alguien. Para obtener más información acerca de ensayos clínicos sobre el cáncer de mama, visita breastcancer.org/es/tratamiento/estudios-clinicos.