Las personas vacunadas diagnosticadas con cáncer tienen mayor riesgo de contraer una infección de COVID-19
Según un estudio, las personas diagnosticadas con cáncer que recibieron una vacuna contra la COVID-19 tienen un mayor riesgo de contraer una infección de COVID que las personas no diagnosticadas.
La investigación fue publicada en línea el 8 de abril de 2022 por la revista JAMA Oncology. Lee el estudio disponible en inglés: “Breakthrough SARS-CoV-2 Infections, Hospitalizations, and Mortality in Vaccinated Patients With Cancer in the US Between December 2020 and November 2021” (Infecciones de SARS-CoV-2 en personas vacunadas, hospitalizaciones y mortalidad en pacientes vacunados diagnosticados con cáncer en los Estados Unidos entre diciembre de 2020 y noviembre de 2021).
Recomendaciones de la vacuna contra la COVID-19 para personas inmunodeprimidas
Las recomendaciones relativas a las vacunas de COVID-19 son diferentes para las personas con un sistema inmunitario debilitado (llamados “inmunodeprimidos”). Los tratamientos del cáncer de mama intensos, como la quimioterapia, determinadas terapias dirigidas y la inmunoterapia, pueden debilitar el sistema inmunitario. Las personas con el sistema inmunitario moderadamente o severamente comprometido son particularmente vulnerables a la COVID-19, y es posible que no generen el mismo nivel de inmunidad al virus luego de la vacunación que las personas que no están inmunodeprimidas.
Si hoy en día recibes tratamiento del cáncer de mama, es buena idea que le preguntes al médico si debes seguir estas recomendaciones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, sigla en inglés) para personas moderada o severamente inmunodeprimidas:
Si tu vacuna inicial fue Pfizer o Moderna, en los CDC recomiendan que te apliques una tercera dosis de la misma vacuna que recibiste al principio al menos 28 días después de la segunda dosis.
Tras la tercera dosis de la vacuna Pfizer o Moderna, debes recibir un refuerzo de cualquiera de las dos vacunas de ARNm al menos tres meses después de la tercera dosis.
Tras el primer refuerzo de ARNm, debes recibir un segundo refuerzo de cualquiera de las dos vacunas de ARNm al menos cuatro meses después del primer refuerzo.
Si la primera vacuna fue la de J&J, los CDC recomiendan que te apliques una segunda dosis de la vacuna Pfizer o Moderna al menos 28 días después de recibir la vacuna. Los CDC también recomiendan una dosis de refuerzo de la vacuna Pfizer o Moderna al menos dos meses después de la segunda dosis y una segunda dosis de refuerzo al menos cuatro meses después del primer refuerzo. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, sigla en inglés) ha limitado la autorización del uso de emergencia a las personas mayores de 18 años que hayan tenido una reacción alérgica grave a una vacuna de ARNm, no puedan obtener una vacuna de ARNm porque no hay ninguna disponible o prefieran la vacuna de J&J.
A pesar de que estar vacunado ayuda a proteger contra un cuadro grave de la enfermedad, aún es posible tener lo que se denomina una “infección de la COVID-19 en personas vacunadas”. Es posible que las personas diagnosticadas con cáncer tengan un menor nivel de anticuerpos contra la COVID-19 luego de la vacunación. Los investigadores querían saber cuántas personas en Estados Unidos diagnosticadas con cáncer que recibieron la vacuna contra la COVID-19 han tenido una infección luego de la vacunación. Los investigadores también querían observar los resultados de estas infecciones en personas vacunadas.
Sobre el estudio
Para este estudio, los investigadores observaron las historias clínicas de 45.253 personas diagnosticadas con al menos uno de los 12 tipos de cáncer y 591.212 personas que no habían sido diagnosticadas con cáncer. Todas las personas habían recibido una vacuna contra la COVID-19 entre diciembre de 2020 y noviembre de 2021 y no habían sido diagnosticadas con COVID-19 antes de vacunarse. Sesenta y seis entidades sanitarias en 50 estados proveyeron las historias clínicas.
Las personas diagnosticadas con cáncer eran mayores y tenían más probabilidades de tener otros problemas de salud que las personas que no habían sido diagnosticadas.
El cáncer de mama fue el tipo de cáncer más común entre las personas en el estudio.
13.032 fueron diagnosticadas con cáncer de mama.
11.421 fueron diagnosticadas con cáncer de próstata.
6.962 fueron diagnosticadas con cáncer hematológico, incluidos leucemia, linfoma y varios mielomas.
3.094 fueron diagnosticadas con cáncer colorrectal.
2.926 fueron diagnosticadas con cáncer de piel.
2.849 fueron diagnosticadas con cáncer de pulmón.
9.833 fueron diagnosticadas con cáncer de vejiga, endometrio, riñón, hígado, páncreas o tiroides.
Estos números equivalen a más de 45.253 porque algunas personas fueron diagnosticadas con más de un tipo de cáncer.
Los investigadores midieron la tasa mensual de infecciones de la COVID-19 en personas vacunadas como el número de nuevos casos cada 1.000 personas. La tasa fue más alta en personas diagnosticadas con cáncer que en personas que no habían sido diagnosticadas:
Desde febrero a marzo de 2021 la tasa fue de 19,6 en personas diagnosticadas con cáncer en comparación con 4,9 en personas que no habían sido diagnosticadas.
Desde abril a mayo de 2021 la tasa fue de 43,1 en personas diagnosticadas con cáncer en comparación con 13,8 en personas que no habían sido diagnosticadas.
Desde junio a julio de 2021 la tasa fue de 30,6 en personas diagnosticadas con cáncer en comparación con 17,4 en personas que no habían sido diagnosticadas.
Desde agosto a septiembre la tasa fue de 51,7 en personas diagnosticadas con cáncer en comparación con 41,3 en personas que no habían sido diagnosticadas.
Desde octubre a noviembre de 2021 la tasa fue de 52,1 en personas diagnosticadas con cáncer en comparación con 46,9 en personas que no habían sido diagnosticadas.
Las diferencias en las tasas fueron estadísticamente significativas, lo que significa que quizá se debieron al diagnóstico de cáncer y no se produjeron solo por casualidad.
Entre las personas diagnosticadas con cáncer, el riesgo de una infección en personas vacunadas fue del 13,6 % durante el período del estudio. El riesgo entre las personas que no habían sido diagnosticadas con cáncer fue del 4,9 %.
Las personas diagnosticadas con cáncer de páncreas tenían el riesgo más alto y las personas diagnosticadas con cáncer de tiroides, el más bajo. El riesgo de infección en personas vacunadas fue de:
el 24,7 % para las personas diagnosticadas con cáncer de páncreas
el 22,8 % para las personas diagnosticadas con cáncer de hígado
el 20,4 % para las personas diagnosticadas con cáncer de pulmón
el 17,5 % para las personas diagnosticadas con cáncer colorrectal
el 17,4 % para las personas diagnosticadas con cáncer de vejiga
el 16,0 % para las personas diagnosticadas con cáncer de riñón
el 14,9 % para las personas diagnosticadas con cáncer hematológico
el 12,5 % para las personas diagnosticadas con cáncer de piel
el 12,8 % para las personas diagnosticadas con cáncer de próstata
el 11,9 % para las personas diagnosticadas con cáncer de endometrio
el 11,9 % para las personas diagnosticadas con cáncer de mama
el 10,3 % para las personas diagnosticadas con cáncer de tiroides
Entre las personas diagnosticadas con cáncer, las personas que visitaron a un médico debido a ciertos tipos de cáncer entre noviembre de 2020 y noviembre de 2021 tuvieron un mayor riesgo de contraer una infección luego de la vacunación que las personas que no visitaron a un médico debido al cáncer. Esto permite suponer que las personas que estaban recibiendo un tratamiento de forma activa para ciertos tipos de cáncer tenían un riesgo más alto de contraer una infección luego de haberse vacunado que las personas que habían completado el tratamiento. Se observó un riesgo más alto en personas diagnosticadas con:
cáncer de mama
cáncer hematológico
cáncer colorrectal
cáncer de vejiga
cáncer de páncreas
Los investigadores luego compararon a las personas que habían sido diagnosticadas con cáncer con las que no según:
edad, etnicidad y otros datos demográficos
tipo de vacuna
otras afecciones médicas
Las personas diagnosticadas con cáncer tuvieron un riesgo más alto de contraer una infección luego de vacunarse que las personas que no habían sido diagnosticadas con cáncer.
Los investigadores también compararon los resultados de las infecciones en personas vacunadas que habían sido diagnosticadas con cáncer y personas sin diagnóstico:
El riesgo de hospitalización fue del 31,6 % en personas diagnosticadas con cáncer y del 25,9 % en personas que no habían sido diagnosticadas con cáncer.
El riesgo de muerte fue del 6,7 % en personas diagnosticadas con cáncer y del 2,7 % en personas que no habían sido diagnosticadas con cáncer.
“Estos resultados resaltan la necesidad de que los pacientes diagnosticados con cáncer mantengan prácticas de mitigación, en especial con el surgimiento de diferentes variantes del virus y la disminución de inmunidad de las vacunas”, escribieron los investigadores.
Qué significa esto para ti
Los resultados de este estudio son preocupantes para las personas diagnosticadas con cáncer, en especial para aquellas que están recibiendo tratamiento del cáncer de mama de forma activa.
Según otras investigaciones, las personas diagnosticadas con cáncer tienen un mayor riesgo de contraer la COVID-19 que las personas que no han sido diagnosticadas con cáncer. El riesgo es mayor para las personas que han sido diagnosticadas con cáncer recientemente.
Saber que existe un mayor riesgo de contraer una infección de la COVID-19 en personas vacunadas y sufrir complicaciones severas y peores resultados puede motivarte a mantener los cuidados de seguridad. Este conocimiento también puede alentarte a continuar las precauciones para la COVID-19, incluso si el resto del mundo no lo hace. Es extremadamente importante que hagas lo siguiente:
practicar el distanciamiento físico
usar una mascarilla ajustada cuando salgas de tu casa
lavarte las manos frecuentemente y usar desinfectante para manos cuando no puedas lavártelas
evitar multitudes y espacios mal ventilados
limpiar y desinfectar las superficies que tocas con frecuencia, como perillas, interruptores de la luz, teléfonos, teclados, mangos y grifos
estar alerta a los síntomas de la COVID-19, como pérdida del gusto y del olfato, fiebre, tos y dificultad para respirar
hablar con tu médico sobre las vacunas para la COVID-19 y los refuerzos y te vacunarte tan pronto como sea posible, si es recomendable
Conoce más sobre Coronavirus (COVID-19): Lo que necesitan saber las personas diagnosticadas con cáncer de mama.
Nota de la editora: Este artículo se actualizó el 16 de junio de 2022 con información adicional sobre las segundas dosis de refuerzo.
Redacción: Jamie DePolo, editora sénior
— Se actualizó por última vez el 3 de febrero de 2023, 23:05