Una investigación apunta a una nueva forma de saber si las calcificaciones mamarias son cancerosas

Muchas calcificaciones tienen el mismo aspecto en una mamografía; su estructura y formación pueden ayudar a determinar si son cancerosas o benignas.

Actualizado el 31 de octubre de 2025

A female doctor looking at a mammogram image that has several solid white areas in it.

Cuando los radiólogos observan las calcificaciones mamarias en una mamografía, puede ser difícil saber si son un signo de cáncer (malignas) o no (benignas). Esto se debe a que todas las calcificaciones tienen el mismo aspecto en una mamografía: pequeñas manchas blancas en la imagen del tejido mamario.

En consecuencia, muchas personas acaban sometiéndose a biopsias de lo que se considera una mancha sospechosa, que luego resulta ser benigna.

Un nuevo estudio sobre cómo se forman las calcificaciones y de qué están compuestas podría conducir a una forma más precisa de clasificarlas como benignas o malignas.

Los investigadores analizaron muestras de tejido mamario que contenían calcificaciones de personas con enfermedad mamaria benigna y CDIS (carcinoma ductal in situ). Utilizaron diversas pruebas (como microscopios láser y electrónicos y rayos X) para estudiar la estructura de las calcificaciones.

Descubrieron que las calcificaciones se forman de manera diferente según sean benignas o cancerosas. Las calcificaciones benignas eran más redondeadas, con capas minerales que se formaban uniformemente alrededor de la superficie a medida que crecían, de forma similar a los anillos de crecimiento de un árbol. Las calcificaciones cancerosas tenían más forma de bastón y las capas minerales eran más irregulares.

El director del estudio, Bruce Fouke, PhD, afirmó que las estructuras de calcificación descubiertas por los investigadores no se habían visto antes. “Establecen un nuevo esquema de clasificación entre la enfermedad mamaria benigna y el CDIS”, afirma en un comunicado. Fouke es catedrático de Ciencias de la Tierra y Cambio Medioambiental y director del Centro de Biotecnología Roy J. Carver de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign.

También descubrieron que las calcificaciones estaban formadas por fosfato cálcico amorfo (“amorfo” significa que el mineral puede cambiar de forma). Saber que las calcificaciones mamarias están formadas por fosfato cálcico amorfo puede conducir a nuevos tratamientos, ya que ciertos fármacos pueden disolverlo.

Para sus próximos pasos, los investigadores planean estudiar la formación y estructura de las calcificaciones en el cáncer de mama invasivo, así como averiguar si las calcificaciones desempeñan un papel en la progresión del CDIS a enfermedad invasiva y de qué manera.