Cómo pasarla bien bajo el sol a pesar del cáncer de mama
Como parte de nuestro blog sobre cuidado personal, invitamos a Dana Donofree, defensora de los intereses de pacientes con cáncer de mama, diseñadora de modas y fundadora de AnaOno, para que nos dé sus consejos para disfrutar del verano a pesar de las dificultades que podría darte el tratamiento del cáncer de mama.
Disfrutar del verano durante y después del tratamiento fue uno de los desafíos más inesperados que enfrenté después de mi diagnóstico de cáncer de mama.
En los veranos previos a mi diagnóstico, por lo general me quedaba cerca a la piscina, me ponía aceite para bebé y lo pasaba bien sin tener preocupaciones. No pensaba mucho en el enrojecimiento que ocurría en mis hombros, muslos y nariz. Muchos hemos pasado por lo mismo: al final quedas con una quemadura de sol que te hace desear haber pasado menos tiempo en la reclinadora o haberte puesto protector solar una vez más. Después del cáncer, esos días se terminaron.
Recibí tratamiento de quimioterapia durante el verano cuando vivía en Colorado. Si alguien ha estado en Colorado en el verano, sabrá que no es siempre este paraíso invernal del que tanto se habla, por lo menos en el área donde yo vivía, en la llanura. No tardé en darme cuenta que la mayor elevación hace que sea más fácil quemarse con el sol. Si a esto le agregas los bochornos, la calvicie, la piel seca y los expansores de mamas, ¡se convierte en una receta para el desastre!
Así que, para que aprendas de mis errores y evites estos malos ratos veraniegos, tengo algunos consejos sobre cómo pasarla bien bajo el sol durante y después de tu tratamiento para el cáncer de mama.
Cúbrete
Tu salud y bienestar deben ser tu prioridad durante y después de tu tratamiento, lo que hace que debas limitar tu tiempo bajo el sol. Ten en cuenta que necesitas protegerte no solo de los rayos ultravioletas del sol, sino también del calor, ya que una exposición prolongada al sol puede causar deshidratación y fatiga. Y ni qué decir de los bochornos... ¡De verdad te harán buscar un lugar con sombra!
Así que, al igual que yo, deberías aprender a mantenerte cubierta. Encontrar un lugar con sombra no es siempre sencillo, pero si estás en la piscina o la playa, siempre ten contigo una sombrilla. Tener sombra para mantenerte fresca y protegerte del sol te permitirá disfrutar más tiempo al aire libre.
Sin embargo, incluso si estás en la sombra, no te confíes: si tienes calor, aléjate del sol por un momento. Busca aire acondicionado en una cafetería o restaurante para enfriarte y relajarte. Y si no puedes ponerte debajo de algo, usa ropa para playa por encima de tu traje de baño y siempre usa sombrero, ¡mientras más grande, mejor!
El factor de protección solar (FPS) es primordial
Un dato curioso: El sol puede dañar tu piel en tan solo 15 minutos, a pesar de que una quemadura por sol puede tardar hasta 12 horas en aparecer.
Sin importar quién seas, debes usar un protector solar con un FPS alto, para proteger tu piel del sol y reducir tu riesgo de cáncer de piel y de envejecimiento prematuro. Para quienes han recibido tratamiento para el cáncer, un protector solar con un FPS alto es particularmente importante, ya que algunos tratamientos pueden aumentar la sensibilidad de tu piel al sol.
Un humectante facial diario con un FPS alto es importante para protegerte del sol y evitar las arrugas, y una loción corporal con un FPS alto es muy útil para lograr protección adicional. Además, un FPS alto en tu protector solar es imprescindible si vas a pasar un día en la playa. Los estudios demuestran que los productos con un FPS de 30 son los mejores, y que un FPS más alto que este no produce mayores beneficios.
Asegúrate de aplicar suficiente protector solar, para que sea efectivo. Con frecuencia, las personas se aplican la mitad de la cantidad recomendada, lo que les da solo la mitad de la protección del FPS del producto. Por ejemplo, si te aplicas solo la mitad de lo que deberías aplicarte del protector con FPS de 30, solo recibirás la protección de un FPS de 15. No te olvides de cuidarte los labios. Hay muchos bálsamos labiales con un FPS alto.
En lo personal, me gusta usar lociones corporales con tinte y un FPS alto en mis días de verano al aire libre. Durante la quimioterapia, sentí que mi piel se volvía como transparente. Tenía un tono gris, y podía ver mis venas en los brazos y las piernas, así que un poco de color me ayudaba a emparejar las cosas.
Ahora no puedo despegarme de la crema CC de Thrive Causemetics con FPS integrado, que uso todos los días. ¡Ojalá la hubiera tenido durante el tratamiento! Sirve para emparejar los tonos desiguales de la piel (lo que me ayuda particularmente con los bochornos) y te brinda una capa de protección. También es vegana, hecha sin pruebas en animales, y no contiene parabenos ni sulfatos. No tengo ninguna relación con la compañía, solo es que este producto me encanta.
Hidratación, hidratación, hidratación
La deshidratación fue otro efecto secundario con el que tuve que lidiar durante mi tratamiento. ¡Siempre tenía sed!
Se volvió tan grave que cada fin de semana después de mi infusión terminaba en la sala de emergencias con deshidratación. Tomaba líquidos una, y otra, y otra vez, y sentía que ya no podía absorber nada más.
Por fortuna, no todos experimentan deshidratación grave, pero, si vas a pasar más tiempo bajo el sol, es necesario que tomes agua y te mantengas hidratada. No podía tomar Gatorade o bebidas para deportistas durante el tratamiento debido a la inflamación y sensibilidad bucal, pero si tú puedes tolerarlas o te gusta un poco de sabor, puedes mezclarlas con agua para reducir el dulce.
Busca un traje de baño que te haga sentir segura
Ponerse un traje de baño la primera vez después de una mastectomía no es una experiencia fácil, para nada. No me sentía lista para probarme un bikini y salir a la piscina. Mis expansores cuadrados me hacían sentirme incómoda y poco atractiva, especialmente porque tenía puestos los que llamaba mis “ladrillos”, que no entraban en ningún sostén, y menos en un traje de baño.
Si bien encontrar un sostén después de una reconstrucción mamaria es difícil, encontrar un traje de baño lo es diez veces más. No me entusiasmaba ir de compras solo para darme cuenta de que ningún traje de baño le quedaba a mi nuevo cuerpo, pero había planeado una luna de miel en Hawái, así que tenía que encontrar un traje que me quedara. Busqué en todas partes, pero me encontré con los mismos problemas que con los sostenes.
Terminé decidiéndome por un bikini de copas triangulares. Las cicatrices de mi mastectomía se veían por los lados, pero me encantó cómo se veía en todos los demás aspectos. Así que me dije que iba a tener que aceptarlo. Al final lo llegué a hacer, y me esforcé para que no me importara lo que pensaban los demás. Lo que más temía es que la pequeña copa triangular se moviera a un lado, dejando ver mi mama sin pezón, algo que —por cierto— ha pasado más de una vez.
La experiencia fue uno de los principales motivos por los que diseñé y agregué trajes de baño a la línea de productos de AnaOno, porque mientras me enfrentaba a todo esto, sabía que no era la única, exactamente lo que sentí cuando empecé a diseñar sostenes.
Más adelante, muchas mujeres, algunas con una mama y otras, con ninguna, me contaron que les preocupaba lo que se podía ver a través del traje de baño cuando estaban en la piscina. Fue entonces que supe que todas necesitábamos opciones de trajes mejores y más atractivas para divertirnos bajo el sol.
Con AnaOno, quería asegurarme de que las mujeres como yo podían encontrar un traje de baño diseñado para sus cuerpos. Quizás después de una reconstrucción, o quizás no, o quizás tienen una prótesis mamaria que desean insertar. Quería tener una opción para todas en la colección que fuera deportiva, divertida y hecha para nuestros cuerpos. Y pensé en esta idea al crear mi diseño. Porque todas merecemos sentirnos seguras mientras nos divertimos bajo el sol.
Valorar las pequeñas cosas
Si bien el verano en el que recibí tratamiento no fue el mejor, pude irme de luna de miel al final. Me hubiera gustado tener estos consejos durante mi tratamiento, así que estoy feliz de poder hablar de lo que he aprendido en estos años después de mi diagnóstico. Los días cálidos de verano pueden parecer cosas pequeñas, pero, durante momentos difíciles, son las pequeñas cosas las que en verdad importan.
Mi recomendación final para pasarla de lo mejor este verano es la siguiente: sal de casa, disfruta como no habías disfrutado antes, lánzate en un clavado de la plataforma más alta, lee un libro y relájate, o tómate una bien merecida siesta..., ¡porque te lo mereces!
— Se actualizó por última vez el 9 de agosto de 2024, 15:51