¿Qué son los fitoquímicos?
Los fitoquímicos son compuestos producidos por las plantas (“fito” significa “planta”). Se encuentran en frutas, verduras, cereales, legumbres y otros alimentos vegetales. Los fitoquímicos ayudan a las plantas a protegerse de las enfermedades. Aunque ninguna dieta puede prevenir el cáncer de mama, estudios sugieren que llevar una alimentación rica en fitoquímicos puede ayudar a lo siguiente:
reforzar la respuesta inmunitaria (1)
proteger las células sanas (2)
matar a las células enfermas (3)
bloquear la actividad de los agentes cancerígenos (también llamados “carcinógenos”) (4)
regular las hormonas (5)
Es importante saber que gran parte de las pruebas sobre los efectos de los fitoquímicos proceden de la observación de personas con dietas que se basan, principalmente, en plantas. Estas personas parecen tener tasas notablemente más bajas de ciertos tipos de cáncer y enfermedades cardíacas.
Aunque se requieren más investigaciones para determinar si los fitoquímicos pueden ayudar a reducir el riesgo de cáncer o complementar el tratamiento contra esta enfermedad, estudios sugieren que añadir más fitoquímicos a la dieta es una decisión inteligente para cuidar la salud general.
Tipos de fitoquímicos
Quienes investigan la nutrición calculan que se han identificado más de 4.000 fitoquímicos, pero solo unos 150 se han estudiado en profundidad.
Estos son algunos de ellos con investigaciones sólidas que respaldan sus beneficios para la salud:
Los flavonoides se encuentran en muchos cereales, verduras y frutas. A través de las investigaciones se ha sugerido que los flavonoides ayudan a proteger contra el daño en el material genético y las proteínas de las células (en inglés).
Las isoflavonas son un tipo de flavonoide llamado “fitoestrógeno”. Se encuentran en grandes cantidades en la soja y otros alimentos derivados de ella, como el tofu, el miso y el tempeh. Tienen una estructura similar a la hormona estrógeno y se unen a sus receptores. Los fitoestrógenos pueden impedir que el estrógeno se una a los receptores de esta hormona en las células cancerosas y, así, hacer más lento su crecimiento.
A través de un estudio realizado con miles de mujeres de todo el mundo, se descubrió que las mujeres que consumían más soja (e isoflavonas) tenían un menor riesgo de desarrollar cáncer de mama que las que incluían menos soja en su alimentación (en inglés).
Las antocianinas son un tipo de flavonoide. Se encuentran en frutas y verduras como las bayas rojas y moradas, las uvas, las manzanas, las ciruelas y la col morada. Mediante ciertos estudios se ha sugerido que las antocianinas bloquean el crecimiento de las células cancerosas (en inglés).
Las catequinas son flavonoides presentes en el té verde. Las catequinas del té, como EGCG y ECG, pueden bloquear el crecimiento de las células cancerosas y provocar su muerte (en inglés).
Los carotenoides se encuentran en los colores amarillos, rojos y naranjas brillantes de plantas, verduras y frutas como el mango, los melones, las naranjas, los boniatos y las zanahorias. A través de un estudio de más de 43.000 mujeres se descubrió que, en aquellas con más carotenoides en la sangre, el riesgo de desarrollar cáncer de mama, sobre todo los más agresivos, era más bajo (en inglés).
El betacaroteno se encuentra en las frutas y verduras de color naranja y amarillo (¡los pigmentos de betacaroteno les dan su color!). Es un tipo de carotenoide que se convierte en vitamina A en el organismo. A través de un estudio se descubrió que el cáncer de mama era menos frecuente en mujeres premenopáusicas con más betacaroteno en su dieta que en aquellas con menos betacaroteno en su alimentación. No ocurrió lo mismo con las mujeres que habían pasado por la menopausia.
Los polifenoles se encuentran en el café, el té, las hierbas, las especias y otros alimentos. Entre los tipos de polifenoles se encuentran el resveratrol, presente en el vino tinto, y el ácido elágico de las bayas. Con investigaciones se ha demostrado que los polifenoles ayudan a proteger el organismo de las moléculas llamadas “radicales libres”, que pueden causar enfermedades como el cáncer (en inglés).
Un polifenol, daidzeína (en inglés), se encuentra en altas concentraciones en los alimentos a base de soja.
Los isotiocianatos se encuentran en las verduras crucíferas, como la col, la coliflor y la col rizada. Las mayores cantidades de isotiocianatos se encuentran en el brócoli; en especial, en los brotes de este vegetal. A través de muchos estudios se ha demostrado que comer verduras crucíferas reduce el riesgo de desarrollar cáncer (en inglés). Además, numerosas pruebas demuestran que los isotiocianatos ayudan a bloquear la formación de tumores.
Cómo obtener más fitoquímicos
Dado que estos fitoquímicos se encuentran en muchas frutas, verduras, legumbres y cereales, consumir más alimentos integrales es la mejor manera de obtener los beneficios de los fitoquímicos.
Nunca habrá un único ingrediente vital que debas incluir en tu dieta, y ningún alimento o dieta por sí solo puede prevenir el cáncer de mama. Los dietistas matriculados y otros profesionales de la salud siempre recomiendan llevar una alimentación equilibrada que incluya una variedad de verduras, frutas, legumbres y cereales integrales. Desconfía de cualquier dieta que afirme que puede curar el cáncer.
No hay pruebas de que consumir suplementos de fitoquímicos sea tan bueno como comer frutas, verduras, legumbres y cereales integrales que los contengan. La mayoría de los expertos cree firmemente que es la combinación de estos compuestos y los demás alimentos que se ingieren lo que mantiene el cuerpo sano.
Es muy probable que cargar el organismo con uno o dos fitoquímicos en forma de pastillas no sea tan beneficioso como llevar una dieta equilibrada, con una variedad de alimentos que incluyan cinco o más tazas de frutas y verduras al día y alimentos de otras fuentes vegetales, como panes integrales, cereales, frutos secos, semillas, arroz y pasta, y legumbres.
Habla con el médico sobre los suplementos alimentarios que pueden ser más beneficiosos para ti.
¿Se pueden consumir fitoquímicos en exceso?
Es posible obtener demasiado de algo bueno. A través de un estudio se descubrió que la isoflavona daidzeína en dosis altas estimulaba el crecimiento de las células del cáncer de mama positivo para receptores de hormonas (en inglés).
Habla con el médico antes de hacer cambios significativos en tu alimentación.
— Se actualizó por última vez el 5 de diciembre de 2024, 17:07