Me llamo Michael Singer y estoy en el Simposio sobre Cáncer de Mama de San Antonio del año 2016 en representación de Male Breast Cancer Coalition. Este es nuestro primer año como expositores en el simposio. He venido en otras oportunidades en calidad de asistente. Estamos en el estand 416, y nos han recibido de maravilla. La gente nos agradece por estar aquí y por generar concientización respecto de que el cáncer de mama puede ocurrir y ocurre en hombres. Las cifras indican que cada año se diagnostican 2600 casos en hombres, pero aproximadamente 440 de esas personas fallecen debido a que son diagnosticadas en estadios más avanzados, porque la mayoría de los hombres no habla sobre su enfermedad.
Uno de nuestros principales objetivos aquí es concientizar. Tenemos folletos y tarjetas profesionales, y hacemos correr la voz para generar conciencia. Y el simposio mismo es magnífico. La posibilidad que ofrece de conocer a oncólogos, científicos, médicos y defensores de los intereses de los pacientes es inmensa. La recomiendo mucho a todo aquel que tenga la oportunidad de venir. Hay muchas compañías que ofrecen becas de asistencia. Pero si no se puede obtener una beca, recomiendo pagar la entrada y asistir, porque la información que se consigue aquí es valiosísima.
Este año, conocí a cinco hombres diagnosticados con cáncer de mama que vinieron al simposio. Algunos vinieron becados. Otros están trabajando en el estand 416 de Male Breast Cancer Coalition. Creo que, al ver el cartel por primera vez, a la gente le cuesta creerlo. Y cuando descubren que Anthony Merka, quien trabaja en el estand conmigo, y yo somos sobrevivientes de cáncer de mama, la incredulidad suscita preguntas. Muchas personas no saben que los hombres pueden tener mutaciones del gen BRCA2 y transmitírselas a sus hijos, al igual que las mujeres. Hay una probabilidad del 50 %.
El caballero que me acompaña hoy, de hecho, se sometió a una mastectomía doble. También tiene una mutación del gen BRCA2, la cual heredó uno de sus hijos. Yo mismo fui diagnosticado de forma temprana, en estadio IIB, con un [carcinoma ductal invasivo más] un carcinoma ductal in situ y me sometí a una mastectomía de la mama izquierda. Al principio, sinceramente, no podía contarle a nadie que tenía cáncer de mama, porque crecí en un mundo en el que solo las mujeres lo tenían. Era una enfermedad de las mujeres y, más adelante, supe que los hombres pueden contraer, y contraen, cáncer de mama.
Después de un año de esconderme y no decírselo a nadie, vi a dos hombres en televisión nacional. Uno de ellos era Bret Miller, un hombre de 24 años diagnosticado con cáncer de mama, y el otro era Richard Roundtree, un actor de cine que protagonizó un programa llamado Shaft. Cuando los vi en televisión, como sobrevivientes de cáncer de mama en hombres y hablando sobre eso, tuve como una revelación.
Comencé a correr por la casa preguntándome de qué me avergonzaba. Me di cuenta de que estos hombres eran un ejemplo. Estaban hablando sobre el tema en televisión nacional. Desde ese momento, me he dedicado continuamente a ser el portavoz de los pacientes que son diagnosticados con cáncer de mama en hombres. Asistí a programas de capacitación del proyecto LEAD de National Breast Cancer Coalition. Estoy a cargo de revisar las subvenciones para cáncer de mama del Departamento de Defensa. Doy muchas charlas comunitarias en escuelas secundarias, facultades, centros para la tercera edad, en la Sociedad Americana contra el Cáncer y otros eventos. Hablo frente a una persona, frente a varias o frente a 13.000 personas. No importa. Siempre que pueda concientizar sobre el cáncer de mama en hombres, allí estaré para hablar sobre eso.