ASCO 2019: La dieta, el ejercicio y los resultados del cáncer de mama
La investigación de la Dra. Basen-Engquist se centra en los sobrevivientes de cáncer y en cómo las intervenciones dirigidas a modificar los comportamientos de salud pueden reducir la intensidad de los efectos secundarios tardíos, mejorar la función física, optimizar la calidad de vida y disminuir el riesgo de padecer enfermedades crónicas. También estudia maneras de ayudar a la gente a realizar cambios en el comportamiento y maneras de evaluar los síntomas y el comportamiento de los pacientes y de los sobrevivientes de cáncer.
En el podcast, podrás escuchar a la Dra. Basen-Engquist explicar lo siguiente:
- Mensaje del patrocinador
cómo hablar con el médico sobre la dieta y el ejercicio
- Mensaje del patrocinador
por qué hacer ejercicio y mantener un peso saludable debería ser parte del tratamiento del cáncer a largo plazo de todos los pacientes
- Mensaje del patrocinador
cómo las personas que se sienten abrumadas porque deben realizar muchos cambios en la dieta, el peso y el ejercicio pueden mejorar poco a poco su salud
La Dra. Karen Basen-Engquist es profesora de ciencias de la conducta y directora del Center for Energy Balance in Cancer Prevention and Survivorship del Centro Oncológico MD Anderson de la Universidad de Texas.
— Se actualizó por última vez el 16 de agosto de 2024, 19:33
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Jamie DePolo: Hola, les damos la bienvenida al podcast de Breastcancer.org. Soy Jamie DePolo, editora sénior de Breastcancer.org. Nos encontramos en la reunión anual de la [Sociedad Americana de Oncología Clínica.] Mi invitada de hoy es la Dra. Karen Basen-Engquist, profesora de ciencias de la conducta y directora del Center for Energy Balance in Cancer Prevention and Survivorship del Centro Oncológico MD Anderson de la Universidad de Texas. La investigación de la Dra. Basen-Engquist se centra en cómo los cambios en el estilo de vida pueden reducir la intensidad de los efectos secundarios a largo plazo y mejorar la calidad de vida y la función física de los sobrevivientes de cáncer.
Hoy, la Dra. Basen-Engquist presentó información sobre la investigación acerca de cómo las personas diagnosticadas con cáncer de mama pueden bajar de peso y hacer más ejercicio, y cómo esas modificaciones pueden afectar el riesgo de recurrencia. Dra. Basen-Engquist, bienvenida al podcast.
Karen Basen-Engquist: Muchas gracias por invitarme, Jamie. Estoy muy contenta de estar aquí.
Jamie DePolo: Más temprano en su presentación de hoy, mencionó investigaciones por medio de las que se demuestra que los pacientes con cáncer de mama (en realidad creo que se trataba de todos los pacientes con cáncer, en general) tenían más probabilidades de hacer cambios en el estilo de vida en materia de dieta, manejo del peso y ejercicio si el oncólogo mencionaba esos temas. Si el médico no menciona esos temas después de un diagnóstico de cáncer, ¿cree que el paciente debería plantear el tema? ¿Cómo se puede encarar esto?
Karen Basen-Engquist: Creo que resulta muy útil hablar de esto con el médico, independientemente de si el oncólogo, el cirujano o el proveedor de atención sanitaria en cuestión mencionan el tema o no. Se trata de la salud. Lo que comes, tu nivel de actividad y tu peso afectan tu salud, y deberías hablar sobre eso con tu proveedor de atención sanitaria.
Jamie DePolo: Bien. Últimamente he observado que, en los congresos, cada vez más investigadores mencionan el manejo del peso y el ejercicio como parte del tratamiento del cáncer a largo plazo. ¿Cree que es así?
Karen Basen-Engquist: Espero que así sea. Me gustaría que sucediera. Creo que cada vez se le presta más atención a este tema. En parte, es gracias a la investigación que mencionó, presentada en la sesión, por medio de la cual se demostró que la obesidad está asociada a peores resultados en algunos tipos de cáncer; la actividad física está asociada a mejores resultados en algunos tipos de cáncer; y también datos de ensayos aleatorizados que indican que la actividad física y el ejercicio pueden mejorar la calidad de vida, aliviar los síntomas, mejorar el bienestar y la función física de las personas después del cáncer y durante el tratamiento de esta enfermedad. Creo que ese es el motivo por el que se le está prestando más atención al tema. Se está haciendo una transición hacia el abordaje en el tratamiento oncológico y después del tratamiento durante el período de supervivencia.
Quería mencionar que el American College of Sports Medicine, que es una organización que trata y estudia todos los aspectos del ejercicio y su relación con la salud, cuenta con un subgrupo que trabaja con el ejercicio y el cáncer. En el último año, han estado convocando una mesa redonda para examinar las recomendaciones previas para los sobrevivientes de cáncer. Revisaron rigurosamente la bibliografía sobre los beneficios para los sobrevivientes de cáncer, también analizaron cómo debía ser la implementación en el tratamiento, y pronto, en tres o cuatro meses, presentarán las recomendaciones modificadas para pacientes y sobrevivientes de cáncer. Todavía no las conocemos, pero creo que respaldarán la recomendación de que los sobrevivientes y los pacientes deben mantenerse activos después del diagnóstico de cáncer.
Jamie DePolo: Eso será genial. Por cierto, realicé un podcast con una entrenadora que está certificada para trabajar con sobrevivientes de cáncer. Y me dijo que lo que más le molestaba era que las personas, o mejor dicho los entrenadores e incluso los médicos, no esperaban ver que los sobrevivientes y las personas en tratamiento realizaran demasiado ejercicio. Que les recomendaban a los pacientes hacer algo de ejercicio en la elíptica y que eso era suficiente, y me dijo que eso no es lo que ella hacía. Ella les proponía desafíos a los pacientes. Les exigía. Y me dijo que ellos lo valoraban porque eran más fuertes de lo que creían.
Karen Basen-Engquist: Sí. Creo que es cierto, contar con un entrenador personal puede ayudar a que te exijas un poco más. Sin embargo, creo que es importante mencionar que la mejoría más significativa que vemos en la gente es quien pasa de no hacer nada a hacer algo. Así que, incluso si no sientes que estás listo para exigirte, es importante que te levantes, camines un poco y abandones ese comportamiento sedentario para que no te pases todo el día sentado. Muchos de nosotros tenemos trabajos de oficina y pasamos mucho tiempo sentados, pero es importante hacer pausas para levantarse y caminar un poco. Por lo menos hacer eso como un primer paso para estar más activo es importante, aun si sientes que no estás preparado para que un entrenador te exija. Estoy de acuerdo en que la mayoría de nosotros podemos hacer más de lo que creemos, aunque estemos en tratamiento de cáncer, pero es indispensable dar esos primeros pasos hacia un estilo de vida más activo.
Jamie DePolo: De todos modos, no quise decir que ella les exigía demasiado, sino que decía, como dijo usted, que incluso sentarse en una silla y levantar unas latas de alimentos puede ser una buena manera de empezar.
Karen Basen-Engquist: Sí. Por supuesto.
Jamie DePolo: Disculpe, me desvié del tema. Estaba escribiendo en Twitter durante su presentación en la que indicó que la pérdida de peso podía reducir potencialmente el riesgo de recurrencia del cáncer de mama. Y enseguida alguien que está en tratamiento me respondió y me dijo lo siguiente: Bueno, eso es genial, pero un efecto secundario de mi tratamiento es el aumento de peso. ¿Podría hablar un poco al respecto?
Karen Basen-Engquist: Por supuesto. Es muy frustrante. En particular, en el cáncer de mama se observa mucho el aumento de peso durante el tratamiento. Y, para aclarar, los datos con los que contamos ahora demuestran que la obesidad está asociada a un mayor riesgo de recurrencia. Aún no sabemos si la pérdida de peso afecta el riesgo de recurrencia. Hay datos contradictorios al respecto. Idealmente, los ensayos aleatorizados, como el que mencionó la Dra. Ligibel, el ensayo BWEL, responderán algunos de estos interrogantes.
Pero, sí, me imagino que debe ser aterrador ver datos como estos, que demuestran que la obesidad está asociada a un mayor riesgo de recurrencia, y saber que subiste de peso durante el tratamiento. Pero creo que esto pone de manifiesto la importancia de tomar medidas para controlar el aumento de peso. Es decir, aunque el tratamiento esté asociado al aumento de peso, este último no es inevitable, se puede controlar, por ejemplo, a través del ejercicio. El ejercicio y una dieta saludable con una ingesta baja de calorías funcionarán para minimizar el aumento de peso o incluso para evitarlo.
Jamie DePolo: Bien. Creo que es un tema muy importante, además, porque ahora con las recomendaciones, las personas podrían estar en tratamiento con inhibidores de la aromatasa durante 10 años.
Karen Basen-Engquist: Claro. Claro.
Jamie DePolo: Algunas personas ya están en tratamiento con tamoxifeno durante 10 años. Eso es muchísimo tiempo para estar en tratamiento y preocuparse por el aumento de peso.
Karen Basen-Engquist: Sí, es mucho tiempo. Y sabemos que, en muchos casos, los inhibidores de la aromatasa están asociados a fatiga y molestias, y dolores en las articulaciones, lo cual puede empeorar el problema. Si estás lidiando con eso, es más difícil controlarte, es como que quieres poder disfrutar ese helado de consuelo, ¿cierto?
Jamie DePolo: Por supuesto.
Karen Basen-Engquist: Sin embargo, creo que el ejercicio ha demostrado que ayuda a contrarrestar algunos de los efectos secundarios del tratamiento con inhibidores de la aromatasa, en especial, el dolor muscular y de las articulaciones, y la fatiga. Aún no sabemos a ciencia cierta si el control del peso ayuda a aliviar esos síntomas. Sí sabemos que el sobrepeso pone más tensión sobre las articulaciones, por lo que resulta lógico deducir que controlar el peso puede servir para aliviar algunos de estos efectos secundarios.
Jamie DePolo: Bien. En la presentación también mencionó que el índice de masa corporal es una medición imperfecta de la grasa corporal, en especial, en mujeres mayores. Por supuesto que no siempre, pero la gran mayoría de las personas diagnosticadas con cáncer de mama son mujeres mayores. Pareciera que, en algunos de esos estudios (aunque quizás no los esté interpretando bien), queda demostrado que solo el hecho de hacer más ejercicio puede tener muchos beneficios para la salud. Incluso si no haces cambios en la dieta o si no bajas muchos kilos, hacer ejercicio modifica la composición del cuerpo. ¿Se están realizando estudios para analizar esto? ¿Parece ser factible?
Karen Basen-Engquist: Sí, parece ser factible. Hay estudios observacionales en los que se demuestra que los sobrevivientes de cáncer de mama que son más activos físicamente, después del tratamiento contra el cáncer de mama o incluso después del diagnóstico, tienen menos riesgo de recurrencia. Por ende, independientemente de su índice de masa corporal, realizar más actividad física reduce el riesgo. Y hablamos sobre algunos de los beneficios del ejercicio para aliviar esos efectos secundarios, ayudar a combatir la fatiga, etc. Así que, aunque no bajes de peso, el ejercicio trae beneficios.
Jamie DePolo: Bien. Ya veo. Es bueno saberlo, porque me imagino que, para algunos, hacer más ejercicio, bajar de peso y hacer cambios en la dieta parece mucho de golpe cuando quizás todavía están en tratamiento.
Karen Basen-Engquist: Claro. Puede ser abrumador. Creo que una de las cosas que queremos evitar es abrumar a las personas con esa esponsabilidad. Me parece que muchas veces los pacientes se sienten agradecidos de que haya algo que pueden hacer para mejorar su salud; sin embargo, si te sientes abrumado, culpable y angustiado porque no puedes cumplir todo a la perfección, creo que es momento de detenerte y volver a evaluar la situación, quizás hablar con un profesional en salud mental sobre cómo encontrar un equilibrio o incluso hablar con un amigo o con el oncólogo. También puedes comenzar con una cosa a la vez, por ejemplo, hacer ejercicio o comenzar una dieta más saludable, etc., y luego seguir avanzando. Considero que no trae ningún beneficio abrumar a los pacientes y hacerlos sentir mal por no poder realizar determinados cambios. Antes que nada, esa estrategia no produce cambios en el comportamiento, sino que hace que la persona se sienta peor, y no queremos que eso suceda.
Jamie DePolo: Aunque quizás esté especulando desde un punto de vista científico, si tuviera que elegir una opción, ¿diría que conviene empezar por ejercitarse porque parece tener muchos beneficios?
Karen Basen-Engquist: Es una buena pregunta. El tema es que la mayor parte de mi investigación se centra en el ejercicio, así que, en cierta forma, es un sesgo para mí.
Jamie DePolo: Ese es su nicho. Sí.
Karen Basen-Engquist: Diría que el ejercicio es importante, pero creo que lo mejor es hacer cosas que se alineen con tus valores también, todo eso sirve. Llevar una dieta más saludable, controlar el peso restringiendo las calorías, realizar más actividad física: son todas cosas que te harán bien. Así que, si algo se ajusta más a tu gusto y quieres empezar por ahí, me parece una buena idea.
Jamie DePolo: Bien. Ya veo. Tiene sentido. Para mi última pregunta, en la presentación habló sobre estudios en los que se analizaron las dietas con una ingesta baja de grasas, otros estudios en los que se analizó la reducción de calorías y su relación con el riesgo de cáncer de mama y de recurrencia. Por otra parte, en otros estudios no necesariamente relacionados con el cáncer, se planteó que las grasas podrían no ser los nutrientes más adecuados para culpar, tal vez deberíamos analizar el azúcar o los ingredientes que se utilizan para fabricar alimentos procesados. ¿Conoce algún estudio en el que se esté analizando específicamente esto en relación con el riesgo de cáncer, por ejemplo, el consumo de azúcar y el riesgo de cáncer o los alimentos procesados y el riesgo de cáncer o algo por el estilo?
Karen Basen-Engquist: No hay estudios que se hayan realizado a la escala que se realizaron los ensayos aleatorizados en los que se evaluaron las dietas con una ingesta baja de grasas. Creo que es cierto que nuestro concepto de las grasas ha evolucionado mucho. En el momento en que se realizaron esos estudios, estábamos intentando reducir la ingesta de todo tipo de grasas. Ahora nos centramos más que nada en las grasas saturadas y las grasas trans, que son las más nocivas para la salud. Estas grasas están asociadas a mayores obstrucciones arteriales y, al parecer, también a un mayor riesgo de cáncer. Por el contrario, las grasas monoinsaturadas, como los aceites de oliva y de canola, son saludables y deberíamos consumirlas. Nuestro concepto de las grasas ha cambiado mucho.
A propósito de su pregunta sobre si hay ensayos en los que se estén analizando otros componentes de la dieta, en este momento, básicamente, solo hay ensayos a menor escala. No se realizaron ensayos de gran envergadura, como en el caso de la dieta con una ingesta baja de grasas. Hay ensayos significativos en los que se analiza la pérdida de peso. Uno de los temas más recurrentes en la bibliografía combinada sobre nutrición es que el control del peso parece ser muy importante para la salud de todas las personas, no solo para los sobrevivientes de cáncer. Hay una tendencia creciente a poner el foco en el control del peso y no tanto en nutrientes específicos. Aunque sí vemos que surgen algunos estudios y ensayos más pequeños sobre las dietas a base de plantas y, a veces, sobre las dietas cetogénicas. Se observa un interés en el tema de limitar el consumo de azúcar y demás. Pero aún no se ha llegado a un consenso. No sabemos mucho sobre el tema. Lo que sabemos sobre esos tipos específicos de alimentos proviene de los estudios epidemiológicos.
Jamie DePolo: Bien. Muchas gracias. Valoro todo lo que nos ha contado.
Karen Basen-Engquist: Un placer. Gracias por invitarme.
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