Las mujeres de raza negra tienen más probabilidades que las mujeres blancas de padecer linfedema después del tratamiento del cáncer de mama (seno)
Las mujeres de raza negra tienen una probabilidad tres veces y media mayor que las mujeres blancas de padecer linfedema luego de una cirugía de ganglio linfático axilar, según un estudio reducido.
Este estudio se presentó el 10 de diciembre de 2021 en el Simposio sobre cáncer de mama de San Antonio. Lee el resumen disponible en inglés: “Impact of race and ethnicity on incidence and severity of breast cancer related lymphedema after axillary lymph node dissection: Results of a prospective screening study.”(El impacto de la raza y la etnia en la incidencia y severidad del linfedema relacionado con el cáncer de mama luego de una disección de ganglios linfáticos axilares: Resultados de un posible estudio de detección).
Acerca de la cirugía de ganglios linfáticos axilares
La cirugía de ganglios linfáticos (también denominada por los médicos como “disección de los ganglios linfáticos axilares”) se realiza al mismo tiempo que la mastectomía o lumpectomía para extirpar el cáncer de mama en etapa temprana. El cirujano extirpa cinco o más ganglios linfáticos en el área de la axila del lado del cáncer de mama. Luego, un patólogo examina los ganglios linfáticos para determinar si hay células cancerosas en ellos.
Si hay células cancerosas en los ganglios linfáticos extirpados, hay un riesgo más alto de que el cáncer de mama vuelva a aparecer, lo que los médicos denominan “recurrencia”.
Cuando un informe patológico muestra que hay células cancerosas en los ganglios linfáticos, los médicos recomiendan más tratamientos luego de la cirugía, como radioterapia, quimioterapia y posiblemente terapia dirigida.
Acerca del linfedema
El linfedema es la inflamación anormal de los brazos, las manos, las mamas o el torso como efecto secundario de la cirugía por cáncer de mama, la radioterapia o ambas. En algunas personas el linfedema puede aparecer meses o incluso años después de que el tratamiento finalizó.
El linfedema aparece cuando la cirugía y la radioterapia cortan o dañan algún ganglio o vaso linfático, lo que evita que la linfa fluya con facilidad a través del cuerpo. Con el tiempo, el volumen de linfa excede la capacidad de drenaje de las vías que quedan y se produce una acumulación de linfa en los tejidos del organismo.
La disección de los ganglios linfáticos axilares es el factor de riesgo principal de padecer linfedema.
Acerca del estudio
A pesar de que existe alguna evidencia de que las mujeres de raza negra tienen más probabilidades que las mujeres blancas de padecer linfedema después de la cirugía por cáncer de mama, en la mayoría de los estudios no se ha registrado la raza o etnia de los participantes.
Además, la mayoría de los estudios acerca del linfedema han dependido de que la gente misma informe sobre los síntomas o se han utilizado en ellos códigos de diagnóstico provenientes de historias clínicas.
Para este estudio, los investigadores midieron cualquier cambio en el tamaño del brazo de los participantes del estudio a fin de dilucidar si cualquier factor, incluida la raza, tenía relación con el riesgo de padecer linfedema.
El estudio incluyó a 276 mujeres que habían recibido el diagnóstico de cáncer de mama en etapa temprana y que habían sido sometidas a una disección de ganglios linfáticos axilares entre noviembre de 2016 y marzo de 2020:
El 60 % eran mujeres blancas.
El 20 % eran mujeres de raza negra.
El 11 % eran mujeres asiáticas.
El 6 % eran mujeres hispanas.
El 3 % no tenía información sobre etnia o raza.
En comparación con las mujeres blancas, las mujeres de raza negra presentaban las siguientes características:
Tenían más probabilidad de padecer cáncer en los ganglios linfáticos; 84 % de las mujeres de raza negra tenían tumores en uno o más ganglios linfáticos en comparación con un 71 % de las mujeres blancas.
Tenían más probabilidad de tener un índice de masa corporal (IMC) más elevado; el promedio para las mujeres de raza negra fue de 30,3 en comparación con un IMC de 25,2 en las mujeres blancas.
Se considera sobrepeso si el resultado de IMC está entre 25 y 29,9, y se considera obesidad si el resultado es 30 o más. Si bien calcular el IMC puede ser útil, también resulta ser limitado. Es posible que arroje un número demasiado elevado de grasa en atletas y otras personas que poseen mucha masa muscular. También es posible que arroje un número inferior de grasa en personas mayores y personas que hayan perdido masa muscular.
Según varios estudios, existe también una asociación entre el exceso de peso y el linfedema.
Casi todas las mujeres recibieron los siguientes tratamientos además de la cirugía:
Aproximadamente el 70 % recibió quimioterapia antes de la cirugía (quimioterapia neoadyuvante) y el resto la recibió luego de la cirugía (quimioterapia adyuvante).
El 95 % recibió radioterapia en el área de la mama en donde se encontraba el tumor.
El 93 % recibió radioterapia en los ganglios linfáticos.
Los investigadores utilizaron un perómetro para medir los brazos de las mujeres en los siguientes casos:
antes de la cirugía
inmediatamente luego de la cirugía
cada seis meses luego de la cirugía por hasta dos años
Un perómetro utiliza luz infrarroja para escanear un miembro y la medida de volumen y tamaño que arroja de ello se considera de gran precisión.
Los investigadores afirmaron que las mujeres padecían linfedema si el volumen del brazo se incrementaba en un 10 % o más en comparación con la medida anterior a la cirugía.
Luego de 24 meses de seguimiento, el 24,7 % de las mujeres se encontraba padeciendo linfedema.
Las mujeres de raza negra y las hispanas tenían índices más altos de linfedema que las mujeres blancas y las mujeres asiáticas. Los porcentajes de mujeres que padecieron linfedema detallados por etnia y raza fueron los siguientes:
39,4 % de mujeres de raza negra
27,7 % de mujeres hispanas
23,4 % de mujeres asiáticas
20,5 % de mujeres blancas
Las mujeres que recibieron quimioterapia neoadyuvante y que luego se realizaron una disección de ganglios linfáticos axilares tenían el doble de probabilidad de padecer linfedema que las mujeres que primero tuvieron la cirugía y luego la quimioterapia.
Según el análisis de los investigadores, ser de raza negra era el mayor factor predictivo de padecer linfedema. Otros factores fueron los siguientes:
ser mayor
haber recibido quimioterapia antes de la cirugía
períodos prolongados siguientes a la cirugía
Según el estudio, la probabilidad de padecer linfedema es tres veces y media mayor para las mujeres de raza negra que para las mujeres blancas.
Las mujeres hispanas tenían una probabilidad tres veces más alta de padecer linfedema que las mujeres blancas, pero el número de mujeres hispanas en el estudio era muy reducido (16 de ellas), por lo que se necesita más investigación para confirmar estos hallazgos.
La severidad del linfedema entre las mujeres afectadas no fue diferente entre razas y etnias.
“La inflamación es un factor clave en la progresión del linfedema, así que tal vez las mujeres de raza negra tienen predisposición a una reacción inflamatoria diferente debido al tratamiento o tal vez mayores niveles de inflamación como referencia”, dijo la doctora y autora principal Andrea Barrio, médica adjunta en el Memorial Sloan Kettering Cancer Center, durante una declaración a los medios sobre el estudio. “También considero importante estratificar el riesgo que tiene una mujer de padecer linfedema, y una vez que lo podamos esquematizar, podremos comenzar a identificar qué pacientes podrían beneficiarse de las etapas preventivas”.
Qué significa esto para ti
Los resultados de este estudio son perturbadores si eres una mujer de raza negra que ha recibido un diagnóstico de cáncer de mama en etapa temprana.
En este estudio, se muestra que las mujeres de raza negra tienen un riesgo mucho más elevado que las mujeres blancas de padecer linfedema, pero la razón no es clara.
No puedes controlar las características del tumor maligno por el cual recibiste el diagnóstico, ni tampoco los tratamientos contra el cáncer que recomiende tu médico para mantener el riesgo de recurrencia lo más bajo posible. Sin embargo, hay medidas que puedes tomar para reducir el riesgo de padecer linfedema e incrementar las posibilidades de reconocerlo en la etapa inicial de los síntomas.
Antes de someterse a una cirugía por cáncer de mama, es recomendable consultar con un terapeuta especializado en linfedema, fisioterapeuta u otro profesional de la medicina especializado en el tratamiento del linfedema por causa de cáncer de mama para que se registren las medidas de referencia del brazo y la mano, como así también para evaluar la fuerza del brazo y del tren superior.
Con estas medidas iniciales de referencia, podrás evaluar mejor cualquier cambio que se produzca con el tiempo en el brazo y la mano.
Conocer la fuerza del tren superior antes de la cirugía puede ayudar al terapeuta a planificar un programa de ejercicios y rehabilitación hecho a medida para tus necesidades únicas.
Un terapeuta también puede informarte sobre los indicios y síntomas del linfedema, y lo que debes hacer si los detectas.
Obtén más información sobre Reducción del riesgo y las exacerbaciones del linfedema.
Redacción: Jamie DePolo, editora sénior
— Se actualizó por última vez el 26 de diciembre de 2022, 22:52