Los expertos actualizan las pautas de ejercicio para personas que reciben tratamiento del cáncer
La Universidad Estadounidense de Medicina Deportiva (ACSM, sigla en inglés) actualizó sus pautas de ejercicio para la prevención del cáncer, así como las pautas de ejercicio para aliviar diversos efectos secundarios del tratamiento, como fatiga, depresión y disminución del funcionamiento físico y de la calidad de vida.
Las pautas se publicaron en el número de noviembre de 2019 de la revista Medicine & Science in Sports & Exercise. Lee el artículo (disponible en inglés) “Exercise Guidelines for Cancer Survivors: Consensus Statement from International Multidisciplinary Roundtable” (Pautas de ejercicio para sobrevivientes de cáncer: declaración de consenso de la mesa redonda multidisciplinaria e internacional).
El ejercicio y el cáncer de mama
Hacer ejercicio con regularidad es importante para estar lo más sana posible. Cada vez más investigaciones demuestran que hacer ejercicio puede disminuir el riesgo de que el cáncer de mama vuelva a aparecer (recurrencia), si te lo diagnosticaron antes, además de reducir el riesgo de tener cáncer de mama en primer lugar.
Varias organizaciones, incluida la Sociedad Americana contra el Cáncer (ACS) y la Universidad Estadounidense de Medicina Deportiva (ACSM), publicaron recomendaciones en materia de ejercicio para las personas que viven con cáncer o que sobrevivieron a la enfermedad. Aun así, la mayoría de las personas que recibieron un diagnóstico de cáncer no hacen ejercicio con regularidad.
Hay tres tipos básicos de ejercicios:
En los ejercicios aeróbicos, se utilizan los músculos grandes del cuerpo con movimientos rítmicos y repetitivos. Por ejemplo, al caminar, correr, andar en bicicleta y bailar.
Los ejercicios de flexibilidad básicamente estiran los músculos para mantenerlos elásticos y dejar que las articulaciones se muevan libremente. Por ejemplo, al hacer yoga, taichí, estiramientos o al hacer rodar cilindros de goma espuma por el cuerpo.
En los ejercicios de resistencia, se agrega peso o resistencia al movimiento para hacer que los músculos se esfuercen. Por ejemplo, al hacer levantamiento de pesas, ejercicios con bandas de resistencia, flexiones de brazos en barra horizontal y lagartijas.
Nuevas pautas de ejercicio para personas con diagnóstico de cáncer
Un grupo internacional de expertos revisó las investigaciones sobre el ejercicio para personas que viven con cáncer o que sobrevivieron a la enfermedad y formuló pautas nuevas. Las pautas nuevas incluyen recomendaciones en materia de ejercicio para aliviar los efectos secundarios frecuentes del tratamiento del cáncer. Los expertos observaron que los programas de ejercicio supervisados —dirigidos por un entrenador o instructor— al parecer ofrecen más beneficios que los programas que no cuentan con supervisión o que se siguen en casa.
Estas pautas nuevas difieren de las publicadas en 2010, en las que se aconsejaba a las personas sobrevivientes del cáncer que cumplieran con las pautas de ejercicio generales de salud pública dirigidas a todas las personas: 150 minutos de ejercicio a la semana.
“Con más de 43 millones de sobrevivientes del cáncer en todo el mundo, tenemos una necesidad cada vez mayor de abordar los problemas de salud particulares que enfrentan las personas que viven con cáncer o que han sobrevivido a la enfermedad, y de entender mejor cómo el ejercicio puede ayudar a prevenir y controlar el cáncer”, señaló en un comunicado Kathryn Schmitz, profesora de Ciencias de la Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad Estatal de Pensilvania e integrante del Comité Profesional de Asesoría (PAB) de Breastcancer.org. Schmitz se encuentra entre los autores de las nuevas recomendaciones.
En general, en las pautas nuevas, se recomienda que las personas que han recibido tratamiento del cáncer “eviten la inactividad”. Para aliviar los efectos secundarios más frecuentes del tratamiento del cáncer y mejorar la salud, los expertos recomiendan lo siguiente:
ejercicio aeróbico de intensidad moderada al menos 3 veces por semana durante 30 minutos como mínimo
ejercicio de resistencia al menos 2 veces por semana, que incluya, como mínimo, 2 series de 8 a 15 repeticiones, con peso o resistencia que equivalga por lo menos al 60 % del máximo que puede levantar una persona en una repetición
Las recomendaciones de ejercicio para aliviar efectos secundarios específicos son las siguientes:
Ansiedad: 30-60 minutos de ejercicio aeróbico de intensidad moderada 3 veces por semana durante 12 semanas, o dos veces a la semana combinando 20-40 minutos de ejercicio aeróbico con 2 series de 8-12 repeticiones de ejercicio de resistencia durante 6 a 12 semanas.
Depresión: 30-60 minutos de ejercicio aeróbico de intensidad moderada 3 veces por semana durante 12 semanas como mínimo, o dos veces a la semana combinando 20-40 minutos de ejercicio aeróbico con 2 series de 8-12 repeticiones de ejercicio de resistencia durante 6 a 12 semanas.
Fatiga: 30 minutos de ejercicio aeróbico de intensidad moderada 3 veces por semana.
Calidad de vida: Combinación de 30 minutos de ejercicio aeróbico de intensidad moderada con 2 series de 12-15 repeticiones de ejercicio de resistencia 2 o 3 veces por semana durante al menos 12 semanas.
Linfedema: Un programa de ejercicio de resistencia supervisado que poco a poco aumente la resistencia y se centre en los grandes grupos musculares 2 o 3 veces por semana puede ayudar a las personas que tienen linfedema en las extremidades superiores asociado al tratamiento del cáncer de mama. Durante muchos años, los médicos les recomendaron a las mujeres que no hicieran ejercicio para reducir el reducir el riesgo de linfedema o evitar que empeorara la afección. Pero en los estudios de investigación más recientes, se demostró que un programa de ejercicio cuidadosamente elaborado, supervisado por un profesional con conocimientos sobre linfedema, que comience con suavidad y aumente de a poco, puede ofrecer beneficios. Los investigadores observaron que la indicación de ejercicio para el linfedema se diseñó pensando en la seguridad o en evitar cualquier daño, en lugar de prevenir los síntomas del linfedema. También señalaron que no hay pruebas suficientes para decidir si comenzar un programa de entrenamiento de resistencia sin supervisión es seguro para las mujeres que tienen linfedema o que corren riesgo de sufrir la afección.
Funcionamiento físico: 30-60 minutos de ejercicio aeróbico de intensidad moderada, 2 series de 8-12 repeticiones de ejercicio de resistencia o combinar 20-40 minutos de ejercicio aeróbico con 2 series de 8-12 repeticiones de ejercicio de resistencia 3 veces por semana durante 8 a 12 semanas.
“Mediante nuestras investigaciones, llegamos a un punto en el que podemos ofrecer indicaciones de ejercicio específicas en cuanto a la frecuencia, la intensidad, el tiempo y el tipo de ejercicio, con el objetivo de lograr resultados específicos relacionados con la calidad de vida, la fatiga, el dolor y otros aspectos”, afirmó Schmitz. “Por ejemplo, si atendemos a un paciente con diagnóstico de cáncer de cabeza y cuello que presenta un conjunto específico de síntomas, podríamos darle una indicación de ejercicio personalizada.
“En la actualidad, una persona promedio sabe que hacer ejercicio es bueno para prevenir y tratar las enfermedades cardíacas, pero no ocurre lo mismo con el melanoma, por ejemplo”, agregó. “Queremos cambiar eso. Cuando los investigadores generaron una base de datos sobre el ejercicio y las enfermedades cardíacas en la década de 1950, hubo un cambio en el conocimiento público sobre esa conexión. Llegó el momento de hacer lo mismo con respecto al ejercicio y al cáncer”.
Haz ejercicio sin riesgo
Dado que recibir un diagnóstico y tratamiento del cáncer puede cambiar la forma en que las personas se mueven y funcionan, los expertos recomendaron avisar al médico que planean empezar un programa de ejercicio y preguntarle si tienen alguna afección que limite lo que pueden hacer.
Los investigadores también recomendaron que las personas se hagan una evaluación exhaustiva de todos los aspectos de su estado físico antes de comenzar un programa de ejercicio, lo que incluye la fuerza, la composición corporal y la flexibilidad.
Aun así, los expertos no quieren que la evaluación del estado físico o la aprobación del médico sean barreras que les impidan a las personas hacer ejercicio. En caso de tener dificultad a la hora de conseguir una evaluación o una aprobación, los expertos recomendaron comenzar con un programa aeróbico de baja intensidad, como caminar o andar en bicicleta despacio, o estirar con suavidad, e ir aumentando la intensidad poco a poco.
Qué significa esto para ti
Si te estás recuperando del tratamiento del cáncer de mama, además de estar ocupada con el trabajo, las tareas del hogar y los asuntos familiares, puede parecer imposible encontrar tiempo para hacer ejercicio casi todos los días.
Sin embargo, estas nuevas recomendaciones permiten dividir la rutina de ejercicio en sesiones de 20 o 30 minutos 2 o 3 veces por semana, en lugar de tratar de encontrar el tiempo y la energía para entrenar durante una hora o más por vez.
Caminar puede ser una excelente manera de comenzar. Puedes caminar 30 minutos antes de ir al trabajo y otros 20 minutos en el descanso para almorzar. Puedes agregar unos minutos más si estacionas más lejos del edificio o usas el transporte público. También puedes hacer planes para caminar con una amiga a la salida del trabajo. Es más probable que sigas un plan de ejercicio si alguien más cuenta con que lo harás. Asimismo, puedes tomarlo como una oportunidad para socializar.
Junto con una dieta balanceada y opciones de estilo de vida saludables, hacer ejercicio con regularidad es una de las mejores medidas que puede adoptar cualquier persona que haya recibido un diagnóstico de cáncer de mama para sentirse lo mejor posible y mantener el riesgo de recurrencia del cáncer de mama tan bajo como se pueda. Los resultados de este estudio se suman a otras investigaciones que sugieren que hacer ejercicio con regularidad puede ayudar a mantener la salud física y mental en las mejores condiciones. No importa la edad que tengas, nunca es demasiado tarde ni demasiado pronto para ponerse en movimiento. Y una vez que comiences... ¡sigue adelante!
Visita la sección sobre Ejercicio de Breastcancer.org para recibir sugerencias sobre cómo hacer ejercicio de manera segura y mantener una rutina de actividad física.
— Se actualizó por última vez el 6 de diciembre de 2022, 14:51