Usar mangas de compresión de forma preventiva puede ayudar a reducir el riesgo de linfedema luego de una cirugía por cáncer de mama

Usar mangas de compresión de forma preventiva redujo el riesgo de inflamación en el brazo de mujeres con un riesgo alto de padecer linfedema.
18 mar 2022
 

Según un estudio reducido en la India, usar mangas de compresión de forma preventiva redujo el riesgo de inflamación en el brazo en mujeres que se sometieron a una disección de ganglios linfáticos axilares como parte de una cirugía por cáncer de mama y que presentaban un riesgo alto de padecer linfedema.

La investigación fue publicada en línea el 2 de febrero de 2022 por la revista científica Journal of Clinical Oncology. Lee el resumen disponible en inglés: “Prophylactic Use of Compression Sleeves Reduces the Incidence of Arm Swelling in Women at High Risk of Breast Cancer-Related Lymphedema: A Randomized Controlled Trial” (Uso preventivo de mangas de compresión reduce la incidencia de la inflamación en el brazo en mujeres con riesgo alto de padecer linfedema relacionado con el cáncer de mama: Un estudio comparativo aleatorizado).

 

Sobre el linfedema

El linfedema es la inflamación anormal de los brazos, las manos, las mamas o el torso como efecto secundario de la cirugía por cáncer de mama, la radioterapia o ambas. La afección puede aparecer meses o incluso años después de finalizar el tratamiento.

Con la cirugía por cáncer de mama o la radioterapia algunos ganglios linfáticos y vasos linfáticos del área afectada pueden dañarse, lo cual evita que el líquido linfático fluya a través del cuerpo con facilidad. Con el tiempo, el líquido linfático puede sobrecargar estos vasos y acumularse en el tejido del cuerpo cercano a la zona tratada.

En la actualidad, muchos expertos estiman que entre el 20 % y el 30 % de las mujeres diagnosticadas con cáncer de mama padecen linfedema.

Entre los factores de riesgo de linfedema, se incluye lo siguiente:

  • disección de los ganglios linfáticos axilares

  • radioterapia

  • tener varias cirugías en el área del pecho

  • sobrepeso u obesidad

Aun así, la disección de los ganglios linfáticos axilares es el factor de riesgo principal del linfedema.

Los tratamientos, como las mangas de compresión y las vendas, las bombas, los ejercicios y el drenaje linfático manual pueden ayudar a que la linfa fluya fuera del área afectada por el linfedema.

 

Sobre la disección de ganglios linfáticos axilares

Los cirujanos generalmente realizan la disección de los ganglios linfáticos axilares en el momento de la mastectomía o lumpectomía como parte del tratamiento del cáncer de mama en etapa temprana. El cirujano extirpa cinco o más ganglios linfáticos en el área de la axila del lado del cáncer de mama. Luego, un patólogo examina los ganglios linfáticos para determinar si hay células cancerosas en ellos.

Si hay células cancerosas en los ganglios linfáticos extirpados, hay un riesgo más alto de que el cáncer de mama vuelva a aparecer, lo que los médicos denominan “recurrencia”.

Cuando un informe patológico muestra que hay células cancerosas en los ganglios linfáticos, los médicos recomiendan más tratamientos luego de la cirugía, como radioterapia, quimioterapia y posiblemente terapia dirigida.

 

Sobre el estudio

Los médicos generalmente no recomiendan usar mangas de compresión de forma preventiva, antes de que aparezca el linfedema. En este estudio, los investigadores observaron a mujeres que se sometieron a una cirugía por cáncer de mama y a una disección de los ganglios linfáticos axilares para comprobar si el uso de una manga de forma preventiva reducía la inflamación del brazo durante el primer año posterior a la cirugía.

El estudio incluyó a 301 mujeres que se realizaron cirugía por cáncer de mama entre 2018 y 2020 en el Tata Memorial Hospital en Mumbai, India:

  • cerca del 62 % de las mujeres se había realizado una mastectomía y el 38 %, una lumpectomía

  • ninguna de las mujeres se había sometido a una mastectomía doble

  • cerca del 67,5 % tenía obesidad

  • a alrededor de la mitad de las mujeres se les extirparon más de 18 ganglios linfáticos y a la otra mitad se les extirparon menos ganglios linfáticos

  • alrededor del 52,5 % recibió quimioterapia antes y después de la cirugía

  • alrededor del 92,5 % recibió radioterapia luego de la cirugía

El día después de la cirugía, los investigadores asignaron a las mujeres al azar a uno de dos grupos:

  • Ciento cuarenta y nueve mujeres recibieron los cuidados posteriores a la cirugía usuales para prevenir el linfedema. Esto incluyó asistir a una sesión educativa grupal sobre el cuidado de los brazos, la piel y el drenaje y cómo identificar los signos y síntomas de linfedema. Las mujeres también aprendieron a hacer ejercicios diarios del hombro y recibieron un folleto con toda la información brindada durante la sesión. Los investigadores también les solicitaron que se comunicaran si notaban cualquier signo de linfedema. Este fue el grupo de referencia.

  • Ciento cincuenta y dos mujeres recibieron dos mangas de compresión además de los cuidados posteriores a la cirugía usuales para prevenir el linfedema. Se les pidió a las mujeres que usaran la manga en el lado afectado por el cáncer de mama durante al menos ocho horas todos los días mientras estuvieran despiertas. Se le pidió al grupo que comenzara al día siguiente de la cirugía y que continuara usando la manga por tres meses luego de completar la quimioterapia y la radiación. También se les pidió a las mujeres que llevaran un registro escrito de cuánto tiempo usaron la manga cada día. Si alguien no usaba la manga por al menos ocho horas, se le preguntaba el motivo. Las mujeres recibieron un folleto con instrucciones sobre como colocar y quitar la manga y cómo lavarla. Este fue el grupo de intervención.

Los investigadores midieron los brazos de las mujeres cuatro veces de la siguiente manera:

  • antes de la cirugía por cáncer de mama

  • en el momento de quitar los puntos de sutura, dos a cuatro semanas después de la cirugía

  • cinco a siete meses después de la cirugía

  • once a trece meses después de la cirugía

Los investigadores utilizaron una espectroscopía de bioimpedancia (BIS, sigla en inglés) para medir el volumen del brazo de las mujeres. La BIS envía una corriente eléctrica muy suave por el área y mide cómo el líquido en el cuerpo ralentiza el flujo de la corriente.

Las mujeres completaron una encuesta relacionada con la calidad de vida del cáncer de mama antes de la cirugía y en cada visita de control con el médico, excepto en el momento de quitar los puntos de sutura.

En general, los resultados demostraron que las mujeres que usaron una manga de compresión tenían menos probabilidades de que se les inflamara el brazo que quienes no la habían usado. La inflamación en el brazo en mujeres que usaron la manga sucedió más tarde que para las mujeres que no usaron la manga. Un año después de la cirugía, se observó lo siguiente:

  • El 42 % de las mujeres que usó una manga de compresión presentó inflamación en el brazo.

  • El 52 % de las mujeres que no usó una manga de compresión presentó inflamación en el brazo.

Los resultados de la encuesta no mostraron diferencias en la calidad de vida relacionada con el cáncer de mama entre los dos grupos de mujeres.

“Para las mujeres con un riesgo alto de padecer [linfedema relacionado con el cáncer de mama], el uso preventivo de las mangas de compresión y los cuidados usuales redujeron y retrasaron la incidencia de la inflamación del brazo en comparación con las mujeres en el grupo de referencia”, escribieron los investigadores. “Además, usar las mangas de compresión no pareció tener un efecto negativo en los aspectos de salud generales, el funcionamiento físico y los síntomas en el brazo o la mama que informaron las mujeres”.

 

Qué significa esto para ti

Los resultados de este estudio son interesantes. Aun así, hay que tener en cuenta lo siguiente:

  • El estudio fue muy pequeño y solo incluyó a mujeres tratadas en un único instituto. Se necesita una mayor investigación para demostrar si el uso preventivo de mangas de compresión antes de padecer linfedema debería ser una práctica de cuidado estándar.

  • No está claro si no presentar inflamación en el brazo durante el año siguiente a la cirugía significa que hay un riesgo menor de padecer linfedema más de un año después de la cirugía.

  • La disección del ganglio linfático centinela es el estándar de cuidado actual para muchas, aunque no todas, las personas diagnosticadas con cáncer de mama en etapa temprana. Los cirujanos extirpan hasta tres de los ganglios más cercanos al cáncer de mama. El riesgo de padecer linfedema es menor con la disección del ganglio linfático centinela porque los cirujanos extirpan menos ganglios que durante la disección de los ganglios linfáticos axilares.

Si te han diagnosticado cáncer de mama, no puedes controlar la forma en que tu cuerpo responde a los cambios en el sistema linfático. Sin embargo, hay medidas que puedes tomar para reducir el riesgo de linfedema antes de la cirugía por cáncer de mama y después de ella, como las siguientes:

  • medirte los brazos antes de la cirugía para notar cualquier cambio en el tamaño de los brazos

  • programar una consulta con un especialista en linfedema antes de antes de la cirugía a fin de medir los brazos, evaluar la fuerza y aprender ejercicios para mejorar la amplitud de movimiento y flexibilidad luego de la cirugía

  • aprender a reconocer los signos y síntomas del linfedema

También le puedes consultar a un especialista en linfedema si usar una manga de compresión de forma preventiva es adecuado para tu situación en particular.

Conoce más sobre linfedema.

Redacción: Jamie DePolo, editora sénior

— Se actualizó por última vez el 26 de diciembre de 2022, 22:54

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