Calambres
Los calambres ocurren involuntariamente cuando se produce tensión, espasmo o contracción de los músculos. Los calambres suelen ser dolorosos y pueden reducir temporalmente tu capacidad de usar la pierna afectada. Los calambres suelen ocurrir cuando estás conciliando el sueño o al momento de despertar. Se presentan con mayor frecuencia en el músculo de la pantorrilla. Son muy comunes y muchas personas los tienen después de someter un músculo a exigencia excesiva o por permanecer quietas durante un largo tiempo. Deshidratación; el embarazo; bajo valor de glucemia, calcio o potasio; el consumo de alcohol; los trastornos neuromusculares como la enfermedad de Parkinson; y ciertos medicamentos también pueden causar calambres.
Los siguientes tratamientos de cáncer de mama pueden producir calambres:
- tamoxifeno, una hormonoterapia
- Evista (nombre genérico: raloxifeno), una hormonoterapia
Cómo tratar los calambres
Si tienes calambres, intenta aliviarlos con lo siguiente:
- Camina por el lugar. Utilizar la pierna afectada puede elongar el músculo y hacer que deje de contraerse.
- Masajea el músculo para aliviar el espasmo.
- Estira la pierna y flexiona tu pie hacia atrás, en dirección al cuerpo, para elongar el músculo de la pantorrilla.
- Aplica una bolsa fría sobre el músculo acalambrado para aliviar el dolor.
- Un baño caliente puede relajar los músculos y detener los calambres.
Para prevenir los calambres de pantorrilla:
- Cambia frecuentemente de posición cuando permanezcas sentada o recostada en la cama durante largos períodos.
- Bebe abundante agua a lo largo del día para mantenerte hidratada.
- Elonga los músculos de las piernas antes de ir a la cama, doblando y estirando tus piernas.
- Añade más potasio a tu dieta consumiendo alimentos ricos en potasio, como bananas, albaricoques deshidratados, aguacate crudo, melón, pelones, pasas de uva, yogur sin sabor y espinaca cocida.
- Consulta con tu médico para que te prescriba un miorrelajante si tus calambres son intensos o frecuentes.
Infórmale a tu médico si los calambres de pantorrilla son frecuentes, intensos, duran más de 6 a 8 horas o si tus piernas se tornan rojas, hinchadas o calientes.