Ejercicios y sugerencias para el linfedema

Los estiramientos y ejercicios suaves pueden ayudar a reducir el riesgo de desarrollar linfedemas o a mejorar los síntomas de las primeras etapas del linfedema.
 

Después de una cirugía por cáncer de mama, el médico o el especialista en linfedemas pueden recomendarte la realización de estiramientos suaves y ejercicios de amplitud de movimiento para mantener las articulaciones flexibles y el sistema linfático sano. Cuando los músculos se contraen, bombean líquido por todo el cuerpo y ayudan a que el líquido linfático fluya con mayor eficacia.

 

Ejercicio para personas diagnosticadas con linfedema

Según la Declaración de posición sobre el ejercicio de la National Lymphedema Network, la mayoría de las personas diagnosticadas con linfedema puede hacer ejercicio con el brazo afectado u otra parte del cuerpo de forma segura, siempre y cuando hagan lo siguiente:

  • usen prendas de compresión;

  • no ejerciten el brazo ni otra parte del cuerpo afectada hasta el cansancio; y

  • hagan las modificaciones adecuadas para evitar traumatismos y el uso en exceso.

Hacer demasiadas cosas demasiado pronto puede provocar tensiones o lesiones y desencadenar síntomas de linfedema, por lo que es importante seguir atentamente las indicaciones del especialista, que puede recomendarte que empieces de a poco y luego vayas aumentando la intensidad.

 

Trabajar con un especialista en linfedemas

Si puedes, es una buena idea trabajar con un especialista que pueda enseñarte a hacer ejercicios de forma segura por tu cuenta, como: 

  • un médico especialista en medicina física y rehabilitación (también llamado fisiatra);

  • un fisioterapeuta;

  • un terapeuta ocupacional;

  • una enfermera; o

  • un masajista que se especialice en tratamientos del linfedema y rehabilitación del cáncer de mama

Si no puedes consultar con un experto, puedes hablar con un médico o especialista en linfedemas para ver si pueden recomendarte algún recurso alternativo. Por ejemplo, el especialista puede recomendarte Fuerza y coraje: ejercicios para sobrevivientes de cáncer de mama, un programa de ejercicios desarrollado por sobrevivientes de cáncer de mama y expertos médicos disponible en formato de DVD y descarga digital.

 

Planes de ejercicio seguros para personas diagnosticadas con linfedema

Un plan de ejercicios típico para alguien que tiene un diagnóstico de linfedema puede incluir una combinación de los siguientes movimientos:

  • estiramientos suaves;

  • ejercicios de flexibilidad y estiramiento;

  • entrenamiento de fuerza (especialmente para las personas que se mantenían activas antes de la cirugía por cáncer de mama); y

  • ejercicio aeróbico con la parte superior del cuerpo.

En cada etapa, tu rutina de ejercicios debe adaptarse a tus necesidades individuales y a tu nivel de estado físico. Por ejemplo, si no mantenías un estado físico activo antes de la cirugía por cáncer de mama, puede que el entrenamiento de fuerza te resulte demasiado doloroso. El especialista puede recomendarte que sigas haciendo ejercicios de bajo impacto, como caminar, nadar, hacer yoga o tai chi. Si mantenías un estado físico activo antes de la cirugía, es posible que el especialista te recomiende levantar pesos más ligeros, caminar a paso ágil o recorrer distancias cortas en bicicleta. Pregúntale al especialista si hay algún ejercicio que debas evitar.

Independientemente de tu rutina de ejercicios, es importante que:

  • hagas estiramientos suaves con la frecuencia que te haya indicado el especialista en linfedemas para mantener la circulación de la linfa;

  • sigas con cuidado las indicaciones del especialista en linfedema cuando hagas ejercicios y hagas las pausas recomendadas;

  • te detengas si sientes dolor en alguna parte y se lo digas al especialista en linfedemas inmediatamente, por si necesitas ajustar la rutina; y

  • le prestes especial atención a cómo la mano, el brazo y la parte superior de tu cuerpo responden a la rutina de estiramientos y ejercicios.

Si notas algún cambio de tamaño, forma, tejido, textura, dolor, peso o firmeza, podría ser un indicio de que debes hacer menos esfuerzo en un ejercicio en particular o tomar un descanso. Comunícale al especialista en linfedemas si necesitas ajustar el plan, de modo que sea adecuado, realista y seguro para ti.

Muchos centros de bienestar, gimnasios y hospitales ofrecen programas de ejercicios específicos para sobrevivientes de cáncer. Revisa con anticipación cualquier programa que estés considerando y coméntaselo a tu especialista en linfedemas antes de comenzar. Aun si lo promocionan como “rehabilitación posterior al cáncer”, puede ser que no satisfaga las necesidades de las personas que presentan un riesgo de desarrollar linfedemas.

 

Ejercicios para los linfedemas para realizar en posición sentada

Apretar una pelota

Para este ejercicio, necesitas una pelota pequeña y flexible, un poco más grande que la palma de la mano. Asegúrate también de que tu pelota sea liviana y tenga agarre. Toma la pelota y extiende el brazo hacia delante, manteniendo los hombros relajados y la espalda y el cuello rectos. Puedes hacerlo en posición sentada o de pie; solo asegúrate de que tu brazo esté más elevado que el corazón. Con el brazo estirado, aprieta la pelota todo lo que puedas durante tres segundos y suéltala. Repite la secuencia unas cinco veces. 

Flexión del codo

Para este ejercicio, necesitas dos mancuernas de una libra (medio kilo). Sujeta una pesa de una libra en cada mano, apoya las manos sobre el regazo y mantén los hombros relajados, con la espalda y el cuello rectos. Flexiona los codos para levantar lentamente las manos hacia el pecho y detente cuando las manos se hayan levantado aproximadamente hasta la mitad. Mantén esta posición durante unos segundos y luego baja lentamente las manos hacia el regazo. Descansa un poco antes de repetir la secuencia hasta 10 veces.

 

Ejercicios para los linfedemas para realizar en posición reclinada

Extensión del codo

Para este ejercicio, necesitas dos mancuernas de una libra (medio kilo). Recuéstate en el suelo, manteniendo el cuello y la espalda en línea recta. La espalda y los pies deben apoyarse en el suelo, con manos y pies separados al ancho de los hombros. Sujeta una pesa de una libra en cada mano y levanta lentamente los brazos con las palmas de las manos hacia dentro. 

A continuación, dobla los codos a 90 grados para bajar las manos hacia el pecho. Mantén esta posición durante unos cinco segundos y después levanta las manos para regresar a la posición inicial. Después de un breve descanso, repite esta secuencia hasta 10 veces.

Aducción de hombros

Para este ejercicio, necesitas dos mancuernas de una libra (medio kilo). En posición boca arriba, con las rodillas flexionadas y los pies apoyados en el suelo, mantén pies y rodillas separados a la altura de los hombros y sujeta una pesa de una libra en cada mano. Estira los brazos a los costados del cuerpo y apoya las manos en el suelo, con las palmas hacia arriba. A continuación, levanta lentamente los brazos hasta que las palmas de las manos se toquen, sin doblar los codos.

Mantén esta posición durante cinco segundos antes de volver a bajar los brazos al suelo. Después de un breve descanso, repite esta secuencia hasta cinco veces.

 

Ejercicios para los linfedemas para realizar de pie

Flexión de hombros

Para este ejercicio, necesitas dos mancuernas de una libra (medio kilo). Ponte de pie con los brazos colgando a los lados y una pesa de una libra en cada mano. Con las palmas de las manos hacia adentro, levanta los brazos lentamente y con control. Justo antes de que los brazos estén por encima de la cabeza, haz una pausa y mantenlos en esa posición durante unos cinco segundos. Baja lentamente los brazos. Descansa y repite la secuencia hasta 10 veces.

Abducción de hombros de pie

Para este ejercicio, necesitas dos mancuernas de una libra (medio kilo). Ponte de pie con los brazos colgando a los lados y una pesa de una libra en cada mano. Con las palmas hacia adelante, eleva lentamente ambos brazos hacia los lados. Justo antes de que los brazos estén por encima de la cabeza, haz una pausa y mantén esa posición durante unos cinco segundos. Baja lentamente los brazos, manteniendo el control, hasta que las manos estén junto al cuerpo. Descansa y repite la secuencia hasta 10 veces.

Caminata con bastones

Para este ejercicio, necesitas un juego de bastones de caminata con una correa de mano. Para empezar, da un paso adelante con el pie derecho y balancea el brazo izquierdo hacia adelante y hacia arriba hasta la altura de la cintura, mientras el bastón izquierdo toca el suelo justo detrás del pie derecho. 

Estira el brazo derecho hacia atrás, formando una línea que llegue hasta la punta del bastón derecho. Al caminar, rueda el pie izquierdo desde el talón hasta la punta y empuja con la punta del pie. Alterna pies y bastones mientras caminas, involucrando el torso para mantener una buena postura.

 
 

— Se actualizó por última vez el 3 de septiembre de 2025, 17:02