Posible vínculo entre inflamación y problemas cognitivos en sobrevivientes de cáncer de mama de edad avanzada
Un estudio indica que los niveles altos de la proteína C reactiva, un marcador de inflamación, se asociaron a problemas cognitivos en mujeres de edad avanzada que recibieron tratamiento para el cáncer de mama.
La investigación se publicó en línea el 30 de septiembre de 2022 en la revista Journal of Clinical Oncology. Puedes leer el resumen disponible en inglés de “Elevated C-Reactive Protein and Subsequent Patient-Reported Cognitive Problems in Older Breast Cancer Survivors: The Thinking and Living With Cancer Study” (Proteína C reactiva elevada y problemas cognitivos posteriores informados por pacientes en sobrevivientes de cáncer de mama de edad avanzada: El estudio Thinking and Living With Cancer).
Tratamiento para el cáncer de mama y problemas cognitivos
Durante el tratamiento para el cáncer de mama y después de este, especialmente luego de la quimioterapia y la terapia hormonal, muchas personas descubren que tienen problemas para pensar con claridad, para recordar cosas o para concentrarse. Los médicos lo llaman “deterioro cognitivo” o “problemas cognitivos”. A menudo, las personas que recibieron quimioterapia se refieren a esto como “quimiocerebro” o “quimioneblina”.
Para las personas con problemas cognitivos, lo siguiente puede ser un desafío:
aprender tareas nuevas
recordar nombres
prestar atención y concentrarse
encontrar las palabras adecuadas
realizar varias tareas a la vez
organizar sus ideas
tomar decisiones
recordar dónde dejaron sus pertenencias
De acuerdo con el Instituto Nacional del Cáncer, hasta el 75 % de las personas diagnosticadas con cáncer de mama informan problemas cognitivos durante la quimioterapia. En algunos casos, presentan problemas cognitivos varios años después de completar este tratamiento.
¿Qué es la inflamación?
En el sentido más general, la inflamación es la respuesta del cuerpo a algo que lo irrita, como un germen o una astilla en el dedo del pie. Cuando el cuerpo activa el sistema inmunitario, se envían células inflamatorias a todo el cuerpo. Estas células comienzan una respuesta inflamatoria para atrapar y atacar a las bacterias y a otros invasores o para sanar el tejido dañado. Estos pueden ser los resultados de una respuesta inflamatoria:
dolor
inflamación
enrojecimiento
aparición de hematomas
Pero la inflamación también afecta sistemas del cuerpo que no puedes ver; así que, es posible que no notes la inflamación.
Hay dos tipos de inflamación:
La inflamación aguda (a corto plazo) es la respuesta del cuerpo a un daño o lesión, como un corte en el dedo o una fractura ósea. Para sanar la lesión, el cuerpo envía células inflamatorias a la lesión para comenzar el proceso de cicatrización.
La inflamación crónica (largo plazo) se da cuando el cuerpo continúa enviando células inflamatorias, aunque no haya ningún agente irritante. Los trastornos autoinmunitarios suelen estar asociados a la inflamación crónica. Por ejemplo, en la artritis reumatoide las células inflamatorias atacan el tejido de las articulaciones, lo que ocasiona una inflamación que puede dañar gravemente las articulaciones.
La proteína C reactiva es una proteína producida en el hígado. Generalmente, los niveles de proteína C reactiva son bajos, a menos que haya inflamación en el cuerpo. Cuando hay inflamación, el hígado libera más proteína C reactiva al torrente sanguíneo. Un análisis de los niveles de proteína C reactiva puede informar si hay inflamación y en qué medida. Pero el análisis no puede decirte que está causando la inflamación o qué parte del cuerpo está inflamada.
Generalmente, los médicos usan los resultados del análisis de proteína C reactiva para determinar el riesgo de una persona de tener alguna enfermedad cardíaca. En este estudio, el equipo de investigación quería determinar si los niveles de proteína C reactiva podrían estar vinculados a problemas cognitivos en mujeres que han recibido tratamiento contra el cáncer de mama.
Acerca del estudio
Thinking and Living With Cancer es un estudio enfocado en cómo se piensa y se vive con cáncer, y es uno de los primeros ensayos a largo plazo orientados a analizar el posible vínculo entre la inflamación crónica y la cognición en sobrevivientes de cáncer de mama de 60 años en adelante.
En el estudio participaron 400 mujeres de 60 años y mayores que habían recibido tratamiento para el cáncer de mama en estadio temprano y 329 mujeres similares de 60 años en adelante a las que nunca les habían diagnosticado cáncer de mama. Sus edades oscilaban entre 60 y 90 años.
En general, las mujeres que habían recibido tratamiento para el cáncer de mama tenían más probabilidades de tener sobrepeso y de desarrollar más de dos afecciones médicas aparte del cáncer de mama que aquellas sin antecedentes de esa enfermedad.
Entre las mujeres que recibieron tratamiento para el cáncer de mama:
al 17,4 % les habían diagnosticado CDIS o cáncer de mama en estadio 0
al 60,9 % les habían diagnosticado cáncer de mama en estadio I
al 18,2 % les habían diagnosticado cáncer de mama en estadio II
al 3,6 % les habían diagnosticado cáncer de mama en estadio III
88,6 % de los casos de cáncer eran positivos para receptores de estrógeno
12 % de los casos de cáncer eran positivos para HER2
23,3 % de las mujeres recibieron quimioterapia
47,5 % de las mujeres recibieron terapia hormonal y radioterapia
29,3 % de las mujeres recibieron terapia hormonal sin radioterapia o solo se sometieron a cirugía
El equipo de investigación entrevistó a mujeres y les tomó muestras de sangre hasta seis veces en un plazo de cinco años. Además, las mujeres respondieron cuestionarios estándares que evaluaban la manera en que percibían la cognición, incluida su capacidad para recordar nombres y concentrarse.
Asimismo, mediante pruebas neuropsicológicas estándares, el equipo de investigación midió el rendimiento cognitivo de las mujeres; por ejemplo, su memoria y su capacidad para resolver problemas, para pensar y para comprender.
Los resultados demostraron que los niveles más altos de la proteína C reactiva estaban asociados a un peor funcionamiento cognitivo, según lo que informaron las mujeres que habían recibido tratamiento para el cáncer de mama.
No encontraron vínculos entre los niveles de proteína C reactiva y la función cognitiva informada en las mujeres sin antecedentes de cáncer de mama.
Tampoco encontraron relación entre los niveles de proteína C reactiva y la función cognitiva según lo que evaluaron mediante las pruebas neuropsicológicas estándares.
El equipo de investigación destacó que esto puede significar que las mujeres están más sensibles a las diferencias en su función cognitiva cotidiana y a otros cambios sutiles autoinformados en la cognición que no se detectan con otras pruebas.
“Los problemas cognitivos afectan la vida cotidiana de las mujeres luego de completar el tratamiento, y sus testimonios sobre su capacidad para completar tareas y recordar cosas es el indicador más concluyente de problemas en este estudio”, afirmó la coautora sénior del estudio, la Dra. Jeanne Mandelblatt, MPH, profesora de Oncología de la Universidad de Georgetown.
El equipo de investigación manifestó que su estudio avala la necesidad de investigar si las estrategias para reducir la inflamación (como más actividad física, mejor descanso y medicamentos antiinflamatorios) pueden evitar o reducir los problemas cognitivos en mujeres mayores que recibieron tratamiento contra el cáncer de mama.
Qué significa esto para ti
Si tienes 60 años o más y has recibido tratamiento para el cáncer de mama en estadio temprano, los resultados de este estudio son inquietantes, pero también indican que reducir la inflamación crónica podría ayudar a aliviar los problemas cognitivos.
Aunque se necesita más investigación para determinar si intensificar hábitos como la actividad física o un buen descanso podría llevar directamente a un mejor estado cognitivo, sí sabemos que el ejercicio regular y dormir bien pueden mejorar tu estado general y ayudarte a mantenerte saludable.
Otras medidas que pueden ayudar a disminuir la inflamación crónica:
mantener un peso saludable
no fumar o dejar de hacerlo
limitar o evitar las bebidas alcohólicas
manejar el estrés con meditación, yoga o llevando un registro diario
Obtén más información sobre problemas intelectuales y de memoria.
— Se actualizó por última vez el 16 de noviembre de 2022, 19:17