Leisha Emens: Soy Leisha Emens, profesora asociada de Oncología de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins y miembro del Instituto de Inmunoterapia Oncológica Bloomberg~Kimmel. Me especializo en la inmunoterapia para tratar el cáncer de mama. Hemos intentado valernos del sistema inmunitario para tratar el cáncer de mama durante más de cien años, desde 1890, con vacunas... Y eso fue con lo que trabajamos durante muchos, muchos años. Y aunque pudimos obtener pruebas de la respuesta inmunitaria con la vacuna, no parecía tener ese efecto antitumoral que queríamos alcanzar.
De un tiempo a esta parte, hemos logrado avances tecnológicos que nos han permitido examinar detenidamente los mecanismos por los cuales se activa la respuesta inmunitaria. Esto llevó a la identificación de las vías que se activan de manera crítica para mantener suspendida la respuesta inmunitaria. Debido a su actividad negativa, no sorprende entonces que las vacunas que inducen las células T, esas bombas celulares inteligentes que pueden atacar y destruir a las células cancerosas, se mantuvieran suspendidas por las vías de regulación negativas. Y parece ser que una vía importante se llama “PD-1”, molécula de muerte programada 1. Ahora existen distintos agentes que atacan selectivamente la vía PD-1, ya sea la proteína PD-1 sola o la proteína a la que se une, PD-L1, con los cuales se ha obtenido evidencia de actividad en otros tipos de tumores de alrededor del 20 o 30 %.
Lo que es interesante es que estos agentes también presentan actividad, particularmente, en el cáncer de mama triple negativo, pero las tasas de respuesta son, de alguna manera, más bajas: de aproximadamente el 10 %. No obstante, según los datos preliminares, las personas que responden a estos agentes obtienen un beneficio a largo plazo por el cual, si logran una respuesta completa o parcial, pueden obtener un beneficio de supervivencia. Eso realmente nos brinda una plataforma sobre la cual desarrollar inmunoterapias combinadas que puedan intensificar la respuesta, aumentar la cantidad de pacientes que puedan responder al tratamiento y, de hecho, transformar a quienes no lo hacen en personas que puedan responder y, luego, gozar de un beneficio de supervivencia gracias a esos agentes.
Jamie DePolo: Y una pregunta. En la actualidad, no existen inmunoterapias aprobadas para tratar el cáncer de mama. ¿Tiene alguna idea de cuándo podrían aprobarse? Porque las personas que visitan nuestro sitio están muy interesadas en saberlo y, ya sabe, hay muchos otros tipos de cáncer, pero con el cáncer de mama siempre se dice: "No, no funciona. No funciona". ¿Podría darnos su opinión?
Leisha Emens: Hay varios ensayos que ya se encuentran en las etapas finales, otros en los que se ha completado el reclutamiento, así que lo que diría es que estén atentas. Ojalá podamos tener noticias en el futuro cercano. Lo importante y lo que debemos recordar es que este es un enfoque muy prometedor. No todas las personas responderán a este tratamiento. Se están obteniendo respuestas, sí, pero no olvidemos que son más bajas que con otros tipos de tumores, e incluso en esos otros tipos de tumores para los cuales se aprobaron los medicamentos, menos de la mitad de los pacientes respondieron. Así que, nuestro desafío en este campo es intentar descifrar qué combinaciones son las mejores para transformar a quienes no responden a los medicamentos en personas que sí lo hacen. Creo que vamos a ver muchos avances geniales y sinceramente creo que la inmunoterapia se volverá una realidad en el cáncer de mama en poco tiempo.