Historias sobre mastectomía y reconstrucción: Deidra
Deidra Langridge, una exrepresentante de ventas de una empresa farmacéutica, ha sobrevivido tres veces al cáncer. En 1991, le diagnosticaron melanoma a los treinta y dos años. En 2006, le diagnosticaron linfoma no Hodgkin a los cuarenta y siete años. Tres días antes de la Navidad, en 2014, y doce semanas antes de la boda de su primer hijo, Pierce, Deidra recibió el diagnóstico de cáncer de mama positivo para receptores de hormonas en dos lugares. Le realizaron una mastectomía doble e, inmediatamente después, una reconstrucción con colgajo perforador epigástrico inferior profundo (DIEP, sigla en inglés) el 18 de enero. También le hicieron una reconstrucción de pezón y tatuaje en la zona. Su meta era bailar en la boda de Pierce, y lo logró. Deidra continúa tomando un inhibidor de la aromatasa.
En el podcast, Deidra explica lo siguiente:
- Mensaje del patrocinador
por qué se sintió honrada de compartir su historia
- Mensaje del patrocinador
lo que le diría a una mujer a la que le han diagnosticado recientemente cáncer de mama
- Mensaje del patrocinador
qué sentía mientras relataba su historia frente a la cámara
- Mensaje del patrocinador
lo que significaba para ella poder bailar en la boda de Pierce
Deidra es una de las tres mujeres cuyas historias se incluyeron en la serie de videos de Breastcancer.org sobre reconstrucción luego de la mastectomía.
— Se actualizó por última vez el 17 de enero de 2023, 15:57
Este podcast llega a ustedes gracias al generoso apoyo del Centro de Cirugías Reconstructivas de Mama.
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Jamie DePolo: Hola a todos. Les damos la bienvenida al podcast de Breastcancer.org. Soy Jamie DePolo, editora sénior de Breastcancer.org. La invitada de hoy es Deidra Langridge, una de las mujeres cuya historia sobre el diagnóstico de cáncer de mama y reconstrucción mamaria forma parte del sitio de Breastcancer.org.
Deidra, una ex representante de ventas de una empresa farmacéutica, ha sobrevivido tres veces al cáncer. En 1991, le diagnosticaron melanoma a los treinta y dos años. En 2006, le diagnosticaron linfoma no Hodgkin a los cuarenta y siete años. Tres días antes de la Navidad, en 2014, y doce semanas antes de la boda de su primer hijo, Deidra recibió el diagnóstico de cáncer de mama positivo para receptores de hormonas en dos lugares. Le realizaron una mastectomía doble e, inmediatamente después, una reconstrucción con colgajo DIEP el 18 de enero. También le hicieron una reconstrucción de pezón y tatuaje en la zona. Su meta era bailar en la boda de su hijo, y lo logró. Deidra continúa tomando un inhibidor de la aromatasa. Es una de las tres mujeres cuyas historias se incluyeron en la serie de videos de Breastcancer.org sobre reconstrucción luego de la mastectomía. Hoy nos hablará sobre el proceso de filmación de los videos y de compartir su historia. Deidra, bienvenida al podcast. Es un placer tenerla aquí.
Deidra Langridge: Muchas gracias. Es un honor estar aquí.
Jamie DePolo:¿Qué es lo primero que pensó cuando las personas del centro le preguntaron si quería participar en un video? ¿Había hecho algo así antes?
Deidra Langridge: De hecho, me sentí profundamente honrada. No es usual esto de haber experimentado algo como el cáncer de mama y tener la oportunidad de convertirte en una vocera de esta manera. Hay muchas pacientes en el centro de atención mamaria, y que me hayan elegido para destacarlas me hace sentir muy honrada y agradecida por la oportunidad de poder retribuir de alguna manera o devolver todo lo que los médicos, el Dr. Scott Sullivan y su equipo, han hecho por mí.
Jamie DePolo: ¿Tuvo algún tipo de duda? ¿Pensó “No sé si quiero compartir todos esos detalles”?
Deidra Langridge: No. Sabía que quería compartirlos por completo. Lo hago frecuentemente. Trabajo como voluntaria en el centro oncológico local. Cuando me jubilé, cinco años atrás, quería retribuirle a mi oncólogo personal, el Dr. Jay Saux, luego de una batalla contra el cáncer. Cuando me acerqué a él y le dije que quería ofrecerme como voluntaria, me dijo que les complacía contar conmigo. Así que mi objetivo principal cuando entro es preguntar: “¿Es el primer día de alguien?”.
Y particularmente me muestran a las pacientes de cáncer de mama, me dicen si es su primera o segunda vez, si no las vi yo. Así que siempre aprovecho la oportunidad de contar mi historia. Es de lo único que puedo hablar, de mi historia. Y si me piden recomendaciones, solo puedo hablarles sobre mí. He aprendido eso. Cuento lo que hice. Lo vivo como una oportunidad para compartir con alguien más y, con suerte, impartir algo de sabiduría.
Jamie DePolo: Es un excelente consejo. Su esposo aparece en el video con usted. ¿Él tenía dudas sobre si participar o no? Porque entiendo que son una familia, pero es su historia, no la de él. ¿Tenía dudas o dijo “Hagámoslo”?
Deidra Langridge: De hecho, en ese punto, creo que usted y yo no estamos de acuerdo. Porque esta sí es su historia. Es, sin dudas, la historia de alguien que brindó cuidados, porque el cáncer de mama no afecta solo a las mujeres que lo atraviesan. Afecta a toda su familia. Afectó por completo a mi hija, a mi hijo, a mi esposo. Afectó a toda nuestra familia, incluso a mi madre y a mis hermanas. Pero a él en especial, porque, en ese momento, llevábamos cuarenta y dos años juntos. Es el único hombre con el que he estado.
Y entonces, sí, yo con cáncer, nosotros decidiendo qué hacer. Él me dijo que aceptaría lo que yo quisiera hacer, y me dijo que me iba a apoyar de todas las maneras en la decisión que tomara. Cuando el Dr. Saux en la consulta me dijo lo que tenía, mi pregunta de inmediato fue: “¿Tengo que recibir quimioterapia?”, porque se aproximaba la boda de mi hijo. Él respondió que no, porque lo habíamos detectado de manera temprana. Y luego agregó: “¿Con quién te quieres tratar?”. Instantáneamente respondí: “Con el Dr. Scott Sullivan. No me interesan las hipótesis, los contraargumentos, nada. Con él”.
Y mi esposo me miró y se sorprendió al ver que respondía con tanta rapidez sobre dónde tratarme. Y me dijo: “Bien, donde quieras. Iremos donde quieras”. En ese momento, se encargó de todo lo relacionado con el seguro, lo financiero, de todo. Me dijo que yo tenía que ocuparme de ponerme bien, de estar sana, y él se hizo cargo de todas las otras responsabilidades de la familia. Así que, por ende, tiene mucho que ver con él, porque él se encargó de todo el resto.
Es definitivamente una colaboración entre los dos en todo el recorrido. Porque cuando llegamos a casa, él me cuidó. Se quedó conmigo noche tras noche en el hospital, y me cuidó sin dudarlo. Cuando le hablé sobre la oportunidad de contar mi historia, se conmovió mucho y quiso con ansias que lo hiciera. Porque sabe que hay muchísimas mujeres plagadas de dudas sobre qué hacer, y él quería que contara mi historia. Sin dudas.
Jamie DePolo: Gracias por la aclaración. Lo valoro. Es una excelente forma de verlo. Es toda la familia, todo el equipo que brinda cuidados, familiares, amigos, a todos los afecta. Así que sí, es una excelente forma de verlo. Ahora, cuando evaluaba a qué tipo de reconstrucción someterse, ¿podría contarnos brevemente cómo tomó la decisión?
Deidra Langridge: Había trabajado como representante de una compañía farmacéutica por alrededor de dieciséis años en consultorios ginecológicos, había almorzado con mujeres, donde siempre se conversaba en forma general sobre lo que podría pasar... En especial, si un médico tenía que comunicarle un diagnóstico a una paciente. Y siempre solía decir en la consulta ginecológica: “Sin lugar a duda. Definitivamente me haría una mastectomía doble. Sin siquiera pensarlo”. Y luego me dieron ese diagnóstico. Y me encontré con dudas en ese momento. ¿Realmente necesitaba una mastectomía doble?
Solo había hablado con hombres hasta el momento de cuestionármelo. Y fue recién cuando empecé a trabajar con una ginecóloga, mi sobrina, que es doctora en medicina fetal, que pude confirmar ―con su apoyo, el de varias de mis amigas, mi hermana y mi madre― que no, que no tenía que ver con vanidad o la incertidumbre de lo que había dicho en el pasado. Que no me equivocaba al realizarme una mastectomía doble.
Y recibí una llamada de Kelly Brewster, profesional de enfermería del centro ginecológico al que asisto. Estaba con mi esposo en un restaurante, salí y tuvimos una conversación muy extensa por teléfono. Y cuando volví al restaurante, mi esposo dijo que parecía otra persona. Porque fue como entender de manera instantánea, y cómo no, que era la decisión correcta para mí, por completo. Ella consolidó el hecho de que no era una cuestión estética, que era realmente una decisión médica someterme a una mastectomía doble. Estoy muy agradecida, porque tenía células precancerosas en la otra mama.
Jamie DePolo: De las que recién se enteró más adelante.
Deidra Langridge: Sí. Me sentía tan agradecida de haber tomado esa decisión y haber elegido eso.
Jamie DePolo: ¿Habló con otras mujeres que habían pasado por ese mismo tipo de cirugía y reconstrucción?
Deidra Langridge: Había hablado con muchas, por el voluntariado. Me siento con mujeres mientras reciben las infusiones. Y por eso creo que comprendo bien el motivo, cuando preguntó por la participación de mi esposo, porque me siento con parejas o cuidadores de la mujer que está recibiendo quimioterapia antes o después de las mastectomías. Así que sí, había hablado con varias, de distintas edades, entre 31 y 72, creo. Y también había conversado sobre por qué una mastectomía lateral o una bilateral. Así que, ese año, recibí opiniones de distintas personas.
Jamie DePolo: Su meta era bailar en la boda de su hijo, y todo parece indicar que efectivamente logró hacerlo. Si tengo la información correcta, bailó “two-step”. ¿Qué sintió en la boda y cuando comenzó a bailar? Quiero decir, ¿eso completó su recuperación? ¿Se sintió distinta? ¿Sintió como si hubiera terminado algo o alcanzado su meta?
Deidra Langridge: Tuve dos sensaciones. Primero, cuando caminábamos hacia el altar en la iglesia, con mi esposo y mi hijo, ese fue un momento extremadamente definitorio. Porqué escuché llantos, congoja, y sabía por qué era. Y yo me sentía tan feliz de haberlo logrado. Lo había hecho. Fue un sentimiento maravilloso. Estaba feliz por dos motivos: había criado a un hombre maravilloso que le estaba entregando a una hermosa joven, para que formaran una nueva familia. Y Dios me había bendecido con la sanación que necesitaba para estar ahí. Y luego llegamos a la fiesta y llegó el turno de bailar, y él quería una canción de música country. Yo quería que bailáramos “Happy”, pero él me dijo que no porque se nos iban a unir todos sus amigos en la pista. Así que él quería algo country, pero mi condición fue que fuera “two-step”. Así que le enseñé a bailarlo en casa, y nos reímos mucho practicando.
Empezó a hacer el círculo típico, y lo miré y le dije: “¿Te acuerdas de lo que acordamos, ¿no?”. Y él me dijo: “¿Estás lista, mamá? ¿Guías tú o guío yo?”. Y mi respuesta fue: “Todo tuyo, hijo mío, eres el hombre”. Y bailamos por casi la mitad de la pista de baile. Fue glorioso. Fue mi momento con mi hijo. Probablemente el mismo que tendría un padre que acompaña a su hija al altar. Un momento crucial de la vida, y el cáncer de mama no me lo arrebató. Yo lo tuve. Fue algo fenomenal.
Jamie DePolo: Eso es maravilloso, tan maravilloso. Cuando contaba su historia en cámara, ¿cómo se sentía? Revivir todo eso, ¿sacó a la luz muchas sensaciones que pensó que quizás no tenía o que posiblemente tuvo todo el tiempo? ¿Fue difícil? ¿La cambió en algo?
Deidra Langridge: Voy a ser muy honesta, fue extremadamente difícil. Porque, al haber tenido tres episodios de cáncer, había enterrado muchos recuerdos. Y al revivirlo y ver en distintos momentos del relato la reacción de las personas que estaban en la sala fue difícil. Era una pena muy pesada con la que cargaba. Fue muy bueno poder sacarla de nuevo, superarla. Y creo que también ayudó a mi hija, a mi hijo e, incluso, a mi esposo a superarlo, darlo por terminado.
Creo que ver el video será emotivo para ellos, pero también será algo alegre, porque hubo un momento en que veíamos el video de la boda de Pierce y Jamie, que ni mi esposo ni yo habíamos visto, en el que estábamos como fascinados. Habían pasado dos años, y no lo habíamos visto. Y cuando aparecieron las imágenes y estaban todos, toda la familia, me conmoví hasta las lágrimas, porque fue mi momento de sentirme así. Despertó muchos sentimientos, pero era algo que tenía que salir y con lo que tenía que lidiar. Me siento muy agradecida.
Estoy en un grupo de mujeres que se llama Unite. Es un grupo de mujeres muy empoderador coordinado por Lisa McKenzie, son increíbles. Y ella dice algo como: “El cáncer no se lleva lo mejor de ti, sino que saca lo mejor de ti”. Y creo que esta experiencia de hacer el video realmente sacó lo mejor de mí.
Jamie DePolo: Definitivamente lo hizo. Iba a preguntarle si hubo alguna parte de la realización del video que fue memorable para usted. Parece que haber visto el video de la boda de su hijo sería ese momento.
Deidra Langridge: Sí, fue ese.
Jamie DePolo: Es interesante que ni usted ni su esposo hayan visto ese video antes. ¿Fue por un motivo en particular o simplemente no se dio la oportunidad?
Deidra Langridge: Haciendo memoria, creo que nunca hice el álbum. Tengo el disco para hacer el álbum con Shutterfly, pero aún no lo he hecho. Creo que tiene que ver con lo que pasamos desde diciembre hasta la boda. Creo que hubieran aflorado demasiados sentimientos, y que simplemente no lo hicimos. Jamie y su madre, incluso yo misma, habíamos planeado esa boda durante un año y medio. Y que se nos colara el cáncer de mama de esa manera. Para mí y para Roy, cuatro meses antes de la boda y la confirmación doce semanas antes, realmente fue un golpe duro. Hice lo que pude por no opacar todo el trabajo que habían hecho con tanto esfuerzo.
Jamie DePolo: Si se le acercara una mujer y le dijera que le han diagnosticado cáncer de mama, ¿qué le diría?
Deidra Langridge: Lo primero que le preguntaría es: “Cuando se enteró, ¿tomó alguna decisión?”. Y también querría saber qué dijeron los médicos. Porque eso es muy importante. Y no puedo influir en su decisión sobre lo que debería hacer, porque ya no uso la palabra deberías. Hago un gran esfuerzo para no hacerlo. Le preguntaría si en el pasado alguna vez pensó en lo que haría si estuviera en esta situación o si tuvo relación con alguna persona, familiar o amiga, que haya tenido cáncer de mama. Eso es muy valioso. Porque si alguien tiene conocimiento en el tema, entonces se puede partir desde allí. Si no lo tiene, entonces hay que construir desde ese punto en adelante.
Y eso es lo que hago en el centro de infusión. Porque, de hecho, hay tantas mujeres con las que me he encontrado que comenzaron quimio de inmediato, pero no saben cómo seguir después de eso. No han decidido si quieren una lumpectomía, una mastectomía lateral o bilateral, una reconstrucción, un implante, su propio tejido..., y yo les cuento mi historia en persona. Y, por suerte, conozco a muchas mujeres del grupo Unite y sus historias, y puedo transmitir sus relatos de vida y conectarlas directamente con otras mujeres para que puedan charlar.
Jamie DePolo: Evidentemente, usted es un valioso recurso.
Deidra Langridge: Es lo que intento ser... Es lo que intento ser...
Jamie DePolo: Muchas gracias, Deidra. Ha sido una experiencia hermosa. Qué placer haberla conocido. Le agradezco mucho por haber compartido su historia con todas las personas que visitan nuestro sitio web.
Deidra Langridge: Muchas gracias. Bendiciones, querida.
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