Morfina, dolor de huesos y pérdida ósea en casos de cáncer de mama metastásico
Cuando el cáncer de mama se disemina a los huesos —lo que se denomina metástasis en los huesos—, a menudo causa dolor de huesos, además de pérdida ósea. La morfina es un tratamiento habitual para el dolor de huesos provocado por el cáncer, pero se la ha asociado con la inflamación, la pérdida ósea y el aumento del dolor de huesos. En un estudio, se descubrió que la morfina causa esto.
La investigación se publicó el 15 de junio de 2023 en la revista PAIN. Lee el artículo disponible en inglés “Morphine-induced osteolysis and hypersensitivity is mediated through toll-like receptor-4 in a murine model of metastatic breast cancer” (La osteólisis y la hipersensibilidad provocadas por la morfina están mediadas por el receptor de tipo toll 4 en un modelo murino de cáncer de mama metastásico).
Acerca de la metástasis en los huesos
Si el cáncer de mama se vuelve metastásico, lo que significa que se disemina a partes del cuerpo alejadas de la mama, a menudo se extiende a los huesos. Más del 50 % de las personas que tienen cáncer de mama metastásico presentan metástasis en los huesos.
El dolor de huesos es un efecto secundario frecuente cuando el cáncer de mama está en los huesos. Este tipo de dolor suele tratarse con medicamentos opioides, incluida la morfina, y en muchos casos la dosis se aumenta con el tiempo porque las personas se hacen resistentes a sus efectos. Los opioides también son muy adictivos, sobre todo cuando se los utiliza para tratar el dolor durante mucho tiempo.
Asimismo, la pérdida ósea es un efecto secundario frecuente de la metástasis en los huesos, que también provoca dolor de huesos y aumenta el riesgo de fracturas.
Aunque la morfina se utiliza para tratar el dolor de huesos causado por el cáncer de mama que se diseminó a los huesos, también se demostró que provoca mayor dolor de huesos y pérdida ósea, además de inflamación. En este estudio, los investigadores querían averiguar cómo la morfina empeoró estas afecciones, que se supone que debería tratar.
Acerca del estudio
En este estudio, se examinaron células en el laboratorio y en ratones que tenían células de tumores de cáncer de mama metastásico implantadas en los huesos. Los animales también tenían bombas de morfina implantadas para controlar el dolor.
Los investigadores observaron cómo la morfina interactuaba con dos tipos de receptores:
Los receptores opioides mu, que se encuentran en la superficie de algunas células nerviosas y se unen a los opioides, son responsables de controlar la percepción del dolor, entre otros aspectos.
Los receptores de tipo toll 4 (TLR4), que se encuentran en la superficie de algunas células del sistema inmunitario y se unen a moléculas extrañas, por lo general aumentan en número cuando el organismo tiene que hacer frente a una enfermedad como el cáncer.
Tanto en la parte del estudio llevada a cabo en ratones como en el laboratorio, los investigadores descubrieron que cuando la morfina interactuaba con los TLR4, iniciaba procesos que aumentaban tanto la inflamación como la actividad de los osteoclastos, células que descomponen el hueso. Estos procesos provocaron mayor pérdida ósea y dolor de huesos más intenso. Cuando los investigadores bloquearon la acción de los TLR4, la morfina no aumentó la pérdida ósea ni el dolor de huesos.
Cuando la morfina interactuaba con los receptores opioides mu, no aumentaba el dolor de huesos ni la pérdida ósea.
“Creemos que la morfina actúa a través del receptor de tipo toll 4 para aumentar el número de osteoclastos que se producen y la actividad de esos osteoclastos”, declaró el autor principal del estudio, Todd Vanderah, PhD. El Dr. Vanderah es director del Centro Integral del Dolor y la Adicción del Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad de Arizona, además de profesor y jefe del Departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Arizona. Explicó que, a medida que los osteoclastos descomponen más hueso, aumenta el dolor. “A grandes rasgos, los opiáceos de uso crónico pueden empezar a potenciar la pérdida ósea en cualquier afección inflamatoria, por ejemplo, si alguien tiene el sistema inmunitario activado a causa del cáncer o de la artritis”.
El Dr. Vanderah señaló que es necesario seguir investigando para comprender mejor cómo interactúan los opioides con los receptores opioides, así como con otros tipos de receptores, en el organismo. También expresó su esperanza de que esto pueda conducir a mejores tratamientos para el dolor.
Qué significa esto para ti
El tratamiento y el control del dolor son una parte importante de cualquier plan de tratamiento del cáncer, en especial del cáncer de mama metastásico.
Si te diagnosticaron cáncer de mama metastásico que se ha diseminado a los huesos, puede ser buena idea que hables con el médico sobre este estudio.
Hay varias opciones de manejo del dolor a tu disposición. Los opioides son solo una de ellas. Si la morfina u otro opioide empeoran el dolor de huesos que padeces y, además, provocan una mayor pérdida ósea, tú y el médico pueden analizar otras opciones que tal vez sean adecuadas para tu situación.
— Se actualizó por última vez el 31 de agosto de 2023, 16:46