Metástasis en los huesos
Las células del cáncer de mama metastásico tienden a extenderse más a los huesos que a otras partes del cuerpo. Más de la mitad de las personas que desarrollan cáncer de mama en estadio IV tienen metástasis en los huesos.
Si bien el cáncer de mama se puede extender a cualquier hueso, los lugares más frecuentes son las costillas, la columna, la pelvis y los huesos largos de los brazos y piernas.
Síntomas y diagnóstico de metástasis en los huesos
La aparición de un nuevo dolor repentino y evidente es el síntoma más frecuente del cáncer de mama que se extendió a los huesos. Al principio, el dolor puede ser esporádico, pero con el tiempo, se puede volver constante. A veces es difícil distinguir el dolor que provoca la metástasis en los huesos del dolor de la artritis o del ejercicio físico. Si el dolor se siente igual o peor al descansar o acostarte, puede ser un indicio de que hay un problema. En ese caso, debes consultar al médico enseguida. Si se trata de una metástasis en los huesos, el tratamiento oportuno puede servir para evitar una fractura más adelante.
Las complicaciones que surgen de las metástasis en los huesos se denominan “eventos relacionados con el esqueleto” (ERE) e incluyen lo siguiente:
dolor intenso repentino e incapacidad para moverse, que puede ser un indicio de fractura
dolor de espalda o cuello, adormecimiento o debilidad en una zona del cuerpo, o dificultad para orinar o para evacuar el intestino (todos estos son posibles signos de compresión espinal, que se produce cuando una vértebra fracturada presiona los nervios de la médula espinal que controlan diversas funciones corporales)
fatiga, debilidad, náuseas, pérdida de apetito o deshidratación, que pueden ser indicios de niveles muy altos de calcio en la sangre a causa de descomposición ósea
Para diagnosticar la metástasis en los huesos, el médico suele indicar una o más de las siguientes pruebas de diagnóstico por imágenes:
Es posible que el médico también te indique un análisis de sangre para verificar la presencia de niveles altos de calcio o de fosfatasa alcalina o ALP, otra sustancia cuyo nivel puede elevarse a causa de la metástasis en los huesos.
En algunos casos, el médico necesitará realizar una biopsia para confirmar el diagnóstico de cáncer de mama metastásico. Por medio de tomografías computarizadas, el médico guía una pequeña aguja hasta el área sospechosa y extrae una muestra de tejido para analizarla en el laboratorio.
Cómo se producen las metástasis óseas
El hueso puede funcionar como un tanque de almacenamiento que atrapa y conserva las células de cáncer de mama. Durante un tiempo, estas células pueden no causar problemas. Pero en algún momento las células cancerosas afectarán el proceso normal y saludable de regeneración del tejido óseo.
Los huesos se descomponen constantemente y se deshacen de células viejas para estimular el crecimiento de células nuevas. Las células de cáncer de mama aceleran la descomposición de tejido óseo normal y debilitan los huesos. Esto se conoce como “metástasis osteolítica”. Las células de cáncer de mama también pueden sobreestimular la producción de huesos nuevos, lo que genera nódulos óseos rígidos y de gran tamaño. Esto se conoce como “metástasis osteoblástica”.
Es posible tener metástasis osteolítica, metástasis osteoblástica o una combinación de ambas. El tratamiento ayuda a desacelerar o interrumpir estos ciclos de metástasis óseas para reducir el riesgo de sufrir un evento relacionado con el esqueleto (ERE).
Estos son algunos ejemplos de ERE:
fractura ósea
compresión de la médula espinal (una fractura ósea que ejerce presión sobre la médula espinal)
hipercalcemia maligna, una cantidad excesiva de calcio en sangre
Tratamientos de las metástasis en los huesos
Es importante abordar rápido los síntomas posibles de metástasis en los huesos. Además de controlar el crecimiento del cáncer, el objetivo del tratamiento de las metástasis en los huesos es aliviar el dolor, preservar la función y evitar los ERE. Los médicos muchas veces pueden estabilizar las metástasis en los huesos y ayudar a las personas a mantenerlas bajo control durante períodos prolongados.
Hay muchas opciones para tratar las metástasis en los huesos. Es posible que el médico te recomiende un abordaje o una combinación de abordajes en función de tus síntomas, la extensión del cáncer en los huesos y el hecho de si el avance de la enfermedad supone un riesgo de fractura.
Si lo considera necesario, el médico podría llamar a otros especialistas, como un oncólogo radioterapeuta o un cirujano, para administrar los tratamientos. El médico puede aconsejarte sobre los tratamientos que sean más adecuados para ti. En parte, tus opciones pueden depender de las tecnologías y los expertos que estén disponibles en el lugar donde vives.
El cáncer de mama metastásico en cualquier parte del cuerpo suele tratarse con medicamentos sistémicos, que sirven para tratar el cáncer en todo el cuerpo. La quimioterapia, la terapia hormonal, las terapias dirigidas y la inmunoterapia son medicamentos sistémicos. Para las metástasis en los huesos, suelen administrarse también medicamentos destinados a fortalecer los huesos. Y a veces se recomiendan tratamientos locales que actúan específicamente sobre los huesos, como la cirugía o la radiación.
La quimioterapia destruye o daña tantas células cancerosas como sea posible, por eso los médicos la recomiendan para tratar el cáncer de mama metastásico ubicado en cualquier parte del cuerpo. Dado que los medicamentos quimioterapéuticos son sistémicos, es decir que afectan la totalidad del cuerpo, la quimioterapia se recomienda en los siguientes casos:
el cáncer avanza a pesar de que se realizan otros tratamientos
el cáncer se ha esparcido a una cantidad significativa de órganos, como el hígado o los pulmones
el cáncer avanza rápidamente
Los médicos suelen combinar la quimioterapia con terapias dirigidas, que son medicamentos que actúan sobre características específicas de las células cancerosas.
El plan de tratamiento para cada persona es diferente, pero hay ciertas pautas generales que los médicos siguen cuando se administra quimioterapia para tratar casos de cáncer de mama metastásico:
Si ya te han administrado quimioterapia, el médico puede recomendarte únicamente un medicamento quimioterapéutico en el momento de tratar la enfermedad metastásica. De este modo, obtienes beneficios con la menor cantidad de efectos secundarios posibles.
En general, los médicos usan la mayoría de los medicamentos quimioterapéuticos para tratar la enfermedad metastásica hasta que los efectos secundarios causan problemas, o bien hasta que dejan de ser eficaces.
Algunos medicamentos de quimioterapia parecen tener mayor eficacia contra tumores cuando se usan combinados. Según las investigaciones, la combinación de tratamientos reveló un mejor pronóstico general en ciertos casos de cáncer metastásico.
Si el cáncer de mama regresa después de la quimioterapia o no responde a los medicamentos quimioterapéuticos, puedes probar una combinación de medicamentos distinta. Hay varios medicamentos quimioterapéuticos y, si un medicamento o una combinación de ellos no funciona, siempre se pueden probar otras opciones.
Los medicamentos para terapia hormonal, también llamada terapia endocrina o antiestrógeno, se usan para ayudar a encoger el tumor o para desacelerar el crecimiento del cáncer de mama metastásico positivo para receptores de hormonas ubicado en cualquier parte del cuerpo. Medicamentos de terapia hormonal:
Arimidex (nombre genérico: anastrozol)
Aromasin (nombre genérico: exemestano)
Femara (nombre genérico: letrozol)
Faslodex (nombre genérico: fulvestrant)
Orserdu (nombre genérico: elacestrant)
La terapia hormonal no es eficaz para tratar el cáncer de mama que es negativo para receptores de hormonas.
Los medicamentos para terapia hormonal tratan el cáncer de mama que es positivo para receptores de hormonas de dos maneras:
al disminuir la cantidad de la hormona estrógeno en el cuerpo
al bloquear la acción del estrógeno en las células de cáncer de mama
La terapia hormonal se suele usar para tratar el cáncer de mama positivo para receptores de hormonas metastásico mientras surta efecto. Si el cáncer ya no responde a un medicamento de terapia hormonal, por lo general, el médico recomendará otro medicamento.
Las terapias dirigidas son tratamientos que atacan características específicas de las células de cáncer, como una proteína que permite que las células cancerosas se multipliquen rápidamente o de forma anormal. Por lo general, las terapias dirigidas son menos dañinas para las células sanas y normales que la quimioterapia. Algunas de estas terapias funcionan como los anticuerpos que el sistema inmunitario genera de forma natural. Debido a esto, a veces se las llama “inmunoterapias dirigidas”.
Los medicamentos de inmunoterapia para el cáncer ayudan al sistema inmunitario a funcionar mejor o de manera más eficiente para combatir las células cancerosas.
El sistema inmunitario está compuesto por varios órganos, tejidos y células que funcionan en conjunto para protegerte contra invasores externos que pueden provocar enfermedades. Cuando un agente causal de enfermedades o infecciones, como una bacteria, un virus o un hongo, se introduce en el cuerpo, el sistema inmunitario reacciona y se pone en funcionamiento para eliminar a los invasores. La función de este sistema de autodefensa consiste en impedir que te enfermes.
La inmunoterapia emplea sustancias —ya sea producidas naturalmente por el cuerpo o artificialmente en un laboratorio— como refuerzo del sistema inmunitario para lograr lo siguiente:
detener o retrasar el crecimiento de las células cancerosas
impedir que las células cancerosas se diseminen a otras partes del cuerpo
funcionar mejor para eliminar las células cancerosas
Los medicamentos llamados inhibidores de osteoclastos son los más comunes para fortalecer los huesos como parte del tratamiento de las metástasis en los huesos. Pueden retrasar los problemas graves en el hueso (como las fracturas o la compresión de la médula espinal) y fortalecerlo al mismo tiempo. Estos medicamentos suelen administrarse por vía intravenosa o mediante inyección una vez por mes aproximadamente.
Los médicos recomiendan la radioterapia para tratar lugares cancerosos específicos que causan dolor en los huesos. Si se administra a tiempo, la radioterapia también puede prevenir el riesgo de fracturas. Existen diferentes tipos de radioterapia para tratar las metástasis óseas:
En el caso de muchas mujeres, una o varias dosis de radioterapia externa, dirigida a las áreas afectadas del hueso, son suficientes para aliviar el dolor. Es bastante frecuente sentir una exacerbación del dolor dos o tres días después, pero suele durar alrededor de 24 horas. Es posible que el médico te indique el medicamento esteroide dexametasona para evitar la exacerbación del dolor.
En la SBRT, se dirigen dosis altas de radiación a las áreas cancerosas al tiempo que se minimiza la exposición de los tejidos saludables cercanos. La SBRT sirve para tratar tumores pequeños o medianos como parte de un tratamiento o de más de uno a lo largo del tiempo. Con la SBRT, primero se mapean las áreas cancerosas por medio de pruebas de imágenes para poder dirigir los haces con mucha precisión. Es probable que hayas oído hablar de la SBRT con el nombre de otras marcas comerciales, como CyberKnife o GammaKnife. Esta tecnología aún no está disponible en todos lados, así que debes consultarle al médico.
Si tienes muchas metástasis óseas dolorosas en distintas partes del cuerpo, es posible que el médico te recomiende una forma de radiación interna que viaja por todo el cuerpo. Los medicamentos llamados radiofármacos se inyectan en una vena. Viajan por todo el cuerpo y se concentran en áreas del hueso donde hay mucha actividad celular (mueren células viejas y crecen células nuevas), como suele ser el caso cuando hay cáncer. La radiación que emanan destruye las células cancerosas. Los médicos pueden usar un radiofármaco como estroncio-89 (marca comercial: Mestastron) o samario-153 (Quadramet). Este tratamiento suele actuar mejor en las metástasis óseas osteoblásticas, es decir, las que producen nódulos rígidos y de gran tamaño en el hueso.
En determinadas situaciones y en algunos centros oncológicos, los doctores recomiendan la ablación si el dolor de las metástasis óseas regresa o empeora después de la radioterapia. La ablación es un procedimiento que utilizan los médicos para destruir los tumores con calor, frío o corriente eléctrica.
Se usan pruebas de imágenes para mapear las ubicaciones de las áreas cancerosas antes del procedimiento o durante este, y luego una aguja pequeña o sonda administra el tratamiento directamente en el tumor. Por ejemplo:
ablación térmica, en la que se usan temperaturas altas
crioablación, en la que se usan temperaturas extremadamente bajas
ablación por radiofrecuencia, en la que se usan corrientes eléctricas de alta frecuencia
Otra opción es la ecografía focalizada, en la que no se usa una sonda, sino que se focalizan las ondas ultrasónicas en las áreas cancerosas del hueso. Esto genera temperaturas altas que destruyen las células cancerosas.
Todas estas terapias implican distintos riesgos y efectos secundarios. El médico puede ayudarte a decidir la opción más adecuada para ti. En algunos casos, el equipo de tratamiento inserta cemento óseo para fortalecer el hueso y estabilizarlo después del procedimiento de ablación.
Para estabilizar el hueso, tratar una fractura por metástasis o reducir el dolor, los médicos pueden inyectar cemento óseo directamente en las áreas debilitadas por el cáncer de mama.
A continuación, se incluyen algunos ejemplos de esta técnica:
Vertebroplastia: El médico se guía por las imágenes de tomografía computarizada para inyectar cemento óseo en el hueso de la columna, o las vértebras, a través de una incisión muy pequeña.
Cifoplastia: En este procedimiento también se trata el hueso de la columna, pero el médico primero inserta un globo pequeño para crear una cavidad en el hueso y luego inyectar el cemento.
Cementoplastia: Este término hace referencia a las técnicas antes mencionadas cuando se realizan en cualquier otro hueso del cuerpo además de la columna vertebral.
Si el hueso está tan debilitado por la metástasis que se fracturó o está por fracturarse, es posible que necesites someterte a una cirugía. Estas fracturas no sanan de la misma manera en que lo haría un hueso saludable.
Hay algunas opciones quirúrgicas para tratar las metástasis en los huesos:
Inserción quirúrgica de un soporte en el hueso: un cirujano puede colocar una varilla, fijadores, tornillos, placas u otros dispositivos para volver a estabilizar uno o más huesos. Esto puede servir para aliviar el dolor y recuperar la función.
Cirugía para extirpar un tumor óseo: En casos poco frecuentes, si tienes una única área de metástasis en una parte del hueso, ninguna otra evidencia de cáncer de mama en el cuerpo y un buen estado general de salud, tu médico podría considerar la cirugía para extirpar el tumor, lo que te daría más probabilidades de permanecer más tiempo sin evidencia de enfermedad.
Los médicos tienen distintas opiniones respecto de la eficacia de la cirugía para tratar las metástasis en los huesos, por lo que debes hablar con tu equipo médico para saber qué recomiendan.
Metástasis óseas y ejercicio
En el pasado, se creía que las personas con metástasis óseas no debían hacer ejercicio, pero esa idea ha quedado desacreditada. Los estudios demuestran que el ejercicio es seguro para las personas con metástasis óseas. Las investigaciones también demuestran que el ejercicio puede mejorar la salud sexual y ofrecer muchos otros beneficios a las mujeres diagnosticadas con cáncer de mama metastásico. Puede resultarte difícil encontrar motivación para hacer ejercicio los días en que no te sientes bien, pero incluso hacer un poco puede hacerte sentir mejor, tanto física como emocionalmente.
En este video, Sami Mansfield, entrenadora oncológica titulada y fundadora de Cancer Wellness for Life, muestra un breve entrenamiento específico para personas con metástasis ósea. Mansfield muestra cómo modificar los movimientos, para que puedas hacer poco o mucho, dependiendo de cómo te sientas.
— Se actualizó por última vez el 1 de marzo de 2025, 17:04