Terapia descongestiva compleja para el linfedema

La terapia descongestiva compleja combina diversos tratamientos para el linfedema a fin de ayudarte a controlar los síntomas, incluidas la inflamación y la infección.
 

La terapia descongestiva compleja, también conocida como terapia descongestiva completa, consta de dos fases y combina diversos tratamientos para el linfedema con el objetivo de reducir la inflamación, mejorar el estado de la piel, aumentar la movilidad y disminuir el riesgo de infección.

Los especialistas suelen utilizar alguna combinación de los siguientes tratamientos:

  • Drenaje linfático manual: una técnica de masajes que ejerce presión suave para promover la circulación de la linfa hacia afuera de las zonas afectadas.

  • Vendas y vendajes de compresión: una técnica que consiste en utilizar capas de vendas y vendajes de poca elasticidad para ejercer presión en la zona afectada y reducir la inflamación.

  • Ejercicio: los ejercicios de flexibilidad, fortalecimiento, respiración, aeróbicos y de otro tipo ayudan a mejorar la circulación de la linfa y a mantener a raya los síntomas del linfedema.

  • Cuidado de la piel y de las uñas: mantener la piel y las uñas limpias e hidratadas ayuda a reducir el riesgo de infección.

  • Cuidados personales: hacer ajustes en tu estilo de vida, por ejemplo, comer alimentos saludables, mantener un peso que sea adecuado para ti, protegerte de lesiones y no fumar, puede ayudarte a mantener a raya los síntomas y las exacerbaciones del linfedema.

La combinación de enfoques de la terapia descongestiva compleja para ayudar a controlar la inflamación se considera el tratamiento de referencia para el linfedema. Los expertos combinan diversos tratamientos en la primera fase para reducir la inflamación y recomiendan tratamientos en la segunda fase para ayudar a controlarla.

 

Fase I: fase activa

La fase I de la terapia descongestiva compleja se denomina la fase activa, pero también se conoce como la fase reductora, descongestiva e intensiva. Esta primera fase se centra en mejorar la forma de la zona afectada y el estado de la piel, además de reducir la inflamación visible.

Durante la fase I, por lo general ves al especialista en linfedema cuatro o cinco días a la semana en sesiones de una hora que pueden incluir drenaje linfático manual, colocación de vendas y vendajes de compresión, ejercicio y cuidado de la piel. Sigue las instrucciones del especialista en linfedema para aprovechar al máximo el tratamiento. Por ejemplo, si necesitas usar vendajes de compresión todo el tiempo, quítatelos solo para ducharte o bañarte, y durante el drenaje linfático manual.

La fase I puede durar entre dos y ocho semanas, según cuánto tiempo haga falta para reducir la inflamación y mejorar otros síntomas. 

Una vez que se hizo todo para aliviar los síntomas del linfedema en la fase I, puedes pasar a la fase II.

 

Fase II: fase de mantenimiento 

La fase II de la terapia descongestiva compleja se denomina la fase de mantenimiento. Esta segunda fase se centra en mantener los resultados de la fase I por tu cuenta. Aunque los planes de tratamiento varían según la persona, es probable que tengas que seguir con la fase II durante muchos años o incluso por el resto de tu vida. La segunda fase puede incluir automasajes de drenaje linfático manual, mangas o prendas de compresión, ejercicio y cuidado de la piel.

Cada persona es diferente. Es posible que necesites usar prendas de compresión durante el día y vendajes de compresión con almohadillas de espuma en la noche. También puede que necesites hacer ejercicio mientras usas prendas de compresión y hacerte masajes de drenaje linfático durante unos 20 minutos al día.

Cada vez es más fácil reconocer cómo responde el cuerpo en determinadas situaciones para poder actuar en consecuencia. Pero antes de hacer cualquier cambio en el plan de tratamiento de la fase II, habla con el especialista en linfedema.

— Se actualizó por última vez el 5 de junio de 2023, 13:47