Un estilo de vida saludable podría mejorar la supervivencia tras el diagnóstico de cáncer de mama

Ejercitarse regularmente, mantener un peso saludable y seguir una dieta balanceada podría ayudar a las mujeres a vivir más tiempo después de un diagnóstico de cáncer de mama.
2 nov 2022
 

Ejercitarse regularmente, mantener un peso saludable y seguir una dieta balanceada podría ayudar a las mujeres a vivir más tiempo después de un diagnóstico de cáncer de mama, según un análisis hecho como parte del proyecto de actualización continua del Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer y del Instituto Americano de Investigación sobre el Cáncer.

El estudio de investigación se publicó en Internet el 24 de octubre de 2022, en la revista International Journal of Cancer. Lee “Postdiagnosis body fatness, recreational physical activity, dietary factors and breast cancer prognosis: Global Cancer Update Programme (CUP Global) summary of evidence grading” (Grasa corporal después del diagnóstico, actividad física recreativa, dieta y pronóstico del cáncer de mama: resumen de evidencia del programa global de actualización sobre cáncer).

 

Acerca del estudio

Se ha investigado mucho sobre los vínculos entre ciertos factores del estilo de vida y el riesgo de cáncer de mama. Por ejemplo, sabemos que hacer ejercicio y mantener un peso saludable puede ayudar a disminuir el riesgo de cáncer de mama,

pero se ha investigado mucho menos el posible efecto de ciertos factores del estilo de vida después del diagnóstico de cáncer de mama.

En este artículo, los investigadores hicieron un metanálisis de tres factores del estilo de vida:

  • peso y grasa corporal

  • actividad física

  • alimentación

Un metanálisis es un estudio que combina y analiza los resultados de varios estudios anteriores.

Los investigadores querían establecer si estos tres factores afectaban la supervivencia después de un diagnóstico de cáncer de mama. También asignaron una calificación a la evidencia de los estudios.

Peso y grasa corporal

Para analizar el peso y la grasa corporal, los investigadores revisaron más de 226 estudios, que incluían más de 456.000 mujeres con diagnóstico de cáncer de mama.

En la mayoría de los estudios, se usaba el índice de masa corporal (IMC) para analizar si el peso de una mujer se consideraba saludable, aunque en algunos estudios se usaba la circunferencia de la cintura o la relación entre la cintura y la cadera.

El análisis permitió identificar que un mayor IMC después del diagnóstico estaba vinculado con las siguientes situaciones:

  • mayor riesgo de morir por cualquier causa

  • mayor riesgo de morir por cáncer de mama

  • mayor riesgo de diagnóstico de un segundo cáncer de mama primario

Los investigadores calificaron esta evidencia como sólida, es decir, que hay poca probabilidad de que el vínculo se deba a la casualidad o a un sesgo del estudio.

Los resultados también indicaron un vínculo entre una mayor circunferencia de la cintura o una mayor relación entre la cintura y la cadera, y un mayor riesgo de muerte por cualquier causa o por cáncer de mama. No obstante, estas mediciones se usaron en menos estudios, así que esa evidencia no se consideró tan sólida.

El análisis también indicó que un mayor IMC después del diagnóstico estaba vinculado con las siguientes situaciones:

  • recurrencia de cáncer de mama

  • muerte por enfermedad cardíaca

Sin embargo, los investigadores consideraron que esta evidencia tenía una confiabilidad limitada, debido a las limitaciones metodológicas de los estudios.

Actividad física

Para analizar la actividad física, los investigadores revisaron 23 estudios en los que participaron más de 39.000 mujeres con diagnóstico de cáncer de mama. La mayoría de los estudios se enfocaba en lo que los investigadores consideraron actividad física recreativa, como caminar, correr o hacer ejercicios aeróbicos. 

En los estudios se usaban las horas de equivalente metabólico (MET, sigla en inglés) para medir cuánta energía consumía una persona al hacer una actividad en particular.

Un valor de 1 MET es la energía que consume una persona mientras está sentada tranquilamente. Una actividad con un valor de 4 MET significa que se usa cuatro veces más energía que al estar sentado. Por ejemplo, una caminata vigorosa tiene un valor de 4 MET. Trotar generalmente tiene un valor de 7 MET. Al hacer una actividad con un valor de 4 MET durante 30 minutos, se hacen 120 minutos MET (4 ✕ 30) o dos horas MET de actividad física.

Se vinculó el ejercicio regular (10 horas MET por semana) con las siguientes situaciones:

  • menor riesgo de morir por cualquier causa

  • menor riesgo de morir por cáncer de mama

Los investigadores consideraron que esta evidencia tenía una confiabilidad limitada, debido a las limitaciones metodológicas de los estudios.

El análisis también permitió sugerir que hasta 20 horas MET de ejercicio conllevarían la siguiente reducción de riesgos:

  • un riesgo 48 % menor de morir por cualquier causa

  • un riesgo 38 % menor de morir por cáncer de mama

Ejercitarse más de 20 horas MET por semana no parecía implicar una mayor reducción del riesgo de muerte.

Dieta

Para analizar la dieta, los investigadores revisaron 108 estudios, que incluían más de 151.000 mujeres.

Los investigadores solo pudieron buscar vínculos entre los resultados de cáncer de mama y los siguientes componentes de la dieta:

  • frutas

  • lácteos

  • isoflavonas de productos de soja

  • carbohidratos

  • proteínas

  • grasas

  • fibra

  • alcohol

  • niveles de vitamina D

Las isoflavonas son compuestos vegetales que tienen un leve efecto similar al del estrógeno. A veces, también se las llama “fitoestrógenos”.

No había suficientes estudios para que los investigadores pudieran buscar vínculos entre los resultados de cáncer de mama y los siguientes componentes de la dieta:

  • verduras

  • cereales integrales

  • pescado

  • carne

  • suplementos

  • patrones alimenticios

En general, los investigadores afirmaron que los datos de los estudios sobre dieta y los resultados de los casos de cáncer de mama eran limitados e incoherentes, por lo que solo llegaron a unas pocas conclusiones:

  • las isoflavonas de productos de soja parecían reducir el riesgo de morir de cáncer de mama, así como el de recurrencia

  • incluir fibra en la dieta parecía reducir el riesgo de morir por cualquier causa

  • un mayor nivel de vitamina D parecía reducir riesgo de morir por cualquier causa o por cáncer de mama

Se debe tener en cuenta que los investigadores consideraron que esta evidencia tenía una confiabilidad limitada.

"Como conclusión", explican los investigadores, "nuestras revisiones sistemáticas y los metanálisis aportan evidencia sólida de que un mayor nivel de grasa corporal después del diagnóstico aumenta la mortalidad de los sobrevivientes de cáncer de mama, y hay evidencia limitada, aunque confiable, de que un mayor nivel de actividad física reduce la tasa de mortalidad. A partir de nuestros resultados, es conveniente hacer recomendaciones sobre el estilo de vida para que los pacientes con un diagnóstico de cáncer de mama eviten la obesidad y se mantengan físicamente activos, siempre que las indicaciones médicas específicas lo permitan".

 

Qué significa esto para ti

Hacer ejercicio regularmente es una buena forma de mantener un peso saludable.

Hacer ejercicio es tan importante, que actualmente se considera parte del tratamiento para el cáncer de mama. La Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO, sigla en inglés) publicó pautas sobre ejercicios, alimentación y control del peso durante el tratamiento del cáncer de mama en mayo de 2022.

Hacer ejercicio es importante incluso después de concluir el tratamiento del cáncer de mama. Un estudio de más de 1.500 sobrevivientes de cáncer de mama estadounidenses mostró que los sobrevivientes del cáncer que no hacían ejercicio y pasaban la mayor parte del día sentados tenían más probabilidades de morir de cáncer u otras causas que quienes pasaban menos tiempo sentados y eran más activos.

Aun así, sabemos que si estás recuperándote del cáncer de mama o recibiendo tratamiento, y tienes que atender tus actividades cotidianas, encontrar tiempo para hacer ejercicio todos los días parece imposible.

Es aconsejable comenzar despacio, especialmente si nunca antes hiciste ejercicio. Puedes comenzar por caminar de 15 a 20 minutos por día y aumentar de forma gradual el tiempo que caminas. También puedes comenzar por andar lentamente en bicicleta y hacer estiramientos suaves.

Es conveniente caminar con un amigo. Las personas tienen más probabilidades de adoptar una rutina cuando hacen ejercicio con otra persona, además, puedes tomarlo como una oportunidad para socializar.

No importa la edad que tengas, nunca es demasiado tarde para empezar a hacer ejercicio. Y una vez que comiences... ¡no dejes de hacerlo!

Obtén más información sobre el ejercicio.

— Se actualizó por última vez el 10 de enero de 2023, 20:23

Comparte tus comentarios
Ayúdanos a saber cómo podemos mejorar la cobertura de noticias de investigación.