La historia de LaShae: Mi recorrido de ser investigadora del cáncer a ser una sobreviviente

Mientras estudiaba el doctorado, lo último que esperaba LaShae era recibir un diagnóstico de cáncer de mama.
 
Lashae Rolle

LaShae D. Rolle, MPH, CPH es miembro de la comunidad de Breastcancer.org en Miami, Florida, EE. UU.

A los 26 años, durante mis estudios de doctorado centrados en la investigación de la prevención del cáncer, irónicamente, me diagnosticaron un cáncer de mama. Este diagnóstico fue impactante y profundizó mi comprensión de mi propia enfermedad, que había estado estudiando. A pesar de mis conocimientos, lidiar con las secuelas emocionales fue todo un reto. Poco después, me enteré de que mi fertilidad podía correr peligro debido a los tratamientos necesarios, como la quimioterapia. Ante la desgarradora decisión de elegir entre la vida y el sueño de ser madre, me puse en contacto con mi centro oncológico para informarme sobre las opciones de onco-fertilidad. Afortunadamente, pude congelar mis óvulos y eso preservó mi esperanza de ser madre algún día. El apoyo que recibí no fue solamente económico, sino también un gran apoyo emocional, lo que marcó una diferencia muy importante en mi recorrido.

A lo largo de esta experiencia, me sometí a una mastectomía simple, quimioterapia y pronto comenzaré la radioterapia. Compaginar mi tratamiento con mis estudios de doctorado y mi pasión por el levantamiento de pesas ha sido todo un reto, pero también un estímulo. Volví a hacer ejercicio, incluso a andar en la cinta y a hacer los movimientos de competición de levantamiento de pesas. Poco a poco, estoy progresando en mi entrenamiento de levantamiento de pesas con la esperanza de competir poco después de que termine el tratamiento. Esta actividad física ha sido una parte fundamental de mi recuperación, ya que me brinda tanto fuerza física como resistencia mental.

Con el creciente número de sobrevivientes de cáncer, es esencial dar prioridad a la supervivencia. Mi recorrido me enseñó el valor de la defensa y el apoyo a los adultos jóvenes con cáncer, y estoy comprometida a ayudar a otros a superar desafíos similares. Esta experiencia no solo me salvó la vida, sino que también mejoró mi calidad de vida después del cáncer, ya que reafirmé mi dedicación a la investigación sobre la prevención del cáncer y la supervivencia. Estoy agradecida por estar teniendo la mejor vida posible y espero prosperar, no solo sobrevivir, mientras continúo mi lucha contra el cáncer.