Detección del cáncer de mama (seno) durante el embarazo
Recibir un diagnóstico de cáncer de mama durante el embarazo es algo poco frecuente. A una de cada 3.000 mujeres le diagnostican cáncer de mama durante el embarazo. No todos los bultos son cáncer de mama, pero si te encuentras un bulto en el pecho, es fundamental que le cuentes al médico de inmediato. No esperes a dar a luz para que el médico te examine el bulto.
Mamografías durante el embarazo
Las mamografías de detección no suelen hacerse durante el embarazo, a menos que haya signos y síntomas del cáncer de mama. Sin embargo, los signos y síntomas del cáncer de mama pueden ser difíciles de detectar durante el embarazo. Las mamas se inflaman y se ponen sensibles, a medida que los conductos lácteos crecen y se estiran como preparación para la lactancia. Debido a la inflamación, puede resultarte difícil detectar bultos pequeños, y el médico puede tener dificultades para diagnosticar el cáncer de mama.
Si estás embarazada y tienes un riesgo alto de cáncer de mama o presentas signos de cáncer de mama que te preocupan, el médico podría recomendarte una mamografía. Las mamografías se consideran bastante seguras para hacerse durante el embarazo, ya que el proceso requiere solo una pequeña dosis de radiación. La radiación se centra en la mama, por lo que la mayor parte no llega a otras partes del cuerpo. A modo de protección adicional, la parte inferior del abdomen se cubre con un protector de plomo a fin de bloquear la radiación.
Alternativas a las mamografías durante el embarazo
Las ecografías no requieren radiación, por lo que los médicos las consideran una manera segura de examinar las mamas en busca de bultos durante el embarazo. Con una ecografía, es posible confirmar si un bulto es un quiste lleno de líquido o una masa sólida que podría ser cancerosa o no. Las ecografías son menos precisas a la hora de distinguir si los bultos sólidos son cáncer de mama o no. Si se confirma la presencia de una masa sólida en la mama mediante una ecografía, el paso siguiente suele ser una mamografía.
Las RM de mama no requieren radiación. Pero en la mayoría de los casos, esta técnica de diagnóstico por imagen emplea un material de contraste llamado gadolinio, que se inyecta en la sangre para que los médicos puedan obtener imágenes útiles. Debido a que el gadolinio puede atravesar la placenta, los médicos no suelen recomendar las RM de mama durante el embarazo.
Aun así, algunos médicos pueden recomendar una RM de mama para examinar un bulto que parece canceroso en una mamografía, incluso si estás embarazada. Es posible hacerse una RM de mama sin el material de contraste, así que puedes preguntarle al médico si hacerte una RM de mama sin el material de contraste es una opción para ti.
La exploración con TEP, la exploración ósea y la tomografía computarizada tienen mayores probabilidades de exponer un feto a la radiación, así que los médicos no indican estas pruebas de diagnóstico por imagen cuando se hacen pruebas de detección del cáncer de mama durante el embarazo.
Biopsia
Si una prueba de diagnóstico por imagen no es concluyente o plantea inquietudes de que un bulto en la mama podría ser canceroso, los médicos por lo general extirpan un pequeño trozo de tejido mamario de la zona sospechosa. Este procedimiento se denomina biopsia.
El tipo más común de biopsia de mama se llama biopsia con aguja gruesa y suele efectuarse como un procedimiento ambulatorio. Después de adormecer la zona con un anestésico local, el médico utiliza una aguja hueca para extirpar un trozo de tejido mamario. Dado que la anestesia local plantea poco riesgo para el feto, los médicos consideran que es seguro hacer biopsias con aguja gruesa durante el embarazo. Además, los médicos consideran que las biopsias con aguja gruesa son seguras para mujeres que están amamantando.
Los médicos pueden recomendar una biopsia quirúrgica si los resultados de una biopsia con aguja gruesa no son claros. Este procedimiento quirúrgico, también conocido como biopsia excisional, a menudo requiere anestesia general, con poco riesgo para el feto. A continuación, el médico extirpa un trozo más grande de tejido mamario o incluso a veces todo el bulto a través de un pequeño corte (o incisión).
El riesgo de infección es mayor en el caso de las biopsias quirúrgicas, ya que se trata de un procedimiento más complejo. También existe la posibilidad de que la leche materna se filtre en la zona afectada. Pero los médicos pueden drenar la leche con el mismo tipo de aguja hueca que se utiliza en una biopsia con aguja gruesa (esto se llama aspiración con aguja fina).
— Se actualizó por última vez el 30 de enero de 2024, 22:31