7 sugerencias para amigarse con la imagen corporal después del cáncer de mama (seno)
Muchas de las personas que han atravesado el tratamiento para el cáncer de mama luchan con la imagen que les devuelve el espejo.
Los tratamientos para el cáncer de mama pueden cambiar el aspecto físico de maneras abruptas, y aceptar esos cambios puede ser difícil. Puedes sentir incomodidad o vergüenza por las cicatrices de las cirugías, por haber perdido una o ambas mamas, por la forma en que se ven las mamas reconstruidas, por los cambios en el peso, la pérdida del cabello a raíz de la quimioterapia, los cambios en la piel por la radioterapia o la inflamación que provoca el linfedema. Puede que te preocupe cómo los demás perciben los cambios en tu cuerpo, y esto puede afectar tus relaciones y tu salud sexual. O puedes experimentar un cambio en la percepción de tu cuerpo, como algo defectuoso o que te causa dolor.
“Los cambios en la relación que tienes con tu cuerpo pueden ser profundos. Puedes experimentar una sensación de desconexión con tu propio cuerpo o sentir que has perdido algo”, explica la Dra. Talia Zaider, PhD, psicóloga residente asistente y directora de la Clínica de Terapia Familiar del Centro Oncológico Memorial Sloan Kettering de la ciudad de Nueva York.
Los desafíos relacionados con la imagen corporal son sumamente personales y son distintos para cada persona. Para algunas, pueden ser debilitantes, mientras que, para otras, pueden no ser nada del otro mundo. Lo que sí es universal es que estos desafíos son difíciles de superar si no se los enfrenta de una u otra manera. Los expertos dicen que es más probable que no logremos avanzar si evitamos contemplar nuestro cuerpo, vivirlo y hablar sobre las inquietudes que tenemos con la imagen corporal.
Si estás experimentando problemas con la imagen corporal, estas siete sugerencias pueden ayudarte a adoptar una actitud más compasiva con tu cuerpo después de atravesar el cáncer de mama.
1. Entender que lo que estás viviendo les pasa a muchas personas
Puedes decirte (o escuchar a otros decírtelo) que deberías sentir gratitud por estar con vida y que preocuparte por tu imagen es banal. Intenta no prestarles atención a esos pensamientos. Los desafíos relacionados con la imagen corporal son reales, y no tienes que sentir culpa por ellos ni reprimirlos. Sentirse mal por las maneras en que el cuerpo cambia después del tratamiento para el cáncer de mama no es algo fuera de lo común.
2. Aceptar que las preocupaciones en torno a la imagen corporal pueden tener consecuencias
Los sentimientos negativos persistentes sobre la manera en que nos vemos pueden afectar nuestra salud mental, autoestima y nuestras relaciones. Pueden llevar a algunas personas a evitar actividades diarias que, si no fuera por esa incomodidad, disfrutarían, como salir a comer o ir a nadar. Otras personas pueden no sentirse cómodas para tener citas románticas o momentos de intimidad con sus parejas. Si las cuestiones en torno a la imagen corporal afectan tu calidad de vida, no evites lidiar con ellas. “Busca apoyo para enfrentar tus miedos e inseguridades”, aconseja la Dra. Chery Hysjulien, RN, PsyD, psicóloga clínica del Centro Oncológico Sanford Roger Maris de Fargo, Dakota del Norte.
3. Saber que hay recursos disponibles
Ten en cuenta que puedes hablar con un profesional de la salud mental especializado en imagen corporal posterior al cáncer. Puedes pedirle una derivación al equipo que te brinda atención para el cáncer o a un asistente social del centro oncológico en el que te atiendes. O puedes llamar a la línea de asistencia de la Sociedad Estadounidense de Oncología Psicosocial al 1-866-276-7443.
Un terapeuta calificado puede ayudarte a reemplazar los pensamientos críticos y negativos sobre tu cuerpo por aquellos más positivos o neutrales para, de esa manera, poder mirar tu cuerpo, vivirlo y aceptarlo como es en este momento. Grupos de apoyo para personas con cáncer de mama virtuales o presenciales y los programas de acompañamiento brindados por pares también pueden ser útiles para abordar las cuestiones relacionadas con la imagen corporal con otras personas que han pasado por procesos similares.
4. Si estás en pareja, hablar sobre lo que te está pasando
Las preocupaciones y ansiedades en torno a la imagen corporal pueden afectar la manera en que te relacionas con tu pareja. Puede resultarte difícil restablecer la intimidad física o la actividad sexual, o conectar con tu pareja a nivel emocional. Pero los expertos dicen que es mejor no distanciarte de la otra persona si estás pasando por algo así. La comunicación es fundamental en cualquier relación, y cobra aún más importancia durante y después de una crisis de salud. “Cuéntale lo que te pasa —aconseja la Dra. Zaider—. Habla sobre lo que sientes y cómo pueden recuperar la intimidad”. Quizás sería conveniente hablar con un terapeuta de parejas que pueda ayudar a establecer esas charlas.
5. Encontrar maneras de conectar con el cuerpo
Involúcrate con el cuerpo en formas que te hagan sentir bien y que no estén relacionadas necesariamente con el aspecto físico, como salir a caminar, hacer yoga, bailar, andar en bicicleta, recibir un masaje o tomar un baño caliente. Concéntrate en los sentidos y en cómo se siente mover el cuerpo. También puede ser útil pensar en cosas que valoras de tu cuerpo y darle crédito por las maneras en que ha resistido las batallas. “Algunas personas ven al cáncer como una suerte de traición, e intento recordarles las fortalezas y los aspectos positivos de su cuerpo —relata la Dra. Hysjulien—. El cuerpo ha sido testigo de rigurosos tratamientos para el cáncer y es fuerte”.
6. Cuestionar los mensajes sobre la apariencia que no suman nada
Recibimos constantemente mensajes sutiles y no sutiles sobre estándares de belleza de los medios de comunicación, las publicidades y las personas que nos rodean. Hemos internalizado ideas sobre qué es atractivo y qué no. Una manera de avanzar hacia la autoaceptación es adoptar el hábito de cuestionar los mensajes externos relacionados con la belleza. Intenta deshacerte de los estándares e ideales físicos que no van contigo y te hacen sentir mal.
7. No te niegues al cambio
Puedes darte cuenta de que tu forma de pensar y tus prioridades han cambiado después de recibir el diagnóstico y el tratamiento de cáncer de mama. Para la Dra. Hysjulien, esto puede permitir que se abran nuevas posibilidades de crecimiento y redefinir la relación con tu cuerpo: “Algunas mujeres hacen las paces con su apariencia como nunca antes lo habían hecho; en especial, si no evitan la experiencia de habitar el cuerpo”.
— Se actualizó por última vez el 22 de julio de 2025, 20:37