Pérdida del cabello
La caída del cabello (también llamada alopecia) puede ser uno de los efectos secundarios más temidos de algunos tratamientos del cáncer de mama.
La caída o el debilitamiento del cabello es un posible efecto secundario de determinados tipos de quimioterapia, terapia hormonal, terapia dirigida, inmunoterapia y radioterapia.
Los distintos tratamientos pueden causar tipos y cantidades muy diferentes de caída del cabello.
En la mayoría de los casos, el pelo vuelve a crecer cuando se termina el tratamiento, pero algunas personas pueden pérdida del cabelloexperimentar pérdida o debilitamiento del cabello a largo plazo o definitivo.
Cualquier caída del cabello puede ser traumática, tanto si experimentas un debilitamiento del cabello como su pérdida total. Como muchas personas, puedes sentir que tu pelo es una parte importante de tu identidad. Perderlo puede cohibirte y hacerte sentir vulnerable. Podrías suponer que la pérdida de tu cabello evidencia que tienes cáncer.
Una cosa que puede ayudar a asimilar la situación de la pérdida del cabello es saber qué esperar. Pregúntales a los médicos si los tratamientos que recibirás pueden hacerte perder el cabello, en qué medida y cuándo podría ocurrir.
Quimioterapia y caída del cabello
Ciertos medicamentos de quimioterapia utilizados para tratar el cáncer de mama pueden debilitar el cabello o provocar su caída total. Otro efecto secundario de la quimioterapia es la pérdida de cabello en otras partes del cuerpo, como las cejas y las pestañas, el vello púbico, y el vello en piernas, brazos o axilas.
La posibilidad de que se te caiga el pelo y la cantidad que se te puede caer depende de varios factores. Esto incluye el tipo, la combinación y la dosis de medicamentos de quimioterapia que te administren, así como de otras afecciones médicas (como enfermedades tiroideas), estado nutricional y estrés. La forma de administrar los tratamientos de quimioterapia también afecta la pérdida del cabello. Algunos tipos de quimioterapia se administran en forma semanal y en dosis bajas, lo que minimiza la pérdida del cabello. Otros tipos de quimioterapia se programan cada tres o cuatro semanas en dosis más altas y pueden ser más propensos a causar una mayor pérdida de cabello.
Habla con los médicos antes de que comience la quimioterapia, para saber qué esperar en tu caso en particular. Hay medidas que puedes tomar para prepararte, reducir posiblemente la caída del cabello y protegerlo cuando vuelva a crecer.
Estos son algunos medicamentos de quimioterapia utilizados en el tratamiento del cáncer de mama que pueden causar pérdida del cabello:
Los medicamentos de quimioterapia con taxanos, como Taxol (nombre genérico: paclitaxel), Taxotere (nombre genérico: docetaxel) y Abraxane (nombre genérico: paclitaxel unido a albúmina o nab‑paclitaxel)
Los medicamentos de quimioterapia con antraciclinas, como Adriamycin (nombre genérico: doxorrubicina), Doxil (nombre genérico: doxorrubicina liposomal) y Ellence (nombre genérico: epirrubicina)
El motivo por el cual esto puede suceder es que la quimioterapia ataca a todas las células que se dividen rápidamente, que pueden ser tanto células cancerosas como células sanas. Los folículos capilares, que son las estructuras ubicadas en la piel desde las cuales crece el cabello, incluyen algunas de las células corporales de más rápido crecimiento. Si no estás en tratamiento contra el cáncer, las células de los folículos capilares se dividen cada 23 a 72 horas. Pero mientras la quimioterapia hace su trabajo y ataca a las células cancerosas, también puede dañar las células de los folículos capilares. Algunas semanas después de iniciar el tratamiento con medicamentos de quimioterapia, es posible que se te caiga todo el cabello o parte de él. Es un proceso que puede suceder en forma gradual o rápidamente.
El tiempo que le pueda llevar al cabello volver a crecer después de la quimioterapia (al igual que al resto del vello corporal, como el púbico y el de las pestañas y cejas si se ha caído también) varía mucho de persona a persona. El cabello volvería a crecer de la siguiente manera:
entre tres a cuatro semanas después de terminar la quimioterapia: pelusa suave
de un mes a seis semanas después: empieza a crecer el pelo de verdad
entre dos a tres meses después: alrededor de 1 cm de pelo
entre tres a seis meses después: unos 5 a 10 cm de pelo
doce meses: cuatro a seis pulgadas de pelo
El cabello puede volver a crecer con un color, textura o volumen distinto al que tenías antes. Si lo teñías o lo tratabas con algún químico antes de la quimioterapia, es posible que te sorprendas con tu color de cabello natural cuando vuelva a crecer.
En muchos casos, el cabello vuelve a su estado anterior a la quimioterapia cuando desaparecen los efectos del tratamiento en los folículos capilares. Pero a algunas personas, el cabello les vuelve a crecer de forma incompleta. A veces, puede producirse calvicie permanente y pérdida de cejas y pestañas, sobre todo, en personas que recibieron Taxotere.
Terapia hormonal y caída del cabello
Algunas terapias hormonales utilizadas en el tratamiento del cáncer de mama pueden causar debilitamiento o pérdida del cabello leve a moderada. Esto suele darse en la línea de crecimiento frontal, la raya del medio o la coronilla. Estos medicamentos incluyen lo siguiente:
tamoxifeno, un modulador selectivo de los receptores de estrógeno (MSRE)
Faslodex (nombre genérico: fulvestrant), un regulador por disminución de los receptores de estrógeno (ERD, sigla en inglés)
Arimidex (nombre genérico: anastrozol), Aromasin (nombre genérico: exemestano) y Femara (nombre genérico: letrozol), que son conocidos como inhibidores de la aromatasa (IA).
En las terapias hormonales hay dos formas de funcionamiento: disminuir los niveles de estrógeno o bloquear los efectos del estrógeno en el tejido mamario. Los investigadores no saben exactamente por qué las terapias hormonales provocan la caída del cabello. Pero los expertos afirman que una de las razones es que la disminución de los niveles de estrógeno reduce el crecimiento de los folículos capilares.
Si se te cae el cabello como efecto secundario de la terapia hormonal, puedes tardar entre seis meses y dos años en notarlo. La pérdida del cabello se estabiliza luego del primer año, aproximadamente. Pero el debilitamiento durará mientras sigas recibiendo el medicamento, que suele ser por un plazo de cinco a diez años. Generalmente, unos pocos meses después de terminar o interrumpir la terapia hormonal, el cabello comienza a crecer.
Terapia dirigida e inmunoterapia y caída del cabello
Algunas terapias dirigidas que se utilizan en el tratamiento del cáncer de mama pueden provocar cambios en la textura o el color del cabello, o incluso una leve caída. Por ejemplo:
Si experimentas pérdida del cabello, es probable que comience poco después de iniciar la terapia dirigida. Quizás el cabello vuelva a crecer recién unos meses después de dejar de tomar los medicamentos. Tomar un inhibidor de la aromatasa (Arimidex, Aromasin o Femara) y someterse a ciertas terapias dirigidas al mismo tiempo incrementa el riesgo de sufrir pérdida del cabello.
Por lo general, la inmunoterapia no provoca caída del cabello, pero se ha producido en un porcentaje pequeño de personas que reciben Tecentriq (nombre genérico: atezolizumab), un medicamento de inmunoterapia.
Tratamiento con radiación y caída del cabello
En la radioterapia, se utiliza un haz de alta energía para atacar a las células que se dividen rápidamente en el cuerpo. El objetivo es dañar las células cancerosas, pero algunas células sanas (incluidas las de los folículos capilares) también pueden sufrir.
La radiación solo causa pérdida del cabello en la parte particular del cuerpo que se esté tratando. Si se utiliza para tratar la mama, no se caerá el cabello, pero si tienes vello alrededor del pezón, puede caerse.
La radiación aplicada en el cerebro, cuyo objetivo es tratar el cáncer de mama que se ha extendido al cerebro (que ha hecho metástasis), puede provocar pérdida del cabello. Según la dosis de radiación que recibas, es posible que el pelo vuelva a crecer por zonas, no de forma uniforme, o incluso que no vuelva a crecer.
¿Puede doler la caída del cabello?
Algunas personas sienten dolor, hormigueo, quemazón o sensibilidad en el cuero cabelludo durante y después de la caída del cabello. El término médico para esto es tricodinia. Ocurre con más frecuencia cuando la pérdida de cabello se debe a la quimioterapia, pero también puede ocurrir, aunque en menor medida, con la pérdida de cabello por otros tratamientos del cáncer de mama, como la terapia hormonal. Hay algunos medicamentos que pueden ser útiles para aliviar las molestias, como los esteroides tópicos y los analgésicos antiinflamatorios. Si sientes dolor en el cuero cabelludo por la caída del cabello, pregúntale a tu equipo médico qué tratamientos puedes tomar que no interactúen con otros medicamentos que estés tomando.
Prevención y control de la caída del cabello
Si recibes tratamiento para el cáncer de mama que puede provocar caída del cabello, es importante que sepas que tienes opciones. Hay varias maneras de reducir y manejar la pérdida del cabello ocurrida como efecto secundario de los tratamientos del cáncer de mama. Además, existen recursos solidarios para las personas que podrían beneficiarse de una asistencia financiera para el enfriamiento del cuero cabelludo o para comprar pelucas, pañuelos y otros accesorios para cubrir la cabeza.
Los gorros refrigerantes y los sistemas de enfriamiento del cuero cabelludo son dispositivos similares a un sombrero, que se ajustan con firmeza a la cabeza y se rellenan con gel frío o líquido refrigerante. Los gorros refrigerantes y los sistemas de enfriamiento del cuero cabelludo han ayudado a muchas personas a conservar parte o gran parte del cabello durante la quimioterapia. Las personas que tienen el pelo rizado o con textura pueden querer tomar medidas adicionales para mejorar la probabilidad de que el enfriamiento del cuero cabelludo sea eficaz para ellas.
Para muchas personas, usar una peluca es una buena solución luego de experimentar pérdida del cabello a causa del tratamiento contra el cáncer de mama. La peluca puede dar una sensación de normalidad, estabilidad y privacidad durante el tratamiento contra el cáncer. Además, ¡puede ser muy divertido experimentar con distintos estilos de peluca! ¿No sabes si la peluca es una buena opción para ti o no tienes idea de dónde comenzar a buscarla? Conoce más sobre pelucas para saber dónde comprarlas o conseguir una sin costo, cómo elegir una que te quede bien, cómo cuidarla y mucho más.
Para muchas personas, los pañuelos, sombreros y turbantes son la solución más sencilla, cómoda y versátil para lidiar con la pérdida del cabello causada por el tratamiento del cáncer de mama. Pueden ocultar la caída del cabello y protegerte del frío o del sol. Además, puede resultar divertido usarlos y probar con distintos estilos.
Si se te ha caído el pelo por la quimioterapia o te está empezando a crecer, lo más importante durante el verano es proteger la piel de la cabeza del sol. Aparte de esto, haz lo que te resulte más cómodo con el calor del verano. Lee más consejos sobre cómo hacerle frente a la caída del cabello durante el verano.
Control del debilitamiento continuo del cabello
Los tratamientos contra el cáncer de mama, como la terapia hormonal, la terapia dirigida y la quimioterapia, pueden llevar a algunas personas a experimentar pérdida permanente del cabello, ya sea leve o moderada. Si te preocupa el hecho de que el cabello no vuelva a crecer o lo notas más fino que antes, es buena idea consultar a un dermatólogo. De ser posible, busca a alguien que se especialice en pérdida del cabello o un oncodermatólogo que se centre en los problemas de cabello, piel y uñas que pueden surgir durante el tratamiento del cáncer. El dermatólogo te indicará análisis de sangre para evaluar si hay otros motivos por los cuales se te cae el cabello, además de los efectos de los tratamientos contra el cáncer de mama. Los problemas de tiroides, las deficiencias nutricionales y otros factores pueden influir en la pérdida del cabello.
Para la caída leve a moderada, los dermatólogos suelen recomendar Rogaine (nombre genérico: minoxidil), un medicamento de venta libre que promueve el crecimiento del cabello. Es un producto seguro de eficacia moderada para las personas con antecedentes de cáncer de mama. Antes de comenzar el tratamiento con minoxidil, habla con tu oncólogo. En la mayoría de los casos se puede administrar junto con la terapia hormonal o la dirigida, pero no durante el tratamiento de quimioterapia. Busca productos que digan “espuma de minoxidil al 5 %” (las versiones genéricas están bien). Estos se aplican en el cuero cabelludo, siempre que el pelo y el cuero cabelludo estén secos. Las mujeres pueden usar productos con minoxidil en cuya etiqueta diga que son para hombres. Se cree que el minoxidil estimula el crecimiento capilar gracias a que mejora el flujo sanguíneo al cuero cabelludo y prolonga la fase de crecimiento de cada folículo capilar.
Algunos dermatólogos pueden recomendar ciertos suplementos nutricionales para acelerar el crecimiento capilar, como los suplementos Nutrafol y Viviscal Hair Growth. Antes de comenzar a tomar un suplemento nutricional, habla con tu oncólogo. Los suplementos de biotina deben evitarse porque pueden alterar los resultados de los análisis de laboratorio, como los de diagnóstico cardiovascular y los hormonales.
Estos son productos alternativos que puedes probar para la pérdida leve a moderada del cabello:
Los productos capilares diseñados para cubrir la calvicie y las zonas de poco espesor del cabello, como los polvos capilares de Bumble and Bumble, las barras de color de Bumble and Bumble, las fibras capilares de queratina de Nanogen y las fibras capilares de Toppik.
Los champús formulados para el debilitamiento del cabello, como Nioxin, Actiiv Hair Science y otros, pueden ser eficaces o no para conseguir un cabello más grueso y fuerte. Además, no deberían causarte ningún daño, a menos que experimentes irritación en el cuero cabelludo. Los champús para lograr volumen pueden ser una mejor opción, porque hacen que el cabello tenga un aspecto más tupido.
Los efectos emocionales de la caída del cabello
La pérdida del cabello puede ser traumática; en parte, porque es algo muy visible. Puedes sentir que eso le revela al mundo que tienes cáncer y que tu privacidad se encuentra amenazada. Y puedes tener que lidiar con esto mientras enfrentas otros cambios no deseados en el cuerpo y en tu imagen causados por el tratamiento.
Claro que no todas las personas reaccionan a la pérdida del cabello provocada por el tratamiento de la misma manera. Para algunas personas, puede ser devastadora; en especial, al comienzo. Para otras, puede ser una gran molestia, pero no las afecta tan profundamente.
Si te preocupa o te molesta la pérdida del cabello, intenta no alejarte de otros por vergüenza o miedo a que te juzguen como una persona superficial. Habla sobre tus sentimientos con amistades y familiares comprensivos, con un profesional de la salud mental o un trabajador social del centro oncológico local.
También puedes intentar buscar un grupo de apoyo presencial o una comunidad virtual para personas con cáncer de mama. Conectar con otras personas que están pasando por un tratamiento oncológico y experimentando la pérdida de cabello puede ser especialmente útil, ya que entienden lo que estás viviendo. Visita nuestra comunidad en línea para conectarte con otras personas que hayan sufrido la caída del cabello como consecuencia del tratamiento del cáncer de mama.
Si tienes hijos pequeños, puede preocuparte cómo reaccionarán al verte perder el cabello a causa de la quimioterapia.
Los expertos dicen que, independientemente de la edad que tengan, lo mejor es prepararlos antes de que se caiga el cabello y brindarles información honesta y acorde a su edad sobre lo que puede llegar a pasar.
Como los niños suelen seguir tu ejemplo, tranquilízalos diciéndoles que, aunque te veas diferente sin pelo, seguirás siendo la misma persona. Puede ser útil recordarles que el pelo volverá a crecer. Involucrarlos en algunas de las actividades de preparación también puede hacerlos sentir mejor, como elegir sombreros, pañuelos u otros accesorios para cabeza juntos, o afeitarte la cabeza con ellos.
Suele estigmatizarse menos que antes a las personas diagnosticadas con cáncer en los lugares de trabajo, incluso en comparación con la generación anterior. Si planeas seguir trabajando o buscando trabajo durante el tratamiento, es posible que te encuentres con muchos colegas que son comprensivos con tu situación.
De cualquier forma, de ti depende decidir qué tan a gusto te sientes con el hecho de contarles a tus colegas y a otras personas con las que interactúas en el trabajo sobre tu diagnóstico y tratamiento. Si se te ha caído el cabello y quieres mantener tu privacidad en el trabajo, podrías usar una peluca que se vea lo más parecida posible a tu pelo natural y ocultar de otra manera la pérdida del cabello (como, por ejemplo, usar maquillaje en las cejas). Si tu privacidad no te preocupa, puedes usar un pañuelo o elegir no esconder la pérdida del cabello.
La manera en que decidas manejar la pérdida del cabello puede depender del cargo que ocupes o la industria en la que trabajes. Por ejemplo, si trabajas en un ámbito en el que tu aspecto es más importante, puedes decidir que ocultar la caída del cabello los días que vas a trabajar te ayudará a sentirte mejor.
Puedes obtener más información sobre cómo llevar adelante tu vida laboral durante el tratamiento del cáncer de mama, incluido qué hacer si crees que te han discriminado.
— Se actualizó por última vez el 29 de abril de 2025, 22:03