Recuperación de la cirugía para cuidadores: lo que necesitas saber
No siempre es fácil cuidar de alguien que se está recuperando de una cirugía de cáncer de mama, ya sea una lumpectomía o una mastectomía, con o sin reconstrucción, incluso si eres un cuidador responsable. Claro que deseas ofrecerles cuidado físico, emocional y apoyo al regresar a casa tras el procedimiento y durante el proceso de recuperación. Pero es posible que no sepas qué esperar, o que no tengas experiencia en el cuidado posquirúrgico en el hogar. Esto puede generar más tensión a una situación que, de por sí, es estresante; y si no se maneja, ese estrés puede provocar el agotamiento del cuidador.
Es esencial contar con información de calidad: Las investigaciones (en inglés) han demostrado que la educación es crucial para ayudar a los cuidadores no solo a brindar un cuidado adecuado a sus seres queridos después de la cirugía de cáncer de mama, sino también para preservar su propia salud física y mental. Esto es lo que necesitas saber.
Manejo del dolor
Un componente fundamental del cuidado durante la recuperación de la cirugía no es solo aliviar el dolor, sino anticiparse a él. Manejar el dolor de tu ser querido no solo aumenta, obviamente, su comodidad, sino que también le permite un mejor descanso y promueve una recuperación más rápida.
Tu tarea será más fácil si el hospital utilizó el protocolo de recuperación mejorada después de la cirugía (ERAS, sigla en inglés). El protocolo ERAS (en inglés) es un enfoque proactivo para el tratamiento y manejo del dolor antes y después de la cirugía, lo que suele traducirse en menos dolor luego del alta hospitalaria y una menor necesidad de tomar analgésicos narcóticos en casa.
Asegúrate de saber qué medicamentos le suministraron a tu ser querido en el hospital y de tener las recetas necesarias antes de regresar a casa.
Revisa que tengas a mano medicamentos de venta libre comúnmente utilizados, como paracetamol y/o ibuprofeno.
Después de una cirugía importante, el estreñimiento puede ser un problema, así que también consigue un laxante suave.
Manipulación de drenajes
Si tu ser querido se sometió a una lumpectomía, es probable que no tenga drenajes quirúrgicos. En cambio, es probable que tenga varios drenajes si se sometió a una mastectomía de cualquier tipo con o sin reconstrucción.
Los sistemas de drenajes constan de una pera de plástico flexible y una tapa que se conectan a un tubo largo de goma. Cuando se comprime la pera y se coloca la tapa, se provoca un vacío que succiona el exceso de los líquidos del cuerpo que se generaron a lo largo del día.
El personal de enfermería debería enseñarte cómo manejar los drenajes. Normalmente, tendrás que "ordeñar" los drenajes. Para provocar el drenaje de cualquier tipo de fluido del tubo hacia la pera, debes sostener el tubo cerca del cuerpo con dos dedos y deslizar suavemente los dedos de la otra mano a lo largo del tubo. Después, debes quitar la tapa y verter el líquido en un medidor.
Es importante llevar un registro del volumen diario de drenaje porque, si está por debajo de un cierto nivel, es posible que sea más seguro que un médico u otro proveedor de atención sanitaria retire los drenajes. Toma nota también si hay algún cambio en la consistencia o el color del líquido.
Por lo general, se realiza una sutura para sujetar el tubo de drenaje al cuerpo. Es totalmente normal que la zona de la sutura presente un enrojecimiento. Sin embargo, la presencia de inflamación y dolor es alarmante ya que podría indicar una infección. Si te genera inseguridad manipular los drenajes, pídele al personal de enfermería que te observe haciéndolo antes de que tú y tu ser querido salgan del hospital. En casa, asegúrate de lavarte muy bien las manos antes y después de manipularlos.
Manejar las expectativas sobre la zona de la cirugía
Después de haberse sometido a una mastectomía o lumpectomía, es posible que tu ser querido se emocione cuando vea la zona de la cirugía por primera vez. Puede ser impactante para la persona ver que una de las mamas, o ambas, le falta o está alterada.
Es posible que te suceda algo similar, pero es importante que, como cuidador, seas consciente de tu reacción. Tu reacción al ver la zona de la cirugía puede tener un impacto en tu ser querido, señala Lillie D. Shockney, RN, MAS, distinguida profesora universitaria del servicio para cáncer de mama y profesora de cirugía en la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, Maryland.
"La paciente puede verse seriamente afectada por la expresión física del cuidador cuando los dos ven la zona de la cirugía por primera vez", menciona Shockney. "Una expresión de confusión que podría malinterpretarse como desagrado, por ejemplo, puede dejar una marca en la psiquis del paciente".
Algunos puntos para tener en cuenta que pueden ayudar a prepararte:
Pídele al personal de enfermería o a algún orientador que les muestren a ti y a tu ser querido fotos de personas que se hayan sometido a la misma cirugía, tomadas inmediatamente después, una semana después y seis meses después. Esto les ayudará a saber qué esperar.
Si tu ser querido se sometió a una reconstrucción mamaria, ten en cuenta que esto podría implicar una serie de procedimientos a lo largo de un período de meses o años.
Es importante entender que el proceso de sanación llevará tiempo y que la zona no se verá igual en semanas o meses.
Shockney recomienda que, si tu ser querido se sometió a una mastectomía sin reconstrucción, cuando observen juntos la incisión, se concentren en la ausencia del cáncer y no en la de la mama.
Mejorar el entorno
Échale un vistazo a tu hogar para ver si es necesario hacerle algunas modificaciones para facilitar y mejorar la comodidad de la paciente. Es posible que ya hayas hecho grandes cambios, como comprar un sillón reclinable o un juego de almohadas con forma de cuña para la cama o el sofá a fin de facilitar el sueño y descanso. Otras sugerencias:
Coloca los objetos de uso común, como vasos, tazas, comida y bocadillos, a una altura media. Después de la cirugía, tu ser querido podría tener dificultades para alcanzar los objetos en las alacenas o los estantes más altos, o para agacharse a tomar objetos que se encuentran en lugares bajos.
Elimina del suelo cualquier objeto que pueda provocar un tropiezo, como las alfombras sueltas.
De ser posible, crea un espacio cómodo en la planta baja para evitar subir y bajar escaleras innecesariamente.
La ducha
Según el tipo de cirugía, es probable que tu ser querido tenga permiso para ducharse (no bañarse) una vez que llegue a su casa. Sin embargo, puede que necesite ayuda para entrar y salir de la ducha. Incluso si no la necesita, es recomendable que te quedes cerca, por si acaso. En la mayoría de los casos, en el hospital se cierran las incisiones quirúrgicas con un adhesivo tópico (Dermabond) o suturas adhesivas (steri-strips). Se pueden lavar las áreas de incisión (sin frotar) y secar con palmadas suaves, hasta que el adhesivo o las tiras se desprendan por sí solas.
Coordinación y gestión de las consultas
Tu ser querido tendrá una gran cantidad de consultas de seguimiento después de la cirugía y no se le permitirá conducir por un tiempo determinado (la duración depende del tipo de cirugía a la que se haya sometido). Así que asegúrate de que tú u otro conductor responsable estén disponibles en esos momentos. Puede ser útil preguntarle a tu ser querido si desea preparar las preguntas para su médico antes de la consulta. De esa manera, ambos sabrán qué temas le importan y podrás intervenir si se olvida de hacer alguna pregunta. Tomar apuntes por tu ser querido también puede alivianar su estrés.
Trata de conseguir una almohada de recuperación de mastectomía o simplemente un cojín suave para colocarlo entre el pecho y el cinturón de seguridad en los viajes hacia la consulta y de vuelta a casa.
Dieta y nutrición
Es importante tener una buena nutrición para la sanación posquirúrgica. La proteína es clave. Tu cuerpo cura las heridas reemplazando el tejido dañado con tejido nuevo y las proteínas son la base fundamental para que se lleve a cabo ese proceso. Prioriza la ingesta de proteínas cuando planifiques las comidas o los bocadillos. Las fuentes magras como las aves de corral y el pescado son excelentes alternativas. También asegúrate de tener a mano bocadillos ricos en proteínas como los frutos secos.
Una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras y cereales integrales, también favorecerá la recuperación. Dicho esto, siempre hay espacio para permitirse algún gusto mientras tu ser querido se recupera en casa. ¿Alguien trajo galletas caseras con chispas de chocolate o envió chocolates? ¡No pasa nada! Siempre con moderación.
Tu cuidado emocional
Cuidar de alguien que se ha sometido a una cirugía de cáncer también puede ser difícil para el cuidador. Es una situación que presenta desafíos tanto emocionales como físicos. Aunque sea obvio, es importante tener en cuenta que no puedes cuidar de tu paciente si no estás bien. Ten en cuenta estas sugerencias para evitar el agotamiento del cuidador:
Haz pausas para descansar. Aunque estés pendiente de las necesidades de tu ser querido, no es necesario que estés presente todo el tiempo. De hecho, es probable que sea mejor para ambos que cada uno tenga sus propios tiempos y espacios. Para ti, es un momento para recuperarte y recargar energías y, para tu ser querido, es una ocasión para hacer las cosas independientemente en el proceso de recuperación.
Protege tu propia salud. Prioriza el descanso, haz actividad física y comparte comidas saludables con tu ser querido.
Si es posible, busca ayuda, ya sea con el cuidado infantil, la cocina, las compras o la limpieza.
Esta información fue posible, en parte, gracias al generoso apoyo de www.BreastCenter.com.
— Se actualizó por última vez el 20 de abril de 2024, 19:17