Tratamientos para el linfedema
El linfedema es una afección que no tiene cura. Sin embargo, hay diversos tratamientos quirúrgicos y no quirúrgicos que se centran en tratar los síntomas, mantener las exacerbaciones bajo control y evitar que el linfedema empeore. Un especialista en linfedema puede aconsejarte y elaborar un plan de tratamiento según la etapa y la gravedad del linfedema.
Tratamientos no invasivos para el linfedema
Existen varios tratamientos no invasivos que ayudan a aliviar los síntomas del linfedema en su etapa inicial. El médico o el especialista en linfedema puede recomendarte uno o más de los siguientes procedimientos.
Mantén el brazo elevado para permitir que la fuerza de gravedad ayude a drenar todo el líquido acumulado. Sigue las instrucciones del especialista en linfedema sobre cómo colocar el brazo (normalmente, por encima del nivel del corazón). Pregúntale al especialista en linfedema cuánto tiempo debes mantener elevado el brazo y qué tan a menudo debes elevarlo en el transcurso del día.
Hay diversos estilos y tipos de mangas y prendas de compresión, entre los que se incluyen guantes sin dedos o manoplas, sostenes y chalecos. Las prendas de compresión están hechas de telas elásticas y ejercen presión sobre el brazo, la mano o el tronco para ayudar a la circulación de la linfa y evitar su acumulación.
Obtén más información sobre las mangas y prendas de compresión para el linfedema.
Al igual que las mangas y las prendas de compresión, las vendas y los vendajes de compresión también ejercen presión sobre la zona afectada para ayudar a drenar la linfa. Según tu plan de tratamiento para el linfedema, es posible que tengas que vendarte la zona afectada todos los días durante algunas semanas.
Obtén más información sobre las vendas y vendajes de compresión para el linfedema.
Algunos especialistas en linfedema recomiendan usar almohadillas de espuma o bolsas de goma espuma junto con las vendas, los vendajes o las prendas de compresión. Las almohadillas de espuma y las bolsas de goma espuma ejercen presión sobre la zona afectada y ayudan a reducir la inflamación y ablandar los tejidos afectados por el linfedema en etapas avanzadas. El especialista en linfedema puede ayudarte a elegir la almohadilla de espuma o bolsa de goma espuma adecuada para ti, y puede mostrarte cómo colocarla debajo de los vendajes o prendas de compresión.
El drenaje linfático manual, a veces llamado masaje de drenaje linfático, es una técnica de masaje que mueve el exceso de linfa de una zona inflamada de regreso a los vasos linfáticos. El especialista utiliza movimientos suaves para ejercer presión leve sobre la zona afectada.
Algunas personas podrían necesitar drenaje linfático manual cinco días a la semana durante un período prolongado, mientras que otras tal vez necesiten el tratamiento tres veces por semana durante algunas semanas, según la etapa y la gravedad del linfedema. Asegúrate de que el especialista en linfedema tenga experiencia en drenaje linfático manual o que pueda recomendarte a un fisioterapeuta con experiencia en tratamientos para la afección.
Si bien hace falta investigar más para ver si el drenaje linfático manual es eficaz, algunos estudios han demostrado que personas de hasta 60 años se benefician con este tratamiento (en inglés).
El especialista en linfedema puede enseñarte estiramientos y ejercicios para ayudar a mejorar la flexibilidad, aumentar la fuerza y promover el flujo de la linfa. Por ejemplo, cuando contraes con suavidad los músculos de un brazo o de una mano inflamados, es más probable que la linfa acumulada circule hacia afuera de la zona afectada.
Obtén más información sobre los ejercicios y sugerencias para el linfedema.
Los expertos recomiendan beber mucha agua y comer alimentos con poca sal y grasas trans, y ricos en fibra para mantener el sistema linfático lo más sano posible. Elige alimentos nutritivos, como frutas, verduras, cereales integrales y proteínas magras, y evita los alimentos procesados. Tener una alimentación saludable también te ayuda a mantener un peso que sea adecuado para ti.
La terapia descongestiva compleja es un programa intensivo que combina muchos tratamientos diferentes para el linfedema, como vendas y vendajes de compresión, mangas de compresión, drenaje linfático manual y ejercicio.
Obtén más información sobre la terapia descongestiva compleja para el linfedema.
Las bombas neumáticos se utilizan para tratar el linfedema. Se conectan mangas, chalecos o medias con relleno e inflables a una bomba neumática externa que ejerce presión de manera intermitente sobre la zona afectada para reducir la inflamación y estimular la circulación de la linfa.
Obtén más información sobre los bombas neumáticas para el linfedema.
El vendaje neuromuscular consiste en una cinta flexible y adhesiva que generalmente se usa para sostener ciertos músculos y articulaciones, y que algunos expertos recomiendan para las personas que padecen linfedema. Cuando se coloca en una zona inflamada, el vendaje neuromuscular tira de la piel ligeramente (en inglés) y genera un espacio entre la capa superior de la piel y los tejidos subyacentes que permite la circulación de la linfa. El efecto del vendaje neuromuscular es similar al del drenaje linfático manual, excepto que recibes los beneficios del drenaje mientras te dejes colocado el vendaje.
A algunas personas les puede resultar más fácil utilizar el vendaje neuromuscular que las vendas y los vendajes de compresión, pero como es una cinta adhesiva, hay un mayor riesgo de lesionarse la piel. Asegúrate de que el especialista en linfedema tenga experiencia con el vendaje neuromuscular y te enseñe a colocarlo de forma segura antes de que lo uses por tu cuenta. Además, no te lo coloques sobre la piel que ya esté irritada.
Cirugía
Hay tratamientos quirúrgicos y con láser que ayudan a aliviar los síntomas del linfedema grave en etapas avanzadas. Si tienes linfedema en etapa avanzada, pregúntale al médico o al especialista en linfedema si alguno de los siguientes procedimientos quirúrgicos o con láser es adecuado para ti.
Los médicos utilizan la terapia con láser de baja intensidad para extirpar ganglios linfáticos y ayudar a mejorar la amplitud de movimiento de la zona afectada y reducir la inflamación. Los láseres infrarrojos penetran en el tejido afectado y modifican las células que causan la inflamación. El dispositivo se parece mucho al otoscopio que usan los médicos para examinar el oído durante los controles habituales. Mientras se recibe el tratamiento con láser, no sientes nada. Incluso si recibes este tratamiento en el hospital, puedes volver a casa el mismo día.
Los cirujanos plásticos especializados en liposucción para el linfedema extirpan el tejido afectado para que puedas seguir recibiendo tratamientos no quirúrgicos para el linfedema. No todos los cirujanos plásticos que practican liposucciones están habilitados para llevar a cabo estos procedimientos a fin de tratar el linfedema.
Los microcirujanos reemplazan los ganglios linfáticos dañados por ganglios sanos extraídos de otras zonas del cuerpo y reconfiguran el sistema linfático para que la linfa vuelva a fluir con normalidad. Este procedimiento, que se efectúa con anestesia general, dura tres horas y suele requerir entre uno y dos días de hospitalización. Debes seguir las instrucciones del médico después de la cirugía. El especialista en linfedema puede vigilar tu estado para detectar signos de linfedema que podrían aparecer como resultado de la cirugía.
Los microcirujanos conectan y desvían los vasos linfáticos y las venas para que la linfa fluya libremente por el sistema linfático. Este procedimiento, que se efectúa con anestesia general, dura unas dos horas y no suele requerir pasar la noche en el hospital.
Cómo crear tu plan de tratamiento para el linfedema
El especialista en linfedema puede recomendarte una combinación de tratamientos quirúrgicos y no quirúrgicos para la afección según algunos factores.
El linfedema en etapa inicial, que causa una inflamación leve, no necesita tanto tratamiento como el linfedema en etapa avanzada, que provoca una inflamación evidente y cicatrización del tejido blando debajo de la piel. Aunque el linfedema en etapa avanzada no es reversible, una combinación de tratamientos puede ayudar a aliviar la inflamación.
Algunas personas sufren exacerbaciones del linfedema cuando hace calor, mientras que otras las padecen cuando usan los brazos más de lo habitual. Entre los factores adicionales que pueden provocar exacerbaciones del linfedema se incluyen las quemaduras solares, cargar mucho peso, pasar mucho tiempo en una misma posición, la restricción de las extremidades debido a prendas o alhajas muy ajustadas, infecciones de la piel, picaduras de insectos, inyecciones y heridas o lesiones en la zona afectada.
Algunas personas prefieren un plan de tratamiento intensivo, mientras que otras prefieren uno adaptado a su rutina diaria habitual. Según la etapa del linfedema, algunas personas podrían necesitar tratamiento de forma intermitente durante el resto de su vida, mientras que otras podrían necesitar tratamiento solo durante algunas semanas con controles habituales.
Cobertura del seguro de salud y costos por cuenta propia de los tratamientos del linfedema
Los planes de seguros de salud no siempre cubren los tratamientos para el linfedema. Por ejemplo, un plan de salud podría cubrir un determinado número de consultas con un especialista en linfedema, pero tal vez no cubra ciertos tipos de tratamientos para el linfedema. Llama a tu compañía de seguro de salud y averigua exactamente qué cubre tu plan en particular. Además, habla con tu médico si te preocupan los gastos por cuenta propia de cualquier tratamiento para el linfedema.
La ley sobre el tratamiento del linfedema (en inglés), que entró en vigencia el 1.º de enero de 2024, amplía la cobertura de Medicare (en inglés) para las prendas de compresión relacionadas con el linfedema. Es probable que las personas que cuenten con cobertura de otros planes de seguro médico también se beneficien, ya que las compañías de seguros suelen seguir las directrices de cobertura de Medicare.
— Se actualizó por última vez el 12 de marzo de 2024, 22:17