La quimioterapia para tratar el cáncer de mama (seno) podría dificultar las actividades cotidianas de las mujeres mayores

La quimioterapia aumenta el riesgo de que las mujeres mayores con cáncer de mama experimenten dificultades para caminar o subir escaleras.
14 ago 2024
 

Poder realizar actividades cotidianas como caminar, subir escaleras, bañarse y vestirse es importante para la movilidad, la independencia y la calidad de vida.

A través de un estudio (en inglés) publicado en el Journal of Cancer Survivorship se descubrió que las mujeres mayores con diagnóstico de cáncer de mama en estadio temprano pueden experimentar más problemas con este tipo de actividades mientras reciben tratamiento con quimioterapia que las mujeres que no reciben quimioterapia. El estudio destaca la importancia de los programas personalizados para apoyar la actividad de las personas durante y después de la quimioterapia.  

 

Puntos destacados

  • Más del 30 % de las mujeres de 65 años o más que recibieron quimioterapia para el cáncer de mama detectaron una disminución muy notoria de su función física, frente al 8 % de las mujeres que no recibieron quimioterapia y el 5 % de las mujeres a las que no se les había diagnosticado cáncer.

  • La capacidad para subir escaleras, caminar un tramo corto y realizar actividades moderadas fue la más afectada.

  • Las mujeres que recibieron una antraciclina, como Adriamycin (nombre genérico: doxorrubicina) o un régimen de quimioterapia que incluía un taxano, como Taxol (nombre genérico: paclitaxel), y Herceptin (nombre genérico: trastuzumab) experimentaron mayores disminuciones de la función física que las tratadas solo con un taxano.

 

Qué significan los resultados para ti

La investigación (en inglés) sugiere que una función física deficiente en las personas mayores está relacionada con un mayor riesgo de caídas, una peor salud mental y general, y una menor probabilidad de llevar una vida independiente. Si notas que te cuesta realizar las actividades cotidianas desde que empezaste la quimioterapia, habla con tu equipo médico. Es posible que te ajusten la quimioterapia o te aconsejen cómo mejorar la función física (por ejemplo, a través de dieta o ejercicio ligero).

 

Acerca del estudio

A través de un estudio (en inglés) anterior se descubrió que más del 40 % de las mujeres mayores que recibían quimioterapia luego de una cirugía por cáncer de mama presentaban un deterioro en la función física. El equipo de investigación de aquel estudio quería indagar más, así que diseñaron un estudio para responder a la pregunta: ¿El deterioro físico de estas mujeres se debe principalmente al diagnóstico de cáncer de mama, a la quimioterapia o a una combinación de ambos?

El estudio, denominado HOPE (Hurria Older PatiEnts), incluyó a tres grupos de mujeres de 65 años o más:

  • 444 mujeres habían sido diagnosticadas con cáncer de mama en estadio temprano, habían sido operadas y recibían quimioterapia

  • 98 mujeres habían sido diagnosticadas con cáncer de mama en estadio temprano, habían sido operadas y no recibían quimioterapia

  • 100 mujeres nunca habían recibido un diagnóstico de cáncer

El equipo de investigación evaluó dos veces a todas las mujeres del estudio:

  • en el momento de incorporarse al estudio o en los 14 días anteriores al inicio de la quimioterapia en el caso del grupo de quimioterapia

  • en los 30 días posteriores a la finalización de la quimioterapia o en un punto temporal coincidente 3, 4 o 6 meses después de la primera visita para los 2 grupos que no recibieron quimioterapia

En cada evaluación, midieron la función física y cognitiva de las mujeres, su peso y altura, y su índice de masa corporal.

Las mujeres también completaron cuestionarios en los que se les preguntaba por su capacidad para realizar las actividades de la vida diaria, antecedentes de caídas, apoyo social, etc. En el caso de las mujeres diagnosticadas con cáncer de mama, también se recopiló información sobre el tratamiento.

Basándose en los resultados de las evaluaciones, el equipo de investigación le dio a cada mujer una puntuación de función física que iba de 0 a 100 en cada evaluación.

 

Resultados detallados

En la primera evaluación, cada grupo tenía puntuaciones de función similares. Las puntuaciones promedio fueron las siguientes:

  • 79,3 para las mujeres que recibían quimioterapia

  • 81,4 para las mujeres que no recibían quimioterapia

  • 81,8 para las mujeres sin cáncer

En la segunda evaluación, meses más tarde, las mujeres que recibían quimioterapia experimentaron un descenso notable en las puntuaciones de función, mientras que los otros dos grupos no. Las puntuaciones promedio fueron las siguientes:

  • 68,9 para las mujeres que recibían quimioterapia

  • 80,9 para las mujeres que no recibían quimioterapia

  • 81,9 para las mujeres sin cáncer

A continuación, analizaron la cantidad de mujeres de cada grupo que presentaban un deterioro notorio de la función física:

  • el 34,7 % de las mujeres que recibían quimioterapia presentaron una gran disminución de la función física

  • el 8,2 % de las mujeres que no recibían quimioterapia presentaron una gran disminución de la función física

  • el 5 % de las mujeres sin cáncer presentaron una gran disminución de la función física

Casi el 75 % de las mujeres que recibían quimioterapia y experimentaron una gran disminución de la función física afirmaron que subir escaleras y caminar un tramo corto eran las más afectadas.

El equipo también analizó si los distintos regímenes de quimioterapia afectaban la función física. 

Las mujeres que recibían una antraciclina, como Adriamycin, o un régimen que incluía un taxano, como Taxol, y Herceptin tenían más probabilidades de sufrir una gran disminución de la función física que aquellas que solo recibían un taxano. Otros dos regímenes se relacionaron con una mayor probabilidad de deterioro físico:

  • un taxano, más Herceptin, más un medicamento que contiene platino, como el carboplatino

  • un taxano, más una antraciclina, más Herceptin

“Nuestros hallazgos enfatizan el impacto que el cáncer y su tratamiento pueden tener sobre la función física en las mujeres mayores ―afirmó en un comunicado el autor principal, el Dr. Mina Sedrak, MS, profesor asociado de Medicina en la Facultad de Medicina David Geffen y director del Programa de Cáncer y Envejecimiento del Centro Oncológico Integral de Salud Jonsson de UCLA―. [E]s necesario un esfuerzo más urgente para promover intervenciones que desarrollen estrategias para preservar la función física de las mujeres, antes, durante y después del tratamiento del cáncer”.

 

Más información

Una de las mejores formas es el ejercicio. Los ejercicios aeróbicos, como caminar, trotar o andar en bicicleta, pueden ayudarte a aumentar tu resistencia y vigor, y permitir que no te canses con tanta rapidez al realizar tus actividades cotidianas. Los ejercicios de fuerza o resistencia pueden ayudarte a mantener y aumentar la masa muscular, y facilitarte las actividades cotidianas. Algunos ejemplos son el levantamiento de pesas y los ejercicios con bandas de resistencia. Los ejercicios de flexibilidad, como los estiramientos o el yoga, pueden ayudarte a mejorar la amplitud de los movimientos de las articulaciones y también a reducir la tensión.

Además de disminuir el riesgo de perder la función física, el ejercicio también puede ayudar a lo siguiente:

Si estás recibiendo tratamiento, puede ser difícil encontrar la motivación y el tiempo necesarios para hacer ejercicio casi todos los días; en especial, si tienes que lograr un equilibrio con todas las demás actividades y tareas.

Comenzar de a poco y luego ir aumentando gradualmente la intensidad y la duración del ejercicio puede ser de ayuda, en especial si nunca has hecho ejercicio. Puedes comenzar por caminar de 15 a 20 minutos por día. Andar en bicicleta despacio o practicar el estiramiento suave también son buenas opciones para principiantes.

Caminar o hacer otro tipo de ejercicio con alguien más puede darte la motivación que necesitas para sacar el tiempo necesario y ejercitarte todos los días. Asimismo, puedes tomarlo como una oportunidad para socializar.

Nunca es demasiado tarde para ponerse en movimiento. Y una vez que comiences... ¡no dejes de hacerlo!

Fuente

Sedrak, M.S., Sun, CL., Bae, M. et al. Functional decline in older breast cancer survivors treated with and without chemotherapy and non-cancer controls: results from the Hurria Older PatiEnts (HOPE) prospective study. (Deterioro funcional en sobrevivientes de cáncer de mama de mayor edad en tratamiento con quimioterapia y sin ella, y controles sin cáncer: resultados del estudio prospectivo HOPE). J Cancer Surviv (2024).

— Se actualizó por última vez el 27 de diciembre de 2024, 19:10

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