Tratamiento de la osteoporosis y la osteopenia
Comúnmente, los médicos recomiendan implementar ciertos cambios en el estilo de vida y tomar ciertos medicamentos para tratar la osteoporosis y la osteopenia.
Cambios en el estilo de vida para tratar la osteoporosis y la osteopenia
Consume suficiente calcio. La cantidad de calcio que una persona necesita depende de su edad y del sexo que se le asignó al nacer:
Las mujeres y los hombres de entre 19 y 50 años necesitan 1.000 miligramos por día.
Las mujeres de entre 51 y 70 años necesitan 1.200 miligramos por día.
Los hombres de entre 51 y 70 años necesitan 1.000 miligramos por día.
Las mujeres y los hombres de 71 años o más necesitan 1.200 miligramos por día.
Además de los suplementos, la mejor fuente de calcio son los alimentos. Los productos lácteos, incluida la leche, el queso y el yogur, tienen alto contenido de calcio. Estas son otras fuentes recomendables de calcio:
salmón con huesos
sardinas
kale
brócoli
jugos y panes fortificados con calcio
higos secos
Si en tu caso resulta difícil obtener el calcio suficiente a partir del consumo de alimentos, pregúntale a tu médico sobre la toma de un suplemento de calcio.
Consume suficiente vitamina D. La vitamina D ayuda al cuerpo a absorber calcio. Puedes obtener algo de vitamina D de la luz del sol. La cantidad de vitamina D que una persona necesita depende de varios factores, entre los que se incluyen los siguientes:
edad
origen étnico
la latitud en la que vive
la época del año
el nivel de exposición al sol
Los Institutos Nacionales de Salud recomiendan que las personas adultas de entre 19 y 70 años obtengan 600 UI (unidades internacionales) por día y las personas de 71 años o más, 800 UI por día. De todos modos, si tienes un tono de piel más oscuro o no te expones demasiado a la luz del sol, es posible que necesites más vitamina D diaria, ya sea proveniente de los alimentos o de un suplemento.
Estos son algunos alimentos con alto contenido de vitamina D:
cereales o leche fortificada con vitamina D
pescados grasos capturados en su entorno natural, como salmón, atún y caballa
aceite de hígado de bacalao
Si tomas un suplemento de vitamina D, la mayoría de los expertos recomiendan tomar colecalciferol (vitamina D3) en lugar de ergocalciferol (vitamina D2).
Como la vitamina D es una vitamina soluble en grasa, tu cuerpo la absorberá de mejor manera si tomas el suplemento con las comidas o los refrigerios en los que ingieras alimentos grasos.
Come más ciruelas pasas. Un estudio ha descubierto que comer ciruelas pasas todos los días puede ayudar a preservar la densidad ósea.
Haz ejercicios con regularidad. Los ejercicios con pesas o de fortalecimiento muscular ayudan a aumentar y mantener la densidad ósea, y pueden contribuir a que tus huesos permanezcan sanos durante toda tu vida. Los ejercicios de equilibrio pueden ayudarte a reducir el riesgo de caídas, en especial a medida que creces. Es conveniente realizar una combinación de ejercicios con pesas y de fortalecimiento muscular durante al menos 30 minutos al día. También puedes alternar entre ejercicios de este tipo y ejercicios de equilibrio.
Limita o evita las bebidas alcohólicas. Según las investigaciones, el abuso de alcohol afecta drásticamente la salud ósea y aumenta el riesgo de aparición de osteoporosis.
No fumes, o deja de fumar si lo haces. El tabaco debilita los huesos.
Medicamentos para tratar la osteoporosis y la osteopenia
Para decidir qué medicamento recomendar contra la osteoporosis, tu médico debe tener en cuenta diversos factores, entre los que se incluyen los siguientes.
El sexo asignado al nacer: algunos medicamentos están aprobados tanto para las mujeres como para los hombres, mientras que otros solo pueden indicarse a mujeres.
Tu edad: algunos medicamentos resultan más eficaces para mujeres posmenopáusicas más jóvenes, mientras que otros son más recomendables para mujeres mayores.
La densidad ósea: los distintos medicamentos contra la osteoporosis funcionan de diferentes formas. Los medicamentos recetados a una persona con una densidad ósea extremadamente baja o que sufrió varias fracturas son distintos a los recetados a una persona con una densidad ósea que se encuentra levemente por debajo de lo normal.
Otras afecciones médicas que puedas presentar: si recibiste un diagnóstico de cáncer de mama, no deberías tomar medicamentos contra la osteoporosis que contengan estrógeno.
Tus preferencias: puede que te resulte más sencillo recibir una inyección una vez al mes o al año, en lugar de tomar un comprimido todos los días.
Existen muchos tipos de medicamentos para tratar la osteoporosis.
Los bifosfonatos limitan la actividad de ciertas células óseas denominadas “osteoclastos” que rompen minerales, como el calcio de los huesos, y los absorben. Al limitar la actividad de los osteoclastos, los osteoblastos —las células que fortalecen los huesos— pueden funcionar de forma más eficiente. Estos son los bifosfonatos para tratar la osteoporosis.
Alendronato (marcas comerciales: Fosamax y Binosto): está disponible en forma de comprimidos o líquido y se puede tomar en dosis diarias o semanales.
Risedronato (marcas comerciales: Actonel y Atelvia): está disponible en forma de comprimidos y se puede tomar en dosis diarias, semanales, mensuales o bimensuales.
Ibandronato (marca comercial: Boniva): está disponible en forma de comprimidos, que se pueden tomar en dosis mensuales, o bien en forma de inyección aplicada cada tres meses.
Ácido zoledrónico (marca comercial: Reclast): está disponible mediante infusión por vía intravenosa realizada una vez al año o una vez cada dos años.
Las personas deben tomar los bifosfonatos de administración oral en forma de comprimidos o líquido de una manera muy específica para evitar dañar el esófago (es decir, el conducto que conecta la boca con el estómago):
El bifosfonato se toma junto con 6 a 8 onzas (177 a 236 centímetros cúbicos) de agua sola o del grifo, con el estómago vacío y al menos 30 minutos (en el caso del alendronato y el risedronato) o 60 minutos (en el caso del ibandronato) antes de la primera comida o bebida del día.
Después de tomar un bifosfonato, no puedes recostarte durante al menos 30 minutos, en el caso del alendronato y el risedronato, o 60 minutos, en el caso del ibandronato.
Después de tomar un bifosfonato, debes esperar 30 minutos (en el caso del alendronato y el risedronato) o 60 minutos (en el caso del ibandronato) para comer, beber (excepto que sea agua sola) o tomar otros medicamentos.
Es importante mencionar que la infusión por vía intravenosa de ácido zoledrónico puede provocar graves problemas renales. Los problemas renales que pueden surgir después de una infusión de ácido zoledrónico son más probables en las personas que cumplen con estas características:
Tienen problemas renales preexistentes.
Toman diuréticos (medicamentos que eliminan el agua del cuerpo).
Están deshidratadas cuando reciben la infusión o se deshidratan después.
Toman otros medicamentos que pueden causar problemas renales.
Tienen edad avanzada.
Debes tomar al menos dos vasos de agua a las pocas horas de haber recibido la infusión de ácido zoledrónico.
Los bifosfonatos también pueden causar efectos secundarios poco frecuentes pero graves.
Fractura atípica del fémur. El fémur es el hueso grande de la pierna que va desde la cadera hasta la rodilla. Una fractura es atípica cuando el hueso se quiebra en un lugar poco común. Si bien según algunas investigaciones se considera que el riesgo de una fractura atípica del fémur aumenta a medida que una persona toma un bifosfonato, estas fracturas son poco frecuentes.
Osteonecrosis mandibular. Es una afección en la que las células de la mandíbula comienzan a morir.
Evista (nombre genérico: raloxifeno) es un modulador selectivo de los receptores de estrógeno (MSRE) que se utiliza para lo siguiente:
reducir el riesgo de aparición de cáncer de mama positivo para receptores de hormonas, si te encuentras en la posmenopausia y recibes tratamiento para la osteoporosis, pero no recibiste un diagnóstico de cáncer de mama
tratar la osteoporosis o reducir el riesgo de aparición de osteoporosis en personas posmenopáusicas
Prolia (nombre genérico: denosumab) es un tipo de medicamento de terapia dirigida que se conoce como “inhibidor del ligando del receptor activador del factor nuclear κB” (RANKL, sigla en inglés). Al igual que los bifosfonatos, los inhibidores de RANKL limitan la actividad de los osteoclastos, que rompen minerales, como el calcio de los huesos, y los absorben. Al limitar la actividad de los osteoclastos, los osteoblastos —las células que fortalecen los huesos— pueden funcionar de forma más eficiente.
Prolia se utiliza para lo siguiente:
tratar la osteoporosis en las mujeres posmenopáusicas que corren un riesgo alto de sufrir una fractura ósea
aumentar la densidad ósea de las mujeres que corren un riesgo alto de sufrir una fractura y que toman un inhibidor de la aromatasa después de la cirugía para tratar el cáncer de mama en etapa temprana
tratar la osteoporosis causada por el tratamiento con esteroides en mujeres y hombres que corren un riesgo alto de sufrir una fractura ósea
tratar la osteoporosis en hombres que corren un riesgo alto de sufrir una fractura ósea
aumentar la densidad ósea de los hombres que corren un riesgo alto de sufrir una fractura y que reciben terapia hormonal para tratar el cáncer de próstata en estadios I a III
Prolia se administra mediante una inyección subcutánea colocada en la parte superior del brazo, la parte superior del muslo o el abdomen una vez cada seis meses.
Con la marca comercial Xgeva, el denosumab se utiliza para reducir el riesgo de complicaciones óseas y dolor en los huesos que pueden padecer las personas con un diagnóstico de cáncer de mama metastásico que avanza a los huesos.
Existen tres medicamentos biosimilares de Prolia aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE. UU. (FDA, sigla en inglés): Bildyos (nombre genérico: denosumab-nxxp), Jubbonti (nombre genérico: denosumab‑bddz) y Stoboclo (nombre genérico: denosumab‑bmwo).
Como muchos otros medicamentos, Prolia puede causar efectos secundarios, algunos de los cuales son graves. Estos son algunos efectos secundarios poco frecuentes pero graves.
Fractura atípica del fémur.
Osteonecrosis mandibular.
Niveles de calcio en sangre extremadamente bajos. El médico debe supervisar tus niveles de calcio y vitamina D mientras recibes Prolia.
Infección, especialmente infecciones cutáneas. Habla con tu médico de inmediato si observas signos de infección, en especial, enrojecimiento, inflamación y zonas adoloridas en la piel.
Sarpullido. Habla con tu médico si observas zonas rojas, escamosas o irritadas en la piel.
Dolor óseo y articular. Prolia puede causar dolores graves en los músculos, los huesos o las articulaciones. Habla con tu médico si presentas alguno de estos efectos secundarios.
La Fundación Nacional de la Osteoporosis proporciona una lista completa de medicamentos contra la osteoporosis.
— Se actualizó por última vez el 23 de septiembre de 2025, 15:24