La historia de Pat: Mi apertura y sinceridad me ayudaron a salir adelante

Después de recibir el diagnóstico, Pat descubrió que le facilitó mucho las cosas compartir su experiencia.
 
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Pat es miembro de la comunidad Breastcancer.org en Graham, Carolina del Norte, EE. UU.

Tenía 50 años, estaba soltera y vivía sola cuando recibí el diagnóstico de cáncer de mama triple negativo en estadio I hace casi 15 años. Me hicieron una lumpectomía, seguida de 4 ciclos de quimioterapia durante 12 semanas y 6 semanas de radioterapia diaria.

En aquel momento era profesora de secundaria y sentí que tenía que seguir enseñando, no solo por el bien de mis alumnos, sino también para poder centrarme en otra cosa que no fuera el cáncer. Fue agotador, pero hubo dos cosas que me beneficiaron enormemente.

En primer lugar, hablé con franqueza de lo que estaba pasando con mis amigos y compañeros y acepté toda la ayuda que me ofrecieron: comidas, transporte y todos los pequeños gestos. No intentes hacerlo por tu cuenta. Cuando aceptas la ayuda de alguien, le estás regalando algo también, el regalo de serte útil y ser solidario.

En segundo lugar, me mostré abierta y sincera con mis alumnos. Les conté por lo que estaba pasando, para que supieran cuándo tenía problemas de baja energía y fatiga. Respondieron siendo serviciales y respetuosos. También les di la oportunidad de hacer preguntas a las que respondí de la forma más franca y completa posible. Varios de ellos contaron historias de familiares que habían luchado contra el cáncer y agradecieron tener a alguien con quien hablar.

Al final del curso, varios de mis alumnos de último año me dieron las gracias por todo lo que habían aprendido ese año. Y no hablo solo de la literatura y escritura. Me dijeron que habían aprendido sobre empatía, fuerza, comunidad y lecciones de la vida real que recordarían toda la vida.