Vacunas contra COVID-19 y el cáncer de mama Lo que necesitas saber
Actualizado el 29 de octubre de 2025
Las recomendaciones oficiales para la vacuna contra COVID‑19 son complicadas este año. Las dos agencias que han hecho recomendaciones conjuntas en el pasado —la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA, sigla en inglés) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, sigla en inglés)— han emitido consejos contradictorios. Aun así, se les recomienda a las personas con antecedentes de cáncer de mama que se apliquen una dosis actualizada de la vacuna.
Existen tres vacunas contra COVID‑19 para el periodo 2025‑2026:
La vacuna de Moderna (nombre comercial: Spikevax) está aprobada para personas a partir de los seis meses de edad.
La vacuna de Pfizer‑BioNTech (nombre comercial: Comirnaty) está aprobada para personas a partir de los cinco años.
La vacuna de Novavax (nombre comercial: Nuvaxovid) está aprobada para personas a partir de los doce años.
No existe ninguna relación entre las vacunas contra COVID‑19 y el riesgo de cáncer de mama o el desarrollo de la enfermedad de cáncer de mama.
Recomendaciones actuales sobre la vacuna contra la COVID-19
En agosto de 2025, la FDA recomendó las tres vacunas contra COVID‑19 solo para las personas de sesenta y cinco años o más, así como para las personas más jóvenes con, al menos, una afección médica que las exponga a un mayor riesgo de desarrollar un caso grave de la enfermedad si se infectan.
Estas afecciones médicas incluyen antecedentes de cáncer, accidente cerebrovascular, enfermedades cardíacas, diabetes y diversos trastornos pulmonares. La lista completa de afecciones médicas está disponible en el sitio web de los CDC.
En este momento, no está claro si las personas menores de 65 años que no padezcan una de las afecciones médicas especificadas podrán vacunarse o si todos los planes de seguros cubrirán las vacunas para estas personas.
En septiembre de 2025, el comité asesor de vacunas de los CDC dejó de recomendar las vacunas contra COVID‑19 para grupos específicos de personas. En su lugar, ha dicho que se debe informar sobre los riesgos y beneficios de la vacuna contra COVID‑19 y cada persona deberá tomar una decisión basada en su propio riesgo personal.
Muchos médicos y expertos no están de acuerdo con estos límites. Dos nuevas alianzas sanitarias regionales —una en el noreste y otra en el oeste de EE. UU.— han formulado sus propias recomendaciones sobre la vacuna contra COVID‑19 para las personas que viven en esos estados. La Alianza de Salud de la Costa Oeste incluye California, Hawái, Oregón y Washington. La Colaboración de Salud Pública del Noreste incluye Connecticut, Delaware, Maine, Maryland, Massachusetts, Nueva York, Nueva Jersey, Pensilvania, Rhode Island y Vermont.
La Academia Estadounidense de Médicos de Familia (AAFP, sigla en inglés), la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP, sigla en inglés) y el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos (ACOG, sigla en inglés) también coinciden con las autoridades sanitarias federales y recomiendan que todos los adultos se apliquen una vacuna actualizada contra COVID‑19. Al igual que la AAP, la AAFP afirma que todos los niños de entre 6 y 23 meses deben vacunarse contra COVID‑19. Para los niños y adolescentes de entre 2 y 18 años, estos grupos recomiendan que los médicos calculen el riesgo individual del niño de desarrollar COVID‑19 y, a continuación, apliquen una dosis única de la vacuna, si es necesario. La AAFP y el ACOG recomiendan que las mujeres embarazadas o en período de lactancia reciban una vacuna contra COVID‑19 actualizada.
Si te diagnosticaron cáncer o tienes antecedentes de cáncer, es conveniente que hables con tu médico para determinar si recibir la última vacuna contra COVID‑19 es la decisión correcta para tu situación individual.
Muchos tratamientos para el cáncer de mama, incluidas la quimioterapia, algunas terapias dirigidas y la inmunoterapia, pueden debilitar al sistema inmunitario. Si tu sistema inmunitario está debilitado, puedes preguntarle al médico sobre el tratamiento con anticuerpos Pemgarda (nombre genérico: pemivibart).
Pemgarda se administra en una única infusión intravenosa. Se utiliza para prevenir COVID‑19 en personas mayores de 12 años con sistemas inmunitarios de moderada a gravemente deprimidos, pero solo puede utilizarse cuando el 90 % o más de las variantes de COVID‑19 que están infectando a las personas responderían a Pemgarda. Los efectos secundarios más frecuentes de Pemgarda son reacciones en el lugar de la infusión, dolor de cabeza, fatiga y náuseas.
Pemgarda solo puede utilizarse para prevenir la COVID 19 antes de que te expongas al virus. No se puede utilizar después de haber estado expuesto a la COVID o si estás infectada actualmente con el virus.
Efectos secundarios de las vacunas contra COVID-19
Los efectos secundarios que se informan con más frecuencia de las vacunas contra COVID‑19 son: dolor o molestias en el brazo en el que se recibe la inyección, cansancio, dolor de cabeza, dolor muscular o articular, escalofríos y fiebre.
Por lo general, estos efectos secundarios son leves y duran solo unos días. Los efectos secundarios son esperables y, de hecho, son una señal de que la vacuna está funcionando al provocar una respuesta del sistema inmunitario. Las investigaciones muestran que las mujeres pueden tener peores efectos secundarios de las vacunas contra COVID-19 que los hombres.
Algunas personas informaron inflamación o agrandamiento de los ganglios linfáticos, incluidos los ganglios linfáticos axilares (de la axila) del lado correspondiente al brazo donde recibieron la inyección.
Los efectos secundarios de las tres vacunas contra COVID‑19 son similares, aunque algunos estudios y pruebas anecdóticas sugieren que la vacuna Novavax puede causar menos efectos secundarios. De cualquier modo, ningún estudio ha comparado las vacunas de manera directa.
Las vacunas contra la COVID-19 no provocan cáncer.
No hay pruebas que relacionen las vacunas contra la COVID-19 con el cáncer. Tanto el Instituto Nacional del Cáncer de EE. UU. como la Sociedad Estadounidense contra el Cáncer informan de que no hay información de que las vacunas contra la COVID-19 causen cáncer. Tampoco hay pruebas que sugieran que la vacuna pueda hacer que el cáncer crezca o reaparezca (recurra).
Vacunas contra COVID-19 y linfedemas
Si recibiste tratamiento para el cáncer de mama, y, en especial, si te extirparon ganglios linfáticos debajo del brazo, podrías experimentar linfedema o un empeoramiento del linfedema existente como efecto secundario de la vacuna contra COVID‑19. Para reducir este riesgo, las personas que tienen antecedentes de cáncer de mama deben evitar que les apliquen la vacuna en el brazo del lado del cuerpo afectado por el cáncer de mama. Si tienes antecedentes de cáncer de mama en ambas mamas, pregúntale al médico en cuál brazo deberías inyectarte. Si los cánceres de mama se diagnosticaron en momentos diferentes, los médicos suelen recomendar la administración de la vacuna en el brazo del lado que se diagnosticó primero, o en el lado que se sometió a una cirugía menos extensa en la axila.
Las vacunas contra la COVID-19 también se pueden aplicar en el área superior de la cadera como alternativa, pero es posible que algunos profesionales no estén capacitados o no se sientan cómodos para administrarla de esa manera, así que esta tal vez no sea una opción viable.
Reacciones alérgicas a las vacunas contra COVID-19
Si tienes antecedentes de reacciones alérgicas graves, debes hablar con el médico y, tal vez, consultar a un alergista o inmunólogo para determinar si es seguro para ti recibir una vacuna contra la COVID.
La persona que te aplique la vacuna contra la COVID debe preguntarte si tuviste reacciones alérgicas graves en otras ocasiones. Asegúrate de informarle si tuviste alguna reacción alérgica antes, para que te puedan controlar durante al menos 30 minutos después de la inyección. También puedes preguntarles por las medidas de seguridad que se aplican en caso de reacción alérgica.
Es importante saber si alguna vez tuviste una reacción alérgica al polietilenglicol (PEG) o al polisorbato. Estos ingredientes están presentes en algunos medicamentos, incluidos algunos tratamientos para el cáncer, y también se utilizan en las vacunas contra la COVID, además de Pemgarda.
Las vacunas Pfizer y Moderna contienen PEG. No contienen polisorbato, aunque el polisorbato esté estrechamente vinculado al PEG.
Los CDC han declarado que, si una persona ha tenido una reacción alérgica grave al PEG en el pasado, no debería recibir las vacunas de Pfizer o Moderna.
A los medicamentos que contienen PEG, los médicos los llaman “pegilados”. Algunas veces, se utiliza la pegilación para cambiar la forma en que funcionan los medicamentos en el cuerpo. Puede haber versiones pegiladas y no pegiladas del mismo medicamento.
Entre los medicamentos pegilados contra el cáncer se encuentran Doxil (nombre químico: doxorrubicina liposomal pegilada) y Neulasta (nombre químico: pegfilgrastim).
El polisorbato se utiliza en muchos medicamentos para cambiar la forma en que funcionan en el cuerpo o como conservante. Algunos medicamentos de quimioterapia contienen polisorbato, como Abraxane (nombre químico: paclitaxel unido a albúmina o nab-paclitaxel), Adriamycin (nombre químico: doxorrubicina), Taxol (nombre químico: paclitaxel) y Taxotere (nombre químico: docetaxel).
Si tuviste una reacción alérgica grave a cualquiera de estos medicamentos, debes hablar con el médico para determinar si es seguro para ti recibir una vacuna contra COVID-19.
¿Puede una vacuna contra COVID-19 afectar los resultados de una mamografía?
En el caso de las personas que no tienen antecedentes de cáncer de mama, la inflamación de los ganglios linfáticos axilares después de la vacunación es algo inofensivo, pero puede sentirse como bultos en la mama, y algunas mujeres pueden preocuparse de que sea un signo de cáncer de mama. Estos ganglios linfáticos inflamados también pueden detectarse en una mamografía, incluso si no los sientes. Esto podría dar un resultado falso positivo, que es cuando se ve un área anómala en una mamografía, que parece cáncer, pero no lo es. Un resultado falso positivo en una mamografía puede provocar estrés innecesario y dar lugar a pruebas adicionales.
Si tienes una cita para realizarte una mamografía entre 4 a 6 semanas después de haberte vacunado contra COVID‑19, asegúrate de informarle a la persona que te haga la prueba que te has vacunado recientemente y en qué brazo. Esto ayudará al radiólogo mamario a interpretar correctamente el resultado de la mamografía.
¿Cómo funcionan las vacunas contra la COVID-19?
funcionan incorporando material genético llamado “ARN mensajero” (ARNm). Las vacunas de ARNm contienen una pequeña parte del ARNm del virus, que le indica al cuerpo que haga copias de una proteína de este llamada “proteína espicular”. Luego, el sistema inmunitario acumula células inmunitarias y proteínas especiales (anticuerpos) para combatir la proteína espicular.
La vacuna de Novavax utiliza la tecnología tradicional, la cual se ha usado en vacunas para prevenir la culebrilla, difteria, tétano y tosferina. Es una vacuna de subunidades.
En lugar de pedirle al cuerpo que haga copias de la proteína espicular como lo hacen las vacunas de ARNm, la vacuna de Novavax contiene partes de esta proteína, que luego harán que en tu cuerpo se desencadene una respuesta del sistema inmunitario. La proteína espicular se crea en un laboratorio y se inactiva para que no pueda enfermarte. La vacuna también contiene otro ingrediente llamado “adyuvante”, el cual ayuda a generar mayor respuesta del sistema inmunitario.
Thompson MG, et al. “Prevention and Attenuation of Covid-19 with the BNT162b2 and mRNA-1273 Vaccines” (Prevención y atenuación de COVID-19 con las vacunas BNT162b2 y mRNA-1273). New England Journal of Medicine. 30 de junio de 2021. Disponible en inglés en: http://dx.doi.org/10.1056/NEJMoa2107058.