La termografía y la detección del cáncer de mama (seno)
¿Qué es la termografía?
La termografía, también conocida como imagen térmica digital por infrarrojos (DITI, sigla en inglés), es un diagnóstico por imagen que utiliza una cámara de infrarrojos para detectar las diferencias de temperatura y el flujo sanguíneo en la superficie de la piel de la mama o cerca de ella. La idea de utilizar esta prueba para detectar el cáncer de mama es que podría identificar “puntos calientes” en la mama que, según se cree, podrían indicar la presencia del cáncer u otras anomalías.
Varios influencers de internet, algunos médicos y ciertos spas y clínicas de los Estados Unidos recomiendan u ofrecen la termografía como una herramienta para detectar el cáncer de mama. Algunos lo comercializan como alternativa a las mamografías.
Como advertencia, los expertos sugieren recurrir a la termografía, en todo caso, en combinación con las mamografías, no como reemplazo de ellas. Esto se debe a que no existen investigaciones que avalen su eficacia y fiabilidad como método para detectar el cáncer de mama.
¿Qué esperar durante la termografía?
A diferencia de la mamografía, que comprime la mama en distintos ángulos para obtener imágenes radiográficas del tejido mamario, la termografía utiliza una cámara de infrarrojos. Ningún equipo toca tu cuerpo durante el diagnóstico.
Para someterte a un análisis de termografía, debes desnudarte de la cintura para arriba y permanecer de pie o en una silla a una distancia de entre 2 a 3 metros aproximadamente de la cámara de infrarrojos. Un técnico toma varias imágenes de tus mamas por delante y por los lados. Estas imágenes digitales (denominadas termogramas) suelen enviarse a un médico para que las analice.
A algunas personas les gusta la idea de hacerse una termografía porque, a diferencia de una mamografía, es indolora. Además, no hay exposición a la radiación cuando se hace una termografía, mientras que una mamografía te expone a una dosis muy pequeña de radiación.
La termografía no suele estar cubierta por el seguro y puede costar unos 200 dólares o más de tu bolsillo.
¿Cuál es la precisión de la termografía para detectar el cáncer de mama?
Aunque la termografía es un análisis aprobado por la FDA, su uso solo está autorizado como método de detección “complementario”. Esto significa que debe utilizarse como complemento de un análisis primario de detección del cáncer de mama, como la mamografía.
La FDA afirma que “no se ha demostrado que la termografía sea eficaz como un análisis independiente para la detección del cáncer de mama y la detección del cáncer de mama en estadio inicial”.
Además, mientras que los centros que ofrecen mamografías deben seguir las normas de calidad exigidas por la FDA, no existen tales normas para la termografía.
Las principales organizaciones médicas de los Estados Unidos, como la Sociedad Estadounidense contra el Cáncer, el Colegio Estadounidense de Radiología (ACR) y la Sociedad de Imagenología Mamaria (SBI), no recomiendan la termografía para la detección y el diagnóstico del cáncer de mama. Muchos expertos afirman que las personas que se someten a una termografía corren un mayor riesgo de obtener un resultado inexacto (un falso positivo o un falso negativo) que con las mamografías.
“Recomendaría firmemente no usar la termografía como reemplazo de la mamografía. La eficacia de la mamografía para la detección del cáncer de mama está claramente demostrada, con pruebas sólidas que incluyen estudios controlados aleatorizados y décadas de uso clínico. No se puede afirmar eso sobre la termografía”, dice la Dra. Debra L. Monticciolo, FACR, FSBI, radióloga mamaria que fue presidenta tanto de la Sociedad de Imagenología Mamaria (SBI) como del Colegio Estadounidense de Radiología (ACR).
¿Qué puede significar todo esto para ti?
Si estás pensando en someterse a una termografía, es importante que sepas que no existen pruebas que respalden su eficacia para detectar el cáncer de mama.
Siempre es una buena idea que hables con tu médico sobre la creación de un plan personalizado de detección del cáncer de mama que incluya mamografías anuales y otras pruebas. Monticciolo señala que, si tienes interés en someterte a otras pruebas de detección además de las mamografías, lo mejor es recurrir a opciones de eficacia probada como la resonancia magnética y la ecografía .
Hazle saber a tu equop de atención médica cualquier preocupación sobre la escasa exposición a la radiación o las molestias causadas por las mamografías. Ellos pueden informarte sobre los beneficios y los riesgos, y pueden tener estrategias para que el análisis te resulte más cómodo.
— Se actualizó por última vez el 29 de abril de 2025, 20:46