Búsqueda de proveedores de atención oncológica respetuosos con el colectivo LGBTQ+
El acceso a la atención médica (que incluye la detección, el tratamiento y el seguimiento del cáncer) puede resultar difícil para la comunidad LGTBQ+. Quienes brindan atención médica no suelen recibir suficiente educación o formación en el cuidado de las personas LGBTQ+. Y la discriminación puede llevar a que las personas queer y transgénero sean menos propensas a ir al médico o hacer que sus experiencias sean mucho más estresantes cuando lo hacen. Por eso es importante que las personas LGBTQ+ busquen proveedores que estén bien informados y sean sensibles y amigables con la comunidad LGBTQ+.
“Lo más probable es que las personas procedentes de comunidades [LGTBQ+] hayan experimentado cierto grado de hostilidad en la atención sanitaria”, afirma el Dr. Don Dizon, un hombre abiertamente gay, que se desempeña como jefe del servicio de Hematología y Oncología del Centro Médico Tufts y titular de cátedra en la Facultad de Medicina de la Universidad Tufts. El diagnóstico de cáncer ya supone un reto psicológico, y creo que la mayoría de las personas [LGBTQ+] preferirían no volver a meterse en el clóset u ocultar quiénes son por miedo a ser rechazados por su médico”.
Los riesgos pueden extenderse también a los resultados del tratamiento. Un estudio reveló que las personas pertenecientes a minorías sexuales y de género tardaban casi el doble en recibir el diagnóstico de cáncer (en inglés) que las personas heterosexuales cisgénero. También eran más propensas a rechazar un tratamiento recomendado por un oncólogo, y la tasa de recurrencia (reaparición) del cáncer en el grupo de minorías de sexo y género era tres veces mayor.
Discriminación y profesionales de la salud
Muchas personas LGBTQ+ sufren discriminación cuando acuden a atenderse. Más de una de cada tres personas LGTBQ+ ha tenido una experiencia negativa con profesionales de atención médica en los últimos dos años, como por ejemplo que se desestimaran sus preocupaciones, según la organización de política sanitaria KFF.
Entre el 6 y el 9 % de las personas queer han sufrido discriminación médica en el último año; por ejemplo, la negación del personal médico a atenderlas por su orientación sexual, el rechazo a reconocer a una pareja del mismo sexo como familiar, o maltrato verbal o sexual, según la organización de política pública Center for American Progress (CAP, sigla en inglés).
Según CAP, las personas trans sufren aún más discriminación: entre el 12 y el 29 % ha experimentado este tipo de daños, además de situaciones como el rechazo de la atención para la afirmación del género o que intencionalmente no se utilice el género adecuado al brindarles atención.
Esa discriminación no ha hecho más que empeorar bajo la administración Trump, que ha montado importantes ataques contra la atención médica y la investigación LGTBQ+, con los estadounidenses transgénero especialmente en el punto de mira. Scout, MA, PhD, a cargo de la dirección ejecutiva de la Red Nacional del Cáncer LGBT, dice que es un ambiente hostil para las personas LGTBQ+ en la asistencia sanitaria en este momento: “Tenemos hospitales que ocultan cualquier prueba de que son acogedores, y no pueden hacer tareas de alcance comunitario sin arriesgar toda su financiación federal”. Scout afirma que los proveedores no inclusivos pueden sentirse más envalentonados bajo la actual administración para expresar su discriminación con mayor audacia. “Ya no hay barreras de contención, y eso solo va a perjudicar a todas las poblaciones que sufren discriminación”.
El maltrato médico hace que sea menos probable que las personas queer y transgénero busquen asistencia sanitaria, más allá de su situación en cuanto al seguro médico. Por ejemplo, el 35 % de las mujeres LGTBQ+ de entre 40 y 64 años se han realizado una mamografía en los últimos dos años, en comparación con el 64 % de las mujeres no LGTBQ+.
Existen desafíos adicionales para las personas transgénero en la atención oncológica. Expertos como Dizon recomiendan una atención basada en los órganos para la detección del cáncer: si tienes cuello uterino, por ejemplo, tienes que someterte a pruebas de detección del cáncer de cuello uterino aunque seas un hombre trans. Pero, en la actualidad, en la mayoría de los casos, si un hombre trans ha cambiado legalmente de sexo, es posible que su equipo médico no le recuerde que debe someterse a las pruebas de detección, porque su sistema informático solo puede enviar recordatorios automáticos de detección del cáncer de cuello uterino a las mujeres. Pero profesionales competentes en atención a personas LGBTQ+ podrían recordarle al hombre trans que debe someterse a las pruebas de detección de todos modos.
Además, realizarse pruebas de detección, como una mamografía, puede resultar incómodo para las personas trans y aumentar los sentimientos de disforia de género. (La disforia de género es un sentimiento de angustia que experimentan las personas cuando su género entra en conflicto con su sexo asignado al nacer). Profesionales médicos respetuosos con las personas trans pueden lograr que sus pacientes se sientan más a gusto, lo que aumenta las probabilidades de que se sometan a las pruebas de detección.
Encontrar profesionales competentes en cuestiones LGBTQ+
Dado que las personas queer y transgénero corren un mayor riesgo de tener experiencias negativas con la atención médica, es importante dedicar tiempo a encontrar un equipo de salud que sea competente en materia LGBTQ+. Varias organizaciones, como la red nacional de cáncer LGBT y la GLMA, ofrecen directorios de búsqueda para encontrar profesionales amigables. Pero es importante tener en cuenta que estas bases de datos están incompletas y suelen estar desactualizadas, por lo que son un buen punto de partida, pero no deben considerarse una lista completa.
Si los directorios no incluyen a ningún especialista en tu zona que tenga cobertura de tu seguro o si tienes que elegir entre varias opciones, hay algunas estrategias que puedes utilizar para encontrar al profesional más amigable de tu zona.
En primer lugar, el boca a boca es muy útil. Pregúntale a tu círculo local de personas LGBTQ+ a qué proveedores visitan. También puedes pedir recomendaciones a organizaciones LGBTQ+ locales o nacionales. Las redes sociales también pueden ser útiles, como los grupos de Facebook para personas LGBTQ+ de tu zona o los hilos de Reddit de tu ciudad o condado.
Una vez que encuentres posibles proveedores, investiga sobre ellos. Busca en su página de proveedor o en la página web del grupo médico para el que trabaja cualquier mención a la atención a personas LGBTQ+. Verifica si pertenece a un grupo dedicado a la atención médica inclusiva, como la GLMA. Lee los comentarios para ver si algún paciente menciona ser LGBTQ+ y cuál fue el trato que recibió. Familiarízate, si puedes, con Google Scholar o PubMed, que son bases de datos de investigación científica revisada por pares. Allí podrás comprobar si han realizado investigaciones que incluyan a las personas LGBTQ+. También puedes buscar sus redes sociales para ver si ha publicado algo sobre ser integrante o aliado de la comunidad LGBTQ+.
Si puedes, entrevista al personal de su consultorio para saber si será seguro para ti. Puedes llamar y preguntar acerca de su experiencia en la atención a pacientes con tu identidad o por la formación que haya recibido sobre el colectivo LGBTQ+. En la cita médica, puedes tantear el terreno antes de hablar abiertamente sobre tus elecciones; por ejemplo, refiriéndote a tu pareja con pronombres de género neutro. También puedes buscar signos de apoyo a la comunidad LGBTQ+ en el consultorio, como carteles, insignias con pronombres o pins con arco iris.
Proveedores de detección de cáncer que aceptan personas LGBTQ: La Red Nacional del Cáncer LGBT ofrece esta base de datos de proveedores de pruebas de detección del cáncer amigables con la comunidad LGBTQ. Puedes buscar por estado para encontrar centros que la organización ha aprobado como accesibles, seguros y amigables para todas las personas LGBTQ+. Los centros destacados han formado a todo el personal en temas relacionados con personas trans. Los resultados especifican qué tipos de pruebas de detección del cáncer ofrecen los centros y un contacto con el cual comunicarse.
Proveedores de tratamiento que acogen a la comunidad LGBTQ: esta base de datos de proveedores de tratamiento amigables con la comunidad LGBTQ también pertenece a la Red Nacional del Cáncer LGBT, pero en ella se enumeran los centros de tratamiento oncológico. Es igual de estricta en términos de aprobación de proveedores, y también se puede buscar por estado. Los centros destacados son también centros oncológicos designados por el NCI, lo que significa que son líderes nacionales en el tratamiento y la investigación del cáncer. Lamentablemente, nueve estados no disponen de instalaciones que cumplan los criterios necesarios para formar parte de esta base de datos.
Directorio de atención médica LGBTQ+: este amplio directorio de atención médica LGBTQ+, que es un proyecto de la GLMA y la Fundación Tegan y Sara, puede ayudarte a encontrar proveedores expertos y sensibles en EE. UU. y Canadá. Puedes buscar por tipo de proveedor y muchos otros factores, como el enfoque con el paciente (por ejemplo, si lleva a cabo una práctica informada en trauma o respetuosa con cuestiones de peso), la especialidad, la distancia de donde vives, los idiomas que habla, etc.
Directorio de atención médica que afirma la comunidad LGBTQ+ de OutList: The OutList, un directorio internacional de atención médica inclusiva para personas LGBTQ+, te permite buscar proveedores amigables con la comunidad por especialidad, ubicación y palabras clave.
Directorio de miembros del Centro Comunitario LGBTQ de CenterLink: Este directorio ofrece un mapa de los centros comunitarios LGBTQ+ de EE. UU. (y también de algunos de otros países). No todos los centros de la lista ofrecen servicios médicos, pero incluso los que no lo hacen pueden derivarte a proveedores locales respetuosos con el colectivo LGBTQ+.
¿Qué pasa si no encuentras a alguien amigable con la comunidad LGBTQ+?
No todas las zonas tendrán buenas opciones de profesionales de atención oncológica respetuosos con la comunidad LGBTQ+. En última instancia, lo más importante es tu seguridad. No tienes por qué revelar tu identidad trans o tu orientación sexual a tu proveedor si no te sientes a gusto con eso.
Si no encuentras un proveedor competente cerca de donde vives y no puedes trasladarte para recibir atención, infórmate sobre tus derechos.
“Hay muchas formas distintas en que las políticas afectan la atención que se recibe. Y puede variar de un hospital a otro, de una ciudad a otra y, en definitiva, de un estado a otro”, afirma Alex Sheldon, quien ocupa la dirección ejecutiva de la GLMA. Por ejemplo, algunos estados y ciudades prohíben a proveedores de atención médica discriminar por motivos de orientación sexual o identidad de género. En esos lugares, podrías demandar si se niegan a prestar una atención adecuada.
“Aun así, muchos proveedores no tienen conocimientos sobre la atención a personas LGBTQ+, pero están dispuestos a aprender”, afirma Dizon. “A menudo, aprender cuidando a alguien es probablemente la forma más importante de cambiar nuestros propios comportamientos”, añade. Puedes preparar a tu equipo médico para el éxito preguntándoles si tienen alguna duda sobre tu atención como persona queer o trans que les permita atenderte mejor.
También puedes acudir a tus citas con una persona encargada de la defensa del paciente, como un amigo o un familiar. O puedes ponerte en contacto con alguien que se ocupe de la coordinación de pacientes, se especialice en trabajo social o trabaje en un centro LGBTQ+ local para ver si cuentan con personas abocadas a la defensa de pacientes. Tener a alguien que se encargue de tu defensa como paciente te permite centrarte en tu atención médica, mientras que esa persona se enfoca en asegurarse de que te traten bien; por ejemplo, corrigiendo al personal si se equivocan de género o diciendo algo si el proveedor es hostil. También pueden ayudarte si empiezas a sentir estrés.
Los equipos de atención oncológica suelen ser grandes. Y si te han internado en un hospital, es posible que te visiten varios proveedores en un solo día, con poco tiempo para prepararse. En esta situación, puede ser útil pedirle a tu proveedor de atención médica principal que consulte con especialistas respetuosos con el colectivo LGBTQ+ y que les comunique a quienes te visitan tu identidad LGBTQ+ y cómo pueden respetarla.
Por último, lo más importante que hay que recordar cuando te enfrentas a una mala experiencia como persona LGBTQ+ con diagnóstico de cáncer es seguir defendiéndote dentro del sistema de salud, en lugar de desentenderte de él. Abandonar el sistema sanitario es una respuesta habitual entre las personas LGBTQ+ que han tenido malas experiencias, y esta desvinculación es uno de los principales factores que empeoran los resultados de la atención médica para las personas de la comunidad LGBTQ+ con cáncer.
Para abogar mejor por tu salud, infórmate sobre los aspectos básicos de tu caso y las opciones de tratamiento oncológico recomendadas por la Red Nacional Integral del Cáncer (NCCN, sigla en inglés). Hay muchas razones por las que la persona que te brinda cuidados oncológicos puede elegir otros tratamientos para proporcionarte atención personalizada. Pero si te familiarizas con el estándar de atención para tu tipo y estadio de cáncer, podrás mantener una conversación más informada sobre los riesgos, beneficios y alternativas del plan médico.
Si has tenido una mala experiencia con quien te ha brindado cuidado médico, haz todo lo posible por no rendirte. Es crucial informarse, buscar una segunda opinión y, lo que es más importante, participar activamente en la atención médica.
— Se actualizó por última vez el 27 de julio de 2025, 14:54