Cicatrices de mastectomía y lumpectomía
Cirugías como la lumpectomía y la mastectomía pueden salvarte la vida al extraer el cáncer de la mama. Pero la cirugía requiere una incisión y las incisiones dejan cicatrices.
Esto se debe a que las cicatrices son una parte natural del proceso de curación tras una lesión en la piel.
Comprender por qué se forman las cicatrices y cómo pueden afectar al proceso de cicatrización las complicaciones posteriores a la cirugía te ayudará a manejar mejor tu recuperación.
¿Por qué se forman las cicatrices?
Las cicatrices son lo que el cuerpo produce para curar una herida, ya sea de un pequeño corte en la mano o de una gran cirugía.
Cuando una herida llega hasta la segunda capa de la piel, conocida como dermis, las células del organismo responden fabricando una proteína llamada colágeno. Las fibras de colágeno sostienen la estructura de la piel, los músculos y otras partes del cuerpo. A medida que tu cuerpo se repara, el colágeno sustituye la piel lesionada. El parche de colágeno siempre se ve como una cicatriz.
A medida que las personas envejecen, los niveles de colágeno suelen disminuir, lo que provoca arrugas y rigidez articular, entre otras cosas. También se sabe que fumar cigarrillos o pasar demasiado tiempo al sol deterioran el colágeno. Estos y otros factores, como los genes y el color de la piel, la localización y profundidad de la herida, así como los medicamentos que se toman, influyen en la cicatrización de la piel.
Cicatrización después de la mastectomía y la lumpectomía
Si te sometes a una intervención quirúrgica para extirpar un cáncer de mama o a una reconstrucción mamaria, tendrás cicatrices, explica el Dr. Joseph Guenther, oncólogo quirúrgico y director clínico del Centro de Mama de St. Elizabeth Healthcare, en Kentucky.
Los cirujanos suelen “esforzarse por colocar las cicatrices en zonas ocultas o difíciles de ver, como la axila, alrededor de la areola o en los pliegues de la piel, lejos de las zonas expuestas por el traje de baño”, afirma Guenther. Pero el lugar donde se localiza el tumor decide realmente dónde se produce el corte quirúrgico y, por lo tanto, la cicatrización.
El tamaño de las cicatrices depende del tamaño de la mama, explica Guenther. “A una mujer menuda se le puede hacer una incisión de 4 a 5 pulgadas (10 a 13 cm), pero una persona más corpulenta podría tener una cicatriz de mastectomía de hasta 15 o 18 pulgadas (38 a 46 cm)”. Las cicatrices de la lumpectomía, añade, son mucho más pequeñas, normalmente de solo 1 a 2 pulgadas (2,5 a 5 cm). Con el tiempo, las cicatrices pueden reducirse, hacerse menos evidentes e incluso ser difíciles de encontrar, pero Guenther afirma que no suelen desaparecer por completo.
Aunque la cicatrización es una respuesta natural del cuerpo para repararse, las complicaciones tras una cirugía por cáncer de mama pueden afectar a la curación, explica Ashley Rawlins, fisioterapeuta, doctora de fisioterapia. Rawlins es fisioterapeuta pélvica y especialista clínica en Origin. “Problemas como el edema, el linfedema, la debilidad muscular y la pérdida de la amplitud de los movimientos del hombro pueden complicar la cicatrización”, afirma.
La hinchazón forma parte del proceso natural de inflamación, pero un exceso de hinchazón puede provocar una disminución del flujo sanguíneo a la zona y acumular presión y tensión alrededor de la cicatriz que se está curando, explica Rawlins.
El dolor y el miedo también impiden que la gente se mueva, lo que puede provocar rigidez muscular y cicatrices tensas e inflexibles.
Muchas personas que se someten a una lumpectomía o mastectomía también reciben quimioterapia o radioterapia, o ambas. Ambas terapias pueden afectar la cicatrización.
La quimioterapia puede suprimir el sistema inmunitario, lo que aumenta las probabilidades de infección y mala cicatrización. Las náuseas de la quimioterapia también pueden hacer difícil seguir una dieta equilibrada, lo que es importante para la cicatrización de las heridas.
La radioterapia puede cambiar la textura y el color de una cicatriz quirúrgica.
“Con procedimientos como la mastectomía, se corta o extirpa un número importante de los nervios que van a nuestra piel junto con el cáncer de mama”, afirma la Dra. Jennifer Geoghegan, cirujana plástica especializada en cirugía estética y reconstructiva de la mama. Lamentablemente, esto suele provocar un entumecimiento que no desaparece.
Las lesiones nerviosas también pueden provocar dolor, hormigueo, comezón o sensación de pinchazos en la cicatriz o cerca de ella, por ejemplo, en el pecho, la axila o el brazo. Es posible que oigas hablar de este dolor como síndrome de dolor postmastectomía, pero es algo que también puede ocurrir después de una lumpectomía.
Tras una mastectomía o una lumpectomía también pueden aparecer cicatrices hipertróficas y queloides. Ambos implican un crecimiento excesivo de colágeno (en inglés) que produce una elevación del tejido cicatricial. Las cicatrices hipertróficas son más frecuentes (en inglés) que los queloides. Según Guenther, las cicatrices hipertróficas permanecen en la zona de la herida y pueden reducirse con el tiempo.
Los queloides, en cambio, pueden crecer más allá de los bordes originales de la herida y a menudo reaparecen después de haber desaparecido, dice Geunther. “Los queloides son cicatrices pesadas y pueden producirse por infecciones, cortes repetidos y en personas con tendencia genética a las cicatrices gruesas”.
Los investigadores estudian el rol de la melanina (en inglés) en la formación de queloides en algunas personas. La melanina da el color a la piel, y las personas con más melanina pueden tener más queloides que las que tienen un color de piel más claro.
El tejido cicatricial y la retención de líquidos pueden hacer que el tejido mamario parezca un poco más firme o redondeado que antes de la intervención.
También puede formarse tejido cicatricial en el tejido graso dañado por la cirugía. Si esto ocurre, puedes experimentar algo de dolor, enrojecimiento o notar que la zona que rodea la incisión parece más gruesa que la piel circundante. Esta afección se denomina necrosis grasa. Para estar segura, informa siempre a tu médico si notas algún bulto en el pecho.
Manejo de cicatrices
Las personas responden de forma diferente a las cicatrices de la cirugía por cáncer de mama. Un estudio reveló que solo el 26 % de las encuestadas que se habían realizado una lumpectomía y el 14 % de las encuestadas que se habían realizado una mastectomía informaron que las cicatrices quirúrgicas habían tenido un impacto negativo mínimo o nulo (en inglés).
“Para algunas personas, las cicatrices pueden tener un impacto psicológico a largo plazo”, dice Rawlins. “Incluso años después de que el cáncer ha desaparecido, las cicatrices permanecen como recordatorio visual del trauma emocional y físico vivido. Pueden cambiar la forma en que uno se siente consigo mismo: personal, social y sexualmente”.
Si sientes molestias debido a la cicatriz, existen opciones para controlar estos efectos secundarios.
Según Geoghegan, los serums oxidantes o con factor de crecimiento y la cinta de silicona pueden reducir el grosor y la decoloración de las cicatrices. Si utilizas serums, asegúrate de que la cinta quirúrgica o las Steri-Strips se hayan caído solas. “Puedes utilizar serum con factor de crecimiento para ayudar a acelerar la reparación celular, lo que ayuda en el proceso de cicatrización”, dice Geoghegan.
Otras opciones para tratar las cicatrices, según Geoghegan, incluyen el tratamiento con láser y el microneedling (en inglés) o terapia de inducción de colágeno. “Las inyecciones de esteroides en las cicatrices también pueden reducir la picazón y la decoloración de algunas cicatrices”, añade. Se ha demostrado que los tratamientos de silicona para cicatrices de venta libre favorecen la cicatrización. Asegúrate de que las costras han cicatrizado y que no haya heridas abiertas antes de utilizar cintas tópicas o productos de silicona. Otros tratamientos tópicos como Mederma también pueden reducir el aspecto de las cicatrices.
Según Rawlins, los objetivos de la fisioterapia (PT, siglas en inglés) para la cicatrización son tener menos dolor y tirantez, mejorar la forma en que las cicatrices se mueven con el cuerpo y atenuar su aspecto. Entre los tratamientos habituales de fisioterapia se incluyen los siguientes:
Punción seca: los fisioterapeutas y otros profesionales de la salud calificados colocan agujas muy finas (en inglés) sobre puntos dolorosos de los músculos para aliviar el dolor.
Gestión del estilo de vida y del comportamiento: puede incluir consejos sobre el cuidado de las incisiones y la protección solar, o sobre el uso de gel o láminas de silicona en las cicatrices.
Liberación miofascial: se trata de un tipo de masaje (en inglés) cicatricial, centrado en las zonas del pecho, las mamas y los hombros, que utiliza la presión para aliviar el dolor y mejorar la movilidad.
Terapia láser: utiliza un haz de luz focalizado para reducir el aspecto de las cicatrices. Las investigaciones (en inglés) demuestran que es una forma eficaz de ayudar a mantener las cicatrices blandas y flexibles para disminuir el dolor.
“Los tratamientos de fisioterapia pueden ser realmente beneficiosos”, afirma Rawlins. “Las investigaciones han demostrado que estas técnicas de fisioterapia para el tratamiento de cicatrices son de moderada a altamente eficaces para mejorar el dolor y la picazón, la pigmentación, la elasticidad y el grosor de las cicatrices”. El fisioterapeuta también puede enseñarte a automasajearte y a utilizar prendas de compresión, para que puedas participar activamente en tu propia recuperación.
Algunas personas buscan crear arte a partir de las cicatrices dejadas por la cirugía. En lugar de una reconstrucción mamaria tras una mastectomía, optan por hacerse un tatuaje. Un estudio de 2020 (en inglés) ha revelado que estos tatuajes ayudan a transmitir “lo que constituye la belleza, la feminidad y la sexualidad” y ayudan a las personas a “reivindicar su cuerpo” tras una cirugía. Otro estudio (en inglés) afirma que tatuarse las cicatrices puede “devolverte la sensación de control” sobre tu cuerpo.
Si decides hacerte un tatuaje, ten en cuenta estos consejos para el cuidado y la seguridad:
Asegúrate de ir a un estudio de tatuajes de confianza, que tenga licencia.
Lava la zona dos veces al día con agua y jabón suave. No te frotes la piel.
Utiliza crema hidratante varias veces al día.
Mantén el tatuaje alejado de la luz solar directa.
Según la Dra. Rawlins, hay algunas cosas que puedes hacer en casa para aliviar las molestias de la cicatrización. Qué sugiere:
Seguir las instrucciones postoperatorias. Esas instrucciones son importantes para que tu recuperación sea lo más segura posible.
Mantener la cicatriz limpia, seca e hidratada. Esto puede ayudar a prevenir cualquier complicación con el proceso de curación. Para aliviar e hidratar las cicatrices, Geoghegan recomienda las cremas hidratantes suaves y sin perfume. Evitar los productos con ingredientes agresivos que puedan causar irritación.
Realizar movimientos y ejercicios suaves por tu propia cuenta. Esto puede ayudar a mantener la cicatriz flexible y maleable para que sientas comodidad.
Prestar atención a tu postura. Una mala postura puede hacer que el tejido cicatricial se tense en la parte delantera del cuerpo. Si puedes, siéntate o ponte de pie con los hombros hacia abajo, alejados de las orejas y sacando pecho.
Las cicatrices son una parte inevitable de la cirugía por cáncer de mama o reconstructiva, pero hay formas de controlar su aspecto y sensación. Habla con tu equipo de atención sobre cualquier duda o preocupación que tengas.
Esta información fue posible, en parte, gracias al generoso apoyo de www.BreastCenter.com.
— Se actualizó por última vez el 12 de diciembre de 2024, 21:36