¿Aumentan los lácteos el riesgo de cáncer de mama?
Si ya has intentando averiguar si comer o beber lácteos te ayuda o aumenta tu riesgo de desarrollar cáncer de mama, no estás sola. Los alimentos lácteos, como la leche, el yogur y el queso, contienen sustancias químicas y nutrientes que pueden afectar el riesgo de desarrollar cáncer de mama. Los investigadores han analizado esta conexión durante décadas. Hasta el momento, no han llegado a una conclusión definitiva. Mientras que algunos estudios sugieren que ciertos tipos de lácteos pueden aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de mama, hay pruebas de que los productos lácteos fermentados, en especial, el yogur y el queso, pueden proteger contra el cáncer de mama.
Resultados de la investigación sobre los productos lácteos y el riesgo de desarrollar cáncer de mama
En general, los resultados de los estudios que analizaron el efecto de los lácteos en el riesgo de desarrollar cáncer de mama han sido variados e incoherentes. En algunos estudios de revisión, incluido uno que se publicó a principios de 2024, se han analizado todas las pruebas de las investigaciones anteriores y se ha llegado a la conclusión de que no existen pruebas concluyentes de una relación entre los lácteos y el cáncer de mama.
En un estudio de revisión de 2023, se sugirió que el consumo de ciertos productos lácteos, incluidos el yogur y el queso, puede proteger contra el cáncer de mama. El informe también destacaba varios estudios que relacionaban la leche entera con un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama.
Pero había un amplio estudio de 2024 que era demasiado nuevo para incluirse en alguna de estas revisiones. Para el estudio, los investigadores realizaron seguimiento a más de 63.000 mujeres en el Reino Unido desde 1980 hasta 2018. En distintos momentos, las mujeres comunicaban la cantidad de lácteos que consumían, y los investigadores les realizaban seguimiento para ver si desarrollaban cáncer de mama. Descubrieron que, en general, la ingesta total de lácteos no estaba relacionada con el riesgo de desarrollar cáncer de mama, pero existía una pequeña posibilidad de que el consumo de leche durante la adolescencia aumentara dicho riesgo. Se vinculó comer queso con un menor riesgo de desarrollar cáncer de mama.
La relación entre los productos lácteos y el riesgo de desarrollar cáncer de mama puede ser diferente según el tipo de tumor, en concreto, en el caso del cáncer de mama positivo para receptores de hormonas. Esto se debe a que algunos ingredientes de los alimentos lácteos pueden afectar a los receptores de hormonas del cáncer de mama, por ejemplo, al hacer que se unan menos al estrógeno. Sin embargo, también en este caso, los estudios son variados.
En un estudio de 2021, se descubrió que la ingesta total de lácteos está relacionada con un menor riesgo de desarrollar cáncer de mama positivo para receptores de hormonas. Pero, en otro estudio de revisión de 2021, se reveló que comer yogur, queso blanco y ricota solo protege contra el cáncer de mama negativo para receptores de estrógeno, pero no contra el positivo para receptores de estrógeno.
Por lo tanto, no hay pruebas claras que demuestren que los lácteos afectan al riesgo de desarrollar cáncer de mama positivo para receptores de hormonas. Sin embargo, si existiera una relación, podría ser con el consumo de queso y se podría reducir el riesgo ligeramente. Es probable que esto sea así tanto si el cáncer de mama es positivo para receptores de hormonas como negativo.
Es difícil comparar los estudios sobre los lácteos y el riesgo de desarrollar cáncer de mama porque los distintos productos lácteos podrían tener un efecto diferente sobre el riesgo de desarrollar cáncer de mama. Esto se debe a que cada producto lácteo contiene un conjunto único de nutrientes y sustancias químicas. Algunos de ellos podrían, en teoría, aumentar el riesgo, mientras que otros podrían disminuirlo.
Sin embargo, las pruebas tampoco son concluyentes y los científicos no tienen la seguridad de si alguno de estos factores influye en el riesgo de desarrollar cáncer de mama, ni de cómo lo hace. Sin embargo, están surgiendo nuevas investigaciones sobre ingredientes, nutrientes y contaminantes específicos.
Algunas pruebas sugieren que los productos lácteos con alto contenido de grasa, en especial, las saturadas, podrían aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de mama. Otros estudios, sin embargo, no han encontrado una relación entre los lácteos con alto contenido de grasa y el riesgo de desarrollar cáncer de mama.
Los productos lácteos también pueden contener contaminantes que podrían aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de mama. Entre ellos se encuentran los pesticidas, las sustancias químicas que pueden alterar nuestros sistemas hormonales y una hormona llamada factor de crecimiento insulínico.
El calcio y la vitamina D de los lácteos podrían proteger contra el cáncer de mama de varias maneras. Por ejemplo, pueden impedir que las células cancerosas se dividan, y la vitamina D puede bloquear las hormonas que aumentan el riesgo de desarrollar cáncer.
Los alimentos lácteos, sobre todo los fermentados como el yogur y el queso, contienen bacterias saludables que podrían ayudar a proteger contra el cáncer. Pueden ser especialmente beneficiosos para las mujeres mayores, como las posmenopáusicas, que suelen tener un equilibrio menos saludable de bacterias en el microbioma de sus intestinos.
En una palabra, probablemente no. Las pruebas de la relación entre los lácteos y el cáncer de mama no son lo suficientemente sólidas como para formular recomendaciones con base científica. Los lácteos fermentados y el queso parecen ofrecer más beneficios para la salud que la leche entera, en concreto, en relación con el cáncer de mama. Se necesitan más estudios para que los científicos puedan brindar respuestas claras sobre los lácteos y el riesgo de desarrollar cáncer de mama.
— Se actualizó por última vez el 22 de febrero de 2025, 20:17