Radioterapia
La radioterapia (también conocida como terapia de radiación) es un tratamiento que se utiliza para eliminar las células cancerosas y reducir el tamaño de los tumores.
El procedimiento terapéutico con radioterapia es indoloro, pero puede causar algo de malestar en la piel con el tiempo. Cuando se trata el cáncer de mama en un estadio inicial, la radioterapia a menudo se administra después de la cirugía. La cirugía se lleva a cabo para extirpar el cáncer y la radiación se emplea para destruir todas las células cancerosas que puedan haber quedado después de la cirugía. Esto ayuda a reducir el riesgo de que el cáncer regrese (recurrencia).
La radioterapia también puede utilizarse para tratar lo siguiente:
cáncer de mama que no puede extirparse con cirugía, lo que los médicos llaman irresecable o inoperable
cáncer de mama metastásico, es decir, cáncer de mama que se ha extendido más allá de la mama hasta llegar a otras partes del cuerpo, como los huesos, los pulmones, el cerebro o el hígado
¿Cómo funciona la radioterapia?
La radioterapia emplea partículas o rayos X de alta energía especiales para dañar el ADN de una célula cancerosa. Cuando se daña el ADN de una célula cancerosa, esta no puede dividirse correctamente y muere.
La radioterapia daña tanto las células sanas como las cancerosas que se encuentren en el sitio de tratamiento. De todos modos, la radiación afecta más a las células cancerosas que a las sanas. Las células cancerosas crecen y se dividen con mayor rapidez que las células sanas. Además, están menos organizadas. Por este motivo, es más difícil para las células cancerosas reparar el daño provocado por la radiación. De esta manera, la radiación destruye las células cancerosas con mayor facilidad, mientras que las células sanas tienen una mejor capacidad para repararse y sobrevivir el tratamiento.
El sitio de tratamiento puede incluir la mama y sus alrededores, los ganglios linfáticos u otra parte del cuerpo adonde se haya extendido el cáncer.
Los tratamientos con radiación se planifican con cuidado para asegurar que recibas los mayores beneficios y la menor cantidad de efectos secundarios dentro de lo posible.
Tipos de radioterapia
Existen dos tipos principales de radioterapia que se utilizan para tratar el cáncer de mama: la radioterapia con haz externo y la braquiterapia o radiación interna. La radioterapia intraoperatoria y terapia con haz de protones también están disponibles, pero no se usan tanto como los otros dos tipos.
La radiación de haz externo se administra mediante una máquina de gran tamaño llamada "acelerador lineal". La máquina apunta al sitio de tratamiento con un haz de radiación.
Hay tres tipos especiales de radiación de haz externo:
La terapia de protones o terapia con haz de protones emplea las partículas denominadas "protones" en lugar de rayos X para tratar el cáncer. La terapia con haz de protones, terapia de protones o radioterapia protónica no es el tratamiento habitual para el cáncer de mama; aún se está estudiando y no se encuentra disponible en todos los centros de tratamiento.
La radioterapia estereotáctica, también llamada por algunas marcas, como Gamma Knife o Cyberknife, puede utilizarse para tratar puntos de enfermedad metastásica, incluso en el cerebro o la columna vertebral. Administra una dosis elevada de radiación a través de varios haces de luz dirigidos con precisión a una zona pequeña y bien definida.
La radioterapia intraoperatoria administra todo el curso de radiación de una vez durante la cirugía por cáncer de mama. Solo está disponible en determinadas instalaciones.
La radiación interna, también conocida por los médicos como "braquiterapia", emplea una sustancia radiactiva contenida en semillas o en tubos diminutos herméticos que se colocan dentro del cuerpo directamente en el cáncer o en el sitio donde se encontraba la enfermedad.
La radioterapia puede utilizarse para tratar el cáncer de mama en todos sus estadios.
El momento indicado para el tratamiento con radiación como parte de tu plan terapéutico general para el cáncer de mama depende de tu situación particular y de las características del cáncer de mama. En muchos casos, la radioterapia se administra después de la cirugía. Si se prevé usar quimioterapia después de la cirugía, la radiación por lo general se administra después de la quimioterapia.
La radioterapia se recomienda para la mayoría de las personas a quienes se les haya practicado una lumpectomía para extirpar el cáncer de mama. La lumpectomía a veces se llama cirugía conservadora de mama. El objetivo de la radiación tras una lumpectomía consiste en destruir todas las células cancerosas individuales que puedan haber quedado en la mama una vez extirpado el tumor. Esto reduce el riesgo de que el cáncer vuelva a aparecer (recurrencia).
A continuación, te presentamos una buena analogía para entender la función de la radioterapia después de la cirugía: “Si se te cae un vaso de vidrio al piso de la cocina, primero tienes que barrer para juntar los trozos de vidrio más grandes y tirarlos a la basura. Esta sería una forma de ver la cirugía de mama”, explica la Dra. Marisa Weiss, fundadora y directora médica de Breastcancer.org, y directora de oncología de radioterapia especializada en mama en el Lankenau Medical Center. “La radioterapia es como pasar la aspiradora por el lugar después de haber barrido. De esa manera, puedes llegar a las esquinas y debajo de los muebles para eliminar todos los trozos de vidrio diminutos que puedan haber quedado”.
Aun así, para personalizar los tratamientos para cada persona, los investigadores siguen estudiando si existen determinados tipos de cáncer de mama que podrían no necesitar radioterapia después de una lumpectomía. Un estudio que se realizó en el 2023 indica que algunas mujeres de edad avanzada con diagnóstico de cáncer de mama y con muy bajo riesgo de recurrencia podrían recibir terapia hormonal sola y omitir la radioterapia después de la lumpectomía.
Se recomienda la realización de la radioterapia después de la mastectomía para destruir todas las células cancerosas que puedan haber quedado tras la cirugía. Durante una mastectomía, es difícil para los cirujanos eliminar cada célula de tejido mamario.
El médico observará tu informe patológico y calculará el riesgo de recurrencia del cáncer de mama teniendo en cuenta varios factores, que incluyen lo siguiente:
la cantidad de ganglios linfáticos afectados
el tamaño del cáncer
si tras la cirugía, se detecta cáncer en cualquiera de los bordes de resección (márgenes positivos)
Si tienes alto riesgo de recurrencia, el médico puede recomendar radiación después de la mastectomía en el sitio donde solía estar el tejido mamario y, a veces, en los ganglios linfáticos cercanos.
Por lo general, una dosis completa de radiación se aplica una sola vez en una parte determinada del cuerpo. Los tejidos sanos solo pueden tolerar una cantidad limitada de radiación. De todos modos, las conclusiones de las investigaciones indican que la radiación repetida con dosis completas en el mismo sitio sería posible en algunas situaciones. 1Si vas a recibir radiación en el mismo sitio nuevamente, el oncólogo radioterápico que te atiende sabe cómo elegir la dosis correcta de radiación para lograr dos objetivos:
alcanzar la dosis máxima terapéutica: la cantidad que probablemente destruya las células cancerosas
evitar o minimizar los efectos secundarios en los tejidos sanos
Si el cáncer regresa al mismo sitio en la mama, puedes recibir una cantidad limitada de tratamiento con radiación adicional en el mismo sitio, o no. El médico sabrá cuáles son los límites, y juntos podrán decidir si se trata de una buena opción de tratamiento para ti.
Es importante tener en cuenta que esta información se refiere al tratamiento de la misma parte del cuerpo por segunda vez. Si el cáncer se presenta en otra parte del cuerpo (incluida la otra mama), es posible utilizar una dosis completa de radiación.
¿Quién no puede recibir radioterapia?
La radioterapia para cáncer de mama no es una opción si:
tienes una enfermedad que afecta el tejido conjuntivo, como la esclerodermia, que aumenta tu sensibilidad a los efectos secundarios de la radiación
estás embarazada, ya que la radiación puede dañar al feto
no puedes cumplir con el cronograma diario de la radioterapia, o la distancia lo torna imposible
La radioterapia y la reconstrucción mamaria
Si van a practicarte una mastectomía seguida de una reconstrucción mamaria, es importante que sepas que la radiación puede provocar que una mama reconstruida pierda volumen y cambie de color, textura y aspecto.
En particular, se sabe que la radioterapia causa complicaciones en la reconstrucción con implantes. Además, las investigaciones han demostrado que, en algunos casos, una mama reconstruida puede impedir que la radioterapia llegue al área afectada por el cáncer.
Por estos motivos, muchos cirujanos aconsejan esperar hasta terminar con la radiación y otros tratamientos, como la quimioterapia, para llevar a cabo la cirugía de reconstrucción mamaria.
Es posible que otros cirujanos recomienden un enfoque por etapas, Esto consiste en colocar un expansor de tejidos después de la mastectomía para conservar la forma de la mama durante los tratamientos con radiación. Una vez finalizado el tratamiento con radiación y después de que se recuperen los tejidos, se extrae el expansor y se lo reemplaza por un implante mamario o por tejido de otra parte del cuerpo.
Efectos secundarios de la radioterapia
Los efectos secundarios de la radioterapia dependen del tipo de radioterapia que recibas. En general, los efectos secundarios tienden a aparecer a medida que continúa el tratamiento y pueden ser más molestos hacia el final del tratamiento. En general, los efectos secundarios más comunes son enrojecimiento, inflamación y descamación de la piel en el sitio del tratamiento.
Obtén más información sobre los efectos secundarios de la radiación.
Radiación para tratar el cáncer de mama metastásico
Si te diagnosticaron cáncer de mama metastásico y tienes síntomas, el médico puede recomendarte la radioterapia para lo siguiente:
aliviar el dolor
disminuir el riesgo de fracturarse algún hueso debilitado por el cáncer
disminuir el sangrado
despejar una vía respiratoria obstruida para mejorar la respiración
reducir la presión sobre la médula espinal o un nervio comprimido que podría estar causando dolor, adormecimiento o debilidad
tratar el cáncer que se ha extendido al cerebro
La dosis y el cronograma de radiación para tratar el cáncer de mama metastásico dependen de distintos factores, entre los que se incluyen:
el nivel de dolor o el grado de capacidad funcional perdida
el tamaño del cáncer
la ubicación del cáncer
la cantidad de radiación previa que hayas recibido
el cronograma de otros tratamientos
Obtén más información sobre la radiación para tratar el cáncer de mama metastásico.
Vitaminas que debes evitar durante la radioterapia
El oncólogo radioterápico puede indicarte que evites tomar determinados suplementos con vitaminas antioxidantes, como las vitaminas C, A, D y E, mientras recibes radioterapia. Estas vitaminas podrían interferir en la capacidad de la radiación de destruir las células cancerosas. Esto se debe a que la radiación funciona en parte mediante la creación de radicales libres (moléculas altamente energizadas que dañan las células cancerosas). Los radicales libres presentes en el entorno pueden dañar todas las células, pero en el caso del tratamiento con radiación, se centran en las células cancerosas. Los antioxidantes ayudan a impedir que se formen los radicales libres o los neutralizan en caso de que lleguen a formarse.
Debido al posible conflicto entre el objetivo de la radicales libres (crear radicales libres) y el objetivo de los antioxidantes (para neutralizar los radicales libres), tiene sentido dejar de tomar cualquier suplemento con antioxidantes durante la radioterapia. Cuando haya terminado el tratamiento con radiación, podrás volver a tomar tus suplementos.
Durante todo el tratamiento, haz todo lo posible para seguir una dieta balanceada que contenga todas las vitaminas que necesitas. Es poco probable que las vitaminas que se obtienen naturalmente de los alimentos interfieran en el tratamiento.
La radioterapia y la exposición solar
Durante el tratamiento con radiación, es mejor cubrir esa parte del cuerpo para evitar que quede expuesta a la luz solar. Esto puede resultar particularmente difícil si recibes radioterapia en zonas o estaciones con clima más cálido. Para ayudar a evitar la exposición solar:
Usa ropa o un traje de baño con un escote alto, o ponte una camiseta con protector solar.
Intenta mantener el sitio cubierto siempre que estés al aire libre. Una camisa de algodón grande es una buena idea, ya que permite la circulación de aire cerca del sitio de tratamiento.
Evita el contacto con el cloro, ya que reseca la piel y puede empeorar las reacciones que tengas en la piel. El cloro se utiliza para desinfectar piscinas y bañeras de hidromasaje.
Si quieres nadar en una piscina, podrías ponerte vaselina en el sitio de tratamiento para impedir el contacto entre la piel y el cloro.
Una vez terminado el tratamiento con radiación, la piel en esa parte del cuerpo puede quedar más sensible a la luz solar que antes, así que es posible que necesites tomar medidas de protección adicionales cuando te expongas a la luz solar:
Usa un protector solar con factor de protección (FPS) 30 o mayor en el sitio de tratamiento.
Ponte el protector 30 minutos antes de exponerte a la luz solar.
Vuelve a ponerte protector solar cada que pasen dos horas y después de salir del agua.
Arthur DW, et al. JAMA Oncol. 21 de noviembre de 2019. Disponible (en inglés) en https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/31750868/
— Se actualizó por última vez el 12 de diciembre de 2024, 21:28